Translate

sexta-feira, 5 de março de 2010

DESTINOLOGIA


Sincronicidad: nada es casual

Le sucedió a un actor joven, pero ya no tanto. ¿Su nombre? Anthony Hopkins. Acababa de ser contratado para filmar "La mujer de Petrovka". Además del guión, quería leer la novela original de George Feifer. Fue estéril buscarla en las librerías: estaba agotada. Desalentado, se acomodó en un asiento del andén del metro a esperar el tren, y en el hueco del respaldo vio un libro. Sí: ¡un viejo ejemplar de aquella novela, lleno de anotaciones en los márgenes! ¿Mera coincidencia? Parece imposible. Pero algo más sucedió que tiraría por tierra el concepto de "casualidad": dos años más tarde, ya en el rodaje del film, Hopkins conoció a Feifer, el autor. En un entretiempo, Feifer se lamentó de haber perdido el último ejemplar de su novela, en donde había hecho numerosas anotaciones para cuando la película se rodara. Hopkins palideció: sí... ¡era el de la estación del metro!

Carl Jung, junto con el Premio Nobel de Física Wolfgang Pauli, llamaron a estas coincidencias significativas SINCRONICIDAD: eventos que parecen ser la expresión en el mundo externo de algo profundo que se mueve en nuestro interior en determinados momentos, como si el adentro y el afuera desdibujaran sus fronteras, y los hechos se manifestaran asombrosamente entrelazados. La resultante puede ser una exaltación del espíritu: la intuición de que quizás el caos que nos parece constituir la realidad, tenga un orden que no llegamos a ver, salvo en estos momentos extraordinarios. David Peat lo dijo así: "Es posible que detrás de los fenómenos del mundo material haya un orden generativo y formativo llamado Inteligencia Objetiva". ¡Otro físico hablando como si fuera un místico!
No, no es casualidad; pero tampoco es causalidad, pues estos hechos no se causan el uno al otro, sino que están ligados por su significado, como si la Vida misma quisiera hablarnos en su propio idioma: el del Misterio. Los seres humanos y los hechos nos entrecruzamos como los hilos de un complejo tapiz. Pero nuestra percepción es limitada, y sólo vemos el reverso del bordado, sin poder comprender cabalmente su dibujo. Quizás volverse sabio sea cruzar hacia el otro lado y ver que en el Gran Tapiz aquello que nos parecía caprichos del destino son nudos necesarios para poder dar una nueva puntada...
El I Ching, -un libro chino con más de 3000 años de antigüedad, fundamentado en el principio de la Sincronicidad -, fue prologado en una de sus versiones por Jung. En ella hay un poema de Jorge Luis Borges que dice así (para quienes no conozcan la palabra "ergástula", significa "cárcel")... (“lugar donde vivían hacinados los esclavos”- RAE.)

"El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer.
No hay una cosa que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable cuyo libro es el tiempo.
Quien se aleja de su casa, ya ha vuelto.
Nuestra vida es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres.
La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha,
pero en las grietas está Dios, que acecha."



Destino?
Sincronicidade: nada é casual


Aconteceu-lhe a um ator jovem, porém já não tanto. Seu nome?
Anthony Hopkins.
Acabava de ser contratado para filmar "A mulher de Petrovka". Ademais do roteiro, queria ler a novela original de George Feifer. Foi estéril procurar-la nas livrarias: estava esgotada. Desalentado, se acomodou num assento do andem do metrô a esperar o trem, e no oco do espaldar viu um livro. Sim: ¡um velho exemplar de aquela novela, cheio de notações nos margens! ¿Simples coincidência? Parece impossível. Porém algo a mais aconteceu que jogaria por terra o conceito da "casualidade": dois anos mais tarde, já na rodagem do filme, Hopkins conheceu a Feifer, o autor. Num entretempo, Feifer se lamentou de haver perdido o último exemplar de sua novela, em onde havia feito inúmeras anotações para quando o filme se rodara. Hopkins empalideceu: sim... era o da estação do metrô!

Carl Jung, junto com o Prêmio Nobel de Física Wolfgang Pauli, chamou a estas coincidências significativas SINCRONICIDADE: eventos que parecem ser a expressão no mundo externo de algo profundo que se move em nosso interior em determinados momentos, como se o adentro e os afora dês - desenharam suas fronteiras, e os fatos se manifestaram assombrosamente entrelaçados. A resultante pode ser uma exaltação do espírito: a intuição de que quiçá o caos que nos parece constituir a realidade, tenha uma ordem que não enxergamos, salvo nestes momentos extraordinários. David Peat o diz assim:
"É possível que por trás dos fenômenos do mundo material haja uma ordem gerativa e formativa chamada Inteligência Objetiva".
¡Outro físico falando como si fosse um místico!
Não, não é casualidade; porém tampouco é causalidade, pois estes fatos não se causam o um ao outro, senão que estão ligados por seu significado, como se a Vida mesma quisera nos falar em seu próprio idioma: o do Mistério. Os seres humanos e os fatos nos entrecruzaram como os fios dum complexo tapete. Mas nossa percepção é limitada, e só enxergamos o reverso do bordado, sem puder compreender cabalmente seu desenho. Quiçá se volver sábio seja cruzar para o outro lado e ver que no Grande Tapete aquilo que nos parecia caprichos do destino são nós necessários para puder dar uma nova pontada...
O “I Ching”, - um livro chinês com mais de 3000 anos de antiguidade, fundamentado no principio da Sincronicidade -, foi prologado numa de suas versões por Jung. Nela há um poema de Jorge Luis Borges que diz assim:
(para quem não conheçam a palavra "ergástulo/a", significa "cárcere")... (“local onde viviam apinhados os escravos”- Real Academia Espanhola.)

"O porvir é tão irrevocável como o rígido ontem. Não há uma coisa que não seja uma letra silenciosa
da eterna escrita indecifrável cujo livro é o tempo. Quem se afasta de sua casa, já ha voltado. Nossa vida é a senda futura e percorrida.
O rigor tem tecido a meada.
Não te arredes. O ergástulo é obscuro,
a firme trama é de incessante ferro,
mas em alguma recurva de teu encerro
pode haver uma luz, uma fratura.
O caminho é fatal como a flecha,
mas nas fendas está Deus, que espreita."

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...