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sábado, 29 de maio de 2010

SABIDURIA



Contando Histórias



A rapidez
Era um dia agradável de finais da primavera, quando um pequeno caramujo decidiu empreender a ascensão a uma velha cerejeira para poder saborear seus frutos.

Al dar-se conta dele, uns pássaros duma árvore perto explodiram em gargalhadas e lhe disseram:

Acaso não sabes que no há cerejeiras nesta época do ano?

O caracol, sem deter-se, replicou:

-Não importa. Já as haverá para quando eu chegue arriba.

“La rapidez no importa. O importante é o rumo, para onde nos dirigimos e como experimentamos o caminho”.



La rapidez

Era un día apacible de finales primavera, cuando un pequeño caracol decidió emprender la ascensión a un viejo cerezo para poder saborear sus frutos.

Al darse cuenta de ello, unos gorriones de un árbol cercano estallaron en carcajadas y le dijeron:

-¿Acaso no sabes que no hay cerezas en esta época del año?

El caracol, sin detenerse, replicó:

-No importa. Ya las habrá para cuando yo llegue arriba.

La rapidez no importa. Lo importante es el rumbo, hacia dónde nos dirigimos y cómo experimentamos el camino.



O esforço
Aconteceu aí por Oriente onde sai o sol... que um grupo de amigos discutia sobre a fonte da felicidade. Uns acreditavam que seria de ouro, outros que a água sabia a vinho, outros que de ela manaria o néctar da vida... Cada um tinha sua própria visão da formosa fonte da felicidade. Suas visões eram distintas pero seu objetivo era o mesmo; encontrar a fonte da felicidade.

Um dia decidiram ir a buscar entre as montanhas a famosa fonte da felicidade. O que bebia dela se sentia plenamente feliz. Estava longe e o caminho era difícil e empinado, pero eles eram valentes e aventureiros. Andavam, descansavam e passavam as noites em carpas de campanha. Estavam muito cansados, o caminho transcorria entre zarcas, se caíam e se faziam arranhões, porém seguiam adiante. Alguns no quiseram seguir, mas os mais fortes estavam decididos a encontrar-la.

Chegaram a um caminho sem rastros, quase ninguém havia passado por aí; embora duvidando e perdendo-se, seguiam empenhados em sua meta. Por fim a fonte! A água era fresca, pero era água como a das demais; embora, se encontravam felizes e comentavam: O que nos da à felicidade é o esforço!

O trabalho une e dignifica; o esforço aviva o fogo da vontade, o serviço desinteressado é o combustível; todo isto é parte do caminho para experimentar a realidade do ser, a maior felicidade que podemos gozar.

El esfuerzo

Sucedió allá por Oriente donde sale el sol... que un grupo de amigos discutían sobre la fuente de la felicidad. Unos creían que sería de oro, otros que el agua sabría a vino, otros que de ella manaría el néctar de la vida... Cada uno tenía su propia visión de la famosa fuente de la felicidad. Sus visiones eran distintas pero su objetivo era el mismo; hallar la fuente de la felicidad.

Un día decidieron ir a buscar entre las montañas la famosa fuente de la felicidad. El que bebía de ella se sentía plenamente feliz. Estaba lejos y el camino era difícil y empinado, pero ellos eran valientes y aventureros. Andaban, descansaban y pasaban las noches en tiendas de campaña. Estaban muy cansados, el camino transcurría entre zarzas, se caían y se hacían rasguños, pero seguían adelante. Algunos no quisieron seguir, pero los más fuertes estaban decididos a encontrarla.

Llegaron a un camino sin huellas, casi nadie había pasado por allí; aunque dudando y perdiéndose, seguían empeñados en su meta. Por fin ¡la fuente! El agua era fresca, pero era agua como la de las demás; sin embargo, se sentían felices y comentaban: ¡Lo que nos da la felicidad es el esfuerzo!

El trabajo une y dignifica; el esfuerzo aviva el fuego de la voluntad, el servicio desinteresado es el combustible; todo ello es parte del camino para experimentar la realidad del ser, la mayor felicidad que podemos gozar.

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