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quinta-feira, 30 de agosto de 2012

EL IDIOMA PORTUGUÉS



Fuente: http://www.unilat.org/DPEL/Promotion/L_Odyssee_des_langues/Portugais/es

El portugués es la lengua de comunicación de numerosas naciones, en Europa, en África, en Asia y en América. La historia de la lengua portuguesa es indisoluble de la historia de un pueblo que ha conocido a partir del siglo XV, una epopeya marítima excepcional y que es esparcido en algunos decenios a los cuatros rincones del mundo.
Calificada como lengua de la poesía y de la música, la lengua portuguesa toma su origen del latín vulgar, en uso por aquel entonces en el territorio llamado Lusitania por los romanos. Esta región corresponde aproximadamente al Portugal actual, más una parte de León, de Castilla y de la Extremadura, hasta cerca de Toledo. Roma concluye la dominación de la Lusitania en el II siglo antes de J.C. y la colonización romana se establece con sus soldados y su cohorte de funcionarios y de comerciantes. La administración y la legislación romana se imponen, así como la lengua latina que por su flexibilidad y su riqueza se extiende rápidamente a todas las capas de la población, haciendo desaparecer rápidamente la mayor parte de los dialectos primitivos. Llega finalmente a ser la única legua utilizada en toda la Lusitania que pasa bajo la dependencia directa del emperador.
El latín hablado en esta provincia, principalmente a partir de la caída del imperio romano de Occidente, en el año 476, va adquiriendo poco a poco una fisonomía propia que la diferencia de la lengua de sus vecinos de León y de Castilla. La Lusitania pasa a ser Portucale , origen del nombre Portugal por asociación de los nombres de dos ciudades, Portu, el actual Porto, y Cale, la actual Vila Nova de Gaia. Como el resto de la península, Portugal conoce las invasiones: germánicas primeramente, en el año 409, con los vándalos, los suevos y los alamanos; después la conquista musulmana en el año 711, las cuales tendrán una influencia notable sobre la cultura y la lengua de ese pequeño territorio. El latín evoluciona bajo esa doble influencia, pero no desaparece. Las poblaciones germánicas ¨bárbaras¨ sufren una romanización rápida, tanto lingüística, como cultural, mientras que los musulmanes, siempre considerados como invasores, no logran imponer su lengua. El aporte germánico, modesto, se limita a algunas esferas: la guerra (guerra, roubar, espiar...), la vestimenta (luva, fato...) los animales (gansa, marta...) Los musulmanes dejan en la lengua, al contrario, huellas muy importantes marcadamente lexicales, cerca de mil palabras de esferas semánticas particulares tales como la agricultura, los animales, las plantas: arroz, azeite, alface, açucena, alfarroba...) es de esta evolución que comprende sus nuevos aportes lexicales, así como numerosas evoluciones fonéticas, fonológicas y morfosintácticas, que nacerá, del siglo IX al XII, el galaico-portugués, forma que toma el latín en el ángulo noroeste de la Península y que se extenderá, más tardíamente, al sur de la Península, gracias a la Reconquista.
Hacia finales del siglo X, las primeras influencias del francés, lengua de oil y lengua de oc se hacen sentir en el vocabulario religioso común y en el lenguaje señorial. En la Edad Media, Santiago de Compostela atrae numerosos peregrinos y el aporte de la lengua francesa (dama, chapel-chapeu, el sufijo -age ¨agem¨) será reforzado en el siglo XIII por la instalación, principalmente sobre el territorio gallego y portugués, de las órdenes monásticas francesas de Cluny y cisterciense. En esta época de igual forma los trovadores introducen formas líricas propias en la literatura provenzal y numerosos vocablos procedentes del provenzal (trovador, alegre, freire) lazo natural entre el francés y la lengua portuguesa en curso de formación. También aparecen palabras cultas o semicultas tales como escola, ciencia, pensar... tomadas directamente del latín.
El galaico-portugués adquiere progresivamente tal refinamiento y goza de tal prestigio, que es considerado en toda la península como la lengua de la poesía por excelencia. La poesía lírica española de esta época es escrita en galaico-portugués, con obras como Cancioneiro da Ajuda, Cancioneiro da Vaticana, Cancioneiro da Biblioteca Nacional de Lisboa...El propio Alfonso el Sabio, rey de Castilla, en el siglo XIII, que da un fuerte impulso a la prosa castellana, escribe sus propios versos en galaico-portugués. Los primeros textos escritos en esta nueva lengua datan precisamente de principios del siglo XIII. Durante el siglo XIV y el siglo XV la lengua nacida del uso popular comienza a imponerse en todos los medios y se generaliza en los documentos escritos. Por otra parte, el eje de gravedad del reino de Portugal se desplaza hacia el sur: Lisboa pasa a ser a la vez capital y lugar de residencia privilegiada del monarca, mientras que la Universidad de Coimbra adquiere un papel cultural mayor. Es pues de esas dos regiones de donde vendrán las innovaciones lingüísticas que, a partir del siglo XIV modificaron la lengua galaico-portuguesa de origen y dieron la norma culta del portugués. En el siglo XV puede afirmarse que Portugal posee su lengua nacional, separada esta vez del gallego.
En esta época, los grandes descubrimientos inician un proceso de expansión territorial que aumentará rápida y considerablemente el área lingüística lusitana: el portugués se reparte en el mundo entero, conociéndose así la más grande difusión jamás alcanzada por una lengua. La lengua portuguesa se enriquece así con el aporte de lenguas indígenas (el bantú, el tupi y lenguas asiáticas). En un segundo tiempo, el portugués valiéndose de sus préstamos vendrá a enriquecer las otras lenguas europeas con sus términos exóticos (cobaye, piranha, jaguar, manioc...). Con la dominación española iniciada en el año 1580, las formas castellanas, consecuencias del bilingüismo luso-español penetran en el portugués. La independencia es restaurada en el año 1640 y una reforma conducida por los eruditos, en reacción contra el castellano, entraña una eliminación de esos términos que son reemplazados por vocablos provenientes del latín. A partir del siglo XVIII el español no desempeña más el papel de segunda lengua de cultura. Este es relegado por el francés: numerosos galicismos se introducen entonces en portugués, a la vez que en el vocabulario y la sintaxis. Esta influencia francesa quedará bien marcada en la lengua portuguesa. Los rasgos sintácticos y lexicales comunes a las dos lenguas, así como la nasalización característica de ciertas vocales lo testimonian aún hoy.
La lengua portuguesa ha dejado huellas indelebles de su paso no solamente sobre los inmensos territorios en los que es hablado en la actualidad, sino también en las tierras en donde ha desempeñado, en determinada época, el papel de lingua franca. Esas huellas son testimonio de una primacía internacional del portugués que ha perdurado hasta la mitad del siglo XIX. En la actualidad el portugués, con sus tres variantes principales, europea, brasileña y africana, es aún una de las primeras lenguas del mundo. El portugués es la cuarta lengua de Europa más hablada en el mundo, después del inglés, el español y el ucraniano-ruso. Obras cumbres de la literatura mundial han sido escritas en esta lengua que puede enorgullecerse, desde 1998, de contar entre sus grandes autores contemporáneos, con José Saramago, Premio Nobel de literatura.


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