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terça-feira, 15 de janeiro de 2013

HOMÓFONOS


Un título que sorprende a algunos e indigna a otros
Por Graciela Melgarejo | LA NACION
Twitter: @gramelgar | Mail: lineadirecta@lanacion.com.ar |

Una semana activa, esta primera del año, por lo menos para los lectores de Línea directa. Muchos de ellos han comprobado que los homófonos siguen dándoles problemas a algunos hablantes del español. Un homófono, vale la pena recordarlo, es aquella palabra que "suena de igual modo que otra, pero que difiere en el significado" (el Diccionario de la RAE dixit); por ejemplo, tubo y tuvo, huno y uno, baca y vaca. El problema empieza cuando se pasa a la lengua escrita.
Homófonos son, también, revelar y rebelar. Revelar, del latín revelare, significa "descubrir o manifestar lo ignorado o secreto", "proporcionar indicios o certidumbre de algo" y, también, dicho de Dios, "manifestar a los hombres lo futuro u oculto" (por supuesto, también está la acepción para fotografía, "hacer visible la imagen impresa en la placa o película fotográfica"). Rebelar, del latín rebellare, significa "sublevar, levantar a alguien haciendo que falte a la obediencia debida".
De acuerdo con estas diferencias, no es extraño entonces que varios lectores coincidieran en escribir, el lunes pasado, correos electrónicos con distinto espíritu, desde indignados hasta risueños, para aclarar el uso correspondiente. Decía Elsa Irene Scopazzo: "En la entrevista a Ricardo Darín de ayer en LA NACION, en la sección Espectáculos, hay un título ambiguo. El actor dice: «Creo en la justicia, por eso me revelo». Es decir, se muestra como es ¿o habrá querido decir «me rebelo»", es decir, me sublevo? Creo que la segunda opción es la más coherente. He aquí un interesante caso de homófonos".
Más o menos en el mismo sentido escribieron Valerio Yácubson y Amelia Musacchio de Zan. En el caso del lector Yácubson, este agregó otro ejemplo: "Hoy leía el artículo de Mario Vargas Llosa sobre Sartre, «Sartre y sus ex amigos, a la distancia». Un párrafo me llamó la atención: «Sartre es un debelador implacable del sectarismo dogmático que cubría de calumnias infames a sus críticos y prefería descalificarlos moralmente antes que responder a sus razones con razones».
¿Un debelador? Vargas Llosa, admirado maestro de la lengua, no puede cometer un error. Busqué, como de costumbre, en el Diccionario de la RAE. Encontré lo siguiente: «debelar. (Del lat. debellare). 1. tr. Rendir a fuerza de armas al enemigo» y «develar. (Del lat. develare, levantar el velo). tr. Quitar o descorrer el velo que cubre algo». Pues bien, Vargas Llosa no cometió ningún error y yo aprendí una palabra que desconocía".
Aclarada la confusión, y para los lectores que no lo advirtieron, el mismo lunes 7/1 se publicó, también en la sección Espectáculos de este diario, página 3, ángulo inferior izquierdo, con el título "Errata", lo siguiente: "En la entrevista a Ricardo Darín que se publicó en la edición de ayer de este suplemento se escribió revelo en lugar de rebelo".
Nunca se termina de aprender a dominar el idioma que nos ha tocado en suerte, lo cual no es un desconsuelo, sino un estímulo y un beneficio. Y para concluir, un muy didáctico tuit de la RAE: "@OrtografíaHoy Están bien escritas: Al cóctel la mánayer llegó muy sexi y pidió un wiski. Su novio lucía extraño con bluyín, esmoquin y un pirsin".
© LA NACION.

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