Translate

sexta-feira, 15 de fevereiro de 2013

LA LENGUA VIVA


El tertulianés
Amando de Miguel


Recibo muchos correos en que se comentan las incidencias de algunas tertulias en las que participo. Mi experiencia me dice que la clave para juzgar una tertulia es si habla solo una persona al tiempo y la mayor parte del tiempo. Eso es poco usual. Lo normal es que hablen dos o tres personas a la vez. Los oyentes quizá piensen que los tertulianos cobran por el número de palabras emitidas. No es así. Hablan varios a la vez porque no se escuchan. Es mucho más difícil escuchar que hablar. Por esa razón muchas tertulias son más bien una sucesión de monólogos, bien que en parte superpuestos, lo que hace que parezcan un diálogo.
Ibón Ayarzagüena me envía un simpático comentario sobre mi estilo en las tertulias. Lo compara con el de Antonio Gala, "por el uso que hacen ambos de nuestro lenguaje". Aprecia don Ibón la independencia intelectual. Lo más halagador que me dice es: "Aún no he descubierto sus inclinaciones políticas". Supongo que quiere indicar que procuro criticar también a los políticos que voto, si es que se lo merecen. Esto me recuerda la reflexión que hizo Walter Cronkite, el famoso presentador de la televisión norteamericana. Después de 40 años en antena, comentando los sucesos políticos, nadie pudo decir a qué partido había votado. Era de ver con qué maestría comentaba en directo los resultados que iba desgranando la noche de las elecciones generales.
Agustín Gómez Vallejo me felicita igualmente por mi participación en las tertulias de la tele y la radio. Solicita ser mi amigo y conocerme personalmente. No hay problema. Los primeros lunes de mes mantengo una tertulia en el café Gijón (a las cinco de la tarde). Nos reunimos un grupo de amigos que lo somos a través de la internet. Es lo que se llama una quedada. Don Agustín, queda usted invitado. Ahí podrá comprobar la auténtica tertulia de café.
Cada vez está más claro que muchos de los rasgos que aquí hemos dado en llamar politiqués se pueden aplicar igualmente a las tertulias de la radio o la tele. La jerga ahora es la del tertulianés. Hay algunas innovaciones, como la de insistir en lo de "dicho lo cual". Se ve en seguida qué tertulianos repiten las letanías (ahora se dicemantras) del partido político que tácitamente representan. Viene a ser el polo opuesto al de Walter Cronkite. Es decir, es fácil adivinar cuál es su voto. En ese caso los argumentos expuestos resultan un tanto cansinos. Aun así, el espectáculo de las tertulias es fascinante. Cada uno se retrata como es. Digamos que se muestra como una representación teatral en la que cada uno incorpora su personaje. Hay incluso algunas normas del atuendo. Por ejemplo, si un caballero desea pasar por progresista, el color de su corbata debe ser más claro que el de la camisa. De ir sin corbata, la camisa debe ser oscura; mejor, negra. Es lo que se llama lenguaje corporal. Claro que lo fundamental es el repertorio de ideas. Las de un progresista son las de no criticar nunca al partido de sus preferencias. En cambio, esa coherencia no se exige a un liberal, entre otras razones porque no hay un partido que sea propiamente liberal. Así que, remedando al clásico, podríamos hablar de los "progresistas de todos los partidos". Si serán confusas mis ideas que un contertulio me dijo no hace mucho que yo era "bolchevique". Otro, esta misma semana, me ha tildado de "keynesiano". Esta vez remedo a Pío Cabanillas (padre):
No sabemos quiénes somos, pero vamos a perder.
Contacte con Amando de Miguel: http://www.libertaddigital.com/opinion/amando-de-miguel/el-tertulianes-67391/

Nenhum comentário:

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA rompecabezas   o  puzle , mejor que  puzzle   El sustantivo  rompecabezas  o la adaptación  puzle , con una zeta, ...