Translate

quinta-feira, 9 de maio de 2013

LA LENGUA VIVA


Variaciones del idioma
Amando de Miguel - Libertad Digital. España

Las opiniones sobre la lengua suelen ser tajantes. Las he visto originales, pero ninguna tan peregrina como la que me envía Rogelio López Rosales. Dice así:

El idioma español ha sido siempre la manera de perpetuar el statu quo dominador. Por eso a los españoles no se nos ha permitido nunca, ni se nos facilitará jamás, conocer otros idiomas.

Me parece una tesis indemostrable, pero tiene su encanto. Espero algún escolio. No me veo a la Real Academia Española convertida en sumo sanedrín para dominar a la nación. ¿Qué hacemos con los colegios más o menos bilingües? ¿Los cerramos?

Quedamos en que el idioma evoluciona a través de la admisión de neologismos. Ignacio Frías comenta que el político gallego y galleguista Xosé Manuel Beiras tildó al presidente Feijóo de enarca. El término se refiere a los egresados de la Escuela Nacional de Administración (ENA), un centro prestigioso para formar a la elite funcionarial de Francia. El equivalente español sería el conjunto de los TAC (Técnicos de Administración Civil). Aunque Feijóo haya sido funcionario, no creo que pertenezca a los TAC. Así que nos quedamos sin saber por qué el iluminado Beiras calificó de “enarca” al presidente de la Xunta. ¿Era un insulto o un cumplido? ¿No sería que quiso decir jerarca?

Hugo Tordoni se introduce en la divertida consideración de las palabras que se parecen por la misma raíz para dar lugar a pequeños matices, entre ellos el tamaño. Por ejemplo, bolso y bolsa; o casa, caserón y casona. Bueno, tenemos también casita (modesta y pequeña) y casoplón (enorme e impresionante). La casona es grandota y más bien antigua, sobre todo en el norte de España. El caserón es grande y destartalado. La caseta es un edificio provisional y minúsculo. Hay más ejemplos, como la serie carro, carrito, carreta, carretilla, carromato, carroza. El carromato requiere toldo, como los wagons de las películas de vaqueros.

Agustín Fuentes me envía un dibujo satírico con este texto: “Las pensiones ya no se revalorizarán con el IPC (el índice de precios al consumo) sino con el ISC (el índice que nos sale de los cojones)”. Es una forma elegante de anunciar que las pensiones se van a reducir un poquito cada año. Para ese propósito se ha acuñado el neologismo desindexación, que ya es palabro. Quiere decir que las pensiones se van a congelar mientras suben los precios. El otro día hablaba yo aquí del prestigio de los neologismos con los prefijos des-, de- o dis-. Ahí tenemos uno bien lustroso.

Cayetano Morales discrepa de mi opinión por la que calificaba de “democracia” al actual régimen español. Don Cayetano sostiene que no puede haber democracia en España cuando no hubo ruptura con la dictadura anterior y no se ha logrado la división de poderes. Entiendo que la democracia es un término multívoco. Así, se habla de democracia popular, orgánica, bolivariana, entre otras. Mala cosa cuando hay que ponerle un adjetivo. Para mí (y cientos de doctores), la democracia precisa de una sucesión pacífica en el poder mediante elecciones que todos reconocen y la defensa de las libertades básicas. Luego cada uno puede añadir más exigencias, pero si son muchas resultará que no es posible ninguna democracia. No creo que haya que ser tan estrictos.

EL ORIGEN DE LOS IDIOMAS


La lengua ancestral de los eurasiáticos
Los lingüistas se inspiran en la genética para sondear la evolución del habla durante 15.000 años
El idioma común también estaría en el origen del vasco y del chino, según los expertos
JAVIER SAMPEDRO Madrid

Los lingüistas están siguiendo estrechamente los pasos de sus colegas los biólogos evolutivos para reconstruir el pasado del lenguaje humano, la forma en que una hipotética habla ancestral fue ramificándose de manera incesante hasta producir la babel actual de 5.000 idiomas irreconciliables. Investigadores británicos y neozelandeses han hallado ahora sólidas evidencias de que todas las lenguas habladas actualmente en Europa y Asia, desde Lisboa a Pekín, provienen de una sola que se habló en el Mediterráneo hace unos 15.000 años, cuando la última glaciación empezó a remitir y las nuevas tierras emergidas del hielo perpetuo comenzaron a trazar las sendas que conectaron el gigantesco continente entero.

La primera teoría evolutiva, de hecho, precedió a Darwin en tres cuartos de siglo y no se refería a las especies biológicas, sino a los lenguajes. La formuló el jurista británico sir William Jones en 1787, en un discurso pronunciado ante la Sociedad Asiática de Bengala, y proponía que el sánscrito, el griego, el latín, el gótico, el persa y el celta provenían de un tronco común por divergencias sucesivas; nació así lo que hoy llamamos la familia lingüística indoeuropea, que seguramente hunde sus raíces en los primitivos asentamientos neolíticos que inventaron la agricultura en Oriente Próximo hace unos 10.000 años. La lengua eurasiática recién propuesta sería aún más antigua, de hace unos 15.000 años, y extendería su abrazo a lenguas no indoeuropeas como el chino o el vasco.

Al igual que los evolucionistas reconstruyen el pasado de las especies comparando genes de las especies actuales, Mar Pagel, Quentin Atkinson y sus colegas de las universidades de Reading (Reino Unido) y Auckland (Nueva Zelanda) han descubierto el eurasiático ancestral comparando palabras de las que se hablan en todo el continente actualmente. Esto no es nuevo para la lingüística. El problema para las reconstrucciones de largo alcance es que, según el conocimiento recibido en lingüística, las palabras cambian demasiado deprisa como para dejar trazas de su ancestro común más allá de unos 5.000 años.

La mayor aportación del nuevo estudio, presentado en Proceedings of the Nacional Academy of Sciences, es haber mostrado que, aun cuando eso sea cierto para la inmensa mayoría de las palabras, hay unos cuantos términos mucho más refractarios al cambio. Estas palabras ultraconservadas –que también tienen su equivalente directo en las secuencias ultraconservadas de los genomas biológicos— incluyen los numerales (los nombres de los números) y otros ingredientes del ‘metabolismo central’ de la gramática del tipo de yo, tú, aquí, como, no, allí y qué.

Los investigadores también han conseguido unas reglas que les ayudarán a encontrar el conjunto de palabras ultraconservadas más útiles en estudios futuros de otras lenguas. Como norma general, las palabras que aparecen en el habla común con una frecuencia mayor del uno por mil tienen entre 7 y diez veces más probabilidades que las demás de aguantar intactas, o al menos reconocibles, durante 10.000 o 15.000 años.

“Nuestros resultados”, dicen Pagel y sus colegas, “indican una considerable fidelidad de transmisión para algunas palabras, y ofrecen una justificación teórica para investigar características del lenguaje que pueden preservarse por grandes lapsos de tiempo y extensiones geográficas”. Los científicos no solo han comprobado este principio en las lenguas indoeuropeas, sino también entre los hablantes de las familias uránicas, chino-tibetanas, altaicas, austronésicas y el sistema Níger-Congo.

Las secuencias genéticas más refractarias al cambio a lo largo de las eras geológicas representan a menudo ‘interfaces’ de una molécula (por ejemplo, cierta zona de una proteína) que interactúan con tantos ‘partners’ que cualquier ligero cambio en la secuencia causaría un auténtico desmoronamiento de un amplio número de sistemas biológicos. Las palabras más frecuentes en el habla parecen ser su equivalente lingüístico, lo que puede bastar para explicar su resistencia al cambio. Sea como fuere, los lingüistas ya disponen de un juego de ‘genes’ ultraconservados para analizar la noche de los tiempos.

Laura Restrepo


“La identidad se da en el idioma”
“Hot sur” es la nueva novela que la escritora colombiana presentó en la Feria. Antes pasó por el stand de Ñ, donde habló del sueño americano fallido y la libertad de fronteras.

POR IVANNA SOTO


RESTREPO. "Ojalá la fraternidad, el idioma y nuestra historia común hagan posible la unión Latinoamericana"

En Hot Sur está María Paz, una colombiana que va a parar a Estados Unidos. Ahí se casa con un policía norteamericano -blanco, rubio- con la idea de que con él va a tocar el cielo con las manos y va a poder arreglar ese problema de papeles que tiene todo inmigrante en ese país.

Pero las cosas le salen distintas a lo planeado: su príncipe Cleve Rose resulta estar metido en tráfico de armas. Lo asesinan y a ella es a quien culpan de su muerte. Por eso va presa y en la cárcel se asocia al clan latino, que es la única manera que encuentra de sobrevivir ahí adentro. Hasta que le sacan el último rastro de identidad que le queda: su idioma.

Después del paneo por su Colombia natal en Delirio y luego la Argentina de la dictadura en Demasiados héroes, en Hot Sur Restrepo se desplaza a Estados Unidos, a esa “América” que persiste como sueño consagrado. “Estamos hablando de ficción y personajes con nombre propio e historias propias que hacen uso de su derecho de no sentirse restringidos por el territorio”, aclara la escritora en entrevista con Ñ digital. Así y todo, María Paz, Violeta o Bolivia, los personajes de su última novela, podrían ser todos aquellos seres que buscan su libertad en el peregrinaje hacia otras tierras por un futuro mejor.

-¿Ve alguna relación entre la idea del fin del sueño americano y la integración latinoamericana?
-Los personajes de Hot Sur echan a andar haciendo uso de su derecho de vivir donde la vida sea posible y donde se de. Estos personajes: Bolivia, María Paz, Violeta, llegan de distintas partes de América Latina persiguiendo lo que se ha pintado siempre como un sueño, y desde luego el sueño se les cae por la cabeza. Encuentran que está resquebrajado hace mucho o que siempre fue sueño o promesa, que en realidad no fue nada. Y sin embargo, ahí se las arreglan, porque es gente con toda la energía y la picaresca de sobrevivientes resueltos a salir adelante. Y si ahí no funciona, echar para otro lado. Eso es lo que reivindica la novela: la libertad de desplazamiento, que nadie te frene, que no haya racismos que marquen ciudadanos de primera y de tercera. El planeta es nómada, está en el camino y hay que dejarlo que circule.

-¿Y cómo penetra esta integración en la cabeza de los ciudadanos?
-La integración de América Latina, como sueño bolivarense desde luego, la Patria sin fronteras, sin murallas, sin Visas, la veo como algo extraordinario. Esperemos que realmente se cumpla y hagamos uso de esa fraternidad que nos une, de ese idioma común, de esa historia común. Es un privilegio poder llegar a cualquier lado como si fuera su propia casa. Eso tiene que hacerse extensivo a los gobiernos, a los pueblos, así tiene que ser. Ese es un sueño que vale la pena.

-¿Y en relación a esta idea, qué papel juega esta pugna idiomática que aparece en la cárcel en “Hot Sur”?
-Lo que pasa es que el lenguaje también es uno de los personajes de la novela. Si bien los personajes están desterrados, han perdido el territorio como punto de referencia, el lenguaje es el terreno común donde se encuentran. Y en la cárcel donde va a parar María Paz, las presas aguantan mucha humillación y mucha situación difícil, pero cuando realmente se produce el estallido en el pabellón de las latinas es cuando les prohíben hablar en español, porque es como privarlas de lo único que les queda. Les han quitado el nombre para ponerles un número, les han quitado la ropa para ponerles un uniforme, las encierran, les quitan el aire, les quitan el cielo, lo único que no podían quitarles era el idioma. Entonces, cuando lo prohíben, ellas dicen: “No más”. Y ahí se arma la revuelta. Están defendiendo su derecho a una identidad, que se da en el idioma.

-Otra de las fronteras que borra la novela es entre lo que se considera alta cultura y cultura popular, ¿no es así?
-Me parece que la cultura es un cajón, entonces la idea era meter ahí todo. Entonces aparece El hombre araña, pero también cito a teóricos complicados. Los personajes se mueven como lo hacen en la vida real, haciendo acopio de lo que les llega y haciendo ellos mismos su selección. Yo creo que los grandes mitos de nuestro tiempo vienen tanto de lo que se llama alta cultura como de lo que es cultura popular.

-Antes mencionaste el sueño bolivariano. ¿Cómo ves el futuro del chavismo sin Chávez?
-Es difícil pontificar sobre cómo van los países. A mí me ha interesado muchísimo toda esta transición del pueblo venezolano hacia mayores conquistas sociales, la orientación de la política hacia el bienestar de la mayoría y que no vaya todo centralizado a la riqueza de unos pocos. Hasta ahí te puedo decir. Vengo de allá, de hablar con los venezolanos, de oír su conflicto. Mejor a veces preguntar que andar uno diciendo cosas. Yo celebro enormemente que se plantee una política social y esperemos que con toda esta transición no se echen atrás esas medidas. Esperemos que se consolide una democracia que incluya el estado social de derecho como uno de sus pilares fundamentales.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE


provida, y no pro-vida ni pro vida

Provida es la forma adecuada de escribir el término que significa ‘a favor de la vida’, sin añadir guion ni espacio entre pro y vida, y sin ningún resalte tipográfico.

Esta voz se puede encontrar escrita de modo inapropiado en diversas informaciones: «Las asociaciones ‘Pro Vida’ se movilizarán el próximo sábado 6 de abril por el Día Internacional de la Vida» o «España está cansada de que el Gobierno no actúe para acabar con el aborto, asegura el líder pro-vida».

Sin embargo, tal y como pasa con otros términos formados por prefijación, lo adecuado sería escribirlo junto, según la Ortografía académica.

Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «Las asociaciones provida se movilizarán el próximo sábado 6 de abril por el Día Internacional de la Vida» y «España está cansada de que el Gobierno no actúe para acabar con el aborto, asegura el líder provida».

Por otra parte, conviene recordar que solo se escribe con mayúscula inicial cuando forma parte de un nombre propio: «La presidenta de Adevida en Cuenca y de la Federación Española de Asociaciones Provida, Alicia Latorre, ha asegurado…».

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...