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quinta-feira, 4 de julho de 2013

GUÍA EUROPEA DE LA INNOVACIÓN







por Manuel López Cachero, presidente de AENOR.

El primer estándar europeo de Gestión de la Innovación se ha aprobado recientemente y se publicó ayer por CEN (Comité Europeo de Normalización). Este documento, el CEN/TS 16555-1, indicará a organizaciones de todos los tamaños y sectores la forma adecuada de gestionar sus esfuerzos en innovación, de forma integrada con la gestión general de la organización. Así, supone una guía práctica para que las organizaciones puedan identificar y promover los factores desencadenantes de la innovación, desarrollar los procesos para su correcta gestión y evaluar y mejorar la eficiencia del Sistema de Gestión de la Innovación.

Desde hace más de cien años, la normalización viene demostrando su capacidad para aportar documentos que contienen el consenso del mercado respecto a la forma idónea de abordar un proceso, producto o servicio. Nos hallamos ante una herramienta decisiva para reducir la incertidumbre empresarial a la hora de apuntar a un nuevo mercado o actividad, aún más importante en estos tiempos en los que las empresas necesitan reforzar todos los ángulos competitivos de los que sean capaces. De la potencialidad de la normalización para dar respuesta a los nuevos retos de las organizaciones este nuevo estándar da cumplida prueba. El CEN/TS 16555-1, un hito en la I+D+i europea, ha contado para su desarrollo con una destacada participación española; de hecho, la Norma Española del Sistema de Gestión de la I+D+i (UNE 166002) ha sido la base, entre otros documentos, para elaborar el texto europeo. Otras normas españolas sobre el tema abordan cuestiones como proyectos de I+D+i, vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva o la transferencia de tecnología.

AENOR, la entidad legalmente responsable del desarrollo de la Normalización en España, propuso la elaboración del documento europeo. Asimismo, los expertos españoles desempeñan, entre otras responsabilidades, la presidencia del órgano de trabajo creado para desarrollar estándares sobre innovación, a través de Juan Manuel González, subdirector general del Instituto Andaluz de Tecnología (IAT), así como la secretaría, gestionada por AENOR. Del mismo modo, el español Álvaro Carrillo de Albornoz, director general del Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), tiene a su cargo la coordinación del grupo responsable de la elaboración del documento aprobado.

Sin embargo, la aportación de la normalización al impulso de la innovación no se limita a documentos específicos que indican las mejores formas de abordar aspectos concretos. De hecho, la normalización supone uno de los recursos más eficaces que existen para que la innovación se desarrolle y llegue al mercado de forma sencilla, rápida y eficaz. Se trata de la mejor forma de que los resultados sean conocidos y reconocidos, ya que un documento normativo se convierte en la referencia generalmente aceptada. Las normas son pasaportes que abren mercados. Además, las normas facilitan una base para la integración de tecnologías en sistemas y soluciones complejas, garantizando su compatibilidad e interoperabilidad. El que una tecnología se ajuste a lo establecido en una norma supone una garantía de primer nivel ante los consumidores. Hay organizaciones remisas a intervenir en la normalización por cuestiones de propiedad industrial. Sin embargo, la normalización es precisamente una forma óptima de obtener el máximo rendimiento de su tecnología. Las normas no especifican detalles concretos de diseño, porque se enfocan a funcionalidades; y en cada vez más sectores, la existencia de una norma pasa a significar que el mercado impone que para que una tecnología tenga éxito sea compatible con esa norma.

Nuestro país necesita de forma perentoria que cada vez más la innovación sea parte inherente de la gestión de las empresas. En la última edición del estudio impulsado por la Comisión Europea Unión por la Innovación España ocupa el puesto 16 entre los 27 países. Según otro estudio de la Comisión Europea, el 80% de las empresas alemanas reportaron actividades de innovación en el período estudiado. En España ese porcentaje era del 40%. La innovación es uno de los grandes retos que tenemos como país y la normalización está a disposición de todas las organizaciones con ambición de ser competitivas.

MAQUILA

¿Qué es Maquila?
Maquila es un sistema de producción mediante el cual empresas ubicadas dentro de algunos países pueden producir bienes y servicios para ser exportados.
La producción es realizada por encargo de una empresa del exterior (Matriz), en virtud de un contrato internacional y puede enviarse a cualquier país del mundo.
El término maquila para designar producción por cuenta ajena se introdujo al léxico económico por su sentido etimológico; proviene del árabe makila (medida de capacidad), que designa la proporción de grano harina o aceite que corresponde al molinero por la molienda (AVANCSO 1994:2).

Diccionario de la Real Academia Española
maquila 1.

(Del ár. hisp. makíla, y este del ár. clás. makīlah, cosa medida).
1. f. Porción de grano, harina o aceite que corresponde al molinero por la molienda.
2. f. Medida con que se maquila.
3. f. Medio celemín.
4. f. Hond. Medida de peso de cinco arrobas.

maquila 2.
1. f. El Salv., Guat., Hond., Méx. y Py Producción de manufacturas textiles para su exportación.
2. f. El Salv., Guat., Hond. Méx, y .Py Fábrica destinada a esta producción.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

JOSÉ MUJICA

"Europa está vieja y cada día estará más vieja"
"Casi con un pie en el estribo sobre un avioncito" el mandatario dedicó su audición a hablar de la importancia de la inversión para el crecimiento económico y a reflexionar sobre "qué es el mundo y para dónde va".

El País - Uruguay


En su audición semanal en M24, el presidente José Mujica habló sobre la importancia de la inversión para el crecimiento económico y en ese sentido recalcó que es clave pensar qué países serán claves en los próximos años para pensar la política exterior uruguaya.


"La gente tiene que intentar tener una idea de las complejidades del mundo que va a venir y la inserción internacional del Uruguay. Es decir, las puertas que se puedan abrir para comerciar empiezan a adquirir otro rango y nos obligan a visiones políticas diversificadas, cautelosas pero a su vez audaces", señaló el mandatario "casi con el pie en el estribo sobre un avioncito".

Mujica añadió que "siendo un país pequeño en población, no en recursos, de América del Sur es obvio que nuestro país tiene una enorme dependencia del comercio mundial".

"En otros términos la inserción internacional que no es para saludarse decorosamente entre los señores presidentes o ministros sino la que es un elemento para comunicar culturas (y) para intercambio político que esencialmente (permita) viabilizar el comercio entre las naciones es un hecho fundamental. Muy fundamental para los que somos pequeños", remarcó.

Recurriendo al ejemplo de la crisis en Japón en 1990, Mujica dijo que "lo que da resultado en un lugar no necesariamente en otro, lo que da resultado en un momento puede no darlo en otro porque la conducta de la gente tiende a cambiar porque acumula experiencia".

Dijo también que "en materia de economía estamos ante un mundo de fotos, sin una película permanente".


Allí insistió en que, "el verdadero motor del crecimiento económico, que está unido en el caso de un pequeño país al desarrollo de su comercio internacional es la inversión" porque "el gran motor del crecimiento es la inversión".

"Cuando la inversión equivale más o menos al 20% del PBI de un país 3$ a 4% puede haber de crecimiento. Si es 30% anda en el 5% a 6% o 7% y si es 40%, a tasas chinas o asiáticas, se puede arrimar al 8% a 10%. Tiene variables según los países pero lo que está claro es que hay una relación muy directa entre nivel de crecimiento y nivel de inversión. es como para darle la razón a aquél dicho de nuestros abuelos: El ahorro es la base de la fortuna. Obviamente no es lo mismo pero para que haya ahorro es necesaria inversión", opinó el presidente.

Y añadió: "vaya lección de la historia para un Uruguay en el que estuvo 40 a 50 años sin crecer porque había un rango de inversión de 11%. Peleábamos con Haití el peor rango de inversión de América Latina".

A dónde va el mundo
Allí Mujica afirmó que "si el comercio internacional tiene enorme importancia para un país como el nuestro tenemos que hacernos la pregunta qué es el mundo y para dónde va". "Europa está vieja y cada día estará más vieja", dijo.

"En el 2006 los alemanes eran 81 millones, hoy son 80 millones. Están perdiendo 300 mil habitantes por año. Eso no es lo más grave. los estudios que ha hecho naciones unidas si no son pelotazos asustan porque dicen que en el 2050 el promedio de la edad de los alemanes va a andar entre 50 a 52 años y la esperanza de vida por 94 años. Es decir no solo que Europa, porque esto se extiende, está vieja sino que tiende a envejecer aceleradamente y esto tiende a reflejarse en los numeritos de la economía", aseveró.

Es por esto que, para Mujica, "allí no está el crecimiento del mundo". "¿Dónde está? En pocos años, Europa va a tener 90 millones de personas menos y que pasa en la otra punta, los BRIC, los grandes responsables del crecimiento de la economía mundial en la última década, tienen población que asusta y tienen territorio que asusta", sostuvo.

Y concluyó "Por el 2020 China va a tener un PBI como el de Estados Unidos y para el 2050 estará en condiciones de duplicarlo. La de la India será la segunda del mundo y Brasil la cuarta. Tercera Estados Unidos, México por encima de Alemania. Este es el mundo de nuestros nietos. Yo soy un veterano de 78 años, tenemos la obligación de mirar un poco lejos para orientar nuestra política y tener una idea de lo que tiende a pasar en el mundo (...) Los precios industriales se están viniendo al suelo. Al pisar la década del 90 se necesitaban aproximadamente 11 toneladas para una computadora de vanguardia y su equipamiento. Hoy se compra por una tonelada y media".

Normandía, pura propaganda

por ALFONSO BASALLO
Hollywood, las novelas y algunos historiadores han distorsionado la realidad, al exagerar la importancia del Día D. Lo que inclinó la balanza en contra de Hitler fue el rodillo soviético en el frente oriental.
Hollywood y una serie de autores de éxito como Cornelius Ryan (con El día más largo) o John Keegan (con Siete ejércitos en Normandía) han mitificado el famoso desembarco de los aliados hasta hacer creer que fue clave para acabar con la hegemonía de Hitler en Europa.
La realidad es muy otra. Normandía fue importante, pero no tanto. Fue la fachada, vistosa y espectacular -un despliegue de más de 150.000 soldados- pero no tan decisiva como nos han vendido durante décadas. Donde se inclinó la balanza en contra del Tercer Reich fue en el frente ruso, un escenario que no ha estado bajo los focos.

Y no hablamos sólo del cine y la novela. También historiadores de prestigio han incurrido en el error de magnificar hasta el exceso el papel jugado por los aliados en Normandía y minimizar la decisiva actuación de los soviéticos en el frente oriental. Es el tributo pagado ante la eficaz maquinaria propagandística de EEUU.
Es el caso del británico Anthony Beevor, historiador y ex militar, que escribió un magnífico y completísimo libro sobre la entrada de los soviéticos en la capital alemana: Berlín, la caída; pero que no fue capaz de apartarse del tópico en otra obra El día D, sobre el desembarco aliado en Francia.
Pero los hechos son los hechos. En Normandía e Italia, los aliados luchaban contra el 25% del Ejército del Reich; más del 70% restante trataba de contener el rodillo soviético en Rusia..
El famoso Muro del Atlántico no era tal, sino un rosario de posiciones dispersas, a medio hacer, mucho más débil que la famosa Línea Maginot.
Y quienes defendían Normandía no eran de la elite de la Wehrmacht, sino unidades poco entrenadas: muchas divisiones estaban formadas por los llamados soldados de "oreja y estómago", es decir heridos en el estómago y que habían perdido el tímpano.
Quien, andando el tiempo, llegó a ganar el Premio Nobel de Literatura, Heinrich Böll, era cabo de la Wehrmacht en Normandía y su testimonio es muy gráfico: "Resultaba triste ver caras de niño con uniforme gris".
Además en Francia había una clara desproporción de medios. En batallas como Goodwood, 200 carros panzer germanos se enfrentaron a 1000 sherman norteamericanos. Pero la gloria de la victoria se la llevaron los aliados y los estrategas que estaban al mando: El comandante supremo, Eisenhower; el jefe del 'ala' británica, Montgomery; o el responsable del Tercer Ejército norteamericano, George Patton.
Donde de verdad se decidía la suerte de la Guerra era a miles de kilómetros de distancia, en Bielorrusia donde quince días después del Día D, el Ejército Rojo lanzó la llamada Operación Bagration. La ofensiva (que toma el nombre de Bagration del general ruso que luchó contra Napoleón) supuso la destrucción del Grupo de Ejércitos Centro alemán y que el avance soviético llegara a Varsovia cinco semanas después.
Un total de 17 de las divisiones germanas fueron totalmente destruidas y más de 50 hechas pedazos. Fue la mayor derrota de las tropas hitlerianas durante la Guerra.
El historiador Carlos Caballero, experto en la Guerra en el frente oriental, se pregunta: "¿Hubiera sido posible la puntilla de los aliados avanzando desde Francia hacia Alemania, si previamente el Ejército Rojo no hubiera machacado a la Wehrmacht en Moscú, Stalingrado y en Kursk?".
Esta ultima batalla, librada el verano de 1943, representó una derrota histórica para los alemanes en suelo ruso, al no poder reemplazar los hombres y el material con la misma facilidad que los soviéticos. La Wehrmacht nunca recuperaría la iniciativa después de Kursk y el Ejército Rojo continuó su avance sin parar hacia Berlín. Las bajas alemanas fueron más de 56.000 muertos sin contar los heridos, perdiendo la mayoría de sus tanques y dejando al ejército nazi en una notable inferioridad frente al soviético.
Los papeles desclasificados del Kremlin, tras la caída de la URSS, corroboran la desigualdad germana entre Normandía y el frente del Este, tal como afirma, entre otros especialistas el norteamericano David Glanth. Y deja en evidencia a otros historiadores como Beevor que no han sido capaces de superar los tópicos sobre la importancia desmesurada de Normandía.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

abdicar el trono o del trono, no abdicar al trono

El verbo abdicar, que significa ‘ceder un monarca la soberanía sobre su reino’, como transitivo se construye sin preposición (abdicar el trono), y cuando funciona como intransitivo le sigue un complemento introducido por de, no por a, (abdicar del trono) tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas.

Además, cuando se menciona al nuevo monarca, el verbo va seguido de en o en favor de.

Sin embargo, con motivo de la decisión de Beatriz de Holanda de poner fin a su reinado, algunos medios de comunicación están escribiendo frases como «Beatriz de Holanda abdica a su trono», posiblemente por confusión con el verbo renunciar, que sí se construye con la preposición a.

En el ejemplo anterior, lo apropiado habría sido escribir «Beatriz de Holanda abdica su trono» o «de su trono».

Se recuerda asimismo que no es imprescindible precisar el complemento directo (el trono), de modo que es correcto escribir simplemente «Beatriz de Holanda abdica en su hijo Guillermo» o «Beatriz de Holanda abdica en favor de su hijo Guillermo».

La maldita democracia


La maldita democracia
PEDRO J. DE LA PEÑA en La Gaceta - España
La democracia es un sistema indeseable a causa de las personas que la representan.

En el mundo hay Democracias y democracias. Las grandes democracias como la de los Estados Unidos, que se establecieron a través de una Constitución, nunca cambiada y apenas enmendada por algunos nuevos títulos, representa la estabilidad máxima dentro del conjunto de las democracias occidentales. También han sido sólidas la democracia inglesa, cuyo origen está en la Carta Magna de Juan sin Tierra, y, a su manera, la moderna democracia francesa, nacida de la Revolución de 1789, y que va ya por su quinta reforma republicana, dejando aparcada la bandera blanca con la flor de lis de los Borbones.
Frente a estas democracias señeras e ilustres, que son el orgullo de sus países, nos hemos dado nosotros una democracia con una impresentable Ley Electoral, con una deficitaria relación entre políticos y ciudadanía, con un Senado obsoleto desde su mismísimo origen, y con una forma monárquica que se tambalea, bajo el empuje de otros proyectos republicanos que están de reojo esperando el momento oportuno para desembarazarse del rey con toda su familia por delante.
Lo peor de esta democracia, sin embargo, es el sentido de la irresponsabilidad colectiva que se hace patente de una manera abrumadora día tras día. Habla el ex presidente del Banco de España sobre la crisis bancaria y delega la responsabilidad de la crisis a las Cajas de Ahorro y a la mala gestión de los banqueros. Hablan los banqueros y los empresarios y acusan de esa misma mala gestión a los políticos y sindicalistas que los acompañaban. Hablan los sindicatos y la culpa es del mal gobierno. Habla el presidente del Gobierno y la culpa es de Europa y más exactamente de la implacable Angela Merkel. Y así, hable quien hable, no existe responsabilidad alguna ni por parte del Ejecutivo, ni de la oposición, ni de los banqueros, ni de los sindicatos, ni de NADIE.
Nadie es el nombre que se dio a sí mismo Ulises, encerrado en la gruta de Polifemo, tras haber cegado el único ojo del monstruo. Cuando Ulises consiguió huir, Polifemo lanzaba gritos desesperados buscando a “Nadie” por lo que, quienes le oían, lo suponían un loco en lugar de una persona engañada por quien tan hábilmente le había mentido.
Lo de esta maldita democracia también es culpa de Nadie. Tras casi cuarenta años desde su aparición no hemos visto responsabilizarse a persona alguna de todos los fracasos que nos han llevado del bienestar a la ruina, de la confianza al descrédito, de la supuesta buena voluntad al cinismo, de la Seguridad Social a la cuerda floja, y del futuro a un salto hacia el pasado miserable como no se había visto nunca en la reciente historia de España desde la posguerra.
Esta democracia que fue aceptada incluso por las Cortes franquistas en un gesto de patriotismo que les honra, es apoyada ahora por menos del 30% de los españoles en las encuestas y, como el precio de los pisos, sigue bajando hasta que tengamos que regalarla.
Que conste que cuando decimos la maldita democracia no estamos atacando un sistema político que tantas veces, entre todos los existentes, ha demostrado ser el menos perjudicial y dañino de todos los que se conocen. Pero una democracia como la nuestra sí merece ser considerada maldita y maldecida ante los infinitos abusos del poder, que van desde la cafetería del Congreso de los Diputados hasta convertir a los ciudadanos en estafermos a los que se golpea constantemente obligándoles a dar vueltas sobre sí mismos, en busca de ese cinturón que en otro tiempo tenían y que ya se les ha caído al suelo de tan escuálidos como han quedado tras los recortes y los insultos a su inteligencia.
El riesgo de esta situación es que, efectivamente, los ciudadanos consideren que la democracia es un sistema no sólo imperfecto, sino decididamente indeseable a causa de las personas que la representan.
Sin un análisis profundo por parte de nuestros gobernantes, sin una revisión de sus errores y sin un cambio de tendencias en sus actitudes de “ordeno y mando”, la democracia será irrespirable, se convertirá en una soga al cuello de la ciudadanía como si se tratara de una cuerda de presos y acabará por ser considerada la más indigna y despreciable mentira que les contó el cuento de la lechera, para transformarse después en el personaje de Cruella de Ville. No se quejen después, que llegan tarde las rebajas.
No puede gustarnos una democracia cuya deuda pública es ya del 88% de nuestro PIB mientras suben los impuestos. Muchos pensamos que es engañosa y estafadora, y que sólo pretende embobar con su sonoro prestigio a los pocos que aún creen en los trileros que la defienden. Pero entendámonos, si no nos gusta esta “maldita democracia” es sencillamente por anti-democrática.

*Pedro J. de la Peña es escritor y profesor titular de la Universidad de Valencia.

EL LENGUAJE EN EL TIEMPO

Menos tildes
Por: FERNANDO ÁVILA |


Nuevas normas quitaron tildes de varios monosílabos. Tenga claro cuáles no llevan.



Pregunta: Usted ha hablado de las tildes que ya no se marcan. Recuerdo la de la conjunción o entre cifras, 3 o 4, la de los pronombres este, ese, aquel y la del adverbio solo. ¿Hay más tildes que se hayan quitado?, Graciela Cerón Pérez, Manizales.
Respuesta: Las nuevas normas de prosodia y ortografía, 1952, quitaron las tildes de monosílabos como fe, fue, dio, vio y las de palabras con el grupo ui en la penúltima sílaba, como construido, destruida, incluidos, fluidas. A estas últimas se les marcaba tilde en la i (influídos, imbuídas, jesuíta…) “para disolver el diptongo”. A partir de ese año se alinearon con las demás voces graves terminadas en vocal o en s, que van sin tilde.
El mismo texto exigía mantener la tilde del verbo al que se le agregara pronombre enclítico (me, te, se, nos, lo, la, le, los, las, les). Así, había que escribir pasáme, dispónte, déle, decíme, porque su primer elemento llevaba tilde, pasá, dispón, dé, decí. Esa norma no la aplicaban ni los escritores argentinos, cuyos personajes usaban el voseo (decí, pensá, subí), y en la Ortografía de la lengua española de 1999 ni se menciona. La norma existió, pero prácticamente nadie la puso en práctica.
Más adelante se eliminaron las tildes de otros monosílabos como guio, lio, rio, pretéritos de tercera persona parecidos a vio, dio, como en “ella los guio ayer, los lio con tanto problema y luego se rio”, distinto de “yo los guío hoy, los meto en un lío y ni me río”, con verbos en presente de primera persona y el sustantivo lío (‘problema’), que son hiatos.
También se eliminaron las tildes de guion, Sion, truhan, por ser monosílabos.
Por otra parte, hay palabras que no deben llevar tilde, pero equivocadamente se les marca. Pasa con graves terminadas en n como orden, joven, margen, quizá por inercia de las tildes de los plurales, que corresponden a su carácter de esdrújulas, órdenes, jóvenes, márgenes, y con agudas terminadas en z, como feliz, Ortiz, Beatriz.

Fernando Ávila
Delegado para Colombia de la Fundación del Español Urgente, Fundéu BBVA

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

El nuevo diccionario de la lengua modificará dos de cada tres entradas
ABC.ES@ABC_CULTURA / MADRID

POR JAIME GARCÍA

El nuevo diccionario de la lengua española estará disponible en Internet en octubre de 2014 y contendrá unas 90.000 entradas, de las que dos tercios son modificaciones de la anterior edición, según avanzó ayer el director de la Real Academia Española (RAE), José Manuel Blecua.

El director declaró en Soria que el primer desafío de la RAE es la próxima edición del nuevo diccionario de la lengua, la vigésimo tercera, que se publicará en octubre de 2014 y contendrá unas 60.000 modificaciones, referidas a descripciones, elementos que han quedado obsoletos o voces que simplemente se han eliminado.

El nuevo diccionario se ha completado con voces de Filipinas y de Guinea Ecuatorial, por primera vez, de nanotecnología, de técnica, de americanismos y de directivas de la Unión Europea sobre pesos y medidas.

Además, recogerá palabras de uso normal en la actualidad con significados que no estaban recogidos hasta ahora, como tableta para referirse a las computadoras portátiles con tecnología táctil. La lengua de la técnica y de la ciencia quizá sea donde se registran más innovaciones», resaltó.

Desafío online
La RAE, que tiene unos 350.000 seguidores en la red social Twitter y cerca de 500 millones de consultas al año a través de Internet, trabaja en una plataforma que permita acceder a todo el conjunto de elementos que hasta ahora no eran accesibles.

«La accesibilidad es importante y tanto es así, que el Diccionario Histórico nuevo solo va a estar en Internet», ha resaltado Blecua, para quien el mundo ha roto definitivamente con el pasado con las nuevas tecnologías.

«El español tiene una dimensión internacional económica sumamente extraordinaria y es algo de lo que debemos ser conscientes», destacó también el director.

Los problemas de las nuevas tecnologías, la asociación de academias en América, el futuro de las publicaciones, por la disyuntiva entre el papel y los sistemas digitales, y la investigación sobre el léxico y la informática son otros de los desafíos que la RAE quiere afrontar en los próximos años.

LA LENGUA VIVA

Dudas y aclaraciones
Amando de Miguel


Manuela Mangas me critica que en algún artículo he dejado caer el signo del porcentaje (%) pegado al número correspondiente, cuando la norma es que entre el número y el signo haya un espacio. Tiene todita la razón. Observo que en los libros que yo he publicado se sigue la norma correcta, pero en los manuscritos la mayor parte de las veces se me desliza el error. La explicación está en que en inglés no se suele dejar ese espacio que dice doña Manuela. Intentaré corregirme.

José María Navia-Osorio sostiene que le suena mejor "el día después" que "el día siguiente". Bueno, es cuestión de gustos. Los dos adverbios se usan por igual, pero a mí me suena más castizo "el día siguiente". Las cosas del lenguaje admiten variaciones.

José Giménez Soria aclara que la expresión personas con diversidad funcional responde a un circunloquio respetable que emplean las asociaciones de discapacitados y minusválidos. Pues insisto: no me parece un recurso apropiado. Admito lo de discapacitados, aunque ya es un eufemismo, pero se halla establecido. Son las personas que requieren alguna prótesis o ayuda para desenvolverse por la vida. Así, un ciego o un parapléjico. Revela una gran incultura suponer que esas palabras son despectivas.

En una comunicación de mi Facebook me refería a lo intrigante que resulta el atractivo de las formas rectangulares (generalmente apaisadas) en las construcciones humanas. Así, el perfil del Partenón, el diseño de las fotografías o de las pantallas informáticas. Agustín Fuentes me comenta que el secreto está en la "proporción áurea", equivalente a 1,6. Se deriva de un hecho orgánico: el ojo humano ve más a lo largo que a lo alto. Ahora comprendo por qué a mí me satisface escribir en cuartillas, no en folios.

Hablando de informática, Juan Canosa Carballeira anota este maravilloso neologismo: "obsoletar la tablet". Se refiere a que la tablet actual ha cumplido ya su corta misión y debe ceder paso a otros nuevos modelos. Ignoro cuáles son. Yo ni siquiera he llegado a la tablet. La tendríamos que llamar pizarra, en honor de ese primer artilugio que se empleó para escribir y que duró siglos. Por cierto, el diseño de la pizarra de nuestra infancia seguía también la proporción áurea.

Reconozco que lo de tablet es una confirmación del prestigio que da recurrir a palabras inglesas. A propósito, acabo de pasar una noche en un hotel de cinco estrellas en una ciudad atlántica. Ahora en los hoteles de postín, por mor de la austeridad, ya no te ponen en el baño los utensilios de antaño: peine, cepillo y pasta de dientes, lima para las uñas, etc. En su lugar, la dirección del hotel de marras había colocado este letrerito: "Tenemos disponibles una selección de amenities que puede necesitar durante su estancia". La redacción no es muy concordante, pero resulta chistosa. Supongo que se refiere a esos cachivaches para la higiene personal. Nunca imaginé que fueran amenities. Por otro lado, el hecho es que no estaban disponibles a la vista. Había, pues, que solicitarlos a la dirección. Ni lo intenté. Me dio vergüenza. Uno tiene su dignidad. De paso diré que en algún otro hotel colocan sobre la mesilla una amenity (si se puede decir así) bien agradable: un libro. No tiene que ser la Biblia de los protestantes. Se corre el riesgo del hurto, pero ocurre también con las almohadas. Todo negocio tiene su riesgo.

700 ANIVERSARIO DEL AUTOR DE 'EL DECAMERÓN'








Fortuna de Giovanni Boccaccio
A siete siglos del nacimiento de Boccaccio, los escritores y ensayistas Alberto Manguel y Carlos García Gual reivindican no solo su dimensión literaria, sino también la del pensador y el humanista
ALBERTO MANGUEL en El País - España

La Fortuna, como los contemporáneos de Boccaccio bien sabían, hace que, para la posteridad, nuestra persona sea pocas veces la que nosotros imaginamos. Boccaccio se definió a sí mismo ante todo como poeta, como estudioso de las lenguas, como pensador, y sólo en última instancia como narrador: la ficción le importaba menos que la filosofía y la historia, o le importaba sobre todo como vehículo para la filosofía y la historia.

Fue un precursor iluminado de la gran literatura renacentista, y pudo escribir tanto en el latín de su amado Cicerón como en la nueva lengua toscana que compartió con Dante y Petrarca. Este último fue su maestro y lo incitó a conocer los clásicos paganos, pero Dante fue su ídolo. Como crítico literario, Boccaccio fue uno de los primeros y más astutos lectores de Dante, y el autor de su primera importante biografía, estableciendo el método de lectura de la Comedia (a la cual dio el epíteto de “divina”) empleado aún hoy por los especialistas dantescos, que consiste en analizar el poema canto por canto y verso por verso (antes de su muerte en 1375 sólo llegó a comentar los diecisiete primeros cantos del Infierno). Como lingüista, Boccaccio se convirtió en uno de los más ardientes defensores de la lengua y la literatura griegas en Italia, ufanándose de haber rescatado a Homero para sus contemporáneos. Como narrador, compuso una de las primeras novelas psicológicas, la epistolar Elegía de Madonna Fiametta y también, sobre todo, una de las más entretenidas colecciones de cuentos de todos los tiempos, El Decamerón.

Los herederos de Boccaccio son numerosos y a veces inesperados. En Inglaterra, Chaucer compuso sus Cuentos de Canterbury inspirado en su lectura de El Decamerón, y Shakespeare conoció su Filostrato antes de escribir Troilo y Crésida. Sus Poemas pastorales ayudaron a popularizar en Italia el género que luego retomaron Garcilaso y Góngora en España y su humor, inteligencia y desenfado pueden sentirse en autores tan diversos como Rabelais y Bertold Brecht, Mark Twain y Karel Capek, Gómez de la Serna e Italo Calvino.

Es sorprendente que solo ‘El Decamerón’ haya sobrevivido a la pereza de los lectores

Es sorprendente que sólo El Decamerón haya sobrevivido al descuido y a la pereza de los lectores y si hoy, ocho siglos después de su nacimiento, decimos que Boccaccio es un clásico, es a esa prodigiosa colección de narraciones que el autor debe su fama. El resto de sus notables escritos —desde su revolucionario compendio prefeminista, Acerca de mujeres famosas, hasta su monumental Genealogía de los dioses paganos— han sido mayormente olvidados. Su obra más célebre, El Decamerón, es recordada menos como un gran fresco literario, inmenso retrato de la apasionada y compleja Italia del siglo XIV, que como una recopilación de anécdotas más o menos escabrosas, juzgadas obscenas. Para la mayoría del público, sobre todo para aquellos que no lo han leído, El Decamerón consiste exclusivamente en bromas soeces, adulterios, infidelidades y orgías protagonizadas por campesinos priápicos, aldeanas ninfómanas, nobles insaciables, curas lúbricos y monjas desvergonzadas.

Casi desde su difusión inicial, la censura contribuyó en no poca medida a la celebridad de Boccaccio. El Decamerón fue condenado desde el púlpito, incluido en el Index de la Iglesia católica, tachado de pornografía por las autoridades aduaneras del mundo entero y echado a la hoguera en sitios tan diversos como el sur de Estados Unidos y la China de Mao. Durante el franquismo, audaces libreros vendían a escondidas ejemplares pirateados, empaquetados en papel marrón.

Por supuesto, a pesar de la constreñida lectura de los censores, la calidad erótica de El Decamerón es sólo uno de sus matices, y por cierto no el más importante. Bajo la sombra de la terrible peste que azotó Florencia en el siglo XIV, los cuentos que comparten los diez jóvenes que escapan de la ciudad contaminada son una crónica del mundo en el que viven. Amores, tragedias, embustes, traiciones, amistades fieles, promesas cumplidas e incumplidas, confabulaciones, crisis de fe, subversiones y momentos de epifanía componen un mosaico bullicioso y sobrecogedor en el que la peste que enmarca a los narradores (y a la narración misma) se convierte en una suerte de memento mori, recordándoles a la vez su propia mortalidad y su inescapable condición de seres conscientes en un mundo difícil e injusto. Boccaccio consideraba la Comedia de Dante como la obra literaria más perfecta; componiendo El Decamerón quiso tal vez responder a esa sublime visión ultraterrena con la suya, humildemente arraigada en este mundo.

Shakespeare, Brecht, Chaucer, Góngora o Twain son algunos de sus herederos
Pocos asocian a Boccaccio con la noción de humildad: agreguemos a esta la compasión. En sus diversas obras magistrales, Boccaccio investiga las aventuras y desventuras de personajes imaginarios e históricos, de héroes y seres comunes, y también de los dioses, y en todos ellos el lector siente que Boccaccio se apiada de la condición de todos estos seres.

Hablando de su querido Dante, apunta en uno de sus comentarios que el autor de la Comedia “demuestra compasión no sólo hacia las almas que oye confesarse, sino más bien hacia sí mismo”. Boccaccio entiende que en las almas del otro mundo, Dante reconoce sus propias flaquezas y sufrimientos. Implícita en la alabanza, está la confesión que Boccaccio también se reconoce en sus hombres y mujeres. En la dedicatoria de Acerca de mujeres famosas, Boccaccio pide a la Condesa de Altavilla que se atreva a descubrir en las acciones de ciertas heroínas paganas un ejemplo de su propia conducta. Es una forma de decir que él, su autor, se sabe reflejado en sus criaturas hechas de palabras, palabras que han sobrevivido ocho siglos para servir ahora, en otra época no menos sufrida e injusta que la suya, de necesario espejo a sus nuevos lectores.

Las dos Latinoaméricas se alejan






México y Colombia despegan mientras la democracia recula en Ecuador y Argentina
PIERPAOLO BARBIERI en El País - España

En Buenos Aires, hace una semana, vi una pintada que decía: “Con Maduro y con Cristina, esta revolución no termina”. Es un aforismo apropiado, pero no por las razones que su autor pretendía. Hace aproximadamente seis meses hablaba en estas páginas de dos Américas Latinas: una que mejora sus instituciones y su calidad democrática y otra que las destruye. Las elecciones y los acontecimientos de 2013 han profundizado la brecha entre las dos.

Por un lado están Colombia, México y Perú, que avanzan. El proceso de paz en Bogotá da esperanzas de reducir el riesgo político ayudando al despegue económico de la última década.

México, mientras tanto, es todo lo que Brasil prometía ser sin serlo. La reforma educativa y de telecomunicaciones en el contexto del Pacto por México entre el Gobierno de Enrique Peña Nieto y la oposición prometen un futuro más equitativo y competitivo. Y la revolución energética se prepara para fin de año. El PRI parece haberse convertido en algo mejor que la “dictadura perfecta” que alguna vez fue y el desarrollo en México lo demuestra.

Mientras tanto, el compromiso con el libre comercio en el contexto del TPP (Trans-Pacific Partnership) creará nuevas oportunidades en áreas donde el resto de la región se atasca. Es francamente increíble que Venezuela, un país que bloquea importaciones, ejerza como presidente del abandonado Mercosur, el área de libre comercio liderada (en teoría) por Brasil y Argentina.

Desprovisto del carisma de Chávez, el gobierno de Madruo no tiene perspectivas alentadoras
Tal como predecían las encuestas, Rafael Correa fue elegido presidente de Ecuador por tercera vez, a pesar de que la propia Constitución que Correa modificó prohíbe encadenar tantos mandatos. La reelección fue legal dado el contexto de la Constitución de 2008, pero el proceso permite a uno dudar si Correa dejará la presidencia en 2017. ¿O quizá se buscará otra forma “más democrática”?

La primera gran medida del nuevo mandato de Correa en Ecuador ha sido lanzar una Ley de Comunicación que limitará severamente la libertad de prensa. Sin aparente ironía, el Gobierno ecuatoriano que defiende a Julian Assange, el fundador de Wikileaks, y al informático y exempleado de la NSA Edward Snowden ante los Estados cuyas leyes han violado amenaza al mismo tiempo con expropiar medios de comunicación o censurar por estado de emergencia.

La libertad es libertad solo cuando es para todos, no solo para los amigos o quienes critiquen a Estados Unidos. Eso se llama de muchas maneras, pero no libertad.

A pesar de que no figuraba en los calendarios, la elección presidencial en Venezuela fue histórica. El gran protagonista de la elección de Nicolás Maduro fue el ausente Hugo Chávez, quien figuró en la campaña mucho más que el presidente que se elegía. Con la memoria y el aparato del Estado en contra, la oposición venezolana montó una campaña heroica a pesar de su derrota aparente.

Desprovisto del carisma de Chávez y los altos precios del crudo, el Gobierno de Maduro no tiene perspectivas alentadoras. Los controles económicos asfixian la actividad y la devaluación inflacionaria continúa creando pobreza a pesar de la retórica. La falta de papel higiénico puede ser el resultado del sabotaje imperialista; o bien puede ser el resultado de ideólogos haciendo política económica. Una posibilidad es mucho más realista que la otra.

La elección más importante en lo que resta de 2013 serán los comicios legislativos en Argentina, donde el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se juega el todo por el todo.

La campaña de Cristina Fernández recuerda al 'Reino del revés' de María Elena Walsh
La campaña recuerda al Reino del revés de María Elena Walsh, aquella famosa poetisa infantil argentina. Kirchner habla de un crecimiento económico que no se refleja en las estadísticas, de controles de precios mientras niega la inflación que sí se plasman en las estadísticas, de socialismo mientras se implementa un blanqueo de capitales, y de pluralismo mientras acosa a cualquier medio no adicto al poder.

“Me dijeron que en el Reino del revés”, escribía Walsh, “un ladrón es vigilante y otro es juez y que dos y dos son tres”. La “democratización de la justicia” que la Corte Suprema bloqueó por inconstitucional llevó a los legisladores oficialistas a hablar de un “golpe de Estado” judicial. Deberían haber leído la Constitución sobre la que juraron sus cargos, ya que el rol de la Corte es proteger la Carta Magna de los caprichos del Congreso. Pero en Argentina la división de poderes no caracteriza a las repúblicas, sino a las “oligarquías judiciales”.

El juego se completa hablando de democracia mientras se planea un cambio constitucional para bloquear la alternancia en el poder, un requerimiento histórico de la democracia.

Desde la selectividad ecuatoriana ante la libertad de prensa, a la política económica del chavismo y la esquizofrenia de la teleología kirchnerista, una de las dos Américas Latinas está a la deriva. La otra avanza, y la brecha se agranda.

Que esta revolución termine, y sus locuras con ella.

Pierpaolo Barbieri es fellow de la Escuela kennedy de Gobierno en Harvard. Su libro Hitler's shadow empire será publicado por Harvard University Press este año. Su próximo proyecto se centra en la historia económica de América Latina.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

solo hacer que + infinitivo, construcción inadecuada

Solo hacer que + infinitivo («solo hace que empeorar») es una construcción desaconsejable, que se recomienda sustituir por no hacer sino, no hacer más que o no hacer otra cosa que + infinitivo («no hace sino/más que/otra cosa que empeorar»), tal como señala el Diccionario panhispánico de dudas.

En los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como «Las últimas encuestas solo hacen que ratificarlo», «Un supuesto conflicto que solo hace que debilitar…» o «Los desmarques de Duran solo hacen que aumentar los votantes republicanos».

En los ejemplos anteriores, lo adecuado habría sido escribir «Las últimas encuestas no hacen sino ratificarlo», «Un supuesto conflicto que no hace más que debilitar…» o «Los desmarques de Duran no hacen otra cosa que aumentar los votantes republicanos».

La construcción solo hacer que, en cambio, sí es apropiada cuando no va seguida de infinitivo, como en «Comer distraídos no solo hace que comamos más; además…» o «Con prohibirlo no eliminan la práctica: solo hacen que las mujeres vayan a abortos clandestinos».

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