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segunda-feira, 16 de setembro de 2013

LA LENGUA VIVA







La afición a las palabras raras
Amando de Miguel


Habría que encontrar un nuevo término para describir la extraña afición a las palabras raras. Propongo logometecofilia, sonoro y sesquipedálico donde los haya. Pero estoy abierto a nuevas sugerencias. Desde luego yo formo parte de esa innominada guilda. Agustín Fuentes es otro miembro fundador de la asociación. Ahora anda empeñado en buscar las referencias a la palabra asomatognosia. Según sus averiguaciones, las pocas veces en que se ha empleado en público ha sido con sentidos algo distintos. Así, Javier Tusell la aplica a la política para convenir que significa "ignorancia de la situación parlamentaria para poder sobrevivir". Miguel Ángel Liso la hace equivaler a la "incapacidad de reconocer la realidad en que se vive". Como queda dicho, la palabreja la lanzó al ruedo Laureano López Rodó en una entrevista memorable con Salvador Pániker. Me temo que todo fue una broma del ministro del Plan de Desarrollo en connivencia con Pániker. De paso, don Agustín me corrige el uso que hago de apoptosis (otra palabra rara) como equivalente del cáncer. No es así. Tiene razón don Agustín. La apoptosis es la muerte programada de las células. El cáncer consiste precisamente en que no funciona bien la apoptosis y las células se niegan a morir. ¿Se podría hablar, por extensión, de un comportamiento apoptótico?

José Cuevas investiga el origen y vicisitudes de la palabra bandarra. En el uso corriente (más frecuente en Cataluña) equivale a "vago, golfo, pendenciero". Don José (como buen detective) ha trazado el origen de ese extraño término. En 1578 tuvo lugar la batalla de Alcazarquivir, en la que se dio por desaparecido al Rey don Sebastián de Portugal. De ahí nació el sebastianismo, la añoranza de un líder político, un mesías que alguna vez aparecerá. Pues bien, el inventor del sebastianismo fue un tal Antonio Gonzalves Bandarra, conocido por su segundo apellido, como suelen hacer los portugueses. El suceso inspiró a José Zorrilla el drama Traidor, inconfeso y mártir. Lo que no me aclara el asturiano es cómo pasó bandarra de la literatura al lenguaje coloquial. Añado que en el catalán clásico (del siglo XIX) bandarra es tanto como puta. Pero hoy se emplea como masculino. Para mí cumple la condición de ese sonido rr que tan apto es como término despreciativo o insultante. Por ejemplo: marrón, bicharrajo, jugarreta, cagarruta, borrego, marrano, perra, morro, zarrapastroso, zorra. Las dos últimas voces juntan dos sonidos con la misma función despectiva: z. Un consejo práctico es que, si quieren ustedes inventar un nuevo insulto, traten de combinar los sonidos z y rr.

Las palabras científicas siguen siendo raras para los profanos. Fernando Beltrán me corrige: "La inercia no es una fuerza, es la tendencia de los cuerpos a mantener su estado de reposo o movimiento". Pero el sentido común me dice que esa tendencia no puede ser más que una fuerza, aunque solo sea la que contrarresta otra tan suprema como la de la gravedad. Pero me pierdo en la ignorancia.

J. Martínez matiza que la inercia es "la resistencia al cambio". Ahora se ha puesto de moda otra palabra aún más rara para eso mismo: la resiliencia. Es propiamente la resistencia al cambio adverso para volver al punto de partida.

Jesús García Castrillo se apunta al concurso de topónimos eufónicos. Propone Murias de Rechivaldo, una localidad cercana a Castrillo de los Polvazares, en la que se desarrolla una novela inédita de don Jesús.

Fútbol a domicilio (y II)





En el artículo anterior se exponía la voracidad con que el lenguaje futbolístico amplía su repertorio fagocitando palabras relacionadas con el hogar. Su apetito es tal que, más allá de la cocina, el fútbol se alimenta también de cuantos objetos encuentra en el recibidor, el salón o el dormitorio.


En efecto, nada más llegar al recibidor, lo ideal es ponerse cómodo quitándose el sombrero, gesto técnico con el que un jugador hace que el balón pase por encima del rival. Cómo no, también se sentirá gran alivio al soltar el maletín, donde acaso se guarden las supuestas primas a terceros.

Si el vestíbulo es muy grande y se desea sacar una pieza más en la casa, un futbolista puede emular a los albañiles tirando o haciendo paredes. Y estas, una vez levantadas, quizá se decoren con un cuadro, sinónimo de equipo («El cuadro celeste sufrió para derrotar al conjunto de Sevilla»), y con su correspondiente marco, otro nombre para portería («… deja el marco a cero»).

¿Adónde ir tras abandonar el recibidor? Cuando el fútbol es preciosista o de cara a la galería, se dirá que es de salón. Y si su suelo no está limpio, no habrá más remedio que barrerlo, para lo cual ha de saberse que suelo es sinónimo de césped («Bajó el balón al suelo y remató»), que al césped artificial se le llama moqueta y que barrer a un contrario es ser muy superior a él.

Es en estas circunstancias de manifiesta ventaja cuando también se recurre a aquello de estar un equipo muy enchufado, cual lámpara, pero a diferencia del farolillo rojo, denominación con que se alude al que ocupa el último lugar de la clasificación.

Raro será, por cierto, que el colista no haya perdido más de un partido por varios goles de diferencia, esto es, que no le hayan hecho un traje. ¿Y dónde se guardan los trajes? En el dormitorio y, más en concreto, en el armario, término aplicado al defensa lento y torpón.

El fútbol, en fin, va apoderándose de nuestra intimidad y revuelve y alisa hasta las sábanas con que dormimos. Las revuelve cuando un equipo decide dormir el partido o, lo que es lo mismo, bajarle el ritmo. En cuanto a alisarlas, nada tan prodigioso como un remate en plancha. ¿Y qué sucede, para terminar, cuando dos jugadores saltan por una pelota y uno se agacha y desequilibra al contrario? Que entre jornada y jornada, soñamos con el fútbol, pero luego los jugadores nos devuelven tanta atención y se dedican a hacer la cama.

LAS PROFESIONES DEL FUTURO







La Razón - España



Gestor de relaciones robots-personas

En el mundo hay hoy 10 millones de robots. Y la cifra se multiplicará por cien en los proximos años. Este experto contribuirá a la comunicación entre humanos y robots. A quien le interese tiene especialización en la Universidad de Brown.

Arquitecto espacial

Una vez que los costes de la exploración espacial se reduzcan, la primera inquietud será dónde alojar a los viajeros. Ya hay planes para construir hoteles en la órbita terrestre y la NASA estudia sistemas para levantar edificaciones a partir de nano-robots autorreplicantes. Para ello se necesitarán arquitectos que diseñen hábitats capaces de enfrentarse a las condiciones de radiación, gravedad y meteorología de otros mundos.

Nutricionista microbiano

La fauna de microbios en nuestro aparato digestivo es propia de cada persona. Ya existen trasplantes de materia fecal con el fin de reestablecer desórdenes. En la próxima década las investigaciones en el microbioma nos darán un conocimiento clave para garantizar nuestro bienestar y evitar enfermedades. Los especialistas en microbioma serán los encargados de velar por nuestro ecosistema corporal.

Enterrador digital

El 66% de los cazadores de talentos utiliza Facebook para hallar nuevos empleados. Y nadie quiere que esa foto comprometida sea vista por su futuro jefe. Será imprescindible contar con un experto que ayude a enterrar los muertos digitales.

Forense de implantes neuronales

Más de un millón de personas tienen un implante en el cerebro. Algunos sirven para tratar enfermedades neurodegenerativas y otros permiten recuperar algún sentido. Los científicos ya han comenzado a utilizar microchips para estimular la inteligencia en monos y no faltará mucho para que su uso llegue a los humanos. Se necesitarán expertos que los actualicen y los repare.

EL GABINETE DE LAS MARAVILLAS

Valiosos códices medievales se ponen al alcance en la Universidad de Zaragoza

Un conjunto de valiosos códices medievales se pondrán al alcance de la mano en una exposición que se inaugura mañana, martes, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. La exposición permanecerá en Zaragoza hasta el próximo 28 de septiembre.

Efe.
Un conjunto de valiosos códices medievales salpicados de exquisitas miniaturas pintadas con delicadeza y paciencia se pondrán al alcance de la mano en una exposición que se inaugura mañana, martes, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

Se trata de una treintena de "clones" creados con paciente laboriosidad por el editor gallego Manuel Moleiro, quien gusta llamar a sus creaciones "casi original" debido a la perfección con la que se reproducen no sólo el texto, las imágenes y la textura del papel sino cada una de las imperfecciones que muestran sus hojas.

Obras de lujo ricamente iluminadas, realizadas por los pintores más prestigiosos de la época para emperadores y reyes y custodiadas actualmente en instituciones como el Museo Metropolitano de Nueva York, el Museo Británico, las bibliotecas nacionales de Francia y Rusia o el Museo Arqueológico Nacional.

Entre las obras expuestas se encuentra el Breviario de Isabel la Católica, iluminado por los mejores pintores de Flandes y depositado en la British Library de Londres, cuyos responsables siempre han rechazado prestar su más valiosa pieza.

Este asombroso manuscrito, concebido como el más lujoso de los breviarios flamencos, se realizó para conmemorar los tres éxitos principales del reinado de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, es decir, el acuerdo de matrimonio de sus hijos Juan y Juana con los hijos de Maximiliano I de Austria, la Conquista de Granada y el Descubrimiento de América.

La exposición, titulada "El gabinete de las maravillas: códices iluminados de las mejores bibliotecas del mundo", muestra también el Atlas Vallard, una obra realizada por el cartógrafo portugués del mismo nombre que revolucionó la historia al incorporar por primera vez una imagen cartografiada de la costa de Australia, y salpicada con multitud de dibujos alusivos a la población y costumbres de cada uno de los continentes.

También se exhibe el Salterio Triple Glosado, una joya bibliográfica de la Corona de Aragón que se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia. Esta obra cuenta con más de 140 miniaturas pintadas en dos espacios y en dos momentos diferentes: Canterbury (año 1200) y Corona de Aragón (1340). La parte aragonesa, de estilo gótico italianizante, fue pintada por el artista Ferrer Bassa por encargo del monarca Pedro IV el Ceremonioso.

Los visitantes también podrán hojear curiosas piezas como el Tacuinum sanitatis, un tratado de medicina escrito en Bagdad en 1036 y manuscrito en el siglo XV; el Libro de la Felicidad, un encargo del sultán Murad en 1582 que incluye tablas para la interpretación de los sueños, o el tratado de alquimia Splendor Solis.

Para obtener cada uno de estos clones, Manuel Moleiro y su equipo se han desplazado a los lugares donde se custodian los originales para estudiarlos y tomar fotografías con una resolución de 150 megapíxeles.

Posteriormente, y en un proceso que puede prolongarse por espacio de varios años, el equipo realiza pruebas sucesivas hasta conseguir una que a simple vista no puede distinguirse de la original, ni siquiera al tacto.

La exposición permanecerá en Zaragoza hasta el próximo 28 de septiembre.

MODA



14 extranjerismos con equivalente en español


A lo largo del año se celebran diversos encuentros de moda y, al informar sobre ellos, se emplean extranjerismos que muchas veces tienen un equivalente en español. Entre ellos, cabe destacar los siguientes:

catwalk: pasarela, desfile de moda
coolhunter: cazatendencias o buscatendencias
fashion o trendy: de última moda, de moda, lo último
fitting: prueba previa al desfile
front row: primera fila
look: imagen, estilo, aire
monogram: monograma
must have: (prendas, accesorios…) imprescindibles
shooting: sesión fotográfica
showroom: salón de exposición
sitting: acto de sentar a los asistentes
sport wear: moda deportiva, informal
top models: supermodelos
total look: conjuntado (ya sea referido a color, estilo, época…)

Aunque se recomienda que se eviten los extranjerismos siempre que tengan equivalentes en español, hay términos relacionados también con el mundo de la moda que se han asentado en nuestra lengua, como vintage (ropa de [o inspirada en] hace más de veinte años), prêt-à-porter (ropa hecha en serie), atelier (taller de creación de moda), outlet (tienda de ropa descatalogada), o casual (informal, referido a ropa, calzado o complementos), que al escribirse deben ir en cursiva (o entrecomillados si no puede emplearse la cursiva).

ESPAÑOL DE ARGENTINA

Los modismos argentinos llegan al Vaticano con Francisco

JUAN LARA (AGENCIA EFE)
La llegada de Jorge Mario Bergoglio al papado ha supuesto la entrada en el lenguaje del Vaticano de numerosas frases y palabras que normalmente sólo se usan en Argentina, la patria de Francisco, quien no duda en decir balconear y armar lío o usar los clásicos vos y poné .

Desde el 13 de marzo pasado, cuando fue elegido sucesor de Benedicto XVI para ocupar el Sillón de Pedro, Francisco habla normalmente en italiano, pero durante su reciente visita a Río de Janeiro para la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, a la que asistieron decenas de miles de jóvenes de lengua española, de ellos 50.000 argentinos, habló ampliamente en español… pero con la variante argentina.

Sorprendió especialmente cuando en la Vigilia, uno de los actos principales de la JMJ brasileña, le dijo a los jóvenes: «Por favor, no balconeen la vida, métanse en ella, Jesús no se quedó en el balcón, se metió; no balconeen la vida, métanse en ella como hizo Jesús».

La mayoría de los miles de periodistas internacionales que seguían el viaje, así como decenas de miles de muchachos comenzaron a preguntarse y preguntar que habría querido decir, mientras los argentinos, sabedores, le aplaudieron largamente.

Francisco animaba a los jóvenes a no ver pasar la vida cruzado de brazos, sin actuar.

No fue lo único, en otro encuentro con los jóvenes en la catedral de San Sebastián de Río de Janeiro les dijo que esperaba de la JMJ lío (movimiento, actividad) y que quería líos en las diócesis.

Francisco les pidió que salgan a la calle a anunciar el Evangelio, que rechacen la mundanidad, que no se vuelvan cómodos y encerrados en sí mismos.
Después, dirigiéndose a los obispos les dijo: «perdonarme, si algunos le arman lío a ustedes».

Su estancia en tierras suramericanas le llevó también a hablar e improvisar con esa sencillez que le distingue y sacó su español más argentino.

«Bota fe-poné la fe», dijo a los muchachos, explicando que cuando se prepara un buen plato y falta la sal, «ponés sal y si es aceite, ponés aceite» y que, si se quiere, que la vida tenga verdadero sentido «hay que poné fe y la vida tendrá un sabor nuevo, hay que poné a Cristo en tu vida».

El vos característico argentino lo uso permanentemente y raro fue el discurso en español que no dijo «a vos, a cada uno de vos, por vos», según la frase.

Siempre directo, como un párroco que habla a sus fieles, Francisco no ha dudado en echar mano de la frase coloquial «pasarse de rosca» para criticar la civilización actual, de la que dice «se ha pasado de rosca porque esta tal el culto que ha hecho del dios dinero, que está excluyendo a los dos polos de la vida de las sociedades, como son los ancianos y los jóvenes».

Con ese lenguaje sencillo ha confesado que muchas veces se siente «enjaulado» en el Vaticano y que en muchas ocasiones le ha dado gana de salir por las calles de Roma a pasear, pero que entiende que no es fácil. Él mismo recordó que en Buenos Aires le conocían como «el cura callejero».

Ese lenguaje fuera de los cánones diplomáticos también se vio cuando recibió en el Vaticano al presidente de Ecuador, Rafael Correa, con quien se fundió en un fuerte abrazo y mirándole le dijo: «le veo fresco como una lechuga».

Una frase que hubo que traducir a los medios internacionales que seguían el acto y precisar que resaltaba el buen estado físico del mandatario.

Esa cercanía le ha ganado el afecto de los fieles, que rompen en aplausos nada más escucharle decir «buon giorno» (buenos días), «buona sera» (buenas tardes) o «buon pranzo» (buen apetito) cuando abre un acto o se despide de los presentes en la plaza de san Pedro los domingos a mediodía tras el rezo del ángelus, al considerar extraordinario que un papa se exprese con tanta cercanía.

LA ESQUINA DEL IDIOMA

Patacón

PIEDAD VILLAVICENCIO BELLOLIO (EL UNIVERSO.COM, ECUADOR)

«Patacón» es una moneda de plata y también es un «tostón».

En el siglo XVIII se usaba la palabra «patacón» solo para referirse a unas monedas de plata o de cobre. Con este sentido «patacón» estuvo vigente en el Ecuador hasta que el peso se sustituyó por el sucre, según Darío Guevara, escritor ecuatoriano del siglo XX.


«Patacón» como equivalente de ‘moneda’ se registra en el Diccionario desde 1737 hasta 1970. La acepción de ‘rebanada de plátano verde cortada de través, despachurrada y frita’ se introdujo en la edición académica de 1984.

Después, en la última publicación del Diccionario (2001), esta definición quedó solamente como ‘tostón’ (rodaja de plátano).

Hasta aquí todo va bien, pero es necesario saber de dónde vino el empleo de «patacón» como equivalente de moneda. Carlos J. Córdova (2008) indica que llegó de España y que «el uso nuestro era más para significar ‘dinero’ que para nombrar determinada pieza» (p. 41).

De acuerdo. Ya está sustentado en el Ecuador este uso antiguo de «patacón». Pero ahora surge otra duda: ¿por qué «patacón» se relacionó con la rodaja de plátano? Guevara (1975) ya había indicado que el tropo es evidente: «las tajas fritas del plátano, tajas cortadas con cuchillo, se parecen a las antiguas monedas de plata llamadas patacones y cortadas con tijeras» (p. 124).

En el Ecuador, el vocablo «patacón» tiene más preferencia que el uso de «tostón». El significado que se maneja comúnmente es ‘rodaja de plátano frito (verde o pintón, machacado o no)’.

Inglés de Miami es afectado por el español





WLRN POR PATIENCE HAGGIN (WLRN-FM)

MIAMI (AP) — A veces se puede adivinar de dónde es una persona por la forma en que habla. Los neoyorquinos, los residentes de Boston y los de Chicago tienen acentos bien distintivos, fáciles de identificar.

El acento de Miami es más difícil de detectar. Pero hay uno y basta con que sus habitantes crucen los límites del condado para llamar la atención por la forma en que pronuncian las vocales o alargan ciertas sílabas. Lo más llamativo es que la gente de Miami habla con un cierto acento español como consecuencia de décadas de inmigración latinoamericana que ha dejado su marca entre los nativos de la ciudad, incluidos aquellos que no hablan español.

"Lo notable del inglés de Miami es que ahora estamos en la tercera o incluso cuarta generación de chicos que usan estos modismos del dialecto natal", comentó Phillip Carter, sociolingüista de la Universidad Internacional de la Florida, que estudia el lenguaje en las comunidades hispanas de Estados Unidos. "Quiero ser claro: no estamos hablando de modismos de quienes no nacieron aquí. Estos son angloparlantes nativos que aprendieron una variante (del idioma) influenciada históricamente por el español".

Si uno quiere ser puntilloso, indicó Carter, el de Miami no es un inglés con un acento particular. Es un dialecto. El término acento alude a algo que no es natural del sitio, como un acento extranjero. Un dialecto, por otro lado, se refiere a modismos del lenguaje natal relacionados con la gramática y el sonido de los hablantes nativos de un idioma.

La diferencia en el sonido de Miami radica mayormente en las vocales, que tienen cierta afinidad con la pronunciación en español. El inglés tiene 11 sonidos diferentes de vocales, mientras que el español cuenta con sólo cinco. Palabras en inglés como "man" (hombre) y "hand" (mano) tienen una A nasal, prolongada, un sonido que no existe en español. Los habitantes de Miami pronuncian estas palabras con un cierto tinte español.

Asimismo, la L de Miami es un tanto diferente a la del resto del país. En la ciudad hay una L levemente más pesada, como la L del español, que la del resto del país. Se percibe en la pronunciación de palabras como Lauderdale o "literally" (literalmente).

El ritmo es otro elemento. En las palabras en español, todas las sílabas tienen la misma longitud, mientras que en inglés la extensión de las sílabas fluctúa. La diferencia es de milisegundos, pero se percibe.

Es obvio que no llama la atención a quienes se crían oyendo hablar el inglés de Miami. Muchos residentes de la ciudad se sorprenden cuando les dicen que su inglés suena distinto a la versión "estándar".

Michelle Antelo, quien ha residido toda su vida en Miami, cuenta que sus compañeras de secundaria en un equipo de animadoras del condado de Broward fueron las primeras que le dijeron que hablaba distinto.

"Me hacían lo que se le hace a gente de otros países, como eso de pedirte que pronuncies la palabra toilet (retrete)''', relató Antelo. Dijo que ella no distingue la diferencia.

El dialecto de Miami es generalmente sutil, pero en el video colocado en YouTube "Sh(asterisco)(asterisco) Miami Girls Say" un grupo de actores usan una cantidad de vocales gangosas y entonaciones hispanas exageradas, al tiempo que salpican su hablado con expresiones como "irregardless" (a pesar de) y "supposably" (presuntamente). Tal vez sean exageraciones, pero no distan mucho de la realidad.

No todos en Miami hablan como los actores del video de YouTube. Como ocurre con todos los dialectos regionales, el inglés hablado por las clases altas tiende a sonar más como el más aceptado, mientras que el de las clases bajas tiene acentos regionales más fuertes o inusuales.

Lo que distingue la evolución del lenguaje en la ciudad es la velocidad con que se ha producido.

Miami siempre recibió inmigrantes de América Latina, pero la primera ola importante llegó de Cuba en la década de 1960, seguida de los marielitos de la de 1980 y luego los balseros en la de 1990. A ellos se les sumaron refugiados políticos que huían de los regímenes de Nicaragua y Venezuela e inmigrantes de Colombia, México y otros países del sur.

La explosión poblacional de inmigrantes fue tal que en poco tiempo los niños de Miami aprendían inglés de personas que no eran angloparlantes nativos. Esto dio lugar a la incorporación de una serie de sonidos de vocales y de la L atípicos.

Pero está mal pensar que el inglés de Miami es un inglés deformado o que no es tan correcto como el que se habla en otras partes de Estados Unidos.

"Es desafortunado que quienes hablan (el inglés de Miami) se sientan avergonzados o incómodos o no estén bien informados sobre su dialecto natal", expresó Carter.

Todos los dialectos tienen una herencia particular y ninguno es más correcto que otro. "Aquí en Miami se habla un inglés verdadero. Así de simple", agregó.

No obstante, hay quienes creen que hay un inglés "correcto" y otro "incorrecto", a veces en detrimento de quienes hablan el dialecto de Miami. Mucha gente cree que el "inglés estadounidense aceptado" suena como el que se habla en centro del país y que no hablar ese inglés puede ser un obstáculo para progresar en el campo profesional.

Para el actor Cedrig Dumornay, ese obstáculo no ha sido imposible de superar. Se percató del acento de Miami después de ganar un concurso de monólogos. Cuando se reunió con la productora del concurso en Los Angeles, le dijeron que lo contratarían sólo para papeles de caribeños o de hispanos por la forma en que hablaba.

"Me dijo, 'si realmente quieres trabajar en este sector, tienes que hablar un inglés con acento estadounidense''', relató Dumornay. Fue así que comenzó a tomar clases con Lisa Jeffery, experta en corregir acentos que vive en Miami.

La gente tiende a vincular el dialecto de Miami con lo que ha hecho a la ciudad famosa mundialmente: la cultura vivaz y sexy de South Beach. "Eso es perfecto para las chicas que quieren ir de fiesta en South Beach porque es entretenido. Pero una vez que consiguen un trabajo y se convierten en profesionales, no es tan popular", señaló Jeffery.

Nicolás Espinosa, de 23 años, vino a Miami desde Argentina cuando tenía diez años. Cree que su acento argentino se ha diluido y fue reemplazado por el acento de Miami. Y considera ese acento un reflejo de la mezcla única de culturas que se encuentra en la ciudad.

"Cuando escucho hablar a alguien con un acento de Miami pienso en la diversidad" de la ciudad, comentó Espinosa. "Pienso en cómo Miami está llena de cultura".

Un acento —y los estereotipos asociados con él— puede generar prejuicios, a veces inconscientes. Un estudio del 2010 de la Universidad de Chicago determinó que los estadounidenses son menos proclives a confiar en la gente con acentos extranjeros.

Y para quienes no son de Miami, el dialecto de la ciudad puede sonar extranjero, o poco profesional.

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En este artículo colaboraron Alicia Zuckerman, Gabriella Watts, Isabel Echarte, Julia Duba y Karelia Arauz, de WLRN/Miami Herald News, y Ana Veciana Suárez, del Miami Herald.

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Reportaje de WLRN: www.wlrn.org

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Information from: WLRN-FM, http://www.wlrn.org/

UN IDIOMA CONDENADO


Por esta vía, el español dejará de servir para temas de investigación y pensamiento
ESPECIAL Andalucía Domingo
JUSTO NAVARRO

Me da lo mismo el inglés paródico de autoridades municipales y ocasionalmente olímpicas como Ana Botella, alcaldesa de Madrid. Soy de los que se hacen cargo del deseo de complacer de Botella, semejante al del vendedor que, por conquistar a un cliente extranjero, se atreve a atenderlo en su lengua extraña. Lo que me llama la atención es que representantes del Estado español se acostumbren a prescindir del español en foros internacionales. ¿Por qué no pronunció la alcaldesa su discurso olímpico en español? ¿No había en la hispanohablante Buenos Aires un servicio de traducción simultánea? ¿Se ha tomado la decisión de liquidar poco a poco el oficio de intérprete? Conozco la Facultad de Traducción e Interpretación de Granada, y el departamento de Traducción e Interpretación de la Facultad de Filosofía y Letras de Málaga, y me dicen que existen estudios similares en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y en la Universidad de Córdoba. ¿Hay que empezar a despedir a sus alumnos y profesores? ¿Están estos centros destinados a convertirse en academias de inglés?


No niego la autoridad del inglés, financiera, política, militar y espiritual. Parece la lengua de los afortunados. Recuerdo que, alumno de los Hermanos Maristas, un cura de la catedral de Granada, profesor de religión, me enseñó que el español era el idioma celícola, es decir, del cielo. Hoy el celícola es el inglés. Es la moda, la música, el cine. Hemos disfrutado años y años del inglés cantado sin entender una palabra: el inglés era un encantamiento, una fórmula mágica: ¡Guadkanandú! Nos invadía sentimentalmente con música. Es la lengua de la imaginación y de la realidad, del entretenimiento y de la vida práctica, de la tecnología y de la ciencia. Revistas académicas españolas publican cada vez más artículos en inglés firmados por especialistas españoles. Utilizar el idioma de una comunidad científica supranacional es una ventaja, pero oculta un inconveniente inevitable: por esa vía el español dejará de ser un idioma de investigación y pensamiento. Acabará por no tener palabras para determinados conceptos, para determinadas cosas. Se convertirá en una lengua provincial, familiar, de cuarto de estar.

Dejará de existir un español universal, es decir, compartido por los distintos países hispanohablantes, que un día descubrirán que ya no se entienden entre sí. El lenguaje científico y literario nacía con un deseo de universalización que será cedido al inglés. En universidades andaluzas se prima con rebajas en el horario de los profesores el uso del inglés como lengua en la que impartir la clase. En los congresos de especialistas los participantes renuncian al uso científico de su lengua en beneficio del inglés. Esta renuncia al uso con fines intelectuales del propio idioma me parece comparable al gesto de una persona que dejara de utilizar uno de sus brazos, atándoselo al cuerpo.

Supongo que todo esto es una mutación o una mutilación inevitable. Hoy el español es un idioma acomplejado o, para decirlo con más precisión, sus hablantes están acomplejados, envidiosos del inglés, conscientes de que serán premiados si renuncian en público a su lengua; si dejan de usarla en encuentros políticos,económicos y culturales; si le niegan la posibilidad de acceder a la ciencia; si la cortapisan, la atrofian, la anquilosan y la reducen a argot entre amigos y parientes. El español incomoda o estorba a los hispanohablantes, lengua impotente, anémica, inútil. Está menguando, cansado y viejo, inservible para la ciencia, el pensamiento escrito y el ensayo especializado. Sus hablantes, incluidos los más sabios, la han declarado incapaz de dar nombre a las nuevas realidades. El español es un idioma condenado.

Todos sabemos inglés ya, aunque no tengamos conciencia de nuestra sabiduría idiomática
Es un proceso natural: también las lenguas se extinguen. O desaparecen sin desaparecer, como le ocurrió al latín, que hoy es muchas lenguas, como quizá lo sean mañana el español y el inglés pasado mañana. La situación, por el momento, tiene un aspecto enriquecedor: todos sabemos inglés ya, aunque no tengamos conciencia de nuestra sabiduría idiomática. Hablamos inglés sin saber que lo hablamos. Ya no tengo, por ejemplo, culpa de nada, aunque “es mi culpa”. El delantero centro no se lastima la pierna derecha, sino “su pierna derecha”, y se precisa que se ha lastimado “su pierna”, no la de otro, como si uno pudiera lastimarse la pierna derecha del centrocampista del equipo contrario. No queda gente honrada, pero no hay que preocuparse: ahora todo el mundo es “honesto”.

Justo Navarro es escritor.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE


OLED, sigla de organic light-emitting diode, se escribe con mayúsculas

Recomendación urgente del día

OLED, sigla de organic light-emitting diode, tecnología que se emplea, entre otras cosas, en la fabricación de pantallas de ordenador y televisores, se escribe con mayúsculas, tal como establece la Ortografía de la lengua española para todas las siglas que el uso no ha convertido en nombres comunes.

A raíz de la comercialización del televisor OLED de pantalla curva en Europa, en los medios de comunicación hay vacilaciones a la hora de escribir su nombre: «La tecnología Oled de pantalla curva llega a Europa esta semana» o «Sería la primera compañía en lanzar los televisores oled en Europa», cuando lo adecuado habría sido escribir OLED, pues se trata de las iniciales de las palabras que forman parte de la sigla.

En caso de que el uso de esta sigla se extienda, puede llegar a lexicalizarse y escribirse por completo en minúscula, como ya ha sucedido con el término led, incluido en la vigesimotercera edición del Diccionario académico.

Como alternativa a OLED, puede optarse por la utilización de la denominación led orgánico.

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