Translate

segunda-feira, 29 de setembro de 2014

LA LENGUA VIVA





Qué triste es no tener opinión



 en Libertad Digital - España

Una gran parte de mi trabajo consiste en dar opiniones, en tratarlas o comentarlas. En las muchas encuestas que he levantado me deja perplejo la respuesta que consiste en no responder. Puede ser por ignorancia más o menos culpable, pero también por petulancia o desinterés. No me cabe en la cabeza que una persona mínimamente instruida carezca de opinión sobre cualquier asunto controvertido. Excluyo solo los que supongan un alto grado de información técnica.
Lo grave no es el "no sabe, no contesta" de las encuestas. Me preocupa más el hecho de las muchas personas que ostentan algún cargo en un partido político, sindicato o equivalente. No pueden tener otra opinión que la que emite la organización a la que pertenecen. El efecto castrador llega, incluso, a las personas que aspiran a un puesto en la dirigencia. Al ponerse en fila para subir por el escalafón, dejan de tener opiniones. Es decir, siempre dicen lo que tienen que decir. Me dan pena.
Más grave es el caso de los portavoces oficiales de los partidos, sindicatos y otros entes públicos, a veces, incluso, privados. Son las personas fieles al aparato que medran precisamente por carecer de opiniones personales. Su misión consiste en trasmitir la opinión del colectivo que representan. Mienten más que alientan sin que se les note mucho. Me dan lástima.
La gravedad se extrema en el caso de los voceros informales de las organizaciones dichas, a veces simplemente de las ideologías o los intereses que representan. Carecen de título reconocido para ser portavoces, pero ejercen de tales en la práctica. A veces son más fieles defensores de sus grupos de referencia que los mismos dirigentes. Al carecer de opiniones personales, dicen lo que tienen que decir para ser coherentes con su ideología. Resulta difícil discutir con ellos, precisamente por lo predecible que son sus consideraciones. Me dan ternura.
Estamos acostumbrados a que la mayor parte de las personas que expresan su opinión en público son periodistas. Lógicamente, se trata de profesionales que se encuentran muy informados, pero las opiniones son otra cosa. Cualquiera puede opinar sin trabajar para un medio de comunicación. Esta seccioncilla es una buena muestra.
Por cierto, ya que estoy aquí, me extraña mucho que en el elenco de las personas que me envían opiniones a través de la internet haya tanpocas mujeres. No me lo explico. La mayor parte de los alumnos que he tenido en los últimos lustros han sido mujeres. Lo son la gran mayoría de los asistentes a las conferencias que imparto aquí y allá. ¿Por qué se abstiene el hemisferio femenino a la hora de emitir opiniones sobre el habla y los asuntos que aquí se tratan? Misterio. En los comentarios del Facebook o en las tertulias no ocurre ese sesgo. Espero que alguien me lo aclare. La única pista que tengo es que los varones somos más vanidosos que las mujeres, pero debe de haber algo más. Por lo menos habrá que acordar que la acción de opinar es un ejercicio de vanidad. Pero tampoco se hace mal a nadie.

Nenhum comentário:

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...