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quinta-feira, 12 de junho de 2014

GONZALO TORRENTE BALLESTER



Torrente Ballester, en la primera Feria del Libro de Ferrol. KOPA

«La biblioteca es el símbolo 

mayor del mundo», decía 

Torrente Ballester al inaugurar 

la primera Feria del Libro de 

Ferrol

Una grabación inédita de su intervención permite recuperar ahora las palabras del Premio Cervantes

La primera feria del libro ferrolana, iniciativa de los libreros de la ciudad -entonces presididos por Álvaro Espilla-, tuvo como pregonero a uno de los más grandes escritores del pasado siglo: a Gonzalo Torrente Ballester. A un ferrolano, infinitamente más irónico de lo que por lo general sugiere su recuerdo, que comenzaba su discurso -inmediatamente después de apuntar que el uso de megafonía en el acto le parecía «un poco excesivo»- agradeciendo que se hubiesen acordado de él los libreros de una ciudad que lo había olvidado casi por completo. «A mi paso por las calles, únicamente los mayores me reconocen», señalaba Torrente en su pregón. Aunque aclarando, eso sí, que no lamentaba lo que no es sino el fruto de las leyes de la vida, y que simplemente se limitaba a dejar constancia de un hecho del todo evidente.
Escuchar hoy la grabación del pregón de aquel día, que ha sobrevivido al tiempo gracias al interés que Espilla puso en ello, es redescubrir al verdadero Torrente. Un Torrente que está en los libros que escribió y que dio a la imprenta, claro que sí, por supuesto. Pero que también era -y perdonen ustedes que subrayemos lo que parece una obviedad pero tal vez no lo sea- el señor que escribió aquellos libros. Un señor al que la vida no le ahorró amarguras, y que tal vez por ello no siempre quiso desvelar ante el público su verdadero rostro. Y que no obstante en Ferrol, donde había nacido, donde había crecido y donde había aprendido el difícil oficio de vivir, s tendía a mostrarse, más que en cualquier otro lugar, como realmente era.
«Ferrol no es ciudad que abunde en escritores», decía, aquel día, Torrente. Y subrayaba su esperanza de que entre los jóvenes que habían acudido a escucharlo («...tan nuevos, tan olvidados del pasado...») hubiese alguno que se animase a «seguir el camino que tan pocos han seguido», y se pusiese a escribir también.
A propósito de la realidad
«En el libro -recalcaba Torrente, en otro momento de su pregón- se encuentra no solo la verdad, sino también la realidad. La biblioteca es el símbolo mayor del mundo». Pedía, a quienes compraban libros, que cuando llegasen a casa no los dejasen «sobre una mesa», sino que se adentrasen en ellos como quien se adentra en una ciudad para al final decidir, tal vez, quedarse en ella para siempre. No obstante, también expresaba su reconocimiento a quienes utilizaban los libros para decorar paredes, porque no hay metro cuadrado más caro (ironizaba) que ese.


GARCÍA DE LA CONCHA:

«El Estado no 

debe intervenir en la labor de la 

RAE»

 |  
ANA MENDOZA (AGENCIA EFE)

Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española entre 1998 y 2010, ha estudiado a fondo los tres siglos de vida de esta institución para narrarlos en la Historia de la RAE que acaba de publicar y en la que analiza su evolución en tiempos de paz y de guerras.



Víctor García de la Concha, en la biblioteca de la Real Academia Española. Foto: © EFE/Paco Campos
VÍCTOR GARCÍA DE LA CONCHA, EN LA BIBLIOTECA DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. FOTO: © EFE/PACO CAMPOS
Han sido trescientos años en los que reyes y gobernantes han tratado a veces de controlar a la Academia, frente a largos períodos en los que el poder ha respetado la labor de esta institución.
«El Estado no debe intervenir en la Academia porque eso iría contra la propia naturaleza de lo que es esta institución», afirma García de la Concha en una entrevista con Efe, en la que habla del pasado remoto pero también de los últimos quince años en los que se ha consolidado el trabajo conjunto con las Academias hispanoamericanas.
«La política lingüística panhispánica no tiene vuelta atrás, si se la cultiva y se emprenden nuevos proyectos, nuevas acciones. O crece o muere. Y esa responsabilidad recae en la Academia Española», asegura el actual director del Instituto Cervantes.
Y no se olvida del futuro: «la Academia debe seguir trabajando por la unidad de la lengua, y debe abrirse totalmente a la sociedad pero sin convertirse en una plaza de pueblo».
«Si lo hiciera, la propia sociedad terminaría despreciándola», sostiene García de la Concha, antes de recordar que «la RAE es un recinto de trabajo, de reflexión».
Para escribir La Real Academia Española. Vida e Historia, publicado por Espasa, ha manejado las actas que conserva la RAE desde que fue fundada en 1713, junto a otros documentos.
La Academia contaba ya con la Historia de Alonso Zamora Vicente, centrada en las biografías de los ocupantes de los 46 sillones. Faltaba «un relato secuencial» que mostrara qué ha hecho esta institución en cada etapa y cómo han ido evolucionando el Diccionario, la Gramática y la Ortografía.
La RAE fue creada por Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, y por un grupo de «novatores» que reivindicaron la cultura española «en un momento en el que España era despreciada en Europa», comenta el autor.
Y el primer objetivo fue hacer un diccionario a la altura de los que ya tenían otros países europeos.
En 1726 apareció el primer tomo del Diccionario de Autoridades y, trece años más tarde, el sexto. «Fue una verdadera gesta», asegura García de la Concha.
Tras una etapa «dinástica», en la que a un marqués de Villena le sucedía otro, entra en escena Ignacio de Luzán, famoso por su Poética. Junto con el ministro de Estado José de Carvajal planifica una academia nueva de Ciencias y Letras (una idea que se repite a lo largo del XVIII y XIX).
«Para contrarrestar esa posible academia unificada, la Academia hizo algo impresionante: nombrar en un mismo día a Carvajal académico y director. Abortaron la operación», comenta el autor.
Y, «en buena medida», también se fraguó en la RAE la expulsión de los jesuitas en 1767, porque «el fiscal de la causa era académico».
Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), los académicos se reunieron en 66 ocasiones. «Seguían revisando palabras; daban continuidad a la Academia».
La actuación del Rey Fernando VII fue «muy negativa». Destituyó al director de la Academia, Ramón Cabrera, y eliminó de la nómina académica a cinco miembros «por afrancesados».
Otro «momento de peligro» se vivió durante las Cortes de Cádiz, porque «a los radicales liberales no les gustaba que la Academia estableciera normas. Le quitaron las subvenciones económicas».
Si en el XVIII abundaban en la RAE los aristócratas y clérigos, en el XIX entraron políticos, escritores, periodistas y militares de alto rango.
En la etapa del director Juan de la Pezuela, conde de Cheste (1875-1906), había tantos políticos destacados en la Academia que, cuando terminaban los plenos, decían: «se levanta la sesión; comienza el Consejo de Ministros».
En el siglo XX cambiarían las cosas y, bajo la dirección de Menéndez Pidal, la Academia «da el giro hacia la Filología».
Durante la Guerra Civil (1936-39) la RAE quedó cerrada «con un piquete de milicianos en la puerta», mientras que Franco creaba en Salamanca el Instituto de España, donde agrupó a todas las academias de la zona nacional.
En 1941, llegó una orden de destitución de seis académicos exiliados. La Academia «dio la callada por respuesta» y no convocó aquellas plazas.
El único que regresó a España fue Salvador de Madariaga, que ingresó en 1976. Los demás murieron en el exilio.
En la Academia ha habido siempre personas «de todas las ideologías».
Lo explicaba Pedro Laín Entralgo, para quien la RAE era «un espacio de convivencia en libertad, donde un condenado a muerte (Buero Vallejo) se sienta al lado de Torcuato Luca de Tena, un hombre de derechas», evoca García de la Concha

“The Chicago Manual of Style”

Deusto lanza la versión en español de 


“The Chicago Manual of Style”

Publicado por iformados - 23 / Feb / 2014
Un acuerdo entre las universidades de Deusto y Chicago ha permitido traducir y adaptar por primera vez al español el manual de estilo de esta institución norteamericana. Desde 1906, “The Chicago Manual of Style” se ha consolidado como un referente internacional en la comunicación científica y académica para profesores, escritores, redactores, correctores de pruebas, diseñadores o editores que elaboran textos, documentos de trabajo, tesis doctorales, artículos para revistas y otras publicaciones en este campo.
Con la traducción y adaptación al español de este manual, la Universidad de Deusto pretende contribuir a aportar claridad, estilo y precisión a estos textos. De hecho, el Chicago-Deusto ha sido el resultado de un exhaustivo trabajo, en el que han colaborado más de medio centenar de personas, dispuestas a solucionar algunos problemas derivados de las diferencias que existen entre el ámbito anglosajón y el hispano en cuanto a las normas de difusión, las pautas ortográficas y las gramaticales, lo que lógicamente puede afectar al cumplimiento de los requisitos de publicación de los trabajos de investigación.
El equipo editorial de la Universidad de Deusto y sus colaboradores han adaptado el tradicional estilo de Chicago para conciliar los nuevos formatos, procedimientos y fuentes con los usos actuales de la industria de las publicaciones académicas. De este modo, quiere ofrecer consejos claros y sencillos sobre el estilo y uso de la lengua española, junto con información sobre los procesos de flujo de trabajo editorial para ediciones impresas o electrónicas.
Hasta ahora, cada revista científica cuenta, por lo general, con sus propias normas de publicación, en las que, eso sí, se tienen muy en cuenta las pautas del Chicago en inglés. Por eso la adaptación española aspira a convertirse en una referencia indispensable para la comunicación científica en español, un campo en el que apenas existen manuales de consulta y entre los que, en todo caso, cabe citar el Manual de Estilo de la Lengua Española (MELE) de José Martínez de Sousa (2007), cuya última edición se remonta a 2007.
Desde su primera aparición en 1906, las sucesivas actualizaciones del “The Chicago Manual of Style” se han ido adaptando a las exigencias y circunstancias de la industria editorial. Las nuevas formas de producción digital y de distribución de contenidos han inspirado esta última edición, que llega al número 16 y que recoge tanto la continua evolución en el trabajo de los autores, redactores y editores de trabajos académicos como otros aspectos del proceso independientes del campo de las publicaciones. 

HABLEMOS DEL IDIOMA


Curiosidades del idioma



Inés Izquierdo Miller - http://www.laprensa.com.ni

Ya saben que me fascina la etimología, andar rastreando las palabras o las frases hasta encontrar su origen, que a veces ni remotamente se asemeja al significado actual.

Hoy les hablaré de algunos casos curiosos como pedante, un término que usamos para aludir a una persona engreída y que hace alarde inoportuno de sus conocimientos, así aparece definido en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE).

Lo interesante de este término es que en sus orígenes significaba todo lo contrario, imagínense que se le llamaba pedante a los maestros que enseñaban a domicilio, que iban a los hogares a enseñar a los niños, entre otras cosas, la gramática.

¿Cómo pasó de referirse a ese tipo de maestro a una connotación negativa? Muy fácil, aunque eran muchos los maestros que se ofrecían, la oferta era mayor que la demanda, por lo que las pruebas que exigían los padres para acceder a dicho trabajo eran muy severas y selectivas, se imaginan que eso demandaba que el aspirante fuese muy bien preparado y dispuesto a saber más que el otro.

Al final esa rivalidad entre candidatos hizo que se destacaran los más listos e ilustrados como los favoritos para el empleo de pedante, así que con el tiempo se comenzó a utilizar la palabra para referirse al tipo de personas engreídas que hacen un excesivo alarde de erudición, aunque en realidad no la posean.

Ahora una etimología breve, pero simpática, se trata de la famosa marca de vehículos Mercedes-Benz, que surge en 1901, cuando el cónsul y diplomático Emil Jellinek nombró su auto de carreras Mercedes 35 HP en honor a su hija de 10 años, quien le pidió que lo hiciera.

El éxito fue tan grande que tres años después cambió su apellido a Jellinek-Mercedes, y aseguró: “Esta es la primera vez que un padre toma el nombre de su hija”. En 1926 la empresa se fusionaría con Benz & Cie., dando origen a la Mercedes-Benz.

MUNDIAL 2014


Pasan penurias turistas en Brasil
http://www.am.com.mx/notareforma/46896

Não fala português? Você está em problemas, meu irmão.

En este Mundial de Futbol en Brasil, los cerca de 600 mil visitantes que vendrán a los partidos se encontrarán con insuficientes indicaciones en otros idiomas, y muy pocos brasileños hablan otras lenguas.

Eso sí, compensan en simpatía.

Pese a ser un país acostumbrado a recibir turistas de todo el mundo -6 millones el año pasado-, Brasil no está preparado para darles la bienvenida en otros idiomas que no sean el portugués.

Con la Copa en la mira, las autoridades han hecho esfuerzos por capacitar a empleados de servicios y montar carteles de indicaciones y señales de tránsito también en inglés, pero sin grandes resultados.

"Me llamó la atención que en el avión viniendo de Miami, ni siquiera dieran los anuncios en inglés. Llegamos a Sao Paulo, que es una metrópolis de 20 millones de personas, y casi nadie habla inglés o español; si sabes portugués, bien, si no, ya no entendiste nada", se quejó a CANCHA el abogado Gerardo Tejera, 31, de Morelia, quien hizo una escala en la ciudad más grande de Brasil antes de dirigirse hacia el noreste, donde el Tri jugará sus primeros tres partidos en Natal, Fortaleza y Recife.

Por el Mundial, las Secretarías de Transporte y de Turismo en las 12 ciudades sede han colocado algunos letreros viales en los caminos hacia los estadios, en las estaciones de metro y carteles indicativos de las principales atracciones turísticas en portugués e inglés, pero básicamente nada en español, pese a que son de habla hispana la mayoría de los aficionados que vendrán, y muchos vecinos sudamericanos (Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay).

Y aún cuando son bilingües, carteles suelen tener errores, como "Fun Fest" en vez de "Fan Fest"; o "Wolrd Cup" en lugar de "World Cup".

En Sao Paulo y en Río, las alcaldías han impreso numerosos folletos y mapas en portugués, inglés y español, e instalaron algunos tótems informativos cercanos a los puntos de mayor movimiento, que también ofrecen ayuda en los tres idiomas.

"Pero en los hoteles, hay muy pocos canales de televisión en inglés y el único en español es Televisión Española; no hay canales ni argentinos, ni colombianos, ni venezolanos ni mexicanos", se lamentó el estudiante uruguayo Salvador Leiva, 22, quien llegó con un grupo de amigos.

Aún así, los turistas no parecían sufrir la falta de un idioma en común. Todo lo contrario, se divertían con el desafío de hacerse entender.

"Acá todo el mundo es muy amable y simpático. Y si no saben tu lengua, igual se hacen entender con una sonrisa. Eso ya puede dar pie para otras cosas", señaló el arquitecto argentino Facundo Argaña, 32, que acababa de obtener el número telefónico de una chava "muito gostosa" después de preguntarle por una estación de metro en español sin que ella supiera una sola palabra de la lengua de Cervantes.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

chií con

tilde y chiita sin ella,

formas válidas

Recomendación urgente del día
Tanto chií, con tilde, como chiita, sin ella, son términos válidos para designar a los partidarios del chiismo; ambos se escriben con el dígrafo ch y no con sh.
Estas voces aparecen en ocasiones escritas inapropiadamente, como se ve en los siguientes ejemplos: «El dirigente shií ha pedido la formación de brigadas para defender los sitios religiosos» y «El gobierno de mayoría chiíta pidió al Parlamento que declare estado de emergencia».
Tal como explica el Diccionario panhispánico de dudas, de las Academias de la Lengua, chií y chiita son formas igualmente válidas para aludir a los seguidores de la rama del islamismo que considera a Alí sucesor de Mahoma. Dado que dos vocales iguales cualesquiera forman hiato,chií es una palabra bisílaba aguda y por tanto con tilde, mientras que chiitaes trisílaba llana y por tanto sin ella.
Son impropias grafías como shií y shiita, ya que las formas plenamente castellanizadas con ch están asentadas desde hace tiempo en el uso y en la norma.
Por todo ello, en los ejemplos anteriores habría sido mejor haber escrito «El dirigente chií ha pedido la formación de brigadas para defender los sitios religiosos» y «El gobierno de mayoría chiita pidió al Parlamento que declare estado de emergencia».
El plural de chií es chiíes y el de chiita es chiitas.
Ver priista y priismo se escriben sin tilde.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

carpooling es


compartir coche 


coche compartido

Recomendación urgente del día
Compartir coche o coche compartido son alternativas en español al anglicismo carpooling, término con el que se alude a la práctica de ponerse de acuerdo varias personas para repartir gastos durante un trayecto o un viaje entero en un mismo vehículo.
En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «La Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres no afectará a los usuarios que hagan uso del car pooling», «No solo se han dado un susto las compañías de carpooling; también han suspirado de alivio los miles de usuarios» o «Para finalizar, también habría que hablar del fenómeno del “carpooling”».
Para referirse a esta práctica de ir varias personas en un mismo coche pagando los gastos entre todos, en español se ha usado tradicionalmente la expresión compartir coche. No hay necesidad de inventar palabras ni de incorporar extranjerismos por el hecho de que quienes viajan en el mismo vehículo sean desconocidos que se han puesto en contacto mediante determinadas páginas o aplicaciones informáticas.
Sí es adecuado emplear Carpooling, no obstante, cuando se haga referencia específicamente a la compañía que tiene este nombre propio.
Según el contexto, si la frase en que se encuentra carpooling requiere un sustantivo, también es posible sustituir el anglicismo por (uso de) coche compartido.
Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «La Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres no afectará a los usuarios de servicios para compartir coche», «No solo se han dado un susto las compañías de coches compartidos; también han suspirado de alivio los miles de usuarios» y «Para finalizar, también habría que hablar del fenómeno del uso de coches compartidos».
Por último, se recuerda que esta práctica es distinta del préstamo o uso temporal de vehículos (car sharing en inglés), que apunta a aquellos sistemas que ponen a disposición de potenciales usuarios vehículos que se pueden usar por horas y que están disponibles en múltiples puntos de una ciudad.

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