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sábado, 25 de outubro de 2014

PALABRAS

Diccionario alternativo sin la RAE

Una veintena de autores redefinen conceptos clave a petición de Babelia. Crisis, ética o amor cobran nuevas acepciones con motivo de los 'Barbarismos' de Andrés Neuman

 en el país - españa
Ilustración de Fernando Vicente.
En el mundo de Andrés Neuman, las personas tienen una piel y una armadura hecha de palabras. Parte del ADN de los habitantes de ese mundo son esas mismas palabras que, como organismos vivos, tienen una memoria que les otorga una perpetua naturaleza mutante que sirve no solo para señalar las cosas, sino, sobre todo, para entenderlas y ver su evolución.
La prueba está en Barbarismos (Páginas de Espuma), donde el escritor (Buenos Aires, 1977) ha creado un diccionario en el cual actualiza los términos, en una lectura paralela al Diccionario de la lengua española de la RAE, cuya nueva edición se ha publicado esta misma semana. Babelia ha invitado a una veintena de escritores a que, a partir de este Barbarismos, redefinan los conceptos del mundo que vivimos. La propuesta de Neuman es una puesta al día de acepciones de medio millar de palabras adaptadas a la realidad palpitante, no como entes solos, sino conectados con el individuo y la historia, tipo:
Crisis. 1 Periodo trágicamente fértil. // 2 ~ económica: excelente negocio de unos cuantos.
El resultado son pinceladas impresionistas de lo real. A veces con posibilidades narrativas, o cerca de la poesía, o de la greguería, o del aforismo, o del humor, o de la crítica, “pero toda la escritura atravesada por la estructura de un trabajo novelístico”, asegura el autor. Un juego audaz que el novelista de obras como El viajero del siglo, el cuentista de El último minuto y el poeta de Patio de locos empezó hace cinco años en una columna en el diario Abc. Hasta que se dio cuenta de que era más que eso. Comprobó que el diccionario “hace de la precisión no una virtud, sino un objetivo”:
Diccionario. Lectura policiaca donde el personaje que comete el crimen lingüístico es el mismo que lo investiga.
Bajo esa luz surge el mundo mestizo de Neuman —hijo del primer diccionario general del español de 1611, el Covarrubias, y el actual de la Real Academia, con el espíritu del Diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce— donde no faltan palabras eternas:
Amor. 1 Afortunada sugestión mediante la cual uno cree firmemente que el otro es mejor persona. // 2 ~ cortés: arte de adorar mientras el otro calla.
Muerte. 1 Sedante que actúa como estimulante. // 2 Pequeña ~: en el lenguaje sexual, coartada masculina para no resucitar.
En medio de todos esos términos rejuvenecidos germinan aquellos nuevos o nómadas que moldean el presente:
“No hay intimidad más colectiva que el lenguaje”, advierte el escritor. Deja claro que las palabras tienen memoria y cambian no solo con el tiempo, sino en cada región, en cada cultura. Cada término tiene que ver, añade, con la raíz en sentido lingüístico y la suma de los sentidos que una palabra ha acumulado en su vida. Recuerda que ellas tienen una memoria reprimida relacionada con la ideología: “Es en ese sentido donde vivimos una era de barbarie. Son tiempos bárbaros donde las palabras son instrumentalizadas, tierra para los eufemismos y el cinismo”, y cita como ejemplo:Internet. Éter superpoblado.
Maternidad. 1 Arte de amamantar al futuro misógino. // 2Momento de plenitud de una trabajadora antes de ser despedida.
Bienestar. 1 Dícese de estar mal, aliviado por no estar peor. // 2Estado de ~: intercambio de una pila de votos por un castillo de naipes.
Educación. 1 En los presupuestos públicos, asunto prioritario en último lugar. // 2 Mala ~: despilfarro de franquezas.
¿Podrían estas definiciones hacer carrera y renovar las de la RAE? José María Merino, escritor, académico y prologuista de Barbarismos, confiesa que le crearía “graves problemas de conciencia aceptar que las definiciones de Andrés Neuman pudiesen terminar sustituyendo a las que están autorizadas por el Diccionario de la Real Academia. Las cosas como son”. El DRAE, dice Neuman, está siendo muy corregido en lo mediático, pero piden paciencia o recurren a la historia para hablar de género: “Parecen más preocupados por lo urgente y en cambio ciertas definiciones patriarcales sobreviven y en esas definiciones hay ideología”. Por lo pronto, Barbarismos da el pie a que escritores de España y América Latina se hayan animado y entre todos creen una especie de diccionario actualizado de la vida que dice:
Ahorro. Hibernación de la deuda. (Andrés Neuman).
Banal. Territorio desde el que ahora lo miramos todo, también el mal. (Jesús Ferrero).
Canibalismo. 1 En el capitalismo impaciente, tarea desempeñada por el Departamento de Optimización de Recursos Humanos. // 2Sentimiento afectivo al pagar la factura en un restaurante de cocina molecular o tecnoemocional. // 3 Chismorreo con canapé en una recepción del Ministerio de Cultura. // 4 Prime time en la Santa Misa y en los programas del corazón. (Manuel Rivas).
Cuerpo. m. 1 Masa de sangre, saliva y otras sustancias articulada con armonía —o no— en torno a huecos y agujeros. Carne alrededor de un ombligo que precisa de compañía. PSICOL. Fuente de insatisfacción perpetua. MED. Campo de operaciones, amputaciones y liposucciones. BARROC. Pellejo que lentamente pierde la salud. COSMETIC. Plataforma del implante mamario. ECON. El Dorado de las industrias cosméticas y farmacéuticas. FILOSOF. Raíz de toda metafísica. Modo doméstico de nombrar el alma. Amasijo que queda tras el rodillo de Foucault. ART. Lo que mirando se desnuda. Origen del mundo. SEX. Lugar donde habita el clítoris y otros caracoles. POLITIC. Sitio de la conciencia social. Animal rebelde que exige alimento, vestido y vivienda. Lo que se comen los caníbales. (Marta Sanz).
Democracia. 1 Herejía igualitarista milenaria. Mantiene que las abuelas, los ministros y los camareros tienen la misma capacidad para discernir lo justo y lo injusto. // 2 En España. Régimen creado de la nada por titanes políticos en una época heroica denominada Transición. // 3 Desde 2011. Doctrina de populistas antisistema que abarrotan las plazas y se niegan a participar en las instituciones. // 4Desde 2014. Doctrina de populistas antisistema que aspiran a participar en las instituciones. (César Rendueles).
Deslunado. Selenitas que suelen caer de la luna en noches claras atraídos por las vistas terrestres. (Paco Roca).
Diablo. Personaje desconcertado ante la autosuficiencia humana para el mal. (A. Neuman).
Dios. 1 Ser tan empeñado en demostrar su existencia que apenas encuentra tiempo para cultivar su presencia. // 2 Personaje que, por experiencia propia, ha devenido escéptico. // 3 Interjección exclamativa equivalente a “No lo puedo creer”. (A. Neuman).
Ética. 1 Arte de detenerse en las propias contradicciones. // 2 Moral sin púlpito. (A. Neuman).
Filosofía. 1 Actividad reflexiva mediante la cual un entrenador de balompié decide la distribución de delanteros y defensas. // 2 Se dice de aquella gestión gracias a la cual un banco se queda con el dinero de sus clientes. // 3 Conjunto de prácticas de los grandes almacenes que permiten endosar mercancías a los incautos. // 4 En mitología, supuesta búsqueda del saber en algunos pueblos primitivos. (Félix de Azúa).
Gobierno. 1 Si es de “derechas”, dejar que las cosas sigan igual. Si es de “izquierdas” (léase de centro), cambiar algo para que las cosas sigan igual. // 2 Acción que asiduamente sucede muy lejos del consejo de ministros. (Kirmen Uribe).
Guerra. Momento en que la paz deja de ser rentable. (A. Neuman).
Humano. 1 Lo que se conjuga siempre en masculino. // 2 Ser cuya genética está más cerca del bonobo que del chimpancé, pero que prefiere parecerse a este último. // VER: derechos humanos: arma de destrucción masiva. (Elvira Navarro).
Idiota. 1 En la Grecia clásica era quien se dedicaba únicamente a sus intereses privados. // 2 Actualmente designa a las personas de escaso talento, cuando ocurre más bien al contrario: que los más listos son quienes van a lo suyo. // 3 Quien se interesa por la política pero con una lógica de observador externo o cliente enfurecido que termina destruyendo las condiciones de la política. (Daniel Innerarity).
Intimidad. 1 Eso que un americano nunca tendrá. // 2 Preciosa construcción humana, elaborada durante dos milenios por Epicuro, Marco Aurelio, San Agustín y Montaigne, y que los europeos, tan serviles últimamente a todas las modas, hemos dinamitado en dos décadas. // 3 Antónimo de Facebook. Antónimo de Twitter. (J. Antonio González Iglesias).
Justicia. f. 1 Estribillo utilizado para convencer a la ciudadanía sobre el verdadero fundamento de las instituciones encargadas de vigilar el cumplimiento de la ley. // 2 Golpe de efecto cada vez que los ricos hacen un chiste sobre la palabra “ley”. // 3 Baile de salón.(Yuri Herrera).
Kafkiano. Como la vida misma. (A. Neuman).
Liberal. m. 1 Conservador. // 2 Hermeneuta encargado de aclarar que la libertad de un país se determina por cuán intocables son las grandes corporaciones financieras. (Yuri Herrera).
Libro. Animal de compañía seriamente amenazado por la caza furtiva. (Jesús Ferrero).
Lógica. 1 Antídoto contra la sensación de orfandad. Caos disimulado. // 2 Chivo expiatorio de crímenes diversos (cfr. lógica bancaria, política, legal, etcétera). En algunos países (México) el sustantivo deviene artículo de uso personal, como el cepillo de dientes. (Rosa Beltrán).
Melancolía. El peso de la vida con un toque poético. (Jorge Franco).
Mitómano. Dícese del individuo que mientras se hace una paja y se toma un alka-seltzer, asegura convencido que las mujeres y el champán lo tienen loco. (Fernando Iwasaki).
Nación. Espacio natural cerrado por aduana y recubierto de bandera. Cuando se infecta, sufre inflamación y se transforma en patria. (A. Altarriba).
Nación. No únicamente los habitantes de un país o el conjunto de personas que hablan una misma lengua, sino sobre todo un plural reconfortante, una de las muchas formas de decir Nosotros. Sinónimo de Familia, Sociedad, Grupo; sinónimo también, durante los años jóvenes, de Hermandad, Alianza, Comunidad; sinónimo, por fin, en la edad en que el corazón del hombre inteligente ya no vibra con banderas y estandartes, de Quimera, Ilusión, Mentira Piadosa. Cuando digo Yo me siento solo, pero ya no me quedan fuerzas para decir Nosotros, escribió un poeta vasco en su última carta. De haber sido chino quizás lo habría expresado diciendo que con el singular y el plural, somos tres: Yo, Nosotros y un puente quebradizo.(Bernardo Atxaga).
Nacionalismo. Técnica de delimitación territorial basada en la sublimación del hecho diferencial. Se hace fuerte en la confrontación con el hecho diferencial del vecino con el que, paradójicamente, mantiene un gran parecido. (Antonio Altarriba).
Ñ. Tecla sublevada ante el dedo yanqui. (A. Neuman).
Onán. 1 Según el Génesis, segundo hijo de Judá. // 2 Pecado de O. (Onanismo). Véase Coitus Interruptus (Efecto post-mundialista) o Masturbación (Deporte estival mesetario). (Andrés Barba).
País, Patria. Palabras que nacen juntas y son como hermanas, tienen a veces un destino dispar. Es el caso de “patria” y “país”. Dice alguien “patria”, y ya se sabe que enseguida empezará el pimpampum; dice “país”, y la fiesta acaba en paz, no hay problema que no se arregle en un pispás. (Bernardo Atxaga).
Política. Campaña electoral ocasionalmente interrumpida por la acción de gobierno. (A. Neuman).
Premio (literario). 1 Reconocimiento que convierte en sospechosa cualquier obra literaria. // 2 Galardón que gana prestigio si lo gano yo y es poco importante si lo gana otro. // 3 Recompensa que se da casi siempre al tercer o cuarto finalista para poner de acuerdo a los jurados. // 4 Acontecimiento que puede precipitar en los perdedores ataques súbitos de envidia u otros males. (Piedad Bonnett).
Quimioterapia. Segundo cáncer. (A. Neuman).
Regionalismo. Se crea una selección de fútbol y se crea una lengua, se pasa así sin rubor de regional a nacional y se consigue, por ejemplo, que una universidad francesa dedique un departamento al panocho, el habla de la huerta murciana, departamento de igual rango al dedicado a la lengua española. (Francisco Ferrer Lerín).
Sexo. 1 Condición semántica de los entes biológicos y las entes biológicas como los hombres y las mujeres, los animales y las animalas o los vegetales y las vegetalas. // 2 Coito ergo sum // 3 ~fuerte. A veces. // 4 ~ débil. El que decidan los jueces. // 5 buen ~. El de los demás. // 6 ~ oral. Véase académico de la lengua.(Fernando Iwasaki).
Trabajo. m. Palabra degradada. Desde el ganarás el pan con el sudor de tu frente, a los trabajos forzados, hasta el Arbeitmachtfrei (“el trabajo os hará libres”), el trabajo ha sido castigo moral, pena judicial y por último lema del genocidio. Por añadidura: Trabajito. m. Comisión que alguien recibe bajo paga para asesinar a un semejante, según se usa en algunos países. (Sergio Ramírez).
Utopía. 1 Isla imaginaria donde todos los escritores se apellidan Bolaño; véase sinonimia con distopía. // 2 Zona norte del planeta Marte recientemente destruida por misiles terrestres; véase también distopía, Gaza. (Lina Meruane).
Valores. Presunta sustancia moral de la conducta de la que todo buen nihilista no deja de hacerse lenguas. Es imprescindible lamentarse de su pérdida en los discursos públicos y hay que prometer su recuperación si se quiere hacer carrera política. Sus prototipos se encuentran depositados en la Bolsa de Valores y su cotización sale a diario en la prensa. (José Luis Pardo).
Vida. 1 Condición sine qua non para todo lo demás. // 2 Periodo entre nacimiento y muerte cuyo valor depende de la ubicación geográfica, condición social y creencias de quien puede perderla. // Dar la vida. Propósito de quitársela a otro. // Vida privada. Tiempo que demora un acontecimiento íntimo en aparecer en Facebook.(José Manuel Fajardo).
Virgen. Virgen María Santísima del Amor: Funcionaria del Cuerpo Nacional de Policía que ha destacado por su patriotismo, entrega y lealtad al servicio en el más alto grado, con acusado riesgo para su persona y ejemplar desempeño. (No confundir con Virgen del Pilar, su digna rival en la Guardia Civil). (Clara Usón).
Web. (neologismo adoptado del inglés) 1 Herramienta imprescindible para encontrar todo aquello que no sabíamos que estábamos buscando. // 2 Excusa o coartada que nos permite dar la impresión de que estamos haciendo algo cuando estamos perdiendo el tiempo. // 3 Versión actualizada del opio del pueblo. (José Ovejero).
Xenófobo. Individuo al que le repugnan sus propios ancestros. (A. Neuman).
Yo. ¿Cuál yo? ¿Acaso la compleja organización conceptual que señaló “porque yo ya no soy yo”? O el desplazamiento hacia una zona cifrada que afirmó “yo es un otro”. No. Hoy lo selfie cautiva tecnológico, capitalista, multitudinario. Las literaturas selfies viajan en clase ejecutiva. La felicidad selfie inunda el planeta. El otro yo de mí la otra se esfuma. (Diamela Eltit).
Zapping. 1 Metamorfosis de la impaciencia. // 2 Manifestación múltiple del pensamiento único. (A. Neuman).
Y contra ese pensamiento único, Andrés Neuman esculpe un ser humano y un mundo hecho de palabras vivas, mutantes. De letras organizadas que hablan y piden su presencia en el mundo no para que sean vistas u oídas, sino para que a través de ellas se vea y entienda el mundo.

JUAN ESTEBAN CONSTAIN

Juan Esteban Constaín
 

Juan Esteban Constaín








Uso de buen retiro

Casi nadie ha despedido con honores a las 1.350 palabras que fueron jubiladas del diccionario corriente, y que ahora caminan por esa especie de parque para retirados que es el 'Nuevo diccionario histórico del español'.

El viernes pasado se presentó en Madrid la 23.ª edición del Diccionario de la lengua española: el adorable y temible y siempre útil y siempre infamado DRAE, que ya circula por las calles de nuestro idioma, tan variado y tan rico, a ambos lados del mar. Así que ya está aquí y allá, desde el 17 de octubre, este libro sin fin que es al mismo tiempo un tesoro y un cementerio, una dicha y un castigo, un encuentro y un desencuentro. Porque cada quien, como ocurre también con el espejo, tiene el diccionario que se merece.

El español es además una lengua agitada y vital, como suelen serlo todas, o casi todas, aun aquellas a las que muchos llaman ‘lenguas muertas’ y que todavía conservan el alma de lo que fueron, de lo que son. Basta con invocarlas de nuevo al soplar sus brasas, sus palabras, para que todo el universo que yace en ellas vuelva a arder otra vez, como quien atiza el fuego. Porque eso también son las lenguas, antiguas o nuevas: concepciones del mundo, maneras de ser y de pensar. La memoria y la cultura.

Solo que la nuestra, el español –o el castellano, como también la llaman muchos–, está hecha de miles y miles de hablantes y de voces que la usan y la manosean a diario: más de 495 millones de personas que en Barcelona o en Lima, en Cali o en Boca Ratón, en el mundo entero, se entienden con ella y por ella, o tratan de hacerlo, o creen hacerlo. Todas con una lengua común que las une y las separa, las dos cosas, y que es tan múltiple y variada como las sangres y las razas y las gargantas que la pueblan.

Iba a decir que además en nuestro idioma tenemos el cernidor oficial y único de la Academia, a diferencia de lo que pasa en otros, donde los diccionarios, por ejemplo, han sido más la labor de héroes solitarios que los han levantado piedra sobre piedra, palabra a palabra. Pero no es cierto, y aquí también tuvimos a María Moliner o a Sebastián de Covarrubias, y de ellos se podría decir casi lo mismo que dijo un señor que vio caminando por las calles de Londres una vez al Doctor Johnson: “Allá va el autor de la lengua inglesa”.

Los autores de la lengua española somos todos nosotros, todos los días, y la Academia tiene la ingrata tarea notarial de ir detrás recogiendo el reguero, siempre con un pie en la calle y el otro en los libros. Diciendo qué se puede decir y qué no, aunque al final cada quien dice lo que se le da la gana y como se le da la gana (son las 12 de la noche, ya es mañana), y el uso manda y frente a la sabiduría del barrio y la cantina no hay norma que valga.

En este nuevo diccionario, por ejemplo, los medios han celebrado la inclusión de muchas palabras que hacía tiempo se merecían que la Academia las sacara a vivir como es: 5.000 nuevas voces entre las que están ‘serendipia’, ‘culamen’, ‘tuitear’, ‘papichulo’, ‘amigovio’, ‘teletrabajo’, ‘birra’, ‘hacker’, ‘tableta’, ‘wifi’, ‘frikis’, ‘espanglish’, ‘bloguero’, ‘chat’, ‘sunami’, ‘identikit’, ‘digitalizar’, ‘lonchera’ y hasta la siniestra y ya incontenible ‘empoderar’. Esas y muchas más.

Casi nadie ha despedido con honores, sin embargo, a las 1.350 palabras que desde la semana pasada fueron jubiladas del diccionario corriente, y que ahora caminan, recién llegadas, mirando alrededor con nostalgia y fascinación, por esa especie de parque para retirados que es el Nuevo diccionario histórico del español. Un parque y un paraíso al que entran, por ejemplo, ‘boleador’ y ‘calántica’, y una hermosa palabra que estuvo desde el principio, desde el diccionario de 1737: ‘sagrativamente’, que quiere decir con misterio.

Sagrativamente las palabras que fuimos y que somos. Las que llegan, las que se van. Y basta soplarlas –decirlas– para que vuelvan a arder.

catuloelperro@hotmail.com

Juan Esteban Constaín

JOSÉ MARIA MERINO

José María Merino Autor de 'La Trama Oculta' y miembro de la RAE

´La invasión de palabras inglesas es brutal, hay un poco de estupidez ciudadana´

"Se dice que lo fantástico no es español, pero los mitos de caballería son pura fantasía. La Santa Inquisición la persiguió por competir con lo sobrenatural"

23.10.2014 | 00:35
José María Merino, ayer en un hotel de la ciudad. 13fotos
José María Merino, ayer en un hotel de la ciudad. 13fotos
El coruñés José María Merino acudió ayer al Ágora para participar en el ciclo Libros en directo, coordinado por Pedro Ramos. El Premio Nacional de Narrativa en 2013 por la obra 'El río del Edén' regresa ahora con una recopilación de cuentos "prácticamente" inéditos, 'La trama oculta', en la que asegura "haber tocado todos los palos". Narraciones de distintos tamaños que alcanzan el microrrelato, con los que el autor viaja a la infancia y juventud para divertirse jugando con el género fantástico, un tipo de literatura que reivindica en la lengua española pese al silencio secular impuesto por la religión
-Tras una novela realista y amorosa, ¿le apetecía hacer volar su imaginación?
-Sí, y me lo he pasado muy bien. En el libro, hay una voz narrativa antes de cada cuento que habla sobre la trama. Esa voz me ha permitido jugar con cuentos de amor, navidad, desencuentro familiar, eróticos o de fantasmas. Ahí está mi zoo y mi arca de Noé, todas las especies que tengo.
-¿Qué oculta en este libro?
-Todos los cuentos tienen una trama oculta, una parte que se ve y otra que está por debajo. Por ejemplo, uno del que estoy muy orgulloso, es un cuento de vampiros con una segunda trama que acaba siendo la auténtica.
-Se atreve con los vampiros, un género algo manido en los últimos años.
-Cuando se empezó a frivolizar con los cuentos de vampiros me pareció una falta de respeto. El Dráculade Bram Stoker es un auto sacramental, y las películas que hacía Terence Fisher eran fantásticas. Chuparle la sangre a alguien y matar es una especie de metáfora del mundo en el que vivimos (se ríe).
-¿Hay poca narrativa fantástica en la literatura española?
-Decía Ramón Menéndez Pidal que lo fantástico no era español, quizá sí en Galicia, el occidente leonés y Portugal. Pero no es así, los mitos de caballería eran puramente fantásticos. Cervantes hace unos guiños fantásticos en el Quijote, no sabemos si el narrador está engañando al propio Quijote. Aquí hemos inventado el mito de la vida como el sueño. En mi tercera novela, La orilla oscura, recoge ese mito. El gran teatro del mundo es otro mito que cristalizó aquí. ¿Lo español es típicamente realista? No, lo que pasa es que lo fantástico ha sido muy rechazado.
-¿A qué lo atribuye?
-Históricamente fue la religión. Para empezar está la Santa Inquisición, que persiguió lo fantástico por competir con lo sobrenatural. El sueño de las calaveras, de Quevedo, fue prohibido por ella. Las universidades no estudiaban lo fantástico español, pero leían a Kafka, Cortázar o Borges. Poco a poco, se han empezado a hacer congresos porque no deja de estar en la imaginación y en la literatura. ¿Quitamos a Cunqueiro del canon? Toda su literatura es mágica.
-¿Por qué los cuentos son un género con menor prestigio?
-Es un problema de formación lectora. A un buen lector le gusta la novela y el cuento. Si alguien no disfruta con Chéjov, Clarín o Cheever, ¿qué clase de lector es? Creo que a los escolares habría que darles cuentos literarios en vez de novelas. Es el campo para introducir en el sabor de la literatura.
-¿Cree que se exigen ciertas lecturas que fomentan el odio a la literatura?
-Seguramente. También hay un problema en la formación de los docentes. Damos por hecho que todos vienen leídos de casa. Me pregunto por qué a los chicos hay que darles cosas que, para comprenderlas, hay que tener una formación previa.
-Cuando recibió el Premio Nacional de Narrativa ya mostró su preocupación por la cultura lectora de los jóvenes.
-El sistema educativo necesita pensar qué hacer en el futuro. Soy partidario de separar lengua de literatura y ofrecer libros que los niños quieran leer. La invasión de las nuevas tecnologías es estupenda, pero a lo mejor están restringiendo el código lingüístico. La gente se expresa cada vez peor tras pasar al lenguaje taquigráfico.
-¿Cómo se enfrenta la RAE a los anglicismos en la elaboración del nuevo diccionario?
-No soy nada partidario de incorporar palabras que no se conviertan en castizas. Cuando una palabra lleva mucho tiempo en el léxico, en los medios de comunicación y la gente lo usa, me rindo. Vamos a ver cuánto tiempo dice la gente selfie, porque igual en dos años ha cambiado. No puedes bendecir una palabra por ser novedad. El lenguaje debe posarse.
-¿Qué le parecen los términos en inglés que sustituyen a su traducción en español?
-Estoy escandalizado, porque la invasión anglosajona es brutal. Hay un poco de estupidez ciudadana. Que una peluquería de señoras se llame Oh My Cut no tiene sentido.
-¿Considera que el uso hace la norma?
-En la Academia tenemos que conservar un espacio ecológico. Si entra una especie, veremos si se adapta o no. Hay que cuidar las acepciones de las palabras, pero si hay términos machistas y la gente las dice, no podemos borrarlas. Por borrar una palabra determinada, no borraremos el machismo.

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