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terça-feira, 17 de fevereiro de 2015

LOS CÓMICOS DE LA LENGUA


Vuelven los Cómicos de la Lengua

José Luis Gómez representa en la RAE 'La vida es sueño', de Calderón de la Barca

Unos minutos después de abandonar el estrado, José Luis Gómez —las canas bien peinadas, la sonrisa en el rostro— bajó a toda prisa por la escalera central de La Casa de las Palabras, encendió un cigarrillo con discreción, avanzó por un pasillo y entró en la Sala de Pastas, donde los académicos suelen departir antes o después de las sesiones de los jueves, “y donde nos permiten fumar y ahora utilizamos como una especie de camerino para esto”, puntualizó después de una leve bocanada de humo. Entonces comenzó a quitarse la chaqueta y luego el cinturón. “Aunque yo me desvista, tú no te cohíbas. Pregunta”, dijo mientras abría la puerta del cuarto de baño para coger un jersey.
Hace un año, el actor que ingresó a la RAE con un discurso tituladoBreviario de teatro para espectadores activos armó un ciclo de “lecturas vivas” para celebrar el tercer centenario de la corporación que “fija, limpia y da esplendor” a nuestro idioma. Cómicos y académicos salieron juntos al escenario para interpretar y situar una decena de textos “medulares de nuestra literatura”, desde el Cantar del Mio Cid hasta la Visión estelar de un momento de guerra de Valle-Inclán. Y el éxito ante el público fue mayor de lo esperado. “Incluso, el verano pasado nos invitaron al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro”, dice con orgullo José Luis Gómez, quien la noche del lunes pasado, acompañado por la actriz Beatriz Argüello y la académica Aurora Egido, escenificó en el Salón de Actos de la Academia La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca. “¡Los cómicos de la lengua hemos vuelto con una nueva temporada!”, dijo el también director del Teatro de La Abadía.
Pasaban cinco minutos de las ocho de la noche cuando el trío de intérpretes —ellas de negro, él de gris— subió al estrado y, entre reflectores, algunos puntos musicales y un par de pantallas con acotaciones, desarrollaron su lectura dramatizada. Aurora Egido, especialista en el Siglo de Oro, puso en contexto la obra: “publicada en 1636 y representada inicialmente en un corral, el texto es un poema polimétrico adecuado a las acciones, una orfebrería rítmica y elocutiva. Es geometría pura en todos los sentidos.” La catedrática de la Universidad de Zaragoza dijo al final de la representación que no tuvo ningún problema en unirse a los actores. “Es que tengo la experiencia de dar clases que son, al fin y al cabo, una puesta en escena. Y eso ayuda a enfrentarse a un auditorio como este.” El público estaba compuesto por más de 300 personas que, una hora después de iniciado el teatro en atril, aplaudió con entusiasmo al escuchar como remate el monólogo de Segismundo: “¿Qué es la vida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción, / y el mayor bien es pequeño: / que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son.”
“Llevamos un año de vértigo haciendo un viaje por la lengua española”, dijo José Luis Gómez en la Sala de Pastas, mientras se cambiaba de ropa. “Pero estamos muy contentos porque le estamos transmitiendo a la gente la pasión por nuestra lengua. Montar todo ha sido muy laborioso. Una filóloga mexicana, Brenda Escobedo, nos ayudó seleccionando fragmentos de las obras y el grupo de actores elegidos por mí, entre los que se encuentran Carmen Machi, Julia Gutiérrez Caba o Carlos Hipólito, aceptaron el reto de actuar con un decorado que sólo es verbal.” Las representaciones continúan en la sede de la RAE hasta el próximo 23 de marzo. “Y esperamos hacer luego algunas funciones en el interior de España”, alcanzó a decir el actor mientras se enfundaba en un jersey negro.

CHISPITAS DEL LENGUAJE




Los significados de ‘se’

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ENRIQUE R. SORIANO (PERIÓDICO CORREO, MÉXICO)


La combinación de las letras ‘s’ y ‘e’ integran un monosílabo que puede tener seis significados diferentes. No se trata de la misma palabra porque la evolución hizo que adquirieran esa grafía.

Es decir, a otros vocablos se les han ido sumando significados diferentes (algunos, hasta diametralmente distintos, como ‘manzana’ que se refiere al fruto o a un conjunto de casas delimitadas por las calles del derredor; a ello se le llama polisemia: muchos significados). En el caso de ‘se’ son derivados de otros vocablos que finalmente coincidieron en la combinación de esas dos letras a causa de la evolución del idioma.
Tres de esos significados proceden de verbos (acciones o estados), otros dos son pronombres (sustitución de personas, animales o cosas) y la última pertenece a un convencionalismo internacional.
Para diferenciar los verbos de los pronombres, los académicos consideraron la conveniencia de recurrir a la tilde (acento gráfico). Desde 1956 la Academia Española consideró redundante acentuar gráficamente los monosílabos (no hay necesidad de indicar la sección del vocablo donde se recarga el tono, pues no presenta otras opciones por ser una sola sílaba). Entonces, el propósito fue evitar una eventual confusión entre esos tipos de vocablos. La tilde que diferencia a una palabra de otra se le llama acento diacrítico (por ello, es innecesario, aunque muchos aún lo hagan, tildar palabras como ‘fue’, ‘dio’, ‘fe’, ‘pie’ y ‘guion’; este último vocablo, aunque monosílabo, hasta la Ortografía de 2010 se modificó).
[…]
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FUNDÉU RECOMIENDA...


doula, plural doulas, no necesita comillas

Foto: ©Archivo Efe/Bea Kallos
El sustantivo doula, plural doulas, se escribe con inicial minúscula y no necesita resaltarse con comillas ni cursiva.
Con motivo de la polémica por las denuncias de enfermeras y matronas contra este colectivo, en los medios de comunicación pueden verse frases como «El Consejo General de Enfermería pide a la Fiscalía que actúe contra las “doulas”» o «Las Doula son mujeres dispuestas a dar soporte y acompañar a la mujer cuidando el embarazo, parto y posparto de una manera discreta y respetuosa».
La palabra doula, que procede del griego, no precisa resalte, pues su grafía se adapta a la pronunciación española y, al menos en ese ámbito, está suficientemente extendida, hasta el punto de que el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos, la recoge con la siguiente definición: ‘mujer experta, sin formación específica, que presta apoyo y asistencia a las embarazadas durante la gestación, el parto y el posparto’.
Se trata, como se ve, de un sustantivo común, por lo que lo apropiado es escribir doula con minúscula inicial y, dado que termina en -apluraliza añadiendo -sdoulas.
Así pues, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «El Consejo General de Enfermería pide a la Fiscalía que actúe contra las doulas» y «Las doulas son mujeres dispuestas a dar soporte y acompañar a la mujer cuidando el embarazo, parto y posparto de una manera discreta y respetuosa».

TRADUCCIÓN

El Quijote, traducido al hindi

La académica india Vibha Maurya tardó diez años en acercar la obra de Miguel de Cervantes a los hablantes del cuarto idioma del mundo.
Las aventuras del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha ya se pueden leer completas en hindi, tras diez años de intenso trabajo de la académica india Vibha Maurya para hacer la obra universal de Miguel de Cervantes "lo más cercana posible" a los hablantes del cuarto idioma del mundo.

"Mancha ki ek jagah mein..." empieza El Quijote en hindi, cuya primera parte tradujo Maurya en 2005 y una década después ha concluido la segunda, explicó la catedrática durante su presentación hoy en el Instituto Cervantes de Nueva Delhi.

"Es la primera traducción completa, de las dos partes, y directa del español, no desde el inglés como hasta ahora", aseguró la profesora de estudios hispánicos de la Universidad de Delhi y miembro de la Real Academia Española (RAE) de las Letras.

Esta experta en la obra cervantina reconoció que "no es fácil la traducción directa, sin pasar por una tercera lengua, porque tienes que ser hispanista en el sentido de conocer la historia, la cultura y todo el contexto del libro", escrito entre 1605 y 1615.

La traductora, no obstante, no ha "domesticado" la obra en el sentido de adaptarla al acervo cultural de los hablantes de hindi, entre 380 y 490 millones según las fuentes, la mayoría en la India y países vecinos pero también en otros como Malasia, Fiyi o Sudáfrica.

"Está traducido en el contexto en que fue escrito, pero al hindi actual, no al del siglo XVII, y de una forma asequible para el lector común y corriente, sin concesiones personales sobre el contenido pero intentando trasladar el humor que contiene", subrayó la autora.

El Quijote completo en hindi ocupa unas 900 páginas, frente a las casi 1.400 del texto original de Cervantes, y fue presentado en un acto ante representantes de embajadas como la de España en la India, críticos literarios indios y alumnos de español de varios países.

La traducción de la primera parte se presentó en la ciudad india de Calcuta (este) en 2006 y ahora la presentación de la obra entera en Nueva Delhi coincide con la celebración en 2015 del cuarto centenario de la segunda parte del libro, uno de los más traducidos en todo el mundo tras la Biblia, a más de cincuenta idiomas.

Vibha Maurya tardó en realizar la traducción prácticamente el mismo tiempo que Cervantes entre una y otra parte.

Las aventuras de Don Quijote y Sancho Panza también están traducidas al bengalí, el gujarati, el malayalam y otros idiomas de la India.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

autoatribuirse 


(algo)


expresión 


redundante

Recomendación urgente del día
La expresión autoatribuirse algo resulta redundante, ya que en este caso tanto el elemento compositivo auto- como el pronombre se cumplen la misma función: indicar que la acción de atribuir recae sobre el propio sujeto.
No obstante, en los medios de comunicación es frecuente leer frases como «El grupo se autoatribuyó los atentados», «La Sala Tercera del Tribunal Supremo se autoatribuye la potestad de exigir que el indulto se motive» o «La Junta acusa a la jueza de autoatribuirse competencias».
En todos esos casos habría sido preferible optar por el verbo atribuirse sin necesidad de añadirle el prefijo auto-: «El grupo se atribuyó los atentados», «La Sala Tercera del Tribunal Supremo se atribuye la potestad de exigir que el indulto se motive» y «La Junta acusa a la jueza de atribuirse competencias».
El elemento compositivo auto- sí que es preciso para completar el sentido de la expresión en el sustantivo autoatribución, que no va acompañado del pronombre se: «Critican la autoatribución de poderes por parte del alcalde».

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