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quarta-feira, 25 de fevereiro de 2015

LA LENGUA VIVA



  El regalo como lenguaje no verbal

 en Libertad Digital - España


Qué gran acierto fue aquel eslogan "la elegancia social del regalo" que alentó Pepín Fernández, el de Galerías Preciados (valga la falta de concordancia). Uno de los gestos más admirables en las relaciones entre los adultos (dejemos ahora los niños aparte) es hacer regalos. Hay personas especialmente regalosas; tienen ese don divino. No exagero; lo propio de Dios es la gracia, esto es, el regalo.
Uno de los actos más agradables de la vida de un escritor es la de firmar sus libros. Emociona la petición de algunos lectores para que la dedicatoria se dirija a otra persona. Es decir, compran el libro para regalar. Con la firma del autor se acrecienta el valor de la dádiva. Doble alegría del escritor.
Cumple aquí la finísima observación de Jorge Simmel, el sociólogo de la vida cotidiana: el regalo implica devoluciónintercambio, aunque solo sea de manera simbólica. De lo contrario, estaríamos ante la limosna. Añado que, aun así, el mendigo puede devolver el regalo tocando un instrumento musical o simplemente dando las gracias. Antaño decía: "Dios se lo pague". Con lo cual se cerraba el círculo de la reciprocidad. Los regalos a los niños no cumplen esa simetría de la devolución, pero, aun así, los niños aprenden esa palabra que tanto les cuesta: “Gracias”. Los hay que hacen un dibujo para el donante.
Admiro a las personas regalosas, las que sin venir a cuento te invitan a tomar algo o te sorprenden con cualquier presente. Da igual el valor que tenga. "No es la peseta, es la acción", que se decía antes. Tengo en menos estima los regalos a fecha fija, sean los cumpleaños o los días señalados para ello. Tuvo éxito el día de la madre, menos el del padre, y el abuelo se quedó con las ganas. Tampoco me impresiona el pompón, el obsequio bien envuelto, aunque comprendo la ilusión infantil de romper el envoltorio del regalo.
No es cosa de citar nombres, pero recuerdo el gesto elegante de un ministro de Sanidad que, al recibir una visita, le ofrecía un libro de su estantería particular, un libro que él ya había leído.
Un obsequio actual muy frecuente y simpático consiste en enviar fotografías a través de la internet o del móvil. Puede ser un selfi o cualquier otro recuerdo icónico. No acabo de entender por qué ese desbordante tráfico de imágenes carece de precio. Pero sigamos.
La parte negativa de la institución del regalo es la que tiene que ver con el soborno. Un privilegiado poseedor de la tarjeta negral de Bankia argumentaba ante el juez que el tal instrumento le había sido necesario para hacer regalos. Ciertamente, es un medio muy apropiado para ese fin.
El regalo es también un dispositivo para facilitar la venta, al hacer descuentos, rebajas, dos por uno y todo tipo de estímulos. Su atractivo se explica por aquello de que "a caballo regalado no se le mira el diente".
Hay una forma de regalo en especie que me fascina: el que ofrece su tiempo y su trabajo para una causa noble sin pedir nada a cambio. Es la parte más positiva de la reciente evolución de nuestra sociedad.

DE LAS PALABRAS A LOS HECHOS


Resultado de imagem para estilos academicos   Los estilos académicos

María del Pilar Cobo, Correctora de textos y lexicógrafa
http://www.telegrafo.com.ec/
A menudo, en nuestra vida académica no vemos enfrentados con la necesidad de escribir un ensayo, un artículo o alguna ponencia. Cada vez es más necesario dominar las técnicas de la escritura académica, aunque el solo hecho de escuchar esta expresión (escritura académica) nos dé ganas de salir corriendo, pero generalmente, cuando redactamos algún texto académico, la universidad o la institución para la que escribimos nos da pautas estilísticas y lingüísticas que debemos cumplir para que nuestro trabajo cubra los estándares para ser publicado. Las pautas estilísticas se relacionan con la presentación, tipo y tamaño de letra, interlineado, márgenes y uso de resaltes tipográficos, y las lingüísticas suelen referirse a escritura de números, tratamiento de los extranjerismos, usos correctos del español, etc.
Muchas de las instituciones cuentan con su propio manual, que por lo general es una adaptación de alguno de los manuales de los estilos académicos más usados: APA, MLA, Chicago, Vancouver, etc. En un inicio, cuando uno se está iniciando en la escritura académica, atenerse a las reglas  de estos manuales puede resultar agobiante, sobre todo en lo relacionado con las citas y referencias bibliográficas. Sin embargo, no es tan complicado como creemos, pues al final todo se basa en memorizar determinados ‘trucos’.
Por ejemplo, la mayoría de estilos no usan  los pies de página para escribir las referencias de las citas que constan en el texto, sino que las escriben entre paréntesis a continuación de la cita o de la paráfrasis. En el paréntesis deben constar el apellido del autor, el año de publicación del texto citado y la página (lo que diferencia a los estilos son los signos de puntuación o los espacios que se usan para separar estos elementos). En realidad, es un método muy sencillo, pues con excepción de pocos estilos, los pies de página se usan para hacer una aclaración o ampliar la información. El hecho de escribir la referencia entre paréntesis, inmediatamente después de la cita, ayuda a que el lector pueda encontrar más fácilmente la información.
Otra cuestión que suele generarnos dolores de  cabeza es la disposición de la bibliografía. En algunas ocasiones, sobre todo cuando se trata de textos cortos como artículos o ponencias, la bibliografía se escribe al final, en orden alfabético. Los estilos académicos más utilizados prefieren este orden al orden de aparición de los textos, pues así es más fácil que el lector ubique la referencia.
Al igual que en el caso de las referencias después de las citas, los estilos tienen diferencias, como el orden en que se disponen los elementos (nombre del autor, año, título del texto, lugar de publicación y datos editoriales). En realidad, aunque parezca complicado, regirse a un estilo para escribir una publicación no es complicado, lo importante es recordar pautas básicas y, sobre todo, publicar un contenido que valga la pena.

EL ORIGEN DE LOS INSULTOS MÁS POPULARES


Resultado de imagem para payaso El payaso que nunca consiguió sacar una sonrisa

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A. S. MOYA (ABC.ES)

Esta ofensa alude al gracioso de turno, al patoso que aburre con su obsesión por hacer gracia y constante actitud histriónica.

EL ORIGEN DE LOS INSULTOS MÁS POPULARES
Para todos los niños, y unos cuantos adultos, una de las cosas que más ilusión les genera es la visita al circo. Como si de otra dimensión se tratara, los trapecistas realizan acrobacias increíbles, los domadores consiguen salir indemnes de su encuentro con los fieros leones y los equilibristas desafían a la gravedad ante el asombro de los allí presentes. Pero si de hacer reír se trata, nada mejor que los payasos con su rimbombante show lleno de torpes caídas y grandes dosis de humor.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, el término payaso define a un «artista de circo que hace de gracioso, con traje, ademanes, dichos y gestos apropiados». Pero también sirve para citar a «una persona de poca seriedad, propensa a hacer reír con sus dichos o hechos». Sin embargo, ambas definiciones son demasiado benevolentes con la carga ofensiva que en determinadas ocasiones desprende el apelativo.
[…]
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FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

preanuncio 


(monetario)


mejor que 


forward guidance

Recomendación urgente del día
Preanuncio (monetario) es una alternativa adecuada en español a la expresión forward guidance, con la que se hace referencia a los anticipos informativos de las decisiones de política monetaria a medio plazo.
En los medios de información económica es frecuente encontrar frases como «Su ‘forward guidance’ indica que mantendrán los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 % hasta que el desempleo caiga al 7 %» o «A través del llamado “forward guidance” da a conocer cuáles son sus expectativas y cuándo se espera que lleve a cabo modificaciones de su actual política monetaria».
El Diccionario académico define el sustantivo anuncio como ‘acción y efecto de anunciar’, esto es, de ‘dar noticia o aviso de algo, publicar, proclamar, hacer saber’. A partir de ahí, dado que una información puede darse a conocer según se pone en práctica una decisión o con la antelación que se decida, la palabra preanuncio no solo está bien formada, sino que no encierra redundancia alguna y es útil para designar este instrumento de política monetaria.
Con este mismo significado, también es adecuado emplear orientación de expectativas orientación futura, alternativas asimismo difundidas.
Así, los ejemplos anteriores podrían haberse redactado de la siguiente manera: «Su preanuncio (monetario) indica que mantendrán los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 % hasta que el desempleo caiga al 7 %» y «Mediante los preanuncios da a conocer cuáles son sus expectativas y cuándo se espera que lleve a cabo modificaciones de su actual política monetaria»

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

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