Translate

segunda-feira, 23 de março de 2015

TRADUCCIÓN

Diez palabras imposibles de traducir

  • 2 enero 2015
Compartir
Reflejo de la Luna sobre el agua
No estamos completamente seguros de si esto es un (o una) "magnata", pero parece...
Los que hablan inglés dicen que es el inglés; los que hablan español, dicen que la lengua de Cervantes. Los rusos, los chinos, los suecos, todos reclaman para su lengua el título de "más rica del mundo".
Y, sin embargo, parece que todos los idiomas se quedan cortos: algunos idiomas tienen palabras perfectas para expresar ciertas emociones o ideas que son muy difíciles, o simplemente imposible, de traducir en otros.
Es un tema que ha fascinado a la diseñadora británica Ella Frances Sanders y que la animó a escribir e ilustrar un libro al respecto, "Lost in Translation".
Para ella, las palabras "intraducibles" son una maravillosa oportunidad: si nuestra lengua materna tiene "agujeros" para expresar ciertas cosas, "puedes mirar hacia otras lenguas para definir lo que estás sintiendo".
En su opinión, aprender sobre la existencia de estas palabras "nos recuerda nuestra humanidad, que todos estamos hechos del mismo material, que no necesitamos saber otros idiomas para ser capaces de comunicarnos".
Sanders recogió e ilustró 50 palabras que tienen significados específicos en culturas de todo el mundo. BBC Culture recogió diez de ellas.

Mangata

Es la palabra sueca para "reflejo, similar a un camino, de la luna en el agua".

Akihi

"Akihi" es una palabra hawaiana que expresa una situación conocida por muchos: el despiste que se siente tras escuchar las instrucciones para llegar a un determinado lugar.

Hiraeth

Jugadores brasileños tras su derrota en semifinales contra Alemania en el Mundial de Brasil 2014
Cuando la selección brasileña de fútbol perdió en la semifinal del Mundial de este año contra Alemania, el lugar "que nunca existió" fue el podio de ganadores.
Con frecuencia, hay poesía en las etiquetas de lo intangible: la palabra galesa "Hiraeth" tiene similitudes con la palabra portuguesa "saudade", que describe un sentimiento de melancolía supuestamente característico de los portugueses o brasileños, y que se resume en una melancolía por un lugar que nunca existió (aunque uno de nuestros lectores nos escribe en la página de Facebook en BBC Mundo: saudade "no es extrañar a un lugar que nunca ha existido. Es un sentimiento que va más allá de sus sinónimos 'nostalgia', 'echar de menos', 'extrañar' o 'sentir falta'. es algo casi físico, es inexplicable").

Iktsuarpok

La palabra inuit "Iktsuarpok" se sitúa "en algún lugar entre la impaciencia y la anticipación". Significa el "sentimiento que te lleva a salir y entrar, salir y volver a entrar, para comprobar si hay alguien caminando por la colina o en la siguiente esquina".
Como dice Sanders, "estas palabras dan a menudo un nombre a sentimientos o acciones que ya conocemos y reconocemos. Entonces, alguien de Brasil no es tan distinto a alguien de Suecia".

Kummerspeck

Sanduche de tocineta
"Un minuto en los labios, un mes en las caderas"... Mejor llorar que ganar "kummerspeck".
La expresión alemana "Kummerspeck", que significa literalmente "tocino de la pena", se refiere al peso que se gana cuando se come demasiado por razones emocionales.
"Por desgracia, estamos programados para reconfortarnos con la comida", dice Sanders. "Hasta que te ves en una superficie reflectante un mes después, suele funcionar".

Wabi-sabi

La expresión japonesa "Wabi-sabi" significa "encontrar belleza en las imperfecciones, una aceptación del ciclo de la vida y de la muerte". Según Sanders, se deriva del budismo, que enseña que conocer "nuestra transitoriedad y la asimetría en nuestras vidas nos puede llevar a una existencia más gratificante, aunque sea más modesta".

Pisanzapra

El tenista español Rafael Nadal se come una banana
La "pizanzapra" de Rafael Nadal en cada partido importante es muy pequeña.
Muchas palabras expresan una forma de medida específica de un lugar concreto. La palabra finlandesa "Poronkusema" describe "la distancia que puede recorrer un reno con comodidad antes de tener que descansar", mientras que "Pisanzapra" es un término malayo que se refiere al "tiempo necesario para comer una banana".

Kalpa

Kalpa es una palabra en sánscrito que significa "el paso del tiempo en una escala grande, cosmológica". Sander dice que "una vez que tienes una palabra para algo, se vuelve mucho más tangible, mucho más accesible. Las formas de tus pensamientos empiezan a incluir estas formas distintas de ver, de ser".

Tsundoku

Libros apilados en una mesa
El sudoko es bueno para la mente, el "tsundoku" no tanto.
La expresión japonesa "Tsundoku", que significa "dejar un libro sin leer después de haberlo comprado, normalmente en un montón junto con otros libros no leídos", ha ofrecido cierto consuelo a los que tienden a acumular libros.

Boketto

"Es agradable ver que los japoneses respetan tanto no pensar en nada que hasta le han dado un nombre a la acción", dice Sanders. "Boketto", que significa "mirar en la distancia, al vacío, sin pensar en nada específico", es su palabra favorita, dice. "Yo suelo hacerlo demasiado a menudo".

GROSERÍAS

Qué cosas son groserías en distintas partes del mundo

  • 20 marzo 2015
Compartir
Símbolos de palabras groseras
Advertencia: Este artículo contiene lenguaje que puede resultar ofensivo.
¡Hijo del demonio! ¡Rata de cloaca!
Estos insultos, que funcionan en español, podrían no significar nada en finés, holandés o francés de Quebec.
Y es que si crees que lo que constituye una "palabrota" es similar en el mundo entero, no estás totalmente en lo cierto.
El lenguaje pasado de tono –las groserías, la blasfemia, las obscenidades, los improperios, las palabrotas, como quieras llamarlo- es especial.
Así como el lenguaje es la tierra en la que cultivamos nuestra vida, las groserías son como los volcanes y los géiseres que hacen erupción del manto terrestre, bajo la superficie.
Nuestras tradiciones sociales determinan qué parte de esa superficie es frágil y delgada.
No es suficiente tener ideas fuertes acerca de algo; ese algo tiene que tener asociado un poder social de dominación y una estructura de control.
El lenguaje fuerte con frecuencia implica ponerle nombre a las cosas que deseas pero que se supone no debes desear.
Como mínimo, busca causar molestia en unas estructuras sociales que parecen demasiado arbitrarias.
Tendemos a creer que las groserías son una entidad, pero en realidad sirven diferentes propósitos.
Steven Pinker, en el libro The Stuff of Thought, enumera cinco formas en las que podemos decir palabrotas: descriptivamente (como en "vamos a joder"), idiomáticamente ("está jodido"), abusivamente ("¡jódete!"), enfáticamente ("esto es que jode bonito") o catárticamente ("¡no joda!!!" o "¡joder!").
De hecho, ninguna de estas funciones requiere de una grosería.
En bikol (un lenguaje que se habla en Filipinas) hay un vocabulario especial para la rabia: muchas palabras tienen versiones alternativas que hacen referencia a la misma cosa, pero también significa que se está molesto.
Hombre furioso manejando un vehículo
En casi todos los idiomas hay una grosería que sale casi automáticamente cuando alguien se atraviesa en la vía...
En luganda (hablado en África) se pueden hacer palabras insultantes cambiando el prefijo, que hace que el sustantivo se refiera a ciertos objetos en vez de a personas.
En japonés se puede insultar a alguien de muy mala manera simplemente utilizando una forma inapropiada del pronombre "tú".
No todo el lenguaje prohibido cuenta como grosería.
Parte de éste está formado por palabras insultantes, aun cuando no se las consideren imprecaciones –epítetos raciales, improperios basados en discapacidades y orientación sexual-, pero otra se relaciona con cosas que evitas nombrar debido a su poder.
En inglés, la palabra "oso" deriva de una palabra que se usaba para el color "marrón" y que se empleaba en lugar del verdadero nombre del animal, que nadie quería mencionar, por miedo a que se apareciera.
En el sur de África, algunas culturas tienen un discurso de "respeto" que las mujeres deben utilizar cuando se refieren a sus parientes políticos.
Por ejemplo, el nombre del suegro es tabú, así como cualquier palabra que pueda sonar parecida.
Pero eso no convierte el nombre del suegro en una grosería que gritan como reacción instantánea cuando se dan un golpe por accidente.

La mamá de todos los insultos

Las palabras para los genitales son el foco más común del lenguaje grosero, el tipo que se usa para las cinco funciones de Pinker.
Puedes usar la palabra para el órgano sexual femenino o masculino para insultar en China o en Rusia.
En Italia, si alguien se te atraviesa en la calle, puedes gritarle "che cazzo", que podría traducirse como "¡qué carajo!", pero la palabra para el órgano sexual femenino es generalmente la más fuerte.
Los penes son clave para el poder; las vaginas deben mantenerse bajo llave, excepto para el hombre que tenga la llave correcta.
Sin embargo, las palabras francesas "con" y sus derivativos "connard" y "connasse" no son más fuertes que el español "patán".
Y en rinconada, un lenguaje que se habla en Filipinas, "buray ni nanya" (la vagina de tu mamá) se usa tan comúnmente como la expresión "tarado".
El sexo, si bien deseado, es –en la parte agresiva y rabiosa de la mente- un acto de dominación, algo que se ejerce sobre un receptor más débil.
Hay incontables equivalentes (considerados groseros) a la expresión "relaciones sexuales" en muchos lenguajes.
Evidentemente, esto está vinculado con la agresión masculina.
Las mujeres son relegadas al papel sumiso. Pero los hombres también están apegados al seno materno (¿cómo evitar a Freud en este tema?).
En consecuencia, el lenguaje más transgresor en muchas culturas implica actos sexuales con la madre de la persona (algunas veces haciendo alusión a sus órganos genitales).
Las culturas en las que la madre figura con más fuerza en el lenguaje grosero incluyen las latinas (aunque menos en francés), las eslavas, balcánicas, chinas árabes y circunvecinas.
Sucede también que esas culturas tienden a tener familias extendidas, más que nucleares.
Algunas de las palabrotas se extienden más ampliamente, hacia el padre (en bosnio), el abuelo o el parentesco entero: es el caso en albano (qifsha robt, "tu familia"), turco (sülaleni sikeyim, "tu familia extendida"), madarín (cào nǐ zǔzōng shíbā dài, "tus ancestros hasta la decimoctava generación").
Una madre y un bebé
Las culturas latinas se cuentan entre las que más recurren a insultar a la madre de la persona a la que se quiere ofender como referencia en el repertorio de groserías.
La moral es un sistema de control que mantiene la dominación masculina, pero también cierto nivel de seguridad para la esposa.
Las prostitutas desafían la exclusividad de la esposa y la propiedad del hombre, lo que probablemente explica por qué los sinónimos de "prostituta" son groserías muy comunes en muchas partes del mundo, y por qué en algunos idiomas (como en luganda o ganda) muchas palabras para referirse a los genitales se evitan completamente (ya que las usan las prostitutas).
De hecho, las culturas que recurren más a las madres para imprecar también insultan mucho haciendo referencia a prostitutas.
Ellas no figuran mucho en chino, pero en el mundo eslavo es una de las groserías más importantes.
El "kurwa" polaco es el equivalente del verbo "joder", de carácter multiuso en español.
También en español está "puta" e "hijo de puta", los italianos tienen "puttana" y el arsenal de palabrotas francesas incluye muchas prostitutas, burdeles… y heces.

Decir cochinadas

Entre las culturas cristianas, la línea que separa a quienes insultan mucho aludiendo a madres y prostitutas y los que no se parece mucho a la que divide a quienes creen que la María es coestrella de Jesús y los que piensan que es apenas una actriz secundaria.
Nómbrale la madre a alguien en Finlandia, por ejemplo, y lo más probable es que asuma que tienes un problema personal con ella, en vez de creer que estás tratando de ofenderlo.
Sí, en Finlandia la palabra para órgano genital masculino es una de las más groseras.
Pero otras incluyen saatana (satán), perkele (demonio) y helvetti (infierno). Estas palabras también forman la raíz de lo más insultante que hay en sueco, noruego y danés.
Burros en medio de una calle
Los animales también figuran con frecuencia en el lenguaje insultante, pero no muchas veces no tienen la fuerza simbólica suficiente para calificar como grosería.
Los misioneros les grabaron a fuego el miedo al demonio.
Evidencia directa similar del control de la Iglesia aparece un poco en inglés (hace siglos, nombrar diferentes partes del cuerpo de la Cristo era lo más fuerte que podía decirse; hoy en día, usar "maldición" e "infierno" todavía es bastante cuestionable).
Puede que en francés les guste usar putains y cons para insultar, pero en Quebec, que hasta hace unas pocas décadas estaba dominado por la Iglesia católica, gran parte del lenguaje considerado más grosero estaba formado por cosas que se pueden encontrar en una iglesia: hostie (la hostia consagrada), tabernacle (donde se almacenan), ciboire (donde se las transporta) y calice (el cáliz).
Las heces fecales son la grosería favorita en menos sitios de lo que uno pueda imaginarse.
Aparece por aquí y por allá: en el lenguaje de Fiji y otras islas cercanas, en árabe y en albano, por mencionar algunos.
Pero en el círculo británico-francés-alemán, "mierda" (shitmerde y Scheiße) es una mala palabra gracias a los controles sociales enfocados en la limpieza (¿deberíamos decir de retención anal?).
En Suecia, si bien puedes decir "skit" cuando estás molesto, no hay problema si lo dices delante de tu abuela.
Otros tabúes relacionados con la limpieza figuran en otros lenguajes: los trapos que usas para limpiarte el trasero constituyen groserías especialmente groseras en dialecto jaimaiquino.
Algunos lugares ven con especial horror la enfermedad. Puedes usar "cólera" como un improperio catártico en polaco (si perteneces a una generación vieja) y puedes desearle a alguien que se contagie de cólera en tailandés.
Buena parte del lenguaje insultante en danés usa cáncer, cólera y tifus.
Si quieres ofender a alguien en danés, sólo añade "kanker" a la frase: "canceroso" es un insulto muy fuerte. Tener problemas de salud molesta mucho más a los daneses que las violaciones del código moral.
Los animales también pueden usarse como base para palabrotas, pero normalmente no pertenecen a las estructuras de control social basadas en la moralidad, así que con frecuencia no forman parte de lo que consideramos groserías, excepto cuando son referencias veladas, como en el caso de guītóu en mandarín ("cabeza de tortuga", en alusión al pene).
Del mismo modo, las deficiencias mentales también son objeto de desprecio, pero mientras que los insultos equivalentes a "idiota" son muy comunes, sólo en una cultura como la japonesa figuran entre las groserías más populares.
Las estructuras de control social cambian de país en país, pero son, después de todo, el resultado del mismo animal humano en el mismo planeta. Parte del mismo magma burbujeante.

NOTICIAS DE LA RAE

Agencias (El País.com, España)

La RAE actualizará en su web la definición de Síndrome de Down

La Academia no cambiará en cambio las definiciones de mongólico y subnormal.

Szirka Voith, una niña húngara de nueve años con síndrome de Down, en su casa en Budapest (Hungría). / JANOS MARJAI (EFE)
Szirka Voith, una niña húngara de nueve años con síndrome de Down, en su casa en Budapest (Hungría). / JANOS MARJAI (EFE)
Más de 26 300 personas han suscrito en Change.org la petición de Paloma Ferrer, madre de una chica con síndrome de Down, para conseguir que se modifiquen y actualicen las acepciones de subnormal, mongolismo y síndrome de Down del Diccionario de la Real Academia Española (RAE). Fuentes de la RAE han explicado que la acepción de síndrome de Down ya está revisada y cambiada en la 23ª edición, «que es la vigente y que pronto estará en la red».
La nueva edición del diccionario ya no califica este síndrome de «enfermedad», según han explicado fuentes de esta institución. La nueva definición es: ‘Anomalía congénita producida por la triplicación del cromosoma 21, que se caracteriza por distintos grados de discapacidad intelectual y un conjunto variable de alteraciones somáticas, entre las que destaca el pliegue cutáneo entre la nariz y el párpado’. Sin embargo, la versión web del diccionario no incluye el cambio todavía, aunque las mismas fuentes han asegurado que estará a finales de este mes de marzo o durante la Semana Santa, cuando se publique la nueva edición online.
[…]
Leer más en elpais.com

'ENMENDAR LA PLANA'

¿Cuál es el origen y significado de la expresión ‘enmendar la plana’?














La expresión ‘enmendar la plana’ es una de esas locuciones que, de vez en cuando, se escucha decir o se lee publicada en algún medio como referencia a arreglar o corregir algo que se ha dicho o hecho incorrectamente. No siempre se utiliza la frase de un modo acertado, debido al desconocimiento que tienen algunas personas que la dicen sin tener demasiada idea de su verdadero significado.
Enmendar la plana significa, literalmente, corregir la hoja en la que se ha hecho una tarea (deberes/trabajo).
La plana, tal y como la describe el Diccionario de la RAE, era el nombre con el que se conocía al escrito que hacían los niños en una cara del papel cuando aprendían a escribir. La función del maestro era corregir (enmendar) los posibles fallos que en ella había, de ahí que surgiera la expresión ‘enmendar la plana’ que acabó derivando a cualquier tipo de corrección que se realizase sobre el trabajo de otros (ya no solo en materia escolar).

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...