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domingo, 29 de março de 2015

SENTISIS

Sentisis, firma española de análisis de conversaciones en redes sociales, recibe financiación por 1,3 millones de euros


sentisisRecursos Humanos RRHH Press. Sentisis, compañía tecnológica dedicada al análisis de la conversación en redes sociales en español, ha recibido una inyección de capital de 1,3 millones de dólares que se destinará al desarrollo tecnológico de la empresa e impulsará la internacionalización de sus líneas de negocio alrededor del mundo hispano.
Esta ronda de financiación ha estado liderada por FIDES, brazo inversor de la Fundación José Manuel Entrecanales, y Axon Partners Group, que se suman a otros fondos inversores en rondas anteriores, como Starcaps Ventures, Meet and Money (grupo de Business Angels constituido por antiguos alumnos de IESE) y 500 Startups, una de las aceleradoras más relevantes de Sillicon Valley.
Sentisis, con sendas sedes en Madrid y México D.F., está presente en más de siete países y tiene previsto abrir oficinas en Colombia y Estados Unidos durante 2015. Cuenta con clientes de sectores tan variados como la política, la banca o el entretenimiento, ya que su adaptación sectorial y su adecuación al idioma regional a través de la última tecnología permiten entender el idioma español.
Las amplias posibilidades en el mercado hispanoparlante, con más de 500 millones de hablantes en todo el mundo y con un crecimiento anual del 17% en los internautas en Latam, han sido decisivas para la participación de la FJME en la ronda de inversión. En palabras de su director, Pablo Ventura“Sentisis proporciona un servicio necesario para las empresas que operan en todo el mundo hispanoparlante, por eso, desde la FJME, queremos contribuir al desarrollo tecnológico de una compañía que aúna las sinergias del mundo digital y del idioma español”.
Mediante un sistema registrado de Procesamiento de Lenguaje Natural (NLP) y una combinación entre un sistema de análisis semántico por industrias y países y Machine Learning, Sentisis segmenta la conversación en redes sociales por opinión, temática y tipo de persona. Compañías como Banco Santander, Agencia EFE, Endemol o Kimberly Clark, organizaciones como ICEX o el Estado de Veracruz y agencias como Ogilvy o Young & Rubicam se encuentran entre sus clientes.
RRHHpress.com

EL IDIOMA ESPAÑOL




El quilombo

29.03.2015 | 03:31
El quilombo

http://www.diarioinformacion.com/
Según el Instituto Cervantes, en 2014, el 6,7% de la población mundial era hispanohablante, lo que implica un total de casi 470 millones de personas con dominio nativo de esta lengua. El español es, dice esta institución, el segundo idioma de comunicación internacional, la segunda lengua con mayor uso en Internet (tras el inglés) y la tercera que más se lee en Twitter. Si no pasa nada raro, en 2030 el 7,5% de la población mundial (535 millones de personas, que se dice pronto) seremos hispanohablantes. ¡Una maravilla! Todo este puñado de gente, al parecer, compartimos el 80% de nuestro vocabulario: es decir, hay un 20% de palabras y expresiones cuyo significado tenemos que adivinar por el contexto.
En este grupo de voces indefinidas, ambiguas, polisémicas o peculiares se encuentran, entre otras, muchos americanismos: vocablos de procedencia indígena o propios del idioma hablado en América. Si hay uno que me fascina y que me interesa es el de quilombo, o kilombo, de raíces africanas, usado en distintos lugares como Brasil, Chile, Venezuela o Colombia con muy distintas acepciones según el territorio en donde se emplee.
Por ejemplo, en Argentina, el quilombo hace referencia al «follón monumental». Esta expresión se utiliza para nombrar algo que provoca escándalo, bullicio, altercados o conflictos. Se puede sustituir por sinónimos peor encarados como «embole, despelote, batifondo». Vaya, que un quilombo es un gran lío, con peleas que tienen repercusión pública. En su acepción más negativa la palabra tiene un significado más catastrófico: se dice de algo que está completamente descontrolado y que conduce al desastre. Por ejemplo, «como no cejen las protestas de los mineros la calle va a ser un tremendo quilombo». Me apuntan mis primas bonaerenses que, en lunfardo (jerga), se usa la palabra «bolonqui» (quilombo al revés): suena mucho menos grosero.
La acepción argentina del palabro no es, sin embargo, la única. En Bolivia, el Sur de Chile o Paraguay, además de un lío, el quilombo es un prostíbulo o una «casa de lenocinio». Es decir, es su acepción más vulgar, el quilombo se corresponde con el lugar en el que trabajan personas que ofrecen servicios a cambio de prebendas. En su acepción más sofisticada, el quilombo es un espacio propicio para mediar para hacer posibles relaciones (amorosas o sexuales) ocultas. «Las cámaras de TV le detectaron ingresando a un quilombo en la madrugada».
Pero el quilombo, en su definición más purista, en su tercera acepción, también refiere un lugar físico: una especial casa rural o una demarcación pequeña concreta. Así, en países como Venezuela o Brasil, el término se ha usado como sinónimo de palenque. Al parecer es la traslación literal del uso que se daba a la palabra en la época colonial cuando nombraba «el sitio donde se reunían los esclavos de raza negra cuando alcanzaban la libertad». De ahí por ejemplo el «Quilombo dos Palmares». En estas comunas, los ex cautivos se organizaban de manera comunitaria, alrededor de terrenos para cultivar y fuentes de aguas, dirigidos por alcaldes que ejercían (o al menos querían ejercer) su autoridad en el interior de los mismos.
He asistido con mucha pena al espectáculo sobre UPyD que están ofreciendo los medios. Como ex-afiliada, les confieso que estoy triste de ver cómo se dinamita una fuerza política cuyo manifiesto fundacional ha sido esencial para el cambio de la agenda pública y política que se ha producido en nuestro país en los últimos tiempos. Como ciudadana de a pié, me siento preocupada y confundida con lo que está pasando. Tal vez por esto el otro día decidí llamar a uno de los muchos amigos que todavía me quedan en el partido. Quería ordenar toda la información con la que nos están bombardeando –por redes y medios– los unos y los otros. Cuál fue mi sorpresa cuando al inquirirle directamente por la situación me contestó literalmente: «Ya ves, esto es un tremendo quilombo». Mi problema es que yo ya no sé qué acepción tomar: la primera, la segunda, la tercera o las tres a la vez.

LA LENGUA VIVA



     Las metáforas bélicas

 en Libertad Digital - España


No sé si persiste una nostalgia de los belicosos europeos, acostumbrados secularmente a las guerras entre nosotros, pero en paz desde hace dos generaciones. El hecho es que en España proliferan las metáforas bélicas, casi siempre en sentido ponderativo. Parece que se recuerda la divisa del Eclesiastés de "Milicia es la vida del hombre sobre la tierra".
No hay más que ver la proliferación de pacíficas acciones benefactoras que se arman con expresiones guerreras: lucha contra el paro, el cáncer, la pobreza, la violencia de género, la corrupción, etc. En el lenguaje cotidiano se considera algo meritorio la lucha para dejar de fumar, estar en forma o salir adelante en cualquiera de sus formas. El directivo de una empresa debe demostrar que resulta agresivo. Se trata de derrotar a la competencia con el dominio de la estragia.
El lenguaje deportivo está lleno de resonancias bélicas: derrota, triunfo, victoria, torneo, rivalidad, capitán del equipo, adversario, enfrentamiento, táctica, ataque, defensa. Los equipos de fútbol gustan de uniformes, banderas, himnos, gritos simbólicos, como si fueran ejércitos. Disponen de grupos adiestrados de fanáticos como si fueran hoplitas.
La inmensa popularidad del deporte de competición (que es casi todo) se apoya en la satisfacción que produce el llamado juego de suma cero. Es decir, uno gana porque otro pierde. Esa mentalidad se contagia en el juego político. Las campañas electorales simulan batallas incruentas, con estrategias y maniobras muy estudiadas. Los mítines son una especie de arengas para los combatientes de uno u otro bando.
Los políticos, empresarios y profesionales deben hacer frente a todo tipo de retos o desafíos. Se premia esa actitud vigilante. Los sindicatos siguen retóricos apelando a la lucha sindical.
Ya no se emplea mucho la voz revolución, asociada a levantamientos violentos. Pero menudean las manifestaciones y algaradas menores, incluso con asaltos simbólicos a las instituciones. Las fuerzas antidisturbios semejan soldados con todos los pertrechos militares. En su día se acuñó la expresión revolución industrial. Ahora se extiende a otrasrevoluciones simbólicas: verde, de las nuevas tecnologías, de la moda, del diseño, de la gastronomía y de cuantas novedades se presenten. Sigue habiendo un arte "de vanguardia".
Me invitan con frecuencia a un interesante programa de la tele, que se llama La MarimorenaArmar la marimorena es equivalente a refriega. En la tele solo es de índole retórica, pero es lo que se pretende, que discutan los de derechas y los de izquierdas. Son dos bandos en lucha dialéctica.
Un nuevo palabro destaca en los debates políticos: austericidio. Consiste en repeler la política de austeridad de los Gobiernos, pero se acude al absurdo neologismo con el sufijo de matar (caedere en latín). Recuerdo que en su día se habló del antenicidio: el desmantelamiento de Antena 3 Radio por los que temían la libertad.
Ciertas fiestas populares de gran tradición simulan acciones bélicas: los Moros y Cristianos de los alicantinos, la Tamborrada de San Sebastián. Se ha añadido con éxito una nueva y de peor gusto: la Tomatina de algunos pueblos valencianos.

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