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terça-feira, 3 de junho de 2014

EL TRADUCTOR COMO ÉDITOR


Mark Twain y J.M.Barrie en modélicas ediciones electrónicas

 en El país - españa



La editorial digital ¡Hjckrrh! debe su curioso nombre al grito del Grifo en el capítulo IX de Alicia en el país de las maravillas. Como reza el lema del proyecto: “Unos acaban siendo impresentables, otros empiezan siendo impronunciables”. ¡Hjckrrh! es un proyecto de unos traductores radicados en Barcelona, que han decidido aprovechar las posibilidades de las nuevas tecnologías para traducir, editar y vender obras, sobre todo en el dominio público, que susciten en ellos “un interés intelectual o literario”.
La editorial ha publicado ya Soliloquios de Mark Twain: que incluye dos piezas antiimperialistas donde toman la palabra el zar Nicolás II y el sanguinario rey belga Leopoldo II. A ellos hay que añadir dos recientes novedades. La primera es la curiosa Lady Nicotina, deJames Matthew Barrie, hoy recordado, si acaso, por ser el autor de Peter Pan, pero que fue muy famoso en su época y respetado por sus colegas (Stevenson le escribió a Henry James que se veía “reducido a dos de mis contemporáneos, tú y Barrie”). La obra es un canto al tabaco, en labios de un narrador que decide dejar de fumar al casarse. El abandono del vicio presenta muchas ventajas, como el ahorro, que permite “el placer de decorar la salita con una nueva pieza de mobiliario cada mes”. El tono irónico, la descripción casi maniaca de los rituales del fumador y los buenos recuerdos asociados a las veladas fumando con amigos componen una obra gozosa y amena.
El tribunal, de Eva Gore-Booth, es un breve texto que se inscribe en el proyecto Gran Guerra, en el que la editorial irá publicando, en el centenario de la proclamación de la Primera Guerra Mundial, obras relacionadas con ella. El ejército de Reino Unido se nutrió de voluntarios hasta 1916, cuando se instauró el reclutamiento obligatorio. A raíz de esta medida aparecieron objetores de conciencia, que fueron objeto de todo tipo de malos tratos, y de juicios como el que da nombre a este relato.
Las ediciones digitales de ¡Hjckrrh! son modélicas en más de un aspecto: Lady Nicotina tiene abundantes ilustraciones con textos que fluyen a su alrededor, aunque cambie el tamaño de letra (una de las ventajas del libro electrónico). Siempre consta el tamaño en palabras de los libros, dado que el número de páginas puede variar. Por último, un blog del editor informa sobre las obras y sus peripecias, como los kafkianos conflictos sobre copyright que mantienen con las plataformas de venta.

CÓMO TE DIGO QUE...




¿Los argentinos hablamos mal?La hermosura del lenguaje y la belleza y profundidad de sus expresiones radica en su claridad y franqueza. No necesita el lenguaje –ni falta le hace- ser perfecto, pero sí nobleza en quien lo ha de expresar. Me gusta mucho cuando alguien habla bien, que yo entienda que tiene algo que decir y lo diga de forma clara.
Pero, ¿por qué no se habla siempre bien? Se me ocurre: porque no tengo las ideas claras, porque no tengo los medios para expresarlas (léxico o vocabulario pobre), porque tengo poco o nada que decir y necesito aparentar lo contrario (verborrea). Y aquí me encuentro con un hecho preocupante: el empobrecimiento de nuestro idioma. Preocupación, porque el lenguaje articulado humano, lo que nos diferencia esencialmente de los animales, se está empobreciendo progresivamente en su uso, en su realización concreta.
El idioma es un maravilloso instrumento de comunicación, ya que con la combinación de unos elementos mínimos, 28 fonemas, las letras, para que se me entienda; podemos producir miles de mensajes. De los 380.000 vocablos que tiene el castellano, la gente está usando 400 y mal. Cuando un profesor me dice: “Mirá, encontré en la tarea de una alumna una palabra de tres letras con dos errores de ortografía”; digo: “No puede ser”. Pero sí. “¿Qué palabra? Decía: oi llueve”.
¿Es un problema de comunicación?El buen uso de la palabra -ya las rumiemos en nuestro cerebro, ya la hagamos aflorar al exterior, oralmente o por escrito- es esencial para el buen funcionamiento de nuestro pensamiento. Alguien que sólo conoce unas pocas palabras es alguien cuyo pensamiento tiene sólo unas pocas combinaciones posibles, esto es, alguien que está obligado a simplificar enormemente las realidades.
Creo que era Hegel quien sostenía que quien expresa de modo confuso sus ideas es porque no las tiene claras. A veces nos topamos con gente que pretende convencernos de que ve muy claro un asunto, pero que no acierta a explicarlo. Se engaña: cree que lo ve claro, pero no es verdad. Es imposible razonar bien para el propio coleto y no poder verbalizar el razonamiento, porque el propio coleto también se maneja con palabras.
Y ahora que comienzan las clases y estamos saliendo del terror de los exámenes de febrero, qué presentes tenemos los docentes frases como: “Estudié pero se me borró todo”, ergo: no fijó las ideas; “eso que tiene un coso y al lado un cosito más chico (refiriéndose a un mapa conceptual)”: vocabulario paupérrimo.
¿Hay un culpable o varios? ¿Los medios, la escuela, el chat?¿Buscamos culpas? Veamos las posibilidades reales que tenemos de encontrar “chivos expiatorios”. Se ha instalado en los medios de difusión un debate respecto a si el lenguaje del chat “empobrece” la capacidad de los jóvenes para expresarse y trasmitir ideas. En el comienzo de las clases ese debate recrudece y los medios en general expresan al respecto una postura catastrofista. Por eso resulta interesante pensar en otras interpretaciones.
Las formas que adopta el español en los chat no son expresiones caóticas, por el contrario, se ajustan a las necesidades específicas de ese medio de comunicación y, efectivamente, configuran un nuevo género discursivo, que ya ha llamado la atención de los lingüistas, por razones que van mucho más allá de lo meramente ortográfico.
Las computadoras e Internet han transformado los discursos sociales creando nuevos géneros que implican diferentes estrategias de intercambio de información, producción, comprensión y lectura de textos. La comunicación por Internet, última forma de comunicación humana, se ha desarrollado en todas las esferas sociales y, por una parte, ha sustituido, en gran medida, a géneros tradicionales como la carta, el diálogo, la conversación o el debate y, por otra, ha modificado, a su vez, los géneros del discurso de transmisión de conocimientos como los diccionarios y los métodos de enseñanza. ¿Qué la lengua se va a modificar en ese tránsito? Claro. No debemos olvidar, sin embargo, que la tradición más constante e imperecedera es el cambio. Y nada refleja eso de modo más transparente que la lengua.
¿La “deformación” tiende a profundizarse?
Estamos en el nuevo milenio y habrá cambios profundos, esto no implica caer en un desorden total ni descalificar el conocimiento del código, pero a la realidad no se la puede obviar, se la asume y se enriquece con nuevos conocimientos, estamos ante un mundo a ser recreado y un nuevo lenguaje. Los niños y adolescentes han escrito siempre con errores ortográficos y ha sido tarea docente el corregir esos errores.
La ortografía no pasa por chatear o leer un libro. El código utilizado en los chats y sms es un registro de la lengua, que como tal debe utilizarse en su contexto. Si ese registro se traslada a otro contexto debe hacerse notar a quien lo utiliza incorrectamente que no es la circunstancia adecuada.
Si esto puede llegar a modificar la lengua no lo sé, pero de todas maneras la lengua es algo que cambia permanentemente… de lo contrario aún estaríamos hablando latín o alguna lengua indoeuropea…
¿La deformación del idioma debe tomarse como algo natural?A mí esas cosas no me preocupan demasiado porque el lenguaje vive deformándose, porque resulta que el lenguaje está vivo. Menos mal que se deforma. Menos mal que se agregan nuevas palabras de otros idiomas. El idioma no es puro, por suerte; no hay nada puro ni en la naturaleza ni en la cultura. Y es una suerte que el idioma sea mestizo e impuro porque se va acrecentando, va creciendo, va evolucionando…
¿Y qué sucede con la inclusión y mezcla del castellano con palabras extranjeras?Pero, de repente una vidriera tiene un cartel como el siguiente: “Gran Parrilla El Churrasco Argentino”, y abajo: “Delivery”. Delivery es mucho más práctico que “Reparto a domicilio”. Y algún día delivery estará en el diccionario, como estará “sale” y se convertirán en palabras castellanas. Si yo le digo a usted: tráigame un “almohadón”, estoy diciendo una palabra árabe; y si yo le digo que Fulano hizo un “gol”, estoy diciendo una palabra inglesa. Y si hablo de fideos al “graten”, estoy usando una palabra francesa.
¡Qué bueno sería conocer tanto la lengua materna como para no necesitar introducir palabras extranjeras en ella! ¡Y que bueno sería dominar también varios idiomas! Pero expresarnos en alemán cuando queremos hablar en alemán y hacerlo en árabe cuando es nuestra intención utilizar esta riquísima lengua. Lo contrario, la mezcla de lenguas, nos lleva a la incomunicación nuevamente.
¿Cuánto colabora la lectura para mejorar?Escribir y hablar bien tiene que ver con leer, con comunicarse, con prestar atención, no con la plataforma. El papel no dio una mejor o peor escritura que el papiro y la imprenta mucho menos. Los cambios tienen que ver con el uso del lenguaje, con necesidades propias del hablante en cada época y situación, y no con soportes o plataformas. No es Internet, ni el celular, ni los mensajitos de texto los que evolucionan (o involucionan) la lengua. Es el uso. O la historia, o la vida.
Enric Cabrejas es un catalán que habla nueve idiomas. Un día, en 2006, mientras se comunicaba desde la residencia de estudiantes de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú con amigos de diferentes nacionalidades pensó en la necesidad de una lengua universal, de un esperanto moderno y tecnológico que sirviera para chatear o enviar sms. Al nuevo idioma lo denominó Nol, que significa “vínculo”, y consta de 23 letras. El Nol se ha creado para ser una lengua de encuentro entre jóvenes del mundo y dar una respuesta evolutiva al lenguaje actual adecuado al uso de Internet y las nuevas tecnologías, según expresa su creador. Es una respuesta evolutiva del lenguaje.
Cambio de significado“Imagínense la alegría que puede sentir una madre al escuchar a su hijo menor referirse al hermano mayor como: ‘¡Qué hijo de puta!’ por haber logrado un título universitario con promedio sobresaliente. Claro, lo primero a lo que puede aspirar esa madre es a una gran ofensa. Pero la frase detenta admiración, admiración extrema y hasta un sentido cariñoso. Asimismo ‘boludo’ dejó de ser injuriante para pasar a significar algo así como: “hermano”, “amigo”, “ser querido”.
El rol de los medios
“Por supuesto que a estas deformaciones contribuyen con toda su alma los medios de comunicación de masas, ya omnipresentes, y sus protagonistas principales, que son los políticos, las estrellas mediáticas y los deportistas, tres categorías cada vez más amalgamadas, si es que no unificadas”.

ESPAÑOL EN EL VATICANO


El Instituto Cervantes enseñará español a los funcionarios del Vaticano

El Instituto Cervantes de Roma será el organismo responsable de enseñar español a los funcionarios del Vaticano, organizando e importando clases de español a los funcionarios de la Ciudad-Estado que lo soliciten (hay un total de 4.759 funcionarios).



MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

El acuerdo será firmado este miércoles por el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, y el secretario general de la Gobernación vaticana, Fernando Vérgez, en el palacio del Governatorato de la Santa Sede. Es la primera vez que el Cervantes alcanza un acuerdo de este tipo con el Vaticano, y se produce un año después de la elección de un Papa hispanohablante.
Asistirán también al acto de firma el presidente-gobernador del Vaticano, cardenal Giuseppe Bertello; el embajador de España, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, y el secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez-Ponga.
Las clases tendrán lugar en las instalaciones del Vaticano. Podrán ofrecerse tanto cursos generales (regulares o intensivos) como especiales sobre temas específicos (español jurídico, español de los negocios, español teológico, entre otros).
Además, se contempla la celebración de exámenes para la obtención del Diploma de Español como Lengua Extranjera (DELE), que concede el Instituto Cervantes en nombre del Ministerio español de Educación, y cuya validez en los planes de carrera está negociando el Cervantes con la Congregación para la Educación Católica.
El convenio también incluye el acceso al Aula Virtual de Español (AVE) del Instituto Cervantes (cursos a distancia personalizados, con o sin tutor), la oferta de enseñanza de las lenguas cooficiales en España (catalán, vasco y gallego) y el asesoramiento para realizar en España estancias de perfeccionamiento del idioma.
GRACIAS AL PAPA FRANCISCO
Según ha explicado esta institución, la firma del acuerdo es "en buena medida producto de la elección" del Papa Francisco, el primer Pontífice de habla española desde 1503, "lo que ha disparado no solo la voluntad de los funcionarios de leer y escuchar al Papa argentino en su lengua materna, sino también la atención a peregrinos y visitantes de lengua española".
Más del 42% de los 1.229 millones de católicos del mundo se encuentran en Hispanoamérica, de donde proceden muchos de los profesores del Instituto Cervantes de Roma. Por otro lado, la biblioteca del Instituto Cervantes, a cuyos fondos también tendrán acceso los funcionarios del Vaticano, es la única de Roma con catálogo especializado en los países hispanoamericanos.
NEGOCIACIONES DESDE 2013
Las negociaciones para la firma del Acuerdo, cuya vigencia se renovará anualmente, comenzaron en marzo de 2013, recién elegido el Papa Francisco, y se deben a la iniciativa del Cervantes de Roma, dirigido por Sergio Rodríguez López-Ros, con el pleno respaldo del embajador de España en la Santa Sede.
Las negociaciones han comprendido diversas fases de trabajo, especialmente con la Oficina Laboral de la Sede Apostólica y con la Secretaría de Estado vaticana. El Acuerdo, cuya extensión se plantea ahora a las 25 universidades y ateneos pontificios, donde estudian más de 20.000 alumnos, así como a los 60 colegios pontificios, contempla la concesión de diez becas para funcionarios eclesiásticos por parte de la Obra Pía española.


FRANCISCO ALBIZÚREZ PALMA

La última entrevista con Francisco Albizúrez Palma

Francisco Albizúrez Palma fue ensayista, escritor y catedrático universitario. Pocos días antes de su deceso conversó con Prensa Libre acerca de su trayectoria y la situación actual de la lengua española, la cual, aseguró, "goza hoy de una salud superior a la de los siglos pasados y tiene un alcance como nunca antes lo había alcanzado".

CIUDAD DE GUATEMALA - Durante muchos años fue catedrático universitario. ¿Por qué esa pasión por compartir sus conocimientos?
Ha usado usted una palabra muy acertada: pasión. Esta nació desde mis primeros años de vida, cuando me gustaba mucho compartir con otros compañeros las historias que leía y me deleitaba oyendo radio; incluso pensaba ser locutor. Ya en la universidad, esa pasión se llenó de una nueva y vigorosa motivación: colaborar al desarrollo integral de Guatemala, a través del estudio de la literatura.
Usted también es poeta y narrador. ¿Qué género le gusta más?
Me pone usted contra la pared, pero, en todo caso, le diré que lo que más me complace consiste en escribir ensayos y artículos de prensa. Por supuesto, disfruté mucho la investigación.
¿Cómo llegó a ser miembro y luego vicepresidente de la Academia Guatemalteca de la Lengua?
Mi elección como miembro de la Academia Guatemalteca de la Lengua nació de la generosidad de dos grandes amigos: la poeta y ensayista Margarita Carrera y el recordado escritor Manuel José Arce Leal. Ellos propusieron mi candidatura y la defendieron, de modo que fui electo en 1978. Después he sido director de la Academia, vicedirector en dos ocasiones, y delegado en la preparación de las obras que las academias hemos editado en los últimos 15 años. Asimismo, fundé un programa de radio de la Academia, el cual se transmitió primero en Emisoras Unidas, y luego en Radio Universidad. El programa terminó cuando finalicé mi primer periodo de director (2004). He participado en los congresos internacionales de la Lengua Española celebrados en Zacatecas, San Juan de Puerto Rico, México, Valladolid y Medellín. He representado a AGLE (Academia Guatemalteca de la Lengua Española) en los congresos de las academias, celebrados cada cuatro años. He estado en los que se han llevado a cabo en Puebla, San Juan de Puerto Rico, Medellín y Madrid.
Francisco Albizúrez Palma
78 años  de edad tenía el profesional de la lengua cuando falleció. (Infografía Prensa Libre: Kevin Ramírez)
¿Qué aportes considera que ha dado a la literatura guatemalteca y el cuidado del idioma español en el país?
Me parece que ha sido fundamental la preparación de la Historia de la literatura guatemalteca, llevada a cabo en tres tomos y en compañía de la licenciada Catalina Barrios y Barrios. En su momento, dentro de los marcos historiográficos de la época logramos hacer un mapeo de textos y autores representativos de la literatura guatemalteca. Luego están otros artículos y libros enfocados en textos y escritores específicos. Como una faceta distinta, ligada a la docencia, destaco el Manual de comunicación lingüística, que se ha editado en 18 ocasiones, con un total de 30 mil ejemplares. Este fue un esfuerzo por dotar de un conocimiento básico de la lingüística a estudiantes que se iniciaban en la Universidad.
¿Cómo ve usted los cambios que recientemente fueron aprobados para la nueva edición de la Ortografía de la lengua española?
Los cambios ortográficos que hemos introducido responden a criterios científicos, gracias a la participación de lingüistas, filólogos, periodistas, sociólogos y otros especialistas. Es que en nuestras ortografías se habían introducido normas desusadas ya por los hablantes o ajenas a la naturaleza de la lengua española. Así, pues, la nueva Ortografía significa un esfuerzo por depurar y agilizar nuestro idioma.

Francisco Albizúrez Palma realizó varios estudios sobre literatura guatemalteca. (Foto Prensa Libre: Archivo)
Se dice que los cibernautas han destruido el idioma. ¿Qué opina?
Las redes sociales y el internet no han destruido el idioma español.Sencillamente han introducido en la lengua un aluvión de palabras que han enriquecido al español. Esto no es primera vez que sucede en la historia. Recordemos los influjos derivados de las artes de navegación que de Italia pasaron a España, o el caso de las modificaciones provenientes del ascenso de los Borbones al trono, en el siglo XIX. Un ejemplo: en español no existía la palabra "hotel" con el sentido de lugar de alojamiento. Los franceses introdujeron la costumbre de tener esos lugares de descanso y recreación y entonces la palabra "hotel" se enriqueció con este significado.
Resaltan labor profesional
Académicos expresan su pesar por deceso de intelectual guatemalteco.
Mario Antonio Sandoval
"Es una pérdida para el mundo académico nacional. Era un hombre muy apreciado por los académicos, de los cuales muchos fueron sus alumnos en la Universidad y por eso se le nombró Maestro de Académicos".
Raquel Montenegro
"Es una pérdida irreparable para la lingüística, para la literatura y también para Guatemala como país, porque era un gran ser humano y un ciudadano ejemplar. Aportó mucho a la lexicografía, al lenguaje, la gramática y la ortografía oficial".

DECESO
El académico guatemalteco Francisco Albizúrez Palma falleció la madrugada del lunes útlimo, a los 78 años, en su casa, donde vivía con su hija, confirmó su familia a Prensa Libre. Será velado a partir de este martes en Capillas Señoriales de la zona 9, y será inhumado el miércoles en el cementerio Las Flores, Mixco. El cortejo fúnebre saldrá a las 12 horas.

BILINGÜISMO

Aprender un segundo 

idioma 

retrasa la demencia y el 

deterioro cognitivo

DÍA 03/06/2014 - 07.52H

Un estudio demuestra que el bilingüismo, incluso cuando se adquiere en la edad adulta, puede beneficiar al cerebro durante el envejecimiento







No hace falta ser bilingüe para obtener beneficios congnitivos, basta con comprender un idioma lo suficientemente bien como para comunicarse. De alguna manera, el hecho de «obligar a nuestro cerebro a una atención constante para diferenciar entre un idioma u otro» tiene beneficios a largo plazo en nuestro cerebro. Lo cuenta a ABC el Profesor Thomas Bak, del Centro de Envejecimiento Cognitivo y Epidemiología Cognitiva en laUniversidad de Edimburgo, en Escocia, y autor de una investigación que ha sido publicada en «Annals of Neurology» en la que se concluye que las personas que hablan dos o más idiomas, incluso aquellos que adquirieron la segunda lengua en la edad adulta, pueden retrasar el deterioro cognitivo propio del envejecimiento.
No es éste el primer estudio que ensalza los beneficios del bilingüismo y su papel protector frente a las demencias, pero sí es el primero que matiza que no hace falta ser «bilingüe de cuna», sino que los beneficios de hablar dos idiomas se obtienen también si éste se aprende de adulto.
«Nosotros disponemos de un modelo casi único», apunta este investigador. Así es, el equipo de Bak ha utilizado la base de datos de 'Lothian Birth Cohort 1936', formada por 835 hablantes nativos de inglés que han nacido y viven en la zona de Edimburgo. «A todos se les hicieron una batería de pruebas -test de inteligencia, atención, etc.- cuando cumplieron los 11 años, y se los hemos repetido -y añadido otros más actuales- a los 73 años».

Lectura e inteligencia

De todos los participantes, 262 dijeron poder comunicarse en al menos un idioma que no fuera el inglés, de los cuales, 195 aprendieron el segundo idioma antes de los 18 años y 65 a partir de esa edad. Los resultados indicanron que los que hablaban dos o más idiomas poseían mejores habilidades cognitivas en comparación con lo que se esperaría, obteniendo los mayores efectos en la inteligencia general y la lectura. «Hemos visto dos resultados muy relevantes: primero, que muchos de ellos no eran plenamente bilingües, sino sabían el idioma lo suficientemente como camunicarse, y segundo, y lo más importante, que un gran porcentaje aprendió el idioma de adultos, y el beneficio cognitivo se mantenía a los 73 años».
Bak explica a ABC que estos datos tienen una gran «gran importancia práctica». Hay millones de personas en todo el mundo que aprenden un segundo idioma cuando son adultos y «nuestro estudio demuestra que el bilingüismo, incluso cuando se adquiere en la edad adulta, puede beneficiar al cerebro durante el envejecimiento. No podemos cambiar nuestra infancia, pero sí podemos hacerlo de mayores, aunque hablemos un segundo idioma de forma imperfecta», subraya Bak.
La relevancia de esta cohorte de personas radica en que resulta muy complejo «iniciar ahora un estudio de estas características; tendríamos que esperar 60 años». Sin embargo, aclara, gracias a esta cohorte «hemos podido ver cómo el hecho de aprender un idioma influye en la función cognitiva». Y explica: «las pruebas realizadas a los 11 años predecían de alguna manera la función cognitiva a largo plazo de estos niños. Y ahora hemos visto que aquellos que aprendieron un segundo idioma mejoraron las perdicciones».

Dos mejor que tres

¿Mejor tres que dos idiomas? Según Bak los efectos del multilingüismo son similares a los del bilingüismo. «Se produce lo que se llama un efecto techo», afirma. El hecho de hablar una segunda lengua supone aprender unos sonidos, un vocabulario, o una semántica diferente, «lo que ya por sí mismo es beneficioso para nuestro cerebro, aunque únicamente aprendamos uno». Explica Bak que nos genera unos «filtros» en el cerebro relacionados con las áreas de «atención selectiva, pero nosotros, añade, «no hemos visto diferencias en áreas relacionadas con el razonamiento abstracto o en la memoria».
Y, mientras no se demuestre lo contrario, cualquier idioma sirve: chino, japonés, español, inglés, italiano, etc. En este sentido, Bak adelanta a ABC que han puesto en marcha un estudio para determinar si aprender un idioma más complejo tiene más beneficios cogniticos. «Acabamos de iniciar un trabajo en estudiantes angloparlantes que están estudiando español o italiano, por un lado, o árabe o chino». Los resultados, dentro de 1 año.

MONOPSONIO


Un monopsonio (del griego mono- (μονο-) 'único' y psonios (ψωνιος) 'compra') es un tipo de mercado en el que existe un único comprador o demandante, en lugar de varios. Debido a esto, este mercado posee una competencia imperfecta. El precio de los bienes o servicios es determinado por el demandante, ya que al ser único, posee mayor poder de mercado y los numerosos oferentes deben adaptarse a sus exigencias (Tanto en los precios como en las cantidades). Esto le permite al consumidor obtener mayores excedentes que los que tendría en un mercado competitivo.
Un ejemplo claro de monopsonio es la industria del armamento pesado o la obra pública, en la que existe una situación normal de competencia entre los productores u oferentes (fabricantes de tanques, empresas constructoras), pero un solo demandante (el Estado).
El monopsonio, al igual que el Monopolio, es una situación teóricamente opuesta a la de Competencia Perfecta. En la práctica, salvo algunos casos particulares, los monopsonios sólo se presentan en mercados locales relativamente reducidos o en circunstancias en que hay una decisiva intervención gubernamental. También existe una estrecha relación entre las situaciones de Monopolio y de monopsonio: una Empresa monopólica se convertirá fácilmente en el único comprador de ciertos factores productivos (Especialmente materias primas, productos semielaborados y otros insumos).

PENSAMIENTOS INCORRECTOS


El infierno del hashtag


Cuando éramos chicos, decíamos muchas palabras en inglés, aunque ignorábamos por completo la lengua de Shakespeare. Incluso nosotros, que somos de familia británica, antes de iniciar un picado de fútbol en el campito de la esquina, realizábamos el diálogo ritual que alguien nos había enseñado: "¿Aurieri?", preguntaba uno. "¡Diez!", respondía el otro. Y entonces el primero daba el puntapié inicial. Esta ceremonia caballeresca era una corrupción idiomática del formulismo inglés: ¿All ready? (¿Todo listo?) ¡Yes! (Sí). Este rito se denominaba "cantar el aurieri" y ha pasado al arcón de los recuerdos infantiles.
Allá por el año 50, apenas se hablaba de gambetear. El verbo apropiado era driblear, aplicación directa del inglés to dribble (eludir) lo mismo que línea de jases o línea media o terceto de halves (medios). Los distintos puestos en un equipo: goalkeeper, full-back, center-forward, winger, insider derecho o izquierdo. No se hablaba de primer o segundo tiempo, sino de los dos half times, pronunciados jás-tain. Y las circunstancias del juego: out-ball, off-side (orsay) y muchas otras. Al mismo tiempo, en el paladar técnico del fútbol lleno de sutilezas que se practicaba en los potreros y terrenos baldíos, aparecieron vocablos del castellano y hasta del lunfardo. Los pases en cortada, la pared (en alemán se llama doppel-pass o doble pase), primerear, anticipar, desbordar, hacer el túnel o caño, la rabona, la empalada, la pisada, el golpe tres dedos, el de voleo, el sobrepique, embolsar, lustrar, estrolar, raspar.
Un día culto y extremadamente nacional, los relatores de fútbol empezaron a castellanizar bruscamente este idioma deportivo
Un día, seguramente un día culto y extremadamente nacional, los relatores de fútbol empezaron a castellanizar bruscamente este idioma deportivo. Hablaban de volantes, laterales, defensas centrales, referentes de área, medias puntas y saques de meta. Incluso de pelota parada.
La historia idiomática del fútbol tiene una raíz histórica. La construcción de puertos y ferrocarriles, desde 1880 en adelante, fue emprendida por compañías inglesas. Los obreros de estas empresas ya jugaban al fútbol en sus ratos libres. Los criollos de boina y chambergo se reunían para contemplar, sorprendidos, aquel raro juego de "los ingleses locos" en los terrenos baldíos y plazas de suburbio. Por ese motivo, el vocabulario inglés entró masivamente al habla popular. En el camino sufrió la inevitable deformación del uso cotidiano, llegándose a palabras tan curiosas como "centrofóbal". Sí, el que murió al amanecer (revisar la obra de Agustín Cuzzani) y que seguramente llevaba en su camiseta el número nueve.
De cualquier modo, ahora todo aquel lenguaje se ha castellanizado y ha perdido completamente la gracia.
Algo parecido sucedió con otros deportes, también reglamentados por los ingleses, como el polo, el rugby, el tennis o el golf. Cuando jugábamos al tennis en tiempos remotos, se hablaba de set, game, top-spin, grip, net, out o deuce, igual que ahora. Entre paréntesis, hemos leído que los primeros jugadores fueron franceses, y que el nombre del deporte viene del francés "tenez" que significa más o menos...¡Ahí va!
Los rugbiers siguen hablando de scrum, el maul, el line, el tackle, el hand-off, el try, por más que en la lunfardía de la pelota ovalada se hable de "los gordos" (la primera línea) y otras expresiones de color local: es que el rugby entró al país por medio de los colegios ingleses, de manera que su idioma conservó mejor la nomenclatura inicial.
Otros deportes de distinto origen (la pelota vasca, por ejemplo) tienen raíces antiguas en nuestro campo, en los pueblos de la pampa, en los clubes más antiguos. Las cosas se llaman como se llaman, en castellano "argentino".
¿Qué esperanzas pueden tener el catalán, el croata, el holandés, el swahili, el urdu o el guaraní?
Este panorama se ha alterado bruscamente en los últimos 20 años, por obra de la globalización. El idioma de este proceso, la lingua franca de hoy, es básicamente el inglés, pero con numerosas cruzas y alteraciones. La difusión de las redes sociales, que son mundiales, ha permitido la supervivencia de las grandes lenguas como el castellano, el francés y el chino, pero otros mil idiomas de la humanidad parecen condenados a morir. ¿Qué esperanzas pueden tener el catalán, el croata, el holandés, el swahili, el urdu o el guaraní?
En el habla cotidiana aparecen no sólo el nerd y el freak, el punk y el open mind, el fashion y el touch and go, sino que se crean nuevos vocablos para nuevas acciones que se efectúan mediante la tecnología cibernética. Por ejemplo: "Whats's Up?" es básicamente un saludo, que puede traducirse como "¿Qué hay de nuevo?". En cambio, app es abreviatura para application, o sea aplicación adicional de un equipo electrónico, que se obtiene incorporando un programa. Combinando las dos palabras se creó el servicio de What's App, que ya ha incubado un verbo castellano: whatsapear.
Antiguamente, estos cambios eran muy lentos y se perdía al final la noción de origen. Por ejemplo, dicen que el criollo chimi-churri nació de las costumbres de un inglés afincado en nuestras tierras allá por 1820, de nombre Jim McMurry, que insistía en echarle una especie de vinagreta picante al asado que le servían los paisanos. Hoy día esta historia es incomprobable. Incluso nos inspira dudas el apellido McMurry. Nos suena más verosímil un Jimmy Murray, por ejemplo.
Todo préstamo idiomático tiene encanto y, además, forma parte de un proceso mundial inevitable
Todo préstamo idiomático tiene encanto y, además, forma parte de un proceso mundial inevitable. Con una salvedad: cuando los procesos del habla popular son naturales tienen un tiempo de maduración y florecen en ingeniosas creaciones, como la palabra lunfarda "jailaife" que significa exactamente "un tipo que disfruta de la high life". O sea: la buena vida. Ciertas palabras foráneas, como las rusas perestroika (transformación del comunismo en sistema libre) o nomenklatura (nómina de beneficiarios de un determinado sistema) entran legítimamente al idioma porque transmiten bien su significado, y se hacen universales hasta que caen en desuso. Lo mismo ocurre con algunos vocablos franceses: scrimmage, vernissage, boutique, menage-à-trois. ¡Son irreemplazables! Por intermedio de estos sonidos, una lengua enriquece a la otra y le permite usar sus contenidos. Así el castellano utiliza saudade, morriña, feeling, crack, mafia.
En cambio, cuando las palabras corresponden a productos comerciales asociados entre sí, como es el caso de hashtag o
trending topic o tweet (tuit) o candy crush o play station, desembarcan todas juntas en una lengua que no sabe pronunciarlas ni escribirlas.
El hablar se vuelve irremediablemente cursi, pretencioso, afectado, indigestado de palabras extranjeras
El hablar se vuelve irremediablemente cursi, pretencioso, afectado, indigestado de palabras extranjeras. Diríamos que se habla cada vez peor, y que los hispanoparlantes argentinos caen en un gran desconcierto. No distinguen un dicho juvenil de un proverbio español o una insinuación campera, o un porteñismo de cuño italiano. "Hacelo como ti ha fatto mamma, tiempo de vacas flacas, vamos a ver dijo un ciego, no te veo uñas para guitarrero, el buey solo bien se lame, la época de Maricastaña, el tiempo de Ñaupa"...son giros idiomáticos que sucumben bajo el avance antiestético de Twitter, Facebook y el trending topic nuestro de cada día.
¿Quién escribirá, en el futuro, como María Elena Walsh, Gabriel García Márquez, Jaime Bayly? ¿Quién hablará como Antonio Carrizo, Juan Carlos Mareco o Ulises Barrera? Ah, chi lo sa. Perdón, quise decir: ¿Quién sabe?
La utopía del esperanto, un idioma universal, bajo la forma de un inglés corrompido. Cantamos con Serrat: "Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene, es remedio"..

LA ESQUINA DEL IDIOMA


Piedad Villavicencio Bellolio


¿Con qué base se forman los gentilicios?

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No hay reglas fijas para estructurar estos adjetivos, pero se recomienda que se construyan con la fórmula raíz o lexema + sufijo o morfema. Por ejemplo, del nombre Quito (raíz) más los sufijos -eño y -ense, resultan los gentilicios quiteño yquitense. Del nombre Santo Domingo (raíz) + los sufijos -eños y enses, surgen los gentilicios santodomingueños y santodominguenses.
Aparte de los aspectos del idioma, los gentilicios suelen formarse apuntando a las características históricas de la región. Por ejemplo, fluminenses son los naturales deBabahoyo, capital de la provincia de Los Ríos; también son los habitantes de Río de Janeiro, ciudad de Brasil. Fluminense se deriva de la voz latina flumen que significa ‘río’, término que generó el nombre de la provincia, de la ciudad y del gentilicio.
Los sufijos que más se emplean para la formación de los gentilicios son: -ano: zamorano (de Zamora); -ense: carchense (de Carchi); -iense: parisiense (de París); -ino: montalvino (de Montalvo); -teco: guatemalteco (de Guatemala); -és: cordobés (de Córdoba); -í: iraní (de Irán); -eño: guayaquileño (de Guayaquil); -ero: habanero (de La Habana), sanjuanero (de San Juan); -ejo: popayanejo, cañarejo, biblianejo (de Popayán, Cañar y Biblián). Estas últimas grafías alternan en el uso con el sufijo -ense: cañarense, biblianense.
Es muy normal que para un mismo topónimo (nombre propio de lugar) existan varias denominaciones formadas por sufijos diferentes, este es el caso del gentilicio de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, cuyos gentilicios son santodomingueño y santodominguense. También de Guayas, provincia del Ecuador, que tiene los gentilicios guayaco y guayasense.
Cuando en un pueblo se manejan dos o más gentilicios, les corresponde a las autoridades del lugar establecer la forma con la que se sienten más identificados y que desean usar de manera oficial. (Actualizado a partir de La esquina del idiomadel 1 de noviembre del 2009).
Miles de personas
La palabra mil (pl. miles) puede funcionar como adjetivo y sustantivo, pero no como pronombre; tampoco tiene el sentido de ‘muchas personas, infinidad de personas’.
Por esta razón no se recomienda que se omita la preposición «de», pues introduce el complemento especificativo y da precisión a la frase: Miles de ecuatorianos; Miles de católicos.
No es apropiado decir o escribir, por ejemplo: Miles viajaron a Brasil para estar en los juegos del Mundial de Fútbol. Correcto: Miles de hinchas, miles de personas, miles de fanáticos, etcétera, viajaron a Brasil...
FUENTES:
Diccionario de la lengua española (2001), Diccionario panhispánico de dudas(2005), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española; Diccionario del uso correcto del español en el Ecuador, de Susana Cordero de Espinosa.

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