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sexta-feira, 8 de setembro de 2017

ALEX GRIJELMO

Álex Grijelmo arremete contra ‘manías’ de los gramáticos en la FIL Guayaquil

Álex Grijelmo arremete contra ‘manías’ de los gramáticos en la FIL Guayaquil 114 Susana Cordero, Álex Grijelmo y Diego Araujo en la mesa de discusión ‘Las luchas contra la gramática’, en la tercera Feria Internacional del Libro de Guayaquil. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO
Susana Cordero, Álex Grijelmo y Diego Araujo en la mesa de discusión ‘Las luchas contra la gramática’, en la tercera Feria Internacional del Libro de Guayaquil. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO


Alexander García 

El autor de ‘La gramática descomplicada’ remarcó las ironías respecto a las nomenclaturas que los lingüistas han creado para el estudio del idioma español. “Cómo es posible que copular no sea un verbo copulativo”, preguntó ante las risas del público de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIL-G). “Y no voy a decir otros verbos que son copulativos para la gente, pero no para la gramática”. El escritor y periodista español Álex Grijelmo planteó una defensa de los verbos contra los lingüísticas la noche de este miércoles 6 de septiembre de 2017 en el Centro de Convenciones del Puerto Principal, sede de la Feria. "Los verbos impersonales son los más personales de todos porque solo se conjugan en una sola persona, en la tercera, como cuando decimos llueve”. Y los llamados verbos auxiliares son en realidad principales, tanto que sin ellos no se podría construir la voz pasiva, sostuvo. El español arremetió contra “las manías” de los lingüistas en la mesa de discusión ‘Las luchas contra la gramática’, en la que participó junto a los ecuatorianos Susana Cordero, directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua; y junto al catedrático Diego Araujo. “Las denominaciones me llaman la atención porque puede ocurrir que un verbo sea irregular, impersonal o sea auxiliar y que además sea imperfecto, pobre verbo. Hay que cambiar toda la nomenclatura de la gramática, cómo los niños no van a coger manía a la gramática si todo lo que se les cuenta es negativo”, dijo Grijelmo, uno de los 14 invitados internacionales a la tercera edición del la FIL-G. En un ambiente de camaradería, Grijelmo combatió con humor la intervención inicial de Cordero, que había marcado en su intervención inicial el descuido en el uso del idioma en periódicos como el español El País, donde publica el periodista ibérico. “La gramática tiene ciertas paradojas, por ejemplo si digo, el boxeador dio un puñetazo al árbitro, el árbitro recibe directamente la acción, pero es el complemento indirecto (en la oración), a ver quien le explica al árbitro cuando el puñetazo le da en toda la cara”, dijo el doctor en periodismo de la Universidad Complutense. Aunque propuso revisar las denominaciones arbitrarias, a menudo peyorativas, y que denotan falta de rigor respecto a cómo designar formas idiomáticas, Grijelmo indicó al final que simplificar la gramática terminaría por "simplificarnos a nosotros mismos". Araujo, quien además es ensayista y crítico, coincidió en la necesidad de despojar a la gramática de su mala fama, de su impronta de personaje opositor y temible enemigo, y celebró el humor con el que afrontaron sus intervenciones Cordero y Grijelmo como una forma de avanzar en ese propósito. “Hay que evitar una terminología complicada y absolutamente imprecisa”, señaló. El aprendizaje del idioma debe ser gradual en los planes escolares, agregó Araujo. “Desde los primeros cursos del colegio se ven temas extremadamente complicados, por ejemplo el análisis sintáctico, que requiere un grado importante de abstracción, habría que dejarlo para fines del bachillerato”. Cordero reflexionó sobre lo aparentemente anacrónico que resulta hablar en estos tiempos de corrección idiomática, exigirla en las prisas, dispersiones y desasosiegos que nos invaden en la red. La académica presentó 48 oraciones con errores que recogió al azar del periódico El País, de España, sobre todo faltas de puntuación, complementos mal situados, errores de concordancia y confusiones semánticas. “Muchos escritos resultan disonantes y cacofónicos, denotan el descuido de algunos colaboradores que prescinden paladinamente de que 14 millones de navegantes lo leen en la red, ninguna de sus secciones se libra de faltas, pareciera que no contaran con correctores de pruebas”, dijo Cordero. En un artículo sobre la muerte de Manuel Antonio Noriega se dice que cierra un capítulo de la historia, y que "sus hijas y sus familiares merecen un sepelio en paz". En la oración pareciera que ellas van a ser enterradas. Entre los errores antológicos de avisos y periódicos, citados por el español se encuentran el siguiente: Para aquellos padres que tengan hijos y no lo sepan en el centro comercial funciona una guardería. O el titular, dos hermanas se encuentran después de 40 años en la cola del supermercado. "Las cajeras eran un poco lentas". Grijelmo participa este jueves 7 de septiembre, a las 18:00, en un coloquio sobre su quehacer con el lenguaje, una charla con la crítica Cecilia Ansaldo, directora de contenidos de la Feria.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:https://www.elcomercio.com/tendencias/alexgrijelmo-idioma-gramatica-feriadellibro-guayaquil.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com

GAZAPOS





Parrillada de gazapos

Hace unos años descubrí, en los periódicos bolivianos, un nuevo verbo: ‘recontear’. Hoy reaparece en el siguiente titular: “Reconteo (sic) de votos para candidatos del TCP con poca presencia de legisladores” (EL DEBER, 31.08.17). Lo correcto es decir: “Recuento de votos”. El presente del indicativo del verbo contar es “yo cuento”. Por ejemplo: “Yo cuento cuentos, cuento billetes, cuento huelgas, cuento manifestaciones, cuento bloqueos, etc. No se dice: “Yo conteo” cuentos, “conteo billetes” o “conteo bloqueos”… Por lo tanto, si yo cuento votos y las cuentas no me salen, los recuento hasta que salga lo que yo quiero que salga, según la filosofía del “se le mete, nomás”. 
Un combativo analista político critica a Evo Morales que “nos ha dicho innumerables veces que las cosas que se le ocurre hacer, se hacen tarde o temprano, ‘querramos” (sic) o no ‘querramos’ (sic)” (Página Siete, 31.08.17). Se dice ‘queramos” o no ‘queramos’ (sin “erre”), porque la segunda persona plural del presente del subjuntivo del verbo querer es ‘queramos’... o no ‘queramos’.
 
Veamos cómo se destruye nuestro idioma: “Senado anuncia debate ‘de’ (sic) la intangibilidad del Tipnis para el martes” (EL DEBER, 04.08.2017). Este extraño titular revela que el redactor piensa en otro idioma e impone una sintaxis ajena al idioma español. Sería más correcto decir: “El Senado pospone el debate sobre la intangibilidad del Tipnis”. Luego, en el encabezamiento de la crónica (en el primer párrafo) se especificaría el día del debate y por qué se posterga. ¿Qué se enseña en las facultades de Ciencias de la Comunicación? Para comunicar hay que saber hablar y escribir; y para hablar y escribir, hay que saber algo de gramática y un poquito de retórica; y para saber algo de gramática y un poquito de retórica hay que estudiar, y para estudiar hay que leer libros. Es la mejor escuela. No hay otra.
Me asombra un titular de exaltación al jefazo: “Evo celebra el Día de la Revolución (sic) Agraria” (EL DEBER, 04.08.17). ¿Así que Evo celebra -él, solingo- un fasto histórico propio de la Revolución Nacional? ¿Por qué perdura nuestra mala costumbre de exaltar al caudillo de turno y no a la colectividad? Fueron los campesinos de Tarabuco (Chuquisaca) – no Evo- quienes recordaron la Reforma Agraria de 1953, una  discutible reforma de la propiedad de la tierra. (‘Reforma agraria’, no ‘Revolución agraria’). Ni los movimientistas se atrevieron a calificar de ‘revolución’ lo que era una apresurada ‘reforma’ política del régimen agrario latifundista.
No se dice: “Desconocimiento ‘a’ (sic) la Constituyente” (Página Siete, 02.08.17). Debe decirse: “Desconocimiento ‘de’ la Constituyente”. // Madrid, 08.09.2017.  

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

terremotos: claves para una redacción más precisa

Recomendación urgente del día
Con motivo del terremoto registrado en el estado mexicano de Chiapas, se ofrecen algunas claves para una correcta redacción de las informaciones relacionadas con este fenómeno.

1. Sismo y seísmo, términos adecuados

Tanto sismo como seísmo son formas apropiadas para nombrar a un terremoto o sacudida de la tierra. La primera es más común en Hispanoamérica y la segunda en España.

2. Hipocentro y epicentro

No significan lo mismo: mientras que el hipocentro, también llamado foco sísmico, es el lugar en el interior de la corteza terrestre donde tiene origen un sismo, el epicentro es el punto en la superficie terrestre —aunque puede estar sumergido— donde el terremoto es más intenso. Además, puesto que no son hechos o eventos, sino lugares o puntos de la corteza terrestre, lo apropiado es decir que se localizanno que ocurren o se producen.

3. Maremoto y tsunami

Maremoto y tsunami son dos términos que no conviene confundir, pues no son sinónimos. Mientras que un maremoto es un terremoto cuyo epicentro se localiza en el fondo del mar, un tsunami es la ola gigantesca producida por un maremoto o por la erupción de un volcán submarino.

4. Escalas de Richter y de Mercalli

La escala de Richter mide la magnitud de un movimiento sísmico, la energía que libera («una magnitud de 6,5 en la escala de Richter»), mientras que la escala de Mercalli mide su intensidad, los efectos que produce («una intensidad de grado VII en la escala de Mercalli»).

5. Oaxaca, pronunciación

El nombre del estado mexicano de Oaxaca, uno de los afectados por el temblor, se pronuncia /Oajáka/, ya que esa x conserva, como en el caso de México, su antiguo valor como representante del sonido /j/.

6. Asolar, conjugación correcta

El verbo asolar, cuando significa destruir o arrasar’, puede conjugarse de forma regular o irregular, tal como recoge la Gramática académica. Así, se puede decir asuelo, asuelas, asuela, asuelen…, pero también asolo, asolas, asola, asolen…, siendo esta última la única conjugación apropiada del verbo asolar cuando significa ‘secar los campos o causar sequía’.

7. Devastar, no desvastar

El verbo devastar es ‘destruir, ‘arrasar un territorio’, y no hay que confundirlo con desbastar, que significa ‘quitar lo basto’ o ‘debilitar, gastar’, ni con desvastar, que es una forma híbrida inexistente en español y que, por tanto, es desaconsejable.

8. Severo no es lo mismo que grave

El uso del adjetivo severo con el significado de ‘grave’ o ‘serio’ es un calco inapropiado de la palabra inglesa severe, por lo que lo adecuado es hablar de graves daños o daños serios, no de severos daños.

9. Segar vidas, no sesgar vidas

Cuando se quiere significar ‘matar, acabar con la vida de alguien’, lo apropiado es emplear el verbo segar, no sesgar; por ello, la expresión adecuada es segar vidasno sesgar vidas.

10. Tsunamirresistente y tsunamirresiliente

Tsunamirresistente y tsunamirresiliente son dos neologismos, que aluden a la propiedad que tienen algunas construcciones de ser resistentes a los tsunamis, se escriben en una sola palabra, en redonda y con doble erre.

11. Tremor, no trémor

En sismología, tremor alude a ‘un terremoto característico de los volcanes que refleja modificaciones en su estado interno’. Hay que tener en cuenta que se trata de una palabra aguda, es decir, que en su pronunciación se acentúa la última sílaba, /tremór/, y que no está justificado pronunciarla como llana, /trémor/.

12. Zona cero, en minúscula

La expresión zona cero, que alude al área de mayor devastación en un desastre, se escribe en minúscula y no necesita cursiva ni comillas.

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...