Translate

quarta-feira, 19 de maio de 2021

HOMENAJE AL LIBRO

Por JUAN JOSÉ VIJUESCA, Escritor en El Imparcial - España La ausencia de las diferentes ferias dedicadas al libro por razones más que evidentes, aunque cabe este año la de ser aplazadas, más que suspendidas, nos obliga a los amantes de la lectura a la privación de estas muestras vivientes en donde las letras y los autores se exponen en connivencia con sus novedades literarias. Rendir culto al libro es una necesidad tan cierta como abrir sus páginas y formar parte de la intriga de su contenido. Nada es lo que parece, ni tan siquiera la ilustración de su portada, pues lejos de la historia que en él se encierre, siempre estará la magia del autor capaz de sucumbir ante el reto del buen lector. En esta suerte de relación escritor-lector a veces se establecen normas de conducta, incluso una especie de complicidad seductora. El libro se vuelve objeto de deseo y eso tiene mucho de galanteo, pues el enigma de su contenido ya es causa de provocación; diría que es la sensualidad de la imaginación la que nos provoca entrar en el mundo de lo fantástico. El libro, por sí solo, es una cuestión de honor a dirimir entre dos partes que se desconocen, incluso que pueden llegar tanto a rechazarse como a intimar. Es un simple acto de particular confianza dispuesto a recrear fantasías escritas capaces de convertirlo todo en una relación magnética; de tal manera que la grandeza de leer nada tiene que envidiar a la magnitud de escribir, pues si no ¿qué sería del escritor sin lector o viceversa? Con esta premisa, la nada se convierte en todo cuando las páginas se suceden en complicidad y el libro se vuelve codicioso en ser leído; a partir de ahí el universo de la sabiduría llama a la puerta del intelecto y es cuando la magia se convierte en cultura. Sin duda el mejor libro es uno mismo merced a la hondura de lo que cada cual alberga en su propio ser, por eso aún todo queda por escribir y ser leído, porque la mejor historia es aquella que se guarda de miradas críticas; de ahí la grandeza de lo creativo. Si en cada uno de nosotros existe sensibilidad es porque también hay creatividad, y ello, créanme, necesita ser expresado a través de cualquier lenguaje que se manifieste. Uno de los pilares para doblegar a la incultura es la lectura, y algo tan sencillo como es el abrir un libro dejándose llevar por el vínculo del conocimiento ya es entrar en los dominios de la educación. Sin duda el camino hacia el progreso. El lector agradece adueñarse de lo que encierran las páginas encuadernadas, mientras el autor festeja el vuelo de su obra viendo cómo se emancipa lejos de sus dominios. En cada libro una pasión, un sueño, una aventura y también un lector. Es el enigma de lo oculto en donde la ficción igual invade secretos de alcoba que hace posible el reencuentro con lo perdido. La no ficción, la novela histórica, el ensayo, la poesía, todo es un mundo dentro del que cada uno de nosotros habitamos. No se detengan ante un libro por su portada, ni siquiera por sus críticas, tan solo abran el libro y busquen la voz de alguien, yo diría que lo más importante de una obra es la voz del autor, esa voz que llega a nosotros y esa es la suerte de que alguien nos regale la extensión de una felicidad encuadernada. “Los libros se leen para la memoria” –dijo Jorge Luis Borges. Yo añadiría que se leen para fabricar sueños felices. ¿Qué diferencia puede haber entre recordar sueños y recordar el pasado? Cualquiera de nosotros perseguimos ilusiones y siendo estas simples fantasías yo me pregunto ¿acaso la ficción no rescata momentos felices de nuestro pasado? El gozo de escribir viene a justificar la virtud de leer y más allá de esta concordia nada se interfiere no siendo la pereza por despertar la magia de lo desconocido. Eso y nada más es lo que persigue mi homenaje al libro.

EL LENGUAJE VIVE EN EL CEREBRO

Español, el lenguaje vive en el cerebro y… Por Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda (mirtea@ucol.mx) El lenguaje existe en nuestro interior, vive en el cerebro. Una vez aceptada esta premisa, se plantean al menos dos preguntas: ¿Cómo aprendemos una lengua y cómo ocurre el proceso mental de organización del idioma? Responderlas ha dado lugar a investigaciones en las ciencias de la pedagogía, la neurolingüística y la neuropsicológica entre otras, ya que, para comprender ese proceso, es importante saber cómo surgen los idiomas y cómo se clasifican, al considerarse básicas en la comprensión de la relación del proceso enseñanza / aprendizaje de una lengua. Los estudiosos de dicho proceso han retomado al idioma español, al que consideraron idóneo por sus peculiaridades, entre otras la semejanza entre varias lenguas como el castellano, catalán, etc. o la disparidad con otras, como el euskera; a lo cual se agrega la riqueza del español en vocablos, debido a la flexibilidad para aceptar voces de otros idiomas y de crear nuevas palabras. Sin dejar de observar que no es tan fácil de aprender el español porque, además, presenta a las diferencias, en mayor grado que otras lenguas, en léxico o fonética y que una misma palabra tenga significados distintos, no únicamente en países diferentes, sino en regiones de un mismo país, o incluso que se desconozca su significado, ¡“Qué difícil hablar el español”! (Ospina y Ospina). El español es hablado por 580 millones de personas en el mundo, es sólo superado por el mandarín (Anuario, 2019), Sin embargo, ahora en el siglo XXI, enfrenta un nuevo reto, al vincularse su expansión geográfica con la gran vitalidad cultural que se da en cada territorio y el desarrollo de las Tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), de forma tal que afronta, más que nunca, una realidad diversa que vive la contradicción de enriquecerse y empobrecerse, que lo dificulta y lo torna más complejo; más todavía, porque no siempre se atiende con el necesario rigor su enseñanza / aprendizaje, es decir la primera cuestión y en consecuencia, se dificulta la segunda, la organización mental del idioma. En principio, la lengua se aprende por imitación, en los hogares, de la madre, el padre y otros miembros de la familia. La imitación de las y los infantes se ha estudiado, sobre todo por lo que incumbe a la capacidad simbólica y por su valor en el desarrollo cognitivo (Piaget, 2006); lo cual hace pensar en la enorme responsabilidad que implica el saberse imitado, un aspecto que no puede dejarse de subrayar, más aún al tener en cuenta que un efecto de la imitación es el desarrollo de las habilidades sociales, de la comunicación y también de la interiorización de los estereotipos. Desde el nacimiento se inicia el establecimiento de las conexiones interpersonales, acordes al contexto de interacción entre los individuos, lo que hace al medio una clave esencial en el desarrollo de la persona. La imitación tiene lugar casi desde el nacimiento, pero es al segundo mes de vida, que un bebe es capaz de realizar imitaciones vocálicas, las cuales se desarrollan a partir de la atención del adulto y que, de acuerdo con los estudios, se desarrolla en fases, desde la que se da por reflejo y de forma esporádica, hasta la adquisición de un repertorio conductual, parte de la imitación para lograr la interiorización, por observación. En atender este proceso, ya que en él interviene el interés del adulto en provocar la imitación y en el caso del lenguaje, poner atención a la correcta vocalización; también entre bebes ocurre la imitación espontánea para interactuar entre ellos, en lo que se denomina “conversación de movimientos”, diálogos corporales de sonrisas, expresiones de alegría y sincronía de los comportamientos. Pedagógicamente la imitación infantil se entiende, como el proceso de asimilación del modelo observado, lo cual ocurre porque la o el bebe considera a la otra persona como una continuación de sí mismo (Bordoni, 2018). La educación es un hecho social e histórico, por darse en todos los tiempos y sociedades, desde la época primitiva hasta la actualidad; de ese modo, es una función espontánea de la sociedad; por lo mismo, la imitación como relación enseñanza / aprendizaje se genera por una educación espontánea, que se trasmite sin planear y “sin querer”, por mencionarlo así; es mediante esta educación espontánea, que cada generación adquiere conocimientos y habilidades imitando lo que ve en la generación que la precede. De la educación espontanea o informal por darse en la cotidianidad, transita a la planeada, es decir formal y no formal, también denominadas regulada y no regulada, ambas son intencionadas y planificadas, pero la primera es obligatoria y escolarizada, la segunda no. Pero al parecer, la enseñanza / aprendizaje de la lengua, que como ya se ha dicho, inicia de modo espontaneo e imitativo, no recibe la suficiente atención en la educación formal, sin acudir a buenas lecturas u otros medios para ampliar la riqueza de vocabulario y la comprensión del español y sin enfatizar su correcta escritura y oralidad; lo que puede redundar en un déficit de competencia comunicativa, lo mismo para trasmitir el mensaje que para entenderlo y esto se traduce en una mala interpretación del comunicado, ya que se da una pobre organización mental del idioma. Por otro lado, se tiende al exceso de simplificación del vocabulario, reduciéndolo de modo notable, sobre todo en las redes de la Internet, donde, además, se filtran vocablos de otras lenguas como Fake News, en lugar de Bulo y últimamente sanitizar, por higienizar, desinfectar, en una mala traducción del inglés sanitize (Drae). Por el otro las tendencias ideológicas y los movimientos sociales, entre ellos la propuesta de utilizar el femenino cuando corresponda, lo cual no se objeta, pero sin llegar a extremos. Para comprender la riqueza del español vale una síntesis histórica de su recorrido a través de los siglos. En el siglo II a. C., la Península Ibérica es habitada por los celtas y los íberos, los romanos la invaden y pasa a ser una provincia del Imperio Romano que impone el latín, su lengua, que ya se había enriquecido con el griego; entonces, el español es una lengua romance. En el siglo V d. C.., inicia la invasión visigoda a la Península y deja algunos rastros de la influencia germana y en el año 711 se da la llegada de los árabes, con una enorme influencia en la lengua y cultura de España; el castellano toma pujanza, en la situación de inestabilidad hasta que el 2 de enero del año 1492, la reina Isabel de Castilla toma Granada. Ese mismo año, del siglo XV Cristóbal Colón llega a las islas del Caribe en América, por lo que se podría anotar el 12 de octubre de 1492, como la fecha de introducción del español en América y el comienzo de un nuevo enriquecimiento, ahora con las lenguas habladas en este continente. La adquisición de vocablos, de origen etimológico tan distinto, explica en cierta medida, las deficiencias del aprendizaje del español, mas, a pesar de la complejidad del español, se puede afirmar que muchísima gente se comunica con un nivel de comprensión no solo aceptable sino bueno en esta lengua (Herrero. 2008). Al transcurso ineludible del tiempo y en consonancia con los lugares por los cuales se ha extendido, el español se ha transformado y adaptado, ha aceptado palabras de lenguas europeas, americanas, asiáticas y africanas, que en mayor o menor grado fueron dejando su huella; de ahí la importancia del aprendizaje constante del idioma, que propicia una mejor organización mental del lenguaje, recordando, que el lenguaje vive en el cerebro y por ende en nuestros pensamientos que se traducen en palabras. Bibliografía – Anuario. El español en el mundo 2019. Instituto Cervantes, en: https://www.cervantes.es/default.htm – Bordoni Mariana. La imitación reconsiderada: Su función social en la infancia temprana. Interdisciplinaria. Vol. 35, N.1, pp. 119-136. Centro Interamericano de Investigaciones Psicológicas y Ciencias Afines. Argentina. 2018 – DRAE, en https://www.rae.es/observatorio-de-palabras/sanitizar – Herrero María Antonia. La diversidad lingüística del español: la compleja relación entre estándar, norma y variedad. Universidad Nacional de Educación a Distancia, Dpto. Lengua Española y Lingüística. Madrid. 2008 – Ospina Juan Andrés y Ospina Nicolás, colombianos. Qué difícil hablar el español en: https://www.youtube.com/watch?v=eyGFz-zIjHE). – Piaget J. La formación del símbolo. FCE. México. 2006.

FUNDÉU RECOMIENDA:

LA RECOMENDACIÓN DIARIA
a cuál/cual más o cada cual más, pero no a cada cuál más Las expresiones a cuál/cual más y cada cual más son las adecuadas, y no el cruce de ambas a cada cuál/cual más. Uso inadecuado Tienen una buena cantidad de versiones a cada cual más agresiva y exclusiva que la anterior. Llegó a acoger cinco exposiciones en la segunda mitad del siglo XIX, a cada cual más espectacular y concurrida que la anterior. Han resistido a tres olas de este nuevo virus, a cada cual más mortífera. Uso adecuado Tienen una buena cantidad de versiones cada cual más agresiva y exclusiva que la anterior. Llegó a acoger cinco exposiciones en la segunda mitad del siglo XIX, a cuál más espectacular y concurrida que la anterior. Han resistido a tres olas de este nuevo virus, a cual más mortífera. Como recoge el Diccionario panhispánico de dudas, a cuál más es una locución adverbial que se utiliza ante un adjetivo para indicar que no es posible saber cuál de las personas o cosas a las que se refiere presenta un grado mayor de la cualidad expresada por el adjetivo. Con frecuencia, el pronombre cuál se escribe sin tilde, a pesar de ser tónico, porque en la locución pierde su valor interrogativo, opción admitida por las Academias. Por otro lado, la construcción cada cual más se emplea también con este mismo sentido, como indica la gramática académica, pero lo que se considera inadecuado es mezclarlas y formar la expresión a cada cuál más.

Julio Cortázar

POR JOSÉ NAROSKY 17.05.2021 - Diario La Prensa - Buenos Aires "El gran escritor es siempre un maestro. Que nos enseña sin tomarnos examen". Cada 13 de junio se conmemora el Día del Escritor, en honor a Leopoldo Lugones. Pero quiero referirme hoy a un intelectual que después de Borges y Sábato, es considerado por muchos, otro de los grandes escritores argentinos en difusión y en talento: Julio Cortázar. Y así como Borges eligió el exilio de Ginebra para su cita con la muerte, Julio Cortázar, casi un gigante de estatura con rostro de niño y alma de adolescente, la encontró en París, en febrero de 1984, a los 69 años. Cortázar había nacido en Bruselas, Bélgica, en agosto de 1914. A los 6 años ya estaba viviendo en Banfield, al sur del Gran Buenos Aires. Treinta años después -tenía ya 36 años- y corría el año 1951, se mudó a París, donde residiría hasta su muerte, treinta y tres años después. Podríamos decir, entonces, que Cortázar fue belga por nacimiento, argentino por adopción y francés por elección. Y en Francia precisamente, escribió el 80 % de su vasta obra literaria. Y es allí donde se casó, a los 39 años con la hermana del escritor Francisco Luis Bernardez. Y fue en París, donde publicó su primera novela "Los Premios" y también su obra más famosa: "Rayuela", que la crítica francesa y la argentina incluso, trató con mucha severidad. Pero el tiempo, que es un jurado infalible, dictó su fallo favorable para "Rayuela". Fue físicamente un hombre muy alto, elegante, que siempre vistió deportivamente; que fumaba sin pausa; que hablaba con un leve acento francés, que se notaba especialmente cuando pronunciaba la letra R. Era auténtico y contundente en sus opiniones. Y de una dignidad irrenunciable, que a veces lo hacía sufrir. Pero esa misma dignidad, lo consolaba. Era modesto frente a la grandeza, pero aparecía arrogante contra la bajeza. Y tenía actitudes valientes frente a muchas cosas. Pero no era realmente valiente, sino digno. A los 18 años se recibió de maestro y 2 años después ya era profesor en letras. A los 25 años estaba en Chivilcoy como docente en un colegio secundario. Y lo clásico. Una alumna de 17 años se enamoró de ese profesor algo callado y sobrio, peinado a la gomina. La plaza de Chivilcoy fue testigo mudo de encuentros fugaces, que muchos lugareños observaban y criticaban con esa ferocidad con que los espíritus pequeños juzgan y condenan las humanas debilidades de los hombres superiores. Cortázar tuvo muchas inquietudes, no sólo literarias. Gustaba del box, del tango, del jazz, de la pintura. Quizás podríamos haber resumido todo esto diciendo que fue un "enamorado de la vida". Cuando Cortázar estaba internado con una severa leucemia de la que no sobreviviría, en el hospital de Saint Lazare en París, tenía siempre junto a él un viejo portafolio, en el que guardaba algunos apuntes y el libro "Don Quijote de la Mancha" de Cervantes, que a veces lo colocaba bajo su almohada. Estaba forrado en hule. Cuando falleció en febrero de 1984, hace más de 35 años, un amigo abrió "El Quijote" para hojearlo. Y quitó el hule que cubría la tapa del libro. Y se llevó una gran sorpresa. Muy escondida, estaba allí una pequeña foto de una hermosa muchacha rubia, de unos 17 años. Detrás de la fotografía se leían claramente estas palabras: "Con el amor eterno de Nelly Mabel. Chivilcoy, enero de 1941". ¡Y habían transcurrido 43 años...!. Y cierro esta nota con un aforismo para Julio Cortázar y para ese amor que permaneció en él, hasta el último día de su existencia: "El primer amor nunca se olvida. Porque fue el primer milagro". José Narosky

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA tabulé , grafía adecuada   La grafía   tabulé , con tilde en la  e , es la recomendada para la  ensalada típica de...