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sexta-feira, 16 de novembro de 2012

FUTUROLOGÍA


Tecnología que seguiremos usando en 20 años más
Por Esteban Zamorano

Hay cierta tecnología que hemos usado por miles de años como la escritura, mientras que otras no lograron sobrevivir al tiempo como grabar sonidos en cilindros de cera. Sabemos que especular con el futuro es una apuesta arriesgada pues hace 40 años ‘casi‘ nadie logró prever la Internet, pero si debemos apostar, creemos que el 2032 aún seguiremos usando:

Puertos USB
Bueno, no específicamente el puerto USB como lo entendemos ahora, sino la idea de que los cables seguirán existiendo en un futuro inalámbrico (más que nada como soporte de respaldo en caso que lo inalámbrico falle), y que todos los dispositivos deben dirigirse a una estandarización como la que hoy se ve con la interfaz USB. No creemos que los cables propietarios sean el futuro y estamos convencidos que eventualmente Apple se unirá al resto del mundo.
Billetes y monedas
Pese a los intentos de formatos de monedas electrónicas como BitCoin, el hecho que el intercambio se realice electrónicamente hace que nunca será algo tan anónimo como derechamente pagar en efectivo.
Mientras exista gente preocupada de su privacidad, el dinero físico no va a desaparecer.
Almacenamiento físico de datos
¿El futuro es la nube? Claro, pero eso no significa que la gente dejará de tener la necesidad de poseer una copia física, tangible, de su información. Quizá sea algo posible si encontramos la forma de conectar a todo el mundo a la vez a una red que además funcione bajo tierra, algo poco probable incluso en el mediano plazo.
Radioaficionados
Por mucho que se avance en la tecnología, las redes seguirán dependiendo de una infraestructura. Como bien se sabe en Chile tras el terremoto del 2010, la principal característica de los aparatos de onda corta es que sólo basta con tener electricidad para comunicarse con otro aparato a grandes distancias, algo ideal en caso de catástrofes, pues seguirán ocurriendo en el futuro.
Audífonos
Si hilamos más fino, incluso no vemos como algo tan obvio que desaparezca el conector de audio de 3.5 milímetros. Los audífonos seguirán siendo parte de la experiencia de escuchar lo que sea de forma individual. Se podrán hacer más pequeños, incluso para que se puedan introducir dentro del canal auditivo, pero quizá su único reemplazo sería directamente una interfaz neuronal con tu cerebro.
Superficies táctiles
Existen formas de capturar los gestos y hay un futuro prometedor en el reconocimiento de voz, pero el problema es simple: son dos formas sumamente poco discretas de interactuar con una máquina. La forma en que Tom Cruise trabajaba en Minority Report era porque se necesitaba actuar con rapidez, no porque en ese futuro todas las personas trabajan desde sus cubículos moviendo sus brazos como si bailaran o tuvieran un ataque epiléptico. Y ni decir una interfaz de reconocimiento de voz, porque si bien tiene un futuro prometedor, la tecnología es para ser usada individualmente, en solitario.
Ante esto, y pensando que en el futuro necesitamos una interfaz cada vez más ergonométrica, la superficie táctil con un mecanismo de retroalimentación háptica se ve como el posible asesino del teclado, cuya distribución de teclas seguirá
siendo QWERTY y no DVORAK u otro por el mismo motivo que no hablamos Esperanto: Es difícil romper con las tradiciones.
Las tecnologías que llevamos décadas usando
Ascensores
Podemos hacerlos mas rápidos, podríamos ponerles pantallas alrededor, podemos mejorar sus mecanismos internos de funcionamiento y su seguridad, pero en el fondo siempre se ha usado y se usará de la misma forma: Entrando a una caja de metal y marcando el piso de destino. ¿De que forma se podría mejorar?
Papel higiénico
Ni siquiera Hollywood logró imaginar cómo se podría reemplazar el papel higiénico en el futuro. En ‘El Demoledor’ hablan de un mecanismo de “las tres conchas” que nunca se explicó de qué forma se usaba. El bidé tampoco ha logrado reemplazar al papel higiénico, y esta bien que sea así.
Paraguas
No hay mucho que hacer, excepto mejorar su mecanismo de funcionamiento pero siempre será, en el fondo, un aparato pequeño y que se expande para protegerte de la lluvia. Cuando mucho se podría integrar a la ropa.
Clips
Puede ser que mueran los libros impresos, como también los diarios, las cartas y los documentos ¿pero el papel en sí? Es una forma extremadamente versátil de registrar rápidamente información, y siempre que existan más de dos papeles, se podrá usar un clip para sujetarlos entre sí.
Bonus: Las tecnologías que todos dábamos por muertas
El fax
El 40% de las pequeñas empresas de Inglaterra aún usan el fax mientras que en Japón el 59% de los hogarescuenta con una máquina de fax. Esta tecnología sobrevivirá durante algunos años más pues es una forma simple y directa de transmitir un documento manuscrito (es difícil escribir japonés con un teclado), lo que también presenta ventajas respecto al envío de firmas, por lo que también el fax es usado aún intensamente en el sector financiero y legal en lugares donde no se ha implementado la firma electrónica.
Los telegramas
En Estados Unidos mandar un telegrama con iTelegram entre Nueva York y Los Angeles cuesta US$ 25 más US$ 0,88 por cada palabra. No sabemos quienes podrían ser sus clientes, sólo que deben estar locos.
OS/2
No sólo aún se usa en el sector financiero, sino que también en el transporte público: La tarjeta MetroCard del tren subterráneo de Nueva York es administrada con el viejo sistema operativo de IBM. Neil Waldhauer es quien entrega el soporte técnico.
Ballestas
La policía antidisturbios de la provincia de Ürümqi en China aún usa ballestas para mantener el orden público. ¡Ballestas!
¿Y tú? ¿Que tecnologías apuestas que seguiremos usando en 20 años más y cuáles crees que no durarán ni para atestiguar el 2020?

Link:
-10 Futuristic Technologies That Will Never Exist (io9)
- 15 Current Technologies We’ll Still Be Using in 2030 (LaptopMag)
-Why Old Technologies Are Still Kicking (New York Times)
-If It Ain’t Broke, Don’t Fix It: Ancient Computers in Use Today (PC World)

¿MERCOSUR O HISPANOAMÉRICA?


por Carlos Leáñez Aristimuño
Profesor de la Universidad Simón Bolívar

El mundo unipolar de los noventa ha desaparecido. Vamos hacia grandes y múltiples polos actuando en marcos multilaterales. Quien se halle articulado a un polo falto de organicidad no tendrá consistencia ni pegada. Quien se encuentre desarticulado tendrá que correr los riesgos que implica ser un enano en medio de gigantes. Quien esté adscrito a un polo adecuado a su cuerpo histórico-cultural encontrará la fortaleza necesaria para un intercambio óptimo con el mundo.
¿Cuál será el polo de los hispanoamericanos? ¿Uno que gravite en torno a los Estados Unidos? Aunque en plena mutación, todavía difieren demasiado de nosotros. ¿Más bien en torno a Brasil? No parecería óptimo: tiene otra historia, otra lengua, otros intereses. Dicho crudamente: ya juega en el patio de los grandes, donde los pequeños no deben aventurarse sin haberse previamente reagrupado para dar la talla. Sin embargo, con la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones y su entrada al Mercosur, pareciera no irse hacia el reagrupamiento de los semejantes, sino hacia una hegemonía brasileña en América del Sur. Errado camino. Debemos insistir en la creación de nuestro propio polo.
Las bases del polo hispanoamericano
Cultura y lengua comunes son las bases de nuestro polo. Dos descodificadores esenciales de sentido, dos generadores de cohesión, pertinentes, en lo que nos ocupa, por ser las bases de la especificidad y la escala suficientes. La puesta en sinergia de sus elementos obrará maravillas. En efecto, en nuestra actual condición de archipiélago, la economía hispanoamericana es la quinta mundial… ¿qué lugar ocuparía dispuesta en un todo orgánico constituido por 360 millones de personas asentados sobre un vastísimo y contiguo territorio −prácticamente 12 millones de kilómetros cuadrados− con todo tipo de climas y recursos, distribuido en pocos husos horarios y que, por sus amplísimas fachadas, tanto al Atlántico como al Pacífico, se abre al mundo a plenitud a la par que limita con dos polos fundamentales, Brasil y EE. UU. ? ¿Qué potencial reservaría este mercado interno para fortalecernos hacia adentro y catalpultarnos hacia el orbe entero?
Pensemos en cómo la base lingüística hispanohablante ha sido clave para que nuestra literatura sea una de rango mundial. Imaginemos entonces esa base operando en todos los órdenes.
¿Cuántos frutos plenos nos depararía, cuántas razones tangibles de orgullo pondría ante nosotros? Entraríamos en una fase de círculos virtuosos, de plenitud, de confianza en nosotros mismos.
Los obstáculos al polo hispanoamericano
¿Por qué no ha surgido este polo? Ocurre que han prevalecido los grupos dirigentes locales que se sienten muy cómodos con esta situación. Poseen en el archipiélago actual amplia capacidad de incidir fuertemente en la formación de las reglas de juego y en el imaginario de cada uno de sus pequeños − ¡veinte!− países. Exacerban el relato identitario de nuestras actuales repúblicas y logran así, invocando la patria, exponerse al mínimo cotejo posible y conservar privilegios. Incluso, si los tamaños existentes no les convienen, alegando endebles consideraciones geográficas, culturales, históricas, económicas o étnicas proceden a secesiones: harina al molino centrifugador. Y estos grupos locales no actúan solos, se hallan en asociación con polos fuertes externos ya constituidos. Éstos reconocen y halagan los micronacionalismos, los legitiman internacionalmente, los equipan tecnológicamente, los vuelven planetas dispersos de su sistema solar.
Small is beautiful, no cabe duda. Más claro aún: divide y reinarás. Es fácil negociar con enanos dispersos. Los soles del sistema asignan las funciones que cumplir y los planetas desperdigados, subordinados, quedan en órbitas periféricas desde las que resulta difícil añadir verdadero valor: van cereales, vienen aviones; maquila por aquí, alta tecnología por allá. No.
Debemos ser el centro de nuestro propio sistema.
Los EE. UU. surgieron como polo desde un principio por no subordinarse a la agenda de la entonces hegemónica Europa.
Como otro obstáculo a la constitución de nuestro polo debemos sumar una lamentable «confusión» cartográfica: en un empeño por incluir un polo ya constituido —Brasil— e incluso a pueblos alófonos del Caribe, nos hemos distraído en mapas desatinados para la cabal gestión de nuestros intereses: Latinoamérica, Latinoamérica y el Caribe, Iberoamérica, Suramérica. Esto nos lleva a dispersión y subordinación.
Sólo Hispanoamérica abarca nítidamente los factores que nos dan especificidad y escala adecuadas frente a las potencias constituidas.
Lo anterior, por supuesto, no implica el desatender las mencionadas cartografías: son parte de nuestro contexto inmediato y merecen todo nuestro cuidado e incluso simpatía. Pero primero lo primero: Hispanoamérica. Es nuestra base de partida, nuestro mapa irrenunciable, nuestro trampolín hacia otra etapa histórica.
Hoy es el tiempo para Hispanoamérica
¿Por qué surgiría este polo ahora? Porque hoy es un imperativo impostergable y viable, no una mera elaboración utópica y voluntarista cabalgando sobre geografías insalvables y pueblos débilmente comunicados entre sí, con ínfima conciencia de su posición en el mundo. En efecto, hoy los medios de transporte modernos saltan las inmensas selvas y cordilleras. Pero, más aún, internet, así como los medios tradicionales de comunicación de masas, nos permiten a todos, desde el río Grande hasta la Patagonia, un tangible intercambio, con frecuencia en tiempo real.
Y el intercambio vendrá aligerado y fortalecido por un factor clave de valor político inconmensurable: la lengua común, primera lengua de la América toda, segunda lengua internacional del mundo. Ya en 1847, Andrés Bello sostuvo que la lengua española era «un medio providencial de comunicación y un vínculo de fraternidad entre las varias naciones de origen español». Hoy lo es más que nunca: 96,6 % de quienes viven en estas tierras la poseen como hablantes nativos y casi todos ellos como lengua materna. En ella realizamos los intercambios prácticos de la cotidianidad, amamos, reconocemos nuestros más íntimos anhelos, expresamos a plenitud nuestro ser. Tal como la vio Bello, es nuestra lengua comunicación y fraternidad. Es ella lazo práctico, afectivo e identitario. Es la herramienta imprescindible de la opinión pública hispanoamericana que nos llevará a la ciudadanía común. Es el cemento firme y expedito para levantar nuestra casa grande, nuestra casa fuerte: Hispanoamérica.
La mesa está servida: la necesidad de pasar a otra escala, los medios tecnológicos para recorrer el camino y los códigos culturales para lograrlo ya están allí… ¿cómo acelerar el proceso, cómo concertar fuerzas, cómo precipitar coyunturas propicias? Pasando de lo que es hoy un fondo difuso, pero real, a un primer plano nítido perceptible por todos. Hispanoamérica debe cesar de ser una vaga sensación que se activa en fiestas patrias o coyunturas deportivas, guerreras o literarias. No debe aparecernos como un gigante semidormido, oculto tras los árboles de las veinte repúblicas en las que solemos consumir nuestra cotidianidad. Al contrario: debe erigirse como cima prominente, apetecible para todos, punto a partir del cual nuestra contribución a la humanidad será plena. Para lo anterior es imprescindible el aprovechamiento de los medios ya disponibles a fin de forjar una opinión pública hispanoamericana que, debatiendo cotidianamente todos los aspectos del polo en gestación, sea catalizadora de nuevas estructuras jurídico-políticas. Discutiendo la nueva geografía, planteándonos los nuevos retos, imaginando las nuevas y anchas avenidas, percibiremos cada vez más el absurdo de la situación actual e iremos creando la presión política necesaria para salir de las modorras parroquiales presentes y pasar a las vibrantes coordenadas mundiales.
La incorporación de Venezuela al Mercosur, con la cual este bloque llega hasta el Caribe –mas sin acceso al Pacífico− da la ocasión de abrir un debate vital para Hispanoamérica.
¿Es Mercosur el esbozo de nuestra casa grande o un mero intento de hegemonía brasileña? ¿Se puede en el seno de este mecanismo contrarrestar al gigante amazónico o debe más bien optarse por un esquema sin Brasil? ¿Dónde quedan países clave como México y Colombia? Responder estas preguntas es vital para encontrar nuestro sitio en un mundo cuyos grandes reacomodos retan la imaginación política. Nuestra convicción es que la amplia base lingüístico-cultural hispanoamericana, por su especificidad y talla, es el punto de apoyo adecuado para negociar en forma óptima nuestro lugar en este siglo.
Sin temor a la insignificancia, aportemos al mundo desde Hispanoamérica. Y desde allí, sin miedo a ser arrollados, abramos a la humanidad, con orgullo tan pleno como sereno, puertas y ventanas.

CLARA OBLIGADO

"Sin el exilio, nunca habría escrito nada"

La escritora argentina, radicada en España desde hace décadas, cuenta en esta entrevista cómo se inició en la literatura desoyendo el mandato familiar y qué inspiró El libro de los viajes equivocados, volumen de cuentos imbricados que explora con sutileza, por medio de relatos que suceden en diversas épocas, los orígenes de la actual crisis europea
Por Martín Lojo | LA NACION - Buenos Aires

''En vez de analizar la política o la economía, quizá debamos prestar más atención a la neurociencia, a revisar nuestra condición de monos violentos'', sugiere la escritora. Foto: LA NACION / Graciela Calabrese

En el breve espacio de seis páginas, "El azar", el primer relato de El libro de los viajes equivocados cuenta una historia de quinientos millones de años. En aquel tiempo remoto, surgió del mar una caracola que llevaba grabada la forma de la expansión del universo. Se la volvería a ver hace doscientos mil años en el Ártico; en Normandía, durante el Medioevo; en una playa, durante la Segunda Guerra Mundial, y en otra, en algún momento del futuro cercano. De un cuento a otro, con un prodigioso despliegue de torsiones temporales y cruces de escenas y personajes, Clara Obligado interroga la crisis europea actual a través de la larga historia de violencia del continente. La sutil ilación que da homogeneidad a este libro, reciente ganador del premio Setenil 2012, uno de los más importantes dedicados al género en España, le da un sustrato común, aunque de difícil precisión, a una decena de relatos muy disímiles. El matrimonio frustrado de un inmigrante polaco en Buenos Aires; la historia decadente de una dinastía familiar junto al Paraná, en la que se cifra el pasado de la familia Obligado; la tragedia de una tribu nómade en el Círculo Polar Ártico; el pasado y la culpa con las que se reencuentra una emigrante argentina en España, una joven de la Europa rica convertida por un mal paso en refugiada albanesa.
Exiliada política en España desde 1976, la escritora y ensayista encuentra en estos derroteros desafortunados una forma de reescribir su propio recorrido que resuena en las tribulaciones del presente. Una reflexión lateral que, en virtud de su trabajo formal, excede la historia y se acerca a la percepción de la existencia cruda e insignificante de los hombres. En uno de sus frecuentes viajes a Buenos Aires, Clara Obligado contó a adn cómo emprendió, no sin reticencias, esa exploración literaria.
-La verdad es que no quería ser escritora. En mi familia, los hombres fueron poetas y escritores. Mi bisabuelo es Rafael Obligado, mi tío abuelo Pedro Miguel Obligado, mi abuelo también era escritor. No era el destino para las mujeres, que en general han sido pintoras. Si bien tuve clarísimo desde los diez años que me iba a dedicar a la literatura, nunca pensé en escribir sino en ser crítica y profesora, tareas a las que también me dediqué. Empecé por casualidad. No sé si fue una buena idea.
-¿Por qué?
-Porque es demasiado complicado escribir, y, a veces, doloroso. En general es gratis, te obliga a tener otro trabajo para sustentarlo. También es fantástico, es la posibilidad de tener varias vidas. Pero si una hija me dijese que quiere escribir no sé si se lo recomendaría.
-¿Cómo llegó a publicar La hija de Marx , su primera novela?

-Estaba en Madrid dando un curso de literatura erótica en el Círculo de Bellas Artes. Empecé a hacer una serie de ejercicios, no eróticos sino literarios, y a escribir textos. En ese momento comenzaba la caída del Muro de Berlín. Empecé a leer sobre historias olvidadas de las mujeres en Rusia. Entonces comencé una investigación y me entusiasmé. Me salió un cruce entre una novela de exilio y una novela erótica. Haber ganado el Premio Femenino Lumen (1996) y haberla editado en Tusquets fueron circunstancias extraordinarias, sin las que quizá no la hubiera podido publicar. Me abrió una puerta muy importante en la literatura.
-¿Cómo fue el origen de El libro de los viajes equivocados ?
-Tenía dos o tres cuentos que me habían pedido de un periódico, con cierta cantidad de páginas. Me encanta escribir a pedido y con un patrón fijo. Había escrito dos o tres y estaba un poco perdida, cuando empezó la crisis europea. Vivo en España desde 1976, vi construir el Estado de Bienestar que ahora se destruye pieza a pieza: la salud, la educación, el seguro de desempleo, el trabajo de ocho horas, el derecho a una vivienda. El capital financiero está devorando a Europa. El libro es hijo de ese hundimiento, surge de preguntarme por qué caminamos para atrás de este modo tan tosco. Mi idea fue interrogar a Europa desde que era una isla, desde su origen, y recorrer su historia y sus poblaciones, sobre todo las que el mismo europeo considera el extrarradio, como el Círculo Polar Ártico o Albania. En el recorrido aflora la violencia, algo que me interesa porque también soy argentina. Del mismo modo aparecen los pequeños acontecimientos de la vida: el amor, la maternidad. Esa búsqueda me llevó a la forma de la espiral logarítmica. El caracol que en el primer cuento Jan apoya en el ombligo de Lyuba y que desde ese punto se va abriendo. Esta estructura me permite representar lo que creo que es el mundo. No soy filósofa, pero en la escritura surge esta forma como un modo de pensamiento que me permite considerar que hay una segunda oportunidad. Que se puede retroceder cuando hemos tomado malos caminos y se puede seguir adelante a partir de los aciertos.
-¿Cómo trabajó la relación entre los cuentos, los pasajes temporales y las relaciones entre los personajes?
-Le debo parte del armado a un sobrino, Alfredo Negro, que es físico. Me tomé el trabajo de tratar de expresar lo que entiendo de la física, que es muy poco. Quise darle forma a una reflexión sobre las conexiones entre el tiempo y el espacio. En el cuento "Agujeros negros", esas líneas directamente se cruzan. No creo en el tiempo lineal, ni en el tiempo del recuerdo, nunca lo hice. No creo mucho en la racionalidad positivista, una manera de pensar el mundo que nos ha llevado por mal camino. En el último cuento, que transcurre durante la Revolución Francesa, hay una crítica a esa racionalidad extrema que quizá no nos sirva para pensar lo que nos pasó ahora. Propongo un pensamiento helicoidal, más útil para volver a ver otros puntos que no miramos al revisar la historia. En vez de hacer lo de siempre, analizar la política o la economía, quizá debamos prestar más atención a la neurociencia, a la evolución de las especies, a revisar nuestra condición de monos violentos. Abrir la pregunta hacia otros campos del saber.
-En ese último cuento, "La espiral admirable", la protagonista llega a la comprensión de este despliegue infinito del cosmos, pero muere en ese momento, el conocimiento no le permite salvarse.
-Muere porque es una mujer. Si uno hubiera nacido en el siglo XVIII y hubiera querido ser una intelectual o una política, habría tenido dos posibilidades: que le cortaran la cabeza, como le pasa a Camila, la amiga de la protagonista, a la que mata Marat, o morir dando a luz. La protagonista quiere ser matemática en una época en la que las mujeres no podían siquiera firmar sus descubrimientos. Lo único que pueden hacer es parir, con la posibilidad de morir en el intento. Pero parir también tiene su sentido. El libro comienza con un parto y termina con otro. Mi apuesta es a la reproducción de la vida por sí misma: la vida sigue aunque sus condiciones sean un desastre. Aunque no las conozcamos, la belleza y la armonía de la existencia existen, y la vida se reproduce. Ella muere, pero su hija se trepa sobre ella y alguien la va a salvar, el mundo va a seguir girando. Hay una belleza que es el ritmo del universo. Otros lo llamarían lo sagrado; para mí, es la belleza.
-Otros relatos del libro parecen negar esa posibilidad. Como el protagonista de "El silencio", que ante los crímenes del nazismo y la indiferencia de sus vecinos pregunta si acaso todo sirve para algo y alcanza su sentido.
-"El silencio" es como un pozo en el libro. Es una historia verdadera. Los españoles que huyeron de la Guerra Civil a Francia fueron encarcelados por los franceses, metidos en un tren alemán y llevados a construir el primer campo de exterminio. Es una historia que no se suele contar en España. A los hombres los bajaron a construir el campo y a las mujeres las dejaron en el tren y las devolvieron a España, ya casi muertas. Pude hablar con una de ellas, en ese entonces una niña de cinco o seis años. Le hice una entrevista muy larga en la que lloró casi todo el tiempo. Como su historia está escrita en otros libros, intenté contar sólo la emoción de su testimonio, a través de un observador externo. Es un cuento muy duro sobre la responsabilidad de los civiles en el genocidio, un tema que se empieza a tratar en la Argentina.
-¿Qué respuestas le dejó esa historia?
-En el fondo creo que hablo de esto en todo el libro. Intento preguntar por qué la crueldad es la norma en las relaciones humanas. Siguiendo un poco el concepto de "banalidad del mal", de Hannah Arendt, no creo que se pueda pensar la maldad, pero es un tema que me interesa. Para que haya ese nivel de crueldad es necesario que haya también una sociedad que se calle la boca. Me parece que la Argentina ha hecho un proceso impresionante del que quizá no es consciente, porque no se ve desde afuera. Es el primer país, con Sudáfrica, que intenta recuperar la justicia después de la crueldad. En España no se ha hecho prácticamente nada. Todavía hay nietos buscando a sus abuelos.
-¿Qué cree que impide la apertura de España a la discusión del pasado?
-Hubo cuarenta años de represión que calaron muy profundo en la gente. La derecha hizo un pacto de silencio, no sólo contra la izquierda, porque muchos de los muertos no lo eran. Los ganadores vencieron moralmente y anularon la memoria. Contaron su historia durante cuarenta años, los otros piden sólo recuperar esa memoria.
-En varios de los cuentos hay migraciones, refugiados y exilios, ¿cómo influyó su propio exilio político en la escritura?
-Creo que si no hubiera vivido el exilio nunca habría escrito nada. No lo hubiese necesitado. El exilio me obliga a buscar un puente permanente. Como cuento en "Agujeros negros", necesito restablecer algo que es irrecuperable. La Argentina ya no es lo que fue. La escritura me sirve para escenificar cosas que son traumáticas o difíciles de entender y darles una pequeña vuelta. La escritura permite poner en práctica un problema a través de figuras, de manera estética, que es lo que yo sé hacer Aunque no encuentre soluciones, cada libro me permite pensar un poco más allá. De momento estoy tranquila, creo que he hecho todo lo que podía. Este libro fue muy duro de escribir. Siempre me refugié en el humor, pero en este caso me he obligado a meterme en un tema muy cenagoso. Emprender este trabajo sobre la crudeza de vivir me ha permitido entender algunas cosas, y por eso la figura de la espiral representa la salvación. Se puede avanzar, eso ya es un consuelo. Hay algo inasible que nos sigue moviendo, que impide que nos tiremos por la ventana.
-En relatos suyos anteriores también aparece esta estructura de varias líneas argumentales y personajes que se cruzan. ¿Por qué recurre a esas formas?
-Lo que más me gusta de la literatura es el juego estructural. Si no hay un reto formal la escritura no me interesa. No digo que deba ser así, pero en mi caso lo es. Por eso me interesa la polifonía. El mundo en sí mismo es polifónico. No me atrae la historia de un solo individuo. Uno es el conjunto de las cosas que oye, de las personas con las que se cruza y con las que discute. Siempre me resultó más desafiante escribir con muchas líneas de acción. Mis influencias son la televisión e Internet, el zapping, el salto en la comunicación. No sé si me sale, pero es lo que intento hacer en la literatura. Por eso estoy buscando los vínculos entre la novela, el cuento y la microficción. Manejo la novela como si estuviera hecha de hipervínculos. La narración mayor, armada con estructuras pequeñas que el lector tiene que abrir en su cabeza.
-¿Qué le atrae de la microficción?
-Es el modo de comunicación de nuestra época. La brevedad es una forma de la cortesía. El microrrelato, en la narración, se acerca a esa búsqueda que suele ser más propia de la poesía. También es la esencia de lo literario, la búsqueda de una palabra justa.
ADN OBLIGADO
Buenos Aires, 1950
Estudió Letras en la Universidad Católica Argentina. A causa de la dictadura militar, en 1976 se exilió en España, donde vive actualmente. En 1978 fundó uno de los primeros talleres de escritura creativa de ese país. Publicó las novelas La hija de Marx (1996), Si un hombre vivo te hace llorar (1998), No le digas que lo quieres (2002) y Salsa (2002), y los relatos de Una mujer en la cama y otros cuentos (1990) y Las otras vidas (2006). Es compiladora de los libros de microrrelatos Por favor sea breve 1 y 2. Entre sus ensayos de enfoque feminista se cuentan Mujeres a contracorriente (2004) y ¿De qué se ríe la Gioconda? (2006).Ficha librotítuloFich libr autorFicha libro editorialExtracción texto negro luirfobor iure mincipismy nulla feu feugiam conumsan utea adigniat. Tummy nisisim n u sdfsdf corem at. Em ad tem in vel ut nosto.Ummodolum zolore vullam volut adignis molobore tie vul.Ommolorperci blaore dionse duipit aut aliquamcon vel do od min volum am, si ercil ea corer sisl utatissequis eumsandip euissit non ute exe raestrudlum unt ad do ea faci eut aliquamc vel dm.
EL LIBRO DE LOS VIAJES EQUIVOCADOS
Clara Obligado
Páginas de Espuma
El nuevo libro de la autora de La hija de Marx está compuesto de relatos encadenados que van formando la figura de un caracol.En ese recorrido, se despliega la historia europea y una reflexión sobre la crueldad que arrastra consigo la civilización occidental..

FESTIVAL EÑE DE LITERATURA


Miami acogerá en abril la edición americana del Festival Eñe de literatura

Para esta edición se cuenta con el Miami Dade College como socio organizador por su "larga tradición literaria", ya que organiza también Feria del Libro de esa ciudad de La Florida.
EL UNIVERSAL - Venezuela

Madrid.- La tercera edición del Festival Eñe América, que promueve el acercamiento entre los escritores y sus lectores, se celebrará en Miami (EEUU), en abril de 2013, tras el éxito conseguido en las ediciones, celebradas en Montevideo y Lima.

Así lo anunció hoy la directora de Cultura del Instituto Cervantes, Montserrat Iglesias, quien destacó la importancia de llevar este certamen literario -que a partir de hoy celebra su cuarta edición en Madrid- al otro lado del Atlántico porque supone "traspasar el mundo de las letras en español a las fronteras donde ya existimos y con muchísima fuerza".

Por su parte, Alberto Anaut, presidente de La Fábrica -organizador del certamen junto al Cervantes, Aecid, el Círculo de Bellas Artes y la universidad estadounidense Miami Dade College-, ha asegurado que se trata de un "proyecto muy bonito que da continuidad a lo hecho en Montevideo y Lima con un notable éxito y gran repercusión social".

Se ha escogido Miami para la próxima cita de la literatura hispana de las dos orillas por ser "la capital latinoamericana dentro de Estados Unidos, una tierra mestiza donde el idioma español predomina en las calles", aseguran los organizadores.

Para esta edición se cuenta con el Miami Dade College como socio organizador por su "larga tradición literaria", ya que organiza también Feria del Libro de esa ciudad de La Florida.

En Montevideo asistieron cerca de 5.000 personas a los 64 actos protagonizados por más de 150 escritores y creadores como Ricardo Piglia, Edmundo Paz Soldán, Agustín Fernández Mallo, Javier Reverte, Elvio E. Gandolfo, Vicente Molina Foix y Lorenzo Silva, entre otros.

La segunda edición, celebrada en la capital peruana, contó con 63 actividades a cargo de 85 autores, a las que acudieron más de 6.000 asistentes.

Algunos de los participantes fueron Antonio Skármeta, Hernán Rivera Letelier, Margo Glantz, Xavier Velasco, Andrés Neuman, Benjamín Prado, Oswaldo Reynoso, Edmundo Paz Soldán y Zoé Valdés.

En el IV Festival Eñe, que se celebra desde hoy en Madrid, se han programado 60 actividades con 82 creadores de España, Colombia, Venezuela, Perú, México, Chile, Cuba y Argentina.

FUNDÉU RECOMIENDA...

Recomendación del día:
guionizar es un verbo adecuado en español
16/11/2012


Guionizar es un verbo bien formado y se emplea habitualmente con el significado de ‘hacer un guion a partir de otro tipo de textos’.

Aunque el Diccionario académico todavía no registra esta voz, sí aparece recogida en otros diccionarios como el Clave o el Diccionario del español actual, de Andrés, Seco y Ramos.

De este modo, serían apropiadas frases como las siguientes: «Han anunciado que guionizarán la novela ganadora» o «Será el encargado de guionizar la vida del presidente».

MARCEL PROUST








En busca del poeta perdido

Se publica su «Poesía completa», la mayoría inédita en castellano
MANUEL DE LA FUENTE- MANOLHITO / MADRID

Proust, melancólico, aquel día de comienzos de 1919. Frío en París, sobre todo en el 102 del Boulevard Haussmann donde otra vez, Marcel, acosado por el asma y el insomnio se levanta a tomar un tentempié, apenas una taza de té y una rebanada de pan tostado que se lleva a la boca con desgana.
Pero lo que entonces se abrieron otros apetitos, e iba a empezar uno de los festines más celebrados y sabrosos de la literatura contemporánea, el nacimiento de «En busca del tiempo perdido», esa obra colosal que todo el mundo conoce y que, casi nadie, ha sabido navegar viento en popa hasta su punto final. Proust lo recordaría tiempo después: «En el momento que puse el pan tostado en mi boca y tuve la sensación de su blandura impregnada por el gusto del té en mi paladar, sentí un trastorno, olores de geranios, una sensación de luz, de claridad...».
Fuera una rebanada de pan, una magdalena o unos churros, el escritor parisino había llegado a conclusiones determinantes para su arte y su novelón: «Cada día otorgo menos valor a la inteligencia. Cada día me doy cuenta de que no es en ella donde el escritor puede recobrar alguna de las impresiones del pasado, es decir, alcanzar algo de sí mismo y la única materia del arte. Lo que la inteligencia nos entrega bajo el nombre de pasado no es tal cosa«. Aquel pasado se hacía presente y «En busca del tiempo perdido» abría sus puertas: «Mucho tiempo he estado acostándome temprano. A veces apenas había apagado la bujía, cerrábanse mis ojos tan presto, que ni tiempo tenía para decirme: Ya me duermo.
Pero antes del histórico tentempié, Marcel Proust ya había hecho sus pinitos literarios (en el tiempo que le dejaban libre sus vigilias habituales en los salones aristocráticos parisinos) en plena juventud, cuando a los 25 años publicaba en 1896 «Los placeres y los días», en una edición lujosa que, lejos de vender, se encargó de regalar a sus notables amigos.
En aquel libro, Proust incluyó algunos poemas. Luego seguiría de vez en cuando dándose a la rima, aunque nunca tuvo ya la menor intención de publicarla. Y publicarla ahora al completo y con la mayor parte inédita es lo que hace Cátedra. El traductor y editor es Santiago R. Santerbás. Él nos pone en antecedentes. «Sí, la mayor parte de la obra es inédita en castellano. Los "Ocho retratos de pintores y músicos", como parte integrante de "Los placeres y los días", fueron traducidos por Consuelo Berges (Alianza Ed., 1975) y Mauro Armiño (Valdemar, 2006), la revista "Turia" ha publicado once poemas de Proust traducidos por M. Armiño (2011)».
Proust, poco leído
Poco conocida es sin duda esta faceta lírica del escritor, como recalca Santerbás: «Creo que los poemas de Proust son prácticamente tan desconocidos en Francia como en España. Aunque es un escritor mencionado con cierta frecuencia, Proust no es muy leído. La mayoría de quienes citan a Proust se limitan a sacar a colación la magdalena mojada en té».
Por otra parte, nos encontramos ante una obra creada en momentos muy dispersos y sin un horizonte claro. Ya que, como explica el editor, «no se puede hablar de poesía proustiana como de un conjunto uniforme, constante y susceptible de clasificación. Los primeros versos y los Retratos de poetas y músicos responden quizás a una sincera e ingenua vocación poética. Los restantes, inéditos, son muy variada índole. Incluso finalmente rechaza el clasicismo parnasiano y presenta esquemas a lo Baudelaire y Verlaine. O simples juegos versificados sin pretensión alguna».
Es más, Santiago R. Santerbás también apunta que el mismísimo autor no se tenía por vate. «Proust, evidentemente no era poeta, y él era consciente de ello. Pero hay que advertir que, a semejanza de otro magníficos prosistas Marcel Proust no pudo soslayar caer en la tentación de la palabra rimada. Recordemos, por ejemplo, al gran novelista Anatole France que, antes de cumplir los 30, publicaba "Les Poèmes Dorés"; o , sin ir más lejos, a mi muy admirado Pío Baroja, que, cumplidos los 70, no tuvo reparos en perpetrar unas espeluznantes"Canciones del Suburbio"».
Quizá en el Olimpo de la Poesía Marcel Proust no se merezca uno de los sillones principales, pero no deja de ser curioso que el autor de una de las novelas más extensas y de prosa más meticulosa de la historia de la literatura se sintiese atraído por la rima y sus pesares. Lectores, ya lo saben, si una madrugada andan metidos en las espesas harinas del insomnio, no lo duden, una taza de té y una rebanada de pan tostado. O una magdalena. Incluso un picatoste. La gloria literaria puede ser suya.

WILLIAM BUTLER YEATS


“Tenéis que escoger la perfección de la vida o la perfección del trabajo”

COM O TEMPO A SABEDORIA

Embora muitas sejam as folhas, a raiz é só uma;
Ao longo dos enganadores dias da mocidade,
Oscilaram ao sol minhas folhas, minhas flores;
Agora posso murchar no coração da verdade.

William Butler Yeats

LA ENSEÑANZA DEL IDIOMA ESPAÑOL



La enseñanza del español como lengua materna está muy anticuada, según ASALE
La enseñanza del español como lengua materna en el mundo hispánico «parece del siglo XIX», lo que se traduce en un empobrecimiento del uso del idioma, según un estudio emprendido por la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).



Así lo explicó a Efe su secretario general, Humberto López Morales, quien manifestó que los métodos de enseñanza del español en las escuelas «parecen del siglo XIX» y se usan «manuales anticuados», a lo que se suma en Latinoamérica que el profesorado «a veces ni siquiera tiene formación universitaria».
López Morales, que participa en el Encuentro Internacional de Hispanistas que se celebra en Madrid con motivo del tricentenario de la Biblioteca Nacional de España, apuntó que países como España, Argentina, Chile, Costa Rica, México y Puerto Rico pueden presumir de una situación mejor, pero subrayó que hay «diferencias abismales» en la docencia de este idioma.
Tras varios años de investigación, gracias al apoyo de la Fundación Comillas, se constató que «o se modernizan los métodos de enseñanza y se forma mejor al profesorado, o vamos mal», auguró el responsable de esta institución, que integra a las 22 academias de lengua española existentes en el mundo.
Aunque no se dispondrá del diagnóstico detallado hasta 2013, este catedrático adelantó que el léxico disponible —aquel que viene rápidamente a la memoria del hablante cuando aborda un tema específico—, por ejemplo en el ámbito de las denominaciones animales, varía de 280 a 31 términos según los países. Curiosamente, comenta, Colombia es uno de los que menos tiene pese a su rica biodiversidad.
El también coordinador del Proyecto Panhispánico de Léxico Disponible subrayó la importancia de conocer este aspecto lingüístico en todos los países de habla hispana para mejorar la enseñanza del idioma.
Como analista de la posición del español en el mundo, López Morales aseveró que «el futuro más halagüeño es el de Estados Unidos», ya que de proseguir a este ritmo la expansión del español en ese país «para 2050 estará compitiendo a brazo partido con el inglés».
Al respecto destacó que el bilingüismo en inglés y español está «cada vez más valorado» y «mejor pagado», ya que un estudio advirtió que en una empresa puede haber hasta una diferencia de 11.000 dólares (8.671 euros) anuales en el sueldo entre un directivo bilingüe y otro que sólo se desenvuelva en inglés.
El español se está introduciendo cada vez más en el mundo empresarial, por lo que crece su estudio como primera lengua extranjera: «Las escuelas y universidades también tres veces más matrículas en español que hace unos años», lo que influirá en los próximos dirigentes del país.
A ello se añade que la inmigración desde Latinoamérica haya conseguido que «se pueda hacer vida en algunas ciudades, como Miami, sin necesidad e hablar inglés», dijo.

EL TESORO INAGOTABLE DEL ESPAÑOL










PÍO GARCÍA | LOGROÑO. larioja.com

Los expertos indican que el español debe ahora ganar prestigio: «No se trata de competir con el inglés, sino de acompañarlo»
La lengua común aporta el 16% del PIB, pero se juega su futuro en la red y en los Estados Unidos
¿Puede calcularse el valor económico de un idioma? A bote pronto, parece una misión tan insensata como medir el aire o contar las estrellas del firmamento. Y, sin embargo, nadie duda de que una lengua tiene evidentes repercusiones monetarias. La Fundación Telefónica, a despecho de escollos matemáticos, se propuso hace seis años averiguar el peso real del castellano. Después de diez libros publicados, el equipo dirigido por José Luis García Delgado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, ha llegado a una sonora conclusión: el español aporta al país cerca el 16% del PIB del año 2007. O sea, algo más de 164.000 millones de euros.
¿Pero cómo se puede saber eso? «Es fácil de decir, pero mucho más complejo de hacer», reconoce García Delgado. La ecuación comienza asignando a cada sector un «coeficiente de lengua», o sea, un cálculo de lo que supone el español para esa industria. El idioma, por ejemplo, es pilar fundamental de las sociedades editoriales y también cuenta mucho en la administración pública, pero apenas influye en la agricultura. La suma final de todos ellos determina el porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) que se debe a la lengua.
El dato final, ese 16% del PIB, resulta un poco mareante, pero ni siquiera es la principal conclusión del estudio. «Quizá sea más novedoso el análisis de cómo una lengua de comunicación internacional puede actuar de palanca para la multiplicación de oportunidades de negocio». El español es, hoy por hoy, la segunda lengua de comunicación internacional del mundo, solo por detrás del inglés. También en la web, con cerca de 700 millones de páginas escritas en castellano. El chino mandarín y el hindi tienen más hablantes, pero casi todos viven encerrados en los límites geográficos de sus respectivos países.
«Nuestros intercambios comerciales con América Latina serían tres veces menos si no contáramos con un idioma común y cohesionado; el español abre puertas, crea confianza y, muy importante, facilita el entendimiento a la hora de establecer condiciones y contratos», puntualiza García Delgado. Esta cifra incluso se multiplica cuando se consideran los flujos de inversión: «Las empresas españolas se han internacionalizado en América Latina siete veces más de lo que lo hubieran hecho en iguales condiciones, pero sin la ayuda de un idioma común». Y eso tiene miga. Pregúntenselo a Telefónica, a Iberdrola o al BBVA.
Más ciencia
El español ha cabalgado alegremente a lomos de la desbocada demografía de América Latina, pero, para mantener su posición de privilegio, necesita algo más: «Una lengua vale lo que valgan los países y las gentes que la hablen», resume García Delgado. El economista, que abrirá el jueves 15 en Logroño las Jornadas 'Futuro en Español', organizadas por larioja.com y Vocento, apunta los dos grandes retos a los que se enfrenta el español: conseguir una mayor presencia en la Red y convertirse en lengua de la ciencia y de la técnica, un territorio abandonado. O sea, ganar prestigio.
¿Hay que competir con el inglés? Ni García Delgado ni Carlos Espinosa de los Monteros, Alto Comisionado para la Marca España, lo recomiendan. «Eso sería derrochar dinero para nada», asegura el economista. «Debemos ir hacia un mundo en el que las personas dominen al menos tres idiomas: el local, el inglés y el español. No buscamos la rivalidad, sino convertirnos en el mejor complemento», apostilla Espinosa de los Monteros.
Y para eso cobra especial importancia el Instituto Cervantes, aunque ahora debe capear el temporal de la crisis. Este año manejará un presupuesto menor (83 millones de euros, con un recorte del 13,9%). Mal asunto cuando se quiere competir con la Alliance Française o el Instituto Goethe, que le llevan casi un siglo de ventaja y que gestionan muchísimo más dinero, hasta 19 veces más en el caso francés. ¿Como se salva esa brecha? «O crecemos o morimos», sentencia Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes. «Si dejamos huecos vacíos, otros los ocuparán», añade. Pero la estrategia debe ser distinta: «La etapa de los grandes edificios ha pasado. Debemos ir a las universidades y trabajar con ellas, así lograremos incrementar además el prestigio del idioma. Y eso -apostilla García de la Concha- es muy necesario en Estados Unidos».
Cincuenta millones de estadounidenses hablan español y la cifra sigue subiendo. Hasta hace pocos años, manejar en Seattle o en Chicago el idioma de Vargas Llosa era todavía un estigma; ahora sin embargo empieza a considerarse una virtud que se traduce en un mejor salario (con incrementos de hasta el 10%). «Esa es nuestra gran frontera -resume García Delgado-. Si el español se asegura ese puesto en Estados Unidos, su futuro como segunda lengua internacional, por delante del francés o del alemán, estará garantizado».

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call center tiene traducción

Se recomienda traducir el término call center por centro de atención al cliente, centro de atención telefónica o centro de llamadas.

En los medios de comunicación es muy frecuente encontrar frases como «Los Call Centers son un desprecio hacia los clientes», «El 'call center' de Telefónica estará operativo a principios de diciembre» o «La empresa cierra el 'call center' de Zaragoza, con 68 trabajadores».

Sin embargo, la denominación call center puede ser traducida por centro de atención al cliente, centro de atención telefónica o centro de llamadas; según convenga en cada caso.

Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible decir: «Los centros de llamadas son un desprecio hacia los clientes», «El centro de atención al cliente de Telefónica estará operativo a principios de diciembre» o «La empresa cierra el centro de atención telefónica de Zaragoza, con 68 trabajadores».

Cuando se opte por mantener la forma inglesa, lo apropiado es escribirla en cursiva o entrecomillada, si no se dispone de ese tipo de letra.



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