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sábado, 5 de junho de 2021

LA TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL - LA CLAVE DE NEGOCIOS EN ESTADOS UNIDOS.

4 formas sencillas en las que empresas de cualquier tamaño pueden probar con traducciones al español. 4 de junio de 2021 – Fuente: Objetivos famosos.com Por: Adelaida Cabello El número de hispanohablantes en Estados Unidos es mayor que el de hispanohablantes en España. De hecho, alrededor de 43 millones de personas en la nación hablan español como primer idioma. Además, la Oficina del Censo de EE. UU. estima que para el 2060, la población hispana constituirá el 28,6% de la población del país. Estas audiencias de habla hispana son, por necesidad, un grupo económico muy importante, que controla casi U$D 1.5 billones en poder adquisitivo, según el Centro Selig para el Crecimiento Económico. Sin embargo, se estima que menos del 1,5% de los sitios web en Estados Unidos están traducidos al español. Es evidente que existe un enorme potencial sin explotar y una gran oportunidad para que las empresas que venden o publicitan bienes y servicios mejoren sus sitios web y su presencia en las redes sociales para llegar a más de 60 millones de hispanoamericanos. La traducción y las comunicaciones de sitios web y aplicaciones para usuarios bilingües pueden ayudar a impulsar las ventas, aumentar la participación del cliente y mejorar la reputación de la marca. Localización de puntos de referencia. Yo, su director, trabajo con empresas para ayudarlas a llegar a usuarios que no hablan inglés, y hemos descubierto cuatro formas sencillas en que empresas de cualquier tamaño pueden maximizar los resultados con las traducciones: Traducción de anuncios Traducir todo el sitio web y la aplicación puede parecer desalentador, por lo que, si está buscando probar el mercado, puede comenzar publicando anuncios en español. Google, Facebook, Twitter, Instagram y YouTube le permiten dirigirse a los usuarios que tienen el idioma de su dispositivo configurado en español. Sin embargo, tenga cuidado: para que los anuncios sean efectivos, la traducción literal no funcionará; Necesitará encontrar un hablante nativo que adapte los anuncios en español y transmita la esencia del mensaje de manera efectiva. Para ver resultados reales, manténgase alejado de las traducciones automáticas y asegúrese de realizar una búsqueda exhaustiva de palabras clave en español. El CPC en Google Ads para palabras clave en español suele ser una fracción del costo de las mismas palabras clave en inglés, por lo que puede generar más tráfico a un costo promedio más bajo. Ejecute esos anuncios con un presupuesto nominal durante unos meses y estudie la tasa de conversión y el costo. Relacionado: 6 razones por las que las empresas estadounidenses están perdiendo billones de dólares hispanos Traducir páginas de destino En el informe de 2020 de CSA Research, “No puedo leer y no compraré”, el 40% de los encuestados dijo que no compraría un producto o servicio si la información al respecto no estuviera disponible en su idioma nativo; El 65% dijo que prefiere leer el contenido en su idioma. Por lo tanto, si sus anuncios están en español, es posible que la página de destino de su sitio web también deba estarlo. También es una buena idea traducir las páginas vinculadas, como las páginas Más información, Funciones y Contáctenos. El proceso de traducir la interfaz de usuario, optimizar el motor de búsqueda y el contenido en otro idioma se conoce como localización de sitios web. Todos los CMS tienen complementos que puede descargar para crear una versión en español de un sitio web. Puede elegir los idiomas en los que desea que se muestre su idioma, según el idioma del sistema o la ubicación geográfica de la dirección IP. Las tarifas de traducción generalmente se cobran por palabra y la traducción de tres páginas al español le costará menos de $ 250. Asegúrese de ejecutar su experimento durante al menos tres meses para recopilar datos suficientes para tomar una decisión. Si ve resultados positivos, traduzca más páginas en el sitio web y agregue soporte al cliente multilingüe. Publicaciones en redes sociales Un estudio de Facebook de 2016 mostró que más del 60% de los hispanoamericanos bilingües prefieren crear y consumir contenido en línea en español. Hay tres formas de emplear publicaciones multilingües en redes sociales: Publicación doble: cree publicaciones separadas en cada idioma para el mismo contenido Publicaciones bilingües: incluya una traducción en la publicación original; Esto funciona para publicaciones enfocadas en imágenes donde puede mostrar el título en diferentes idiomas. Cree varias cuentas: ejecute cuentas de redes sociales separadas para cada idioma Dependiendo del tamaño y el enfoque de su negocio y sus recursos, elija el mejor método. Las pequeñas empresas pueden probar la publicación dual y las publicaciones bilingües, luego monitorear de cerca la interacción del usuario para ver qué funciona. Tenga en cuenta que las publicaciones en las redes sociales a menudo son creativas y deben “recrearse”, adaptándolas de manera creativa a otro idioma de una manera que capture el sabor, el gusto y los matices de la cultura. Por ejemplo, la Junta de Procesadores de Leche de California reconoció que “¿Tiene leche?” La campaña no tuvo éxito con una audiencia latina. Para atraer a las madres latinas, lo modificaron como “¿Y Usted Les Dio Suficiente Leche Hoy?” o “¿Les has dado suficiente leche hoy?” Para crear un mensaje que resuene con su público objetivo, le recomendamos que trabaje con un lingüista profesional con experiencia en marketing. Ejecute una prueba durante unos meses para ver si aumenta el alcance y la participación. Hágalo y comience a traducir y localizar otras comunicaciones. Agregar una línea de atención al cliente en español Si recibe la mayoría de sus consultas por teléfono, agregue una opción para que los usuarios seleccionen su idioma preferido. Si aún no tiene un ejecutivo de servicio al cliente bilingüe, puede designar a un profesional independiente para que conteste el teléfono mientras dure la prueba. Esta suele ser la forma más rentable de comprobar si la traducción es adecuada para las empresas, y es un método de prueba que funciona especialmente bien para organizaciones locales como restaurantes y spas o dentistas y empresas de servicios B2C como proveedores de seguros y contadores. Lleve un registro del número y porcentaje de personas que eligen el idioma español. Si ve que un gran porcentaje de clientes potenciales lo prefiere, considérelo como una luz verde para seguir experimentando con las traducciones. Cuando hace negocios a nivel internacional o en una comunidad multilingüe, traducir y localizar las comunicaciones envía el mensaje de que comprende y respeta la diversidad cultural y lingüística. Puede utilizar las estrategias anteriores para llegar a más usuarios hispanos en EE. UU., Sí, pero también a hablantes de francés en Canadá o de hindi en India. Expanda y localice el mundo para que su trabajo se pueda encontrar traducido.

PORTUÑOL

Portuñol: el reflejo de identidades híbridas Por Mohammed ElHajji / Latinoamérica21 -junio 5, 2021 Lengua fronteriza, el portuñol es tanto un medio de hibridación de culturas e identidades como de integración social y económica. Su herencia milenaria y su potencial vanguardista hacen de portuñol un fiel reflejo de nuestro lugar en el mundo. En el tiempo y en el espacio. El portuñol puede definirse como una mezcla informal de elementos lingüísticos tanto del portugués como del español. Una composición que proporciona un entorno comunicativo amplio y maleable, y no un marco unificado, provisto de reglas claras y definitivas. Lengua viva y en constante evolución, sus hablantes alternan los registros léxicos y las reglas sintácticas en función del contexto social y del contenido a transmitir o debatir. En rigor, no se debe hablar de un «portuñol» singular y estandarizado, sino de una pluralidad de «portuñoles», diversos, regionales, contextuales y circunstanciales. La pronunciación, las expresiones, las metáforas y otras figuras del lenguaje pueden cambiar considerablemente según el origen nacional, étnico y regional de los interlocutores, su conocimiento relativo de las dos lenguas originales y la frecuencia con la que practican el habla híbrida. Un código común Una lengua es un sistema de signos lingüísticos que permite representar la realidad y codificar —o decodificar— los datos informativos de esa misma realidad. Su objetivo principal es el intercambio de información, mediante signos gráficos o vocales, entre individuos de un mismo grupo humano en un contexto social e histórico determinado. Es decir, no hay forma de describir el mundo que nos rodea y comunicar sus características, de forma comprensible, sin el uso de un código lingüístico común. Anuncios Sin embargo, el lenguaje no se limita a transmitir información de forma neutral, automática o impersonal. Una lengua contiene y refleja la visión del mundo, las expectativas y los temores de las personas que la utilizan. Expresiones metafóricas como «la cosa está negra» para demostrar pesimismo o «eso es cosa de indio» para describir algo desordenado, por ejemplo, ofrecen pruebas simbólicas del origen cultural y psicológico de las bases eurocéntricas y racistas del discurso social que rige la mente colonial brasileña. Además, toda lengua se adapta y evoluciona en función del entorno natural, social, cultural y político en el que surge y se desarrolla. La lengua tiene una historia y un origen que dan fe de las transformaciones morfológicas y sintácticas que experimenta. El español y el portugués, por ejemplo, compartieron raíces comunes durante miles de años antes de dividirse hace unos siglos en dos cepas diferentes pero aún muy cercanas. Lenguas y fronteras En la actualidad se hablan unas 7.000 lenguas en el mundo: solo 230 en Europa, más de 2.000 en África, más de 2.000 en Asia y más de 1.300 en Oceanía. En América se hablan más de 1.000 lenguas; en la década de 1950 había 1.700. Aquí nos referimos a la totalidad de las lenguas habladas, pero no necesariamente escritas o reconocidas como lenguas oficiales. En América, la mayoría absoluta de estas lenguas pertenece a los pueblos indígenas, frente a cinco lenguas europeas (español, inglés, portugués, francés y neerlandés) y una docena de criollos o creoles. Los 440 millones de habitantes de Suramérica se dividen casi en partes iguales entre el portugués (en Brasil) y el español (en los demás países). Esto no significa que las áreas de influencia y uso de cada una de las dos lenguas estén delimitadas siguiendo las divisiones administrativas y su trazado en los mapas escolares. Al contrario: cuando se trata de prácticas culturales, como es el caso de la lengua, las fronteras no sólo son más porosas de lo que se podría imaginar, sino que muestran todo su potencial para transmitir subjetividades, imaginarios y cosmovisiones. Un ecosistema social, cultural y económico que sólo podía favorecer el mestizaje de las lenguas habladas y la consolidación de la práctica cotidiana del portuñol. Recordemos que Brasil tiene casi 17.000 km de fronteras terrestres que lo conectan con todos los países suramericanos -excepto Ecuador y Chile-. De los 5.565 municipios que componen el territorio brasileño, 588 (más del 10%) son ciudades fronterizas y 33 están clasificadas como ciudades gemelas. Es decir, son municipios atravesados por una o varias líneas fronterizas, donde generalmente se observa una fuerte movilidad humana, intercambios y dinámicas integradoras. En términos de población, este espacio transfronterizo suma más de 2 millones de personas, sólo en el lado brasileño. Si sumamos esta cantidad a la población del otro lado de las fronteras, junto con los flujos comerciales, turísticos, migratorios y estudiantiles, quizá el número total de hablantes de portugués en la región se acerque a los 3 millones. El idioma que reconecta Desde una perspectiva estrictamente lingüística, el portuñol puede constituir una «interlengua» (una etapa intermedia en el proceso de aprendizaje de una nueva lengua), un dialecto (como es el caso de la variante riverense resultante de la antigua presencia luso-brasileña en territorio uruguayo) o incluso una simple «lengua de contacto» destinada a remediar la falta de dominio de una misma lengua por parte de ambos interlocutores. El portuñol, en este sentido, no es único ni inédito en el panorama lingüístico mundial. El contacto entre diferentes lenguas, su influencia mutua y la aparición de una configuración que permita la intercomprensión de los pueblos que comparten un mismo espacio social parece haber sido recurrente en el pasado lejano y cercano de la Humanidad y sigue siéndolo en la actualidad. El suahili o el maltés, por ejemplo, son una ilustración histórica de la formación de nuevas lenguas a partir de distintos orígenes. El spanglish norteamericano y el yanito, su equivalente europeo hablado en Gibraltar, son competidores contemporáneos de nuestro portuñol regional. La gran diferencia, sin embargo, es que, al contrario de los ejemplos mencionados, el portuñol tiene su origen en dos lenguas «hermanas», procedentes de la misma rama lingüística y que comparten un largo pasado común. De hecho, si el spanglish puede considerarse como una lengua nueva y original, la forma lingüística del portuñol existe en realidad desde hace mucho tiempo y todavía puede comprobarse en la actualidad y la vivacidad del gallego. En otras palabras, al mismo tiempo que expresa la realidad actual de nuestra región y apunta hacia su futuro social, cultural y económico, el portuñol no deja de reiterar las raíces lingüísticas comunes de las poblaciones sudamericanas. Así, el portuñol no sólo acerca a los pueblos de la región, sino que los vuelve a reconectar —de nuevo— en torno a un arquetipo lingüístico que sorprende por su capacidad de reinventarse. Es de esperar que, a medida que avance la integración económica, social y cultural de nuestra región, el portuñol se fortalezca. Y viceversa. Mohammed ElHajji es Catedrático de la Universidad Federal de Rio de Janeiro – Brasil. También es profesor y coordinador local del Máster Erasmus Mundus en Migraciones Transnacionales. Especialista en Migraciones Transnacionales y Comunicación Intercultural. www.latinoamerica21.com, un medio plural comprometido con la divulgación de información crítica y veraz sobre América Latina.

DISPAREN CONTRA EL LENGUAJE

Por Sandra Russo en Página 12 - Buenos Aires 05 de junio de 2021 En 1954, George Orwell escribió el artículo al que no paro de volver, porque más allá de su descripción de lo que él veía como la decadencia del idioma inglés, contenía un concepto madre, una idea fuerza para comprender un poco más tanto su época como ésta (ya entonces él como varios otros previeron la tendencia a la vigilancia permanente a través de dispositivos que serían consumidos como puentes a “la libertad”: así imaginó su Gran Hermano). Esa idea fuerza es simple, y es la siguiente: toda decadencia cultural tiene una base económica, y lo primero sobre lo que se lanza el poder cuando está en plan de conquista es sobre el lenguaje. Cierta actualización de la mirada de Orwell nos mostraría hoy cómo no una lengua, sino un conjunto de lenguas al mismo tiempo, son permanentemente fumigadas por el veneno degenerador del poder neoliberal en su caída, ya carcomido por la ideología del sinsentido, que enmascara el fetichismo del dinero. Para lograr una verdadera colonización masiva, el poder del dinero y sus operadores han descubierto que, ya con los medios concentrados como sus adelantados, el objetivo hoy no es la desinformación, porque ése es objetivo cumplido, sino la incomunicación. ¿Cómo incomunicar a millones de personas que pueden seguir hablando en otros soportes o conectándose a distancia desde distintas latitudes? Rompiendo las lenguas, mandándolas a todas juntas a una decadencia terminal. ¿Pero cómo lograr semejante operación simbólica, para lograr sus verdaderos fines, que son materiales? Enloqueciendo el lenguaje a nivel global, e intentando en ese mismo movimiento varias cosas: el borramiento entre lo real y lo ficcional, el potenciamiento de la negación al dolor y la fobia al otro, la exacerbación narcisista, porque una comunicación rota deja a cada uno solo. Y con todo esto: esfumando la razón de ser de la política. Muchos nos reímos cuando vimos el video de la conductora de un canal de cable creer que William Shakespeare acababa de morir, o leyendo los tuits de una diputada que confundía la avenida Córdoba con su provincia del mismo nombre. Pero muchos no se habrán reído porque nunca en su vida escucharon hablar de un tal Shakespeare, como la conductora, o porque aunque lean desmentidas explicaciones no comprenden lo que leen. Nuestras sociedades han involucionado culturalmente en una medida difícil de precisar. Cuando el presidente de un país no podía distinguir que el Día de la Independencia no era el Día de la Bandera, o cuando uno de sus funcionarios se jactaba de que “algo chiquito pero lindo” que habían hecho era borrar a los héroes nacionales de los billetes, no estaban solamente siendo cínicos o ignorantes: estaban llevando a cabo una operación cultural regresiva de grandes proporciones. No lo planificaron: es una inercia. El exhibicionismo de la ignorancia es un subproducto de la destrucción del lenguaje. En los procesos decadentes, hay algo de efecto dominó que no requiere conciencia sino inercia. No es que Macri finja ser una persona con grandes baches culturales: lo que está diciendo un hombre con mucho dinero y poder cuando exhibe su ignorancia es que la cultura no es necesaria ni un bien valorado en el reino del dinero. En los panfletos que dejaron quienes pusieron la bomba en el local de La Cámpora de Bahía Blanca se leía línea tras línea la descomposición de la lengua, en tanto soporte del pensamiento. No era un texto regido por ninguna lógica, como exigiría un panfleto del viejo fascismo: “por los jueces puestos a dedo y la falta de justicia” o “por los políticos cínicos y corruptos” precedían a la queja por la ley del aborto y por la educación sexual. El mismo sinsentido del cartel de un manifestante del Obelisco: a “Terminemos con la tiranía” le seguía “Basta de anarquía”. ¿Qué discusión se podría dar con gente que se expresa de esa forma? Hablan un nuevo lenguaje, el que han forjado las noticias falsas, el lawfare, los que desde las pantallas hacen acción psicológica o terrorismo sanitario: no es castellano. Es un lenguaje sin sentido que replica palabras pero son a su vez significantes de significados impuestos por el cocoliche del sinsentido. Hace poco leía que las plantas se comunican entre ellas en tres niveles de lenguaje y dos maneras: a través de moléculas que liberan a la atmósfera y a través de impulsos eléctricos que envían sus raíces. Stefano Mancuso, neurobiólogo vegetal de la Universidad de Florencia, concluía que las plantas nunca dejan en enviar mensajes sobre posibles obstáculos a otras plantas, aunque no sean de su misma especie. Por eso están aquí hace 5 millones de años, y por eso los “sapiens”, que aparecimos hace menos de medio millón de años, estamos preocupados por nuestra propia y posible extinción. Nuestro cerebro, decía Mancuso, no es, desde el punto de vista evolutivo, una ventaja sino un inconveniente. Nuestros lenguajes están rotos. Hay que repararlos o inventar otros nuevos.

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