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sexta-feira, 25 de setembro de 2015

NOTICIAS DEL ESPAÑOL


Rocío Otoya (Agencia Efe)

El «eh» de la duda, la palabra que suena igual en muchas lenguas

Cuando tenemos una duda muchas veces decimos «eh» y, aunque parezca trivial, se trata de una palabra que tiene un sonido muy similar en muchas lenguas y supone una herramienta crucial en la comunicación humana.

El etnolingüista Nick Enfield, de la Universidad de Sídney.Foto: ©nickenfield.org
El etnolingüista Nick Enfield. Foto: ©nickenfield.org
«Eh» se apoya en «un sistema de comunicación en el que las personas son capaces de lograr captar la atención y el apoyo de otras para que cooperen y repitan lo que han dicho», dijo a Efe el etnolingüista Nick Enfield, de la Universidad de Sídney.
Esta palabra «solo tiene sentido cuando existe una lengua, ya que los animales no dicen algo así», explicó Enfield, al insistir en que no hay razones para pensar de que se trata de una respuesta primitiva anterior a la capacidad de comunicarse verbalmente.
Enfield, Mark Dingemanse y Francisco Torreira, del Instituto Mark Plack de Psicolingüística, en Holanda, recibieron recientemente uno de los Premios Ig Nobel otorgados por la revista de humor científico Anales de la Investigación Improbable por su investigación «¿Es “eh” una palabra universal?», publicada en el 2013.
Sin mucha reflexión, una persona común quizá tendería a pensar que «madre» o «mamá» pudiera tener un sonido más universal, pero no es así, algo que tampoco sucede con palabras comunes como perro, que se dice dog en inglés, inu en japonés o chien en francés.
El lenguaje humano es arbitrario y no requiere que exista una conexión entre el sonido y el significado de las palabras y en el caso de «eh», que sirve para clarificar rápidamente una duda, se produce una excepción en la similitud en su sonido en lenguas, que muchas veces no pertenecen a la misma familia.
«Eh», como se dice en español, suena casi igual en inglés, ruso, mandarín, holandés, islandés, italiano y laosiano e incluso en lenguas poco conocidas como cha’palaa (indígenas Chachi de Ecuador), siwu (Ghana) o murrinh-phata (aborígenes australianos).
En su estudio, los etnolingüistas galardonados con el Ig Nobel hallaron que si bien es cierto que en las diez lenguas estudiadas en detalle la interjección no es exactamente la misma, su variación es mínima, una observación que se confirmó en otras 21 lenguas analizadas adicionalmente, que incluyó al yurakaré (Bolivia).
Para el estudio galardonado con el Premio Ig, una parodia del Nobel, los investigadores grabaron vídeos de varias personas conversando en diversas localidades de todo el mundo, lo que también les ayudó a notar que en muchos casos va acompañado de un lenguaje corporal.
Enfield comentó que si bien el lenguaje de las manos puede variar con la citada expresión, «la práctica común observada es el acercamiento del cuerpo para poder escuchar mejor».
Estudios posteriores en los que participó Enfield también hallaron que el «eh» va acompañado de tonos, que generalmente tienden a ser agudos en lenguas como el inglés o el español, aunque la entonación es más sobria en lugares como Islandia.
Los investigadores remarcaron que «eh» no es la única palabra para pedir clarificación al interlocutor ya que existen otras equivalentes como «disculpa» o «¿qué?», pero definitivamente es una herramienta indispensable para la comunicación humana.
Otro de los diez premios Ig Nobel recayó en Colin Raston de la Universidad Flinders, en la ciudad australiana de Adelaida, por crear un aparato que modifica la estructura de un huevo hervido y lo hace regresar a su estado líquido.
Más allá de lo curioso del hecho, el aparato permitirá controlar mejor ciertos procesos químicos y puede ser aplicado en un futuro para mejorar algunos tratamientos oncológicos, como el carboplatino, un medicamento contra el cáncer de ovarios y de pulmones.

PUBLICIDAD

La publicidad con faltas de ortografía, un (triste) éxito de marketing

La nueva campaña publicitaria de Chupa Chups pretende ser graciosa usando errores ortográficos para conectar con el público. No es la única

 - El País - España


Hace exactamente un año, el humorista americano Paul Gale, se preguntaba en un vídeo (Why Starbucks Spells Your Name Wrong) por qué los empleados de la cadena de cafeterías más famosa del mundo, Starbucks, se empeñaban en escribir mal los nombres de sus clientes cuando recogían sus pedidos en el mostrador. “Lo hago simplemente por joder”, decía Gale simulando ser un empleado de la marca, “juego con tus sentimientos de manera fría y calculadora. Y funciona: subiste el vaso a Instagram”.

En el vídeo, tras muchos y disparatados razonamientos, Gale llega a la conclusión de que la mala ortografía es una estrategia más de marketing de la empresa: cometiendo errores a la hora de escribir los nombres conseguían que sus clientes, molestos, hicieran una foto al vaso (en el cual el logo de la marca es omnipresente) y subieran su indignación, junto con el vaso bien grande, a las redes sociales. ¿El resultado? Que miles de sus inconfundibles vasos campaban a sus anchas por la red sin haberse gastado ni un duro en publicidad. Una campaña viral en toda regla, la aspiración de cualquier marca, muchas veces, al precio que sea. Incluso si hay que renunciar a la buena ortografía.
Algo así han debido de pensar los creativos de la empresa La fábrica de sombreros, responsable de la última campaña de la cándida y azucarada casa Chupa Chups. Y hasta aquí la parte expositiva del hecho. Porque seguir leyendo puede resultar perjudicial para sus ojos. Allá vamos.

Todo se basa en varias gráficas para marquesinas, carteles de metro e internet, además de anuncios de televisión, en los que puede contemplarse, con estupefacción y horror, frases como “Me se pierde la cabeza cuando pillo un nata fresa” “Esa cola como mola se merese una ola” o “Mi naranja va con palo pa’lo bueno y pa’lo malo”, “Sin vainilla ni cacao yo estaría mu chalao”, “¡Ay qué rico! ¡Qué sorpresa! Ma tocao uno de fresa”. Así, a bocajarro. Ninguna campaña nos había dejado tan helados desde el #icebucketchallenge y esta fue por una buena causa.
El leitmotiv de esta campaña entona un “Por un mundo menos serio” que resulta espeluznante pues entendemos, por tanto, que ortografía y seriedad van de la mano mientras que incultura y diversión, van por otro. Lástima. Sobre todo entendiendo que el target de una marca de caramelos con palo es, básicamente, la población infantil y adolescente. Señores directivos de Chupa Chups, ¿están dispuestos a echar más leña al tenebroso y siniestro fuego de la incultura?
No son los únicos: Movistar, El Corte Inglés o Lotería también cometieron faltas en algunas de sus campañas aunque en estos casos nos queda, al menos, el consuelo de saber que no fueron intencionadas sino fruto del desliz ortográfico de sus creativos. Y, ahora sí, seamos serios a pesar de que a Chupa Chups no le guste: las faltas de ortografía no molan nada.
Lo más gracioso de esta historia es que, la empresa, que es consciente de las faltas ortográficas de sus anuncios, admite que es una manera de conectar con sus clientes usando su mismo lenguaje y que “son frases divertidas que tienen la intención de añadir un toque de humor a las creatividades”. Pues ni puñetera gracia. ¿Realmente merece la pena que hablen de uno a toda costa? Si es así, lo han conseguido. A pesar de que hagan sangrar los ojos de cualquier inocente viandante que sea atacado, esperando al 112, por uno de sus “mese” o “matocao” en la parada del autobús. Y que de nada hayan servido las voces contrarias, sobre todo de padres, que se han levantado en las redes protestando por esta atrocidad lingüística; Chupa Chups ha hecho mutis.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

equinoccio


no


equinocio

Recomendación urgente del día
Equinoccio, con dos ces, no equinocio, es la forma correcta de escribir el nombre de la época en la que la duración de los días y las noches es la misma en toda la Tierra.
Sin embargo, es habitual encontrar en los medios frases como «Equinocio de otoño: 10 curiosidades sobre el otoño de 2015» o «El Botánico celebrará el equinocio de primavera con actividades con temática asiática».
De acuerdo con el Diccionario académico, equinoccio se escribe con dos cesy es la ‘época en que, por hallarse el Sol sobre el ecuador, los días son iguales a las noches en toda la Tierra, lo cual sucede anualmente del 20 al 21 de marzo y del 22 al 23 de septiembre’.
Por tanto, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Equinoccio de otoño: 10 curiosidades sobre el otoño de 2015» y «El Botánico celebrará el equinoccio de primavera con actividades con temática asiáticas».

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...