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segunda-feira, 25 de fevereiro de 2013

BRASIL


Andrés Oppenheimer: Brasil en la encrucijada

ANDRÉS OPPENHEIMER AOPPENHEIMER@ELNUEVOHERALD.COM

Brasil, el país más grande de América latina, todavía puede convertirse en el futuro en una súper-estrella de la economía global, pero para eso deberá dejar de ser un gigante ensimismado.
Hay nuevos datos que indican que - a pesar del anuncio de la presidenta Dilma Rousseff de que Brasil tendrá este año una cosecha récord de granos, del reciente descubrimiento de enormes yacimientos de petróleo y del hecho de que la Copa Mundial de Fútbol 2014 y de los Juegos Olímpicos 2016 le darán a Brasil una oportunidad única para estar en el candelero mundial - las tendencias del comercio brasileño no son buenas.
Un estudio del Banco Mundial publicado la semana pasada, titulado El precipicio competitivo de Brasil, revela que las exportaciones brasileras de productos industriales no van bien, y que Brasil está enfrentando “considerables desafíos competitivos”.
Traducción: el país se está quedando atrás de otras potencias emergentes, como China, India, Rusia y Sudáfrica.
El informe, escrito por los economistas Otaviano Canuto, Matheus Cavallari y José Guilherme Reis, dice que las exportaciones totales de Brasil se han más que duplicado en los últimos años, en gran parte gracias al aumento de los precios mundiales de las materias primas. Sin embargo, siguen estando muy por debajo de las de otras potencias emergentes.
Mientras que las exportaciones brasileñas aumentaron 262 por ciento durante la última década, el crecimiento promedio de las exportaciones de otras potencias emergentes como Rusia, India, China y Sudáfrica fue del 439 por ciento, dice el estudio.
La integración comercial de Brasil con otros países “está entre las más bajas del mundo”, y no hay “ningún signo reciente de progreso”, indica.
Aunque Brasil es por lejos el líder latinoamericano en exportaciones de alta tecnología -sus aviones Embraer, por ejemplo, están entre las aeronaves más vendidas del mundo-, “hay una clara reducción en la proporción de exportaciones de alta tecnología en los últimos años”, revela el informe.
Las exportaciones de alta tecnología de Brasil disminuyeron del 10.4 por ciento del total del país en el 2000 al 5 por ciento en el 2010. Inversamente, la proporción de exportaciones de materias primas de Brasil aumentó del 46 por ciento al 63 por ciento de las exportaciones totales en el mismo período, consigna el estudio.
En otras palabras, Brasil se ha vuelto demasiado dependiente de las exportaciones de alimentos, y demasiado dependiente de China.
Durante la década pasada, las exportaciones de alta tecnología de Brasil crecieron en un “modesto” 36 por ciento, mientras que las de China e India aumentaron en un 873 por ciento y un 389 por ciento respectivamente, señala el informe.
Entre las razones del mediocre crecimiento de las exportaciones brasileñas se cuentan una moneda sobrevaluada que encarece los costos laborales, la baja productividad, los altos costos logísticos y la burocracia gubernamental, explica el informe.
“El gobierno brasileño es muy consciente de estos problemas”, me dijo en una entrevista telefónica Canuto, principal autor del estudio. “Pero debe implementar rápido sus planes, porque los factores de crecimiento que funcionaron bien para el país en los últimos años se han agotado. Los precios mundiales de las materias primas no seguirán aumentando como en los últimos 10 anos”, agregó.
Otros economistas ven un cuadro más optimista, acentuando que la economía brasileña probablemente se recuperará y crecerá un 3.5 por ciento este año, y que el gobierno de Rousseff planea nuevas licitaciones de infraestructura para el sector privado, que sugieren un alejamiento de las políticas estatistas. Además, Brasil está tomando medidas drásticas para combatir la corrupción y mejorar los estándares educativos. Recientemente, Rousseff lanzó un plan para enviar a 100,000 graduados universitarios brasileños a hacer maestrías y doctorados en universidades estadounidenses y europeas.
Mi opinión: Soy un gran admirador de la campaña anticorrupción de Rousseff, de sus planes para mejorar la educación, y de sus programas sociales para combatir la pobreza. En casi todos los frentes -menos en la política exterior, en que el gobierno tiene relaciones demasiado amistosas con algunas de las peores dictaduras del mundo-, Brasil es un modelo para sus vecinos.
Pero Brasil tiene que salir de su aislamiento económico. En un momento en el que el mundo parece encaminarse hacia enormes mega-bloques comerciales -tal como el acuerdo de libre comercio que están negociando Estados Unidos y la Unión Europea, que representaría el 47 por ciento de la economía mundial-, Brasil no puede permitirse no tener acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, ni con la Unión Europea, ni con cualquier otro bloque importante de libre comercio extra-regional.
Brasil tampoco puede seguir basando su crecimiento en el consumo interno, ni en el constante aumento del precio de las materias primas. Para crecer como las otras potencias emergentes mundiales y beneficiar con su crecimiento a toda Sudamérica, tiene que dejar de ser un gigante mirándose el ombligo.

CURADORES DE CONTENIDO


¿los “superhéroes” de la era digital?
Autor: Clarisa Herrera

Steve Rosenbaum, autor del libro of Curation Nation: How to Win in a World Where Consumers are Creators define a los curadores de contenidos como aquellos “superhéroes” de la era digital ¿por qué? Porque resuelven, en su perspectiva, el gran problema al que se enfrentan las personas ante el bombardeo de información disponible en la web: la imposibilidad de filtrar.
De hecho, la pasividad es lo que caracteriza a la mayoría de los usuarios en Internet. “Más del 95% compone esa masa. Entre ellos no hay diferencias. Simplemente usan la web para informarse y fisgonear. Un aproximadamente 5% restante son los que producen el contenido: los ya pasados de moda o bloggers y los ahora de moda o curadores de contenido” apunta el periodista chileno Ricardo Moreno.
De hecho, la curación se contenidos se define como un proceso de clasificar, etiquetar, en definitiva filtrar la información que ya existe, con un determinado objetivo o target en mente.
La figura de “curador” es extrapolada desde el arte, donde los curadores son los encargados de esa delicada planificación y selección de obras. Los curadores de contenido definen e identifican los tópicos que incluirán mientras que brindan a lector el contexto, el marco que ayude a los lectores a comprender mejor y más rápido esa información.
Hasta el mismo Rosenbaum llega a decir en la publicación que la gente pagará por contar con un intermediario que les provea esa economía digital: claridad, autoridad, contexto, y sobre todo, rapidez en la vorágine de tiempo y exceso de información.
“Curar” no es bloguear
Si bien muchos blogger se toman el tiempo para seleccionar lo que consideran apto o adecuado para sus lectores entre los que otros han creado y lo postean en su propio sitio, la diferencia o lo que hace distintivo a un verdadero blogger es la producción original de contenido.
Sobre los primeros, quizás sobra reiterar que no están en peligro de extinción pero que son escasos: “Muy escasos. ¿Y por qué son tan pocos? La respuesta es simple: bloguear cuesta. Lo principal: cuesta tiempo y más si se quiere hacerlo bien y para la dinámica web, aún más. Y si alguien se pregunta, ya que tanto cuesta, ¿por qué andan perdiendo el tiempo blogueando? es que no ha leído a Andrew Sullivan” señala Moreno.
Curación en el sentido estricto, implica menos creación y más búsqueda y filtro, es una cuestión que apunta más a la selección, de ahí que la identificación de tópicos sea fundamental. El éxito de la curación de contenido reside en cómo se defina, busque y filtre la información en relación al objetivo.
“Estas características también podrían aplicar para bloguear, pero con un fondo distinto: mientras el bloguero, aunque copie, se centra en la escritura como creación de contenido, el gestor de contenido no crea, sólo selecciona y edita” subraya Moreno.
Manos que curan
Ponerse manos a la obra en cuestión de curación implica ciertas pautas:“Gestionar contenido también cuesta, pero cuesta menos. De partida no es necesario saber escribir —nos quitamos un gran peso de encima. Aquí no hay que crear nada” aclara Moreno, que destaca también que sólo se necesita saber como:
-Buscar y filtrar en la web
-Utilizar las herramientas para gestionar
-Buen criterio para filtrar
-Mantener la línea editorial
-Tener en cuenta que a menos contenido, más calidad y enfoque.
El sitio Storify describe una serie de fases a tener en cuenta a la hora de curar contenido:
Descubrir: Identificar todos los sitios que hablen del tópico que interesa. La primera recomendación es hacerlo en los motores de búsqueda, pero también Twitter, RSS Feeds o Flipboard.
Producir: Una vez identificado el contenido, utilizar las herramientas de curación a los fines de filtrar el contenido deseado. Algunas de las herramientas más eficientes para curar contenido son:
Scoop
Storify
Curationsoft
Pearltrees
Page One Curator
Tumblr
Pinterest
Paper.li
Snip.it
Compartir: un tema curado que no se comparte, simplemente no cumple su función. Twitter, Facebook y demás redes sociales y plataformas ponen en contacto con las audiencias online. SIEMPRE recordar citar la fuente base.
Actualizar: es el corazón de un tráfico constante y fiel, básicamente le da el incentivo al usuario para visitar el blog/sitio y/o recomendarlo.
Medir: contrastar los resultados, visitas, feedback en redes sociales, comentarios de los posts. De esa forma, se obtiene los tópicos o subtópicos que tienen más popularidad y afinan la búsqueda para la próxima curación.

ESPAÑOL


Un país en “español” ignora a los hablantes de idiomas indígenas

Diversidad lingüística del país representa un difícil reto para erradicar los grandes problemas de nuestro país
Falta de medidas prácticas como un centro de llamadas (Call Center), información en idiomas originarios, educación impartida en dialectos con aprendizaje del español, pueden ser alternativas para superar la brecha
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Los servicios de salud y educación, la justicia, los medios de comunicación, el transporte y la seguridad, así como las relaciones productivas y comerciales, y los servicios de empresas privadas, demuestran que la comunicación en Guatemala está dominada por el idioma español, a pesar de que unos 5 millones 854 mil 251 guatemaltecos son indígenas y que en su mayoría hablan uno de los 22 idiomas originarios.

Sabía que su hija estaba enferma y que necesitaba un medicamento con urgencia, pero no entendía con claridad lo que el médico intentaba explicarle. La conversación se tornaba infructuosa. Pasaron unos minutos más, mientras el especialista y la mujer intentaron comunicarse, pero no fue posible el entendimiento. Después, con señas le indicaron que debían retirarse de la clínica, porque había más personas en espera para ser atendidas en el hospital.

Juana Toc tomó la receta médica entre sus manos y acudió a la farmacia más cercana, identificada por una cruz roja. Tras el intercambio de dinero y medicina con el farmacéutico, recibió un cambio de Q22 que guardó muy bien. Nunca supo si pagó el precio justo por los analgésicos o si éstos eran los que realmente necesitaba su hija. No tenía forma de comprobarlo.

A las dos de la tarde, el olor de la comida y el hambre la condujeron hasta un comedor cercano del Hospital San Juan de Dios, en el centro de la Capital, donde tuvo que usar sus manos para señalar el almuerzo que quería. Compartió los alimentos con su hija y unos minutos más tarde emprendió el difícil viaje de más de 250 kilómetros, de regreso a su casa en Quiché.

Aunque es guatemalteca y tiene un perfecto dominio de su idioma materno, el K´iche, Juana parece una extranjera en la Capital de su propio país, pues no domina el español, el idioma oficial –y predominante– de la República, y por eso tiene un limitado acceso a los servicios públicos y a las informaciones imprescindibles para sobrevivir en una ciudad.

Se estima que de 14 millones 636 mil 487 habitantes, en Guatemala unos 5.85 millones son indígenas que en su mayoría dominan uno de los 22 idiomas mayas. En sus comunidades originarias pueden expresarse sin problemas, pero en las zonas urbanas y especialmente en la Capital encuentran un cerco comunicacional, derivado de las tendencias monolingües que han dominado por décadas las políticas públicas estatales y que han excluido a las poblaciones indígenas.

FRONTERAS DEL IDIOMA
Pese a la importante cantidad de población indígena, en el país el sistema legal, económico, político, educativo y de salud se desarrollan predominantemente en idioma español y por ende, de forma excluyente para quienes hablan en los idiomas originarios.

Inclusive, documentos legales, boletines informativos y portales de Internet, tanto de instituciones públicas como privadas, organizaciones no gubernamentales e iglesias se encuentran en español y la atención al público se ofrece solo en ese idioma; rara vez se encuentra la opción de atención en idioma k´iche, q´eqchi o kaqchikel.

Bequer Chocooj, titular de la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo (Codisra), indica que los sistemas sociales exclusivos en el idioma español son una manifestación de discriminación y de racismo que se ha constituido en las diferentes instituciones estatales y privadas.

Solo el canal estatal de televisión “TV Maya” ofrece transmisiones continuas y datos en su portal de Internet en idiomas indígenas; ni siquiera Codisra o la Academia de Lenguas Mayas garantizan facilidades para los hablantes de idiomas de origen maya.

Chocooj reconoce que existe un racismo institucional en la prestación de los servicios; de esa cuenta, ejemplifica que una persona que lleva un caso al Sistema de Justicia y no tiene acceso a un traductor de su lengua materna no es atendido, a pesar de que existe una Ley de Idiomas Nacionales que obliga a las instituciones a que se presten los servicios con pertinencia cultural.

Pero esto no solo sucede en el Sistema de Justicia, sino también en el sector salud, en donde la mayoría del personal no maneja el idioma de las comunidades donde se prestan los servicios. “Esto de alguna manera ha sido una limitante para que se accese a una salud con pertinencia cultural y adecuada al contexto cultural de los pueblos indígenas”, explica el Comisionado.

Lo mismo sucede en educación bilingüe, que se desarrolla teóricamente en algunas comunidades, pero que realmente cuenta con un presupuesto escaso y no se materializa en las escuelas públicas. “Lo que hay concretamente es un incumplimiento de la Ley de Idiomas Nacionales; prestar servicios con pertinencia cultural sigue siendo un reto para el país”, puntualiza Chocooj.

La educación bilingüe intercultural en Guatemala es muy importante, puesto que se hablan 21 idiomas mayas, adicional el castellano y el garífuna. De hecho los 4 grupos mayas más numerosos: k’iche’, q’eqchi’ kaqchikel y mam agrupan al 81 por ciento de la población maya.

APRENDER ESPAÑOL
Según un estudio sobre la educación bilingüe en Guatemala del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales y Save The Children, en Guatemala había en 2006 un total de 3.9 millones de personas de entre 5 y 15 años de edad, de los cuales un 40.5 por ciento se autoidentificó como “indígena”, es decir, 1.56 millones de niños y jóvenes; sin embargo, en sus hogares a uno de cada tres de ellos, sus padres no les enseñarían a hablar en su idioma materno, sino en español.

Es así como 520 mil de ellos no tendrán conocimiento del idioma en que sus padres o abuelos se comunican. En contraposición a este fenómeno, de los 2.3 millones de personas que se auto identificaron como “no indígenas”, el 99.6 por ciento aprendió a hablar en castellano.

El estudio evidencia que hay comunidades indígenas que tienen una alta tasa de aprendizaje del idioma étnico en el hogar –lengua materna– como por ejemplo los chuj, awakatekos, akatekos, q´anjob´ales, ixiles y chalchitecos, con tasas por encima del 95 por ciento.

Aunque ese fenómeno se debe a que son idiomas practicados en municipios sumamente rurales, alejados de grandes ciudades y donde la mayoría de transacciones comerciales se dan entre ellos, no se debe dejar de lado la alta proporción de habitantes indígenas en esos municipios, más del 95 por ciento.

Sin embargo, esa hipótesis no puede ser aplicada a todos los casos, pues en la comunidad lingüística ch´orti´, con presencia en Jocotán y Camotán, con porcentajes de población indígena de 81.3 y 16.5 respectivamente, resulta que solamente en el 12.7 por ciento de hogares se les enseña a los niños a hablar en el idioma de la comunidad lingüística y el resto en español.

Por otra parte, en la comunidad lingüística k´iche´, en el 71.4 por ciento de los hogares se le enseña a los hijos su idioma materno a pesar que en los municipios donde tiene fuerte presencia esta comunidad más del 95 por ciento de su población es indígena. En este caso al igual, que el kaqchikel, es posible que las actividades económicas –sobre todo el comercio– hayan dado paso a una fuerte presencia del idioma castellano, en contraposición de los idiomas maternos.

El Comisionado concluye que todo esto es un efecto del racismo y la discriminación: “Muchos padres recomendaban a sus hijos no hablar en su idioma (materno), porque en efecto, utilizar el idioma ha sido una causa de racismo de nuestros padres, abuelos, y ha tenido efectos para que las generaciones jóvenes dejen de utilizar el idioma maya, garífuna o xinca”.

PROBLEMA ESTRUCTURAL
Para Ricardo Cajas, director del Consejo de Organizaciones Mayas de Guatemala, este es un problema estructural, ya que las bases del país están construidas desde tiempos de la Colonia sin tomar en cuenta los intereses y necesidades de los pueblos indígenas.

El analista considera que estos problemas son actos de discriminación y segregación, pues menoscaban el derecho de los pueblos indígenas, lo cual se ha convertido en parte de la cotidianidad en Guatemala. “Es algo estructural que prácticamente deja afuera a los pueblos indígenas y como consecuencia el mapa de la pobreza, desnutrición, analfabetismo siguen siendo para los pueblos originarios; no es la simple expresión de decir que nos sentimos extranjeros en nuestra propia tierra sino que es algo que así es”.

Cajas dice que el problema idiomático impacta significativamente en el aspecto educativo, ya que hay maestros que no hablan el idioma de las localidades mayas, llegan a una comunidad e “imponen” el idioma español, lo cual demuestra que el sistema educativo, más que pedagógico, es un sistema de imposición.

Además indica que el discurso de interculturalidad que se muestra en la actualidad “se queda en eso y nada más”, ya que “esta interculturalidad solo se puede dar dentro de culturas en condiciones de igualdad, pero cuando esta es utilizada como discurso donde hay una cultura dominante que resulta ser quien inferioriza a las demás”.

La interculturalidad solo se puede dar en países con una democracia plena, “esta solo es válida si lleva componentes contra la discriminación y el racismo, de lo contrario no se puede dar”.

Entre tanto, Martín Sacalxot, Defensor de Pueblos Indígenas de la Procuraduría de Derechos Humanos, considera que los indígenas son extranjeros en su propio país, porque los modelos de vida urbanos no son tolerados ni reconocidos en la dinámica social guatemalteca.

Sacalxot dice que en el aspecto comunicacional, el idioma oficial del país sigue siendo el español, pero aclara que existe una Ley de Idiomas que demanda que los empleados del Estado y funcionarios deberían actualizarse y dominar el idioma de la comunidad donde se están prestando los servicios.

El Defensor señala que de alguna manera el Estado de Guatemala es excluyente con los pueblos indígenas: “Hay una profunda exclusión todavía con respecto a los idiomas, es injusto que se les obligue solo a hablar en español, cuando se puede ser bilingüe”.

Además indica que los mecanismos de atención para los pueblos indígenas son incipientes y no son suficientes, que existe un cimiento cultural en Guatemala que no tuvo pertinencia de las diferencias culturales con respecto a los pueblos indígenas, el cual es un modelo que no reconoce a los pueblos originarios.

Según Sacalxot los asuntos idiomáticos son violaciones a los derechos humanos extendidas o continuadas, ya que a muchas personas indígenas se les prohíbe de diferente manera, como sucede en las escuelas que se les obliga a que se despojen de su indumentaria para tener derecho a la educación, “son resabios todavía de nuestra cultura guatemalteca, por lo que demanda que todos entremos en una nueva etapa de reconocimiento y relación”.
“Hay una profunda exclusión todavía con respecto a los idiomas, es injusto que se les obligue solo a hablar en español, cuando se puede ser bilingüe”.
Martín Sacalxot
Defensor de Pueblos Indígenas de la Procuraduría de Derechos Humanos

TRADICIÓN CON MUCHAS LETRAS



17.02.2013 | Una gran exposición sobre la historia de la institución inaugurará en septiembre de este año los festejos por sus tres siglos, que culminarán en octubre de 2014 con una nueva edición, la vigésimo tercera, del Diccionario.
De la austeridad y de las diversas iniciativas que hay programadas, habla en una entrevista con la agencia EFE el secretario de la Real Academia Española, Darío Villanueva, quien afirma que se aprovechará la ocasión para "transmitir todavía más el legado histórico de la Academia" y para perfilar su futuro, "cuya clave está en la sociedad digital", y precisa "será un centenario austero pero sin renunciar a hacerlo significativo".
La Academia no desea que este tercer centenario pase sin pena ni gloria, como sucedió con el segundo, en el que se hizo "alguna sesión extraordinaria" y se comenzó a publicar el Boletín de la Real Academia Española, que en 2014 cumple cien años, recuerda Villanueva.
FASTOS ACEPTABLES
Pero tampoco se trata de programar "unos fastos que resulten inaceptables" para la situación actual de crisis. La RAE se financia al cincuenta por ciento con recursos propios y el resto con el aporte del Estado, que para 2013 ha disminuido un 37 por ciento. Esos recortes han obligado a diseñar un tercer centenario "sostenible".
Todo comenzó en agosto de 1713, bajo "aquella oleada de impulso ilustrado que hubo en el XVIII español y que dio lugar también a la creación de otras instituciones, como la Biblioteca Nacional".
Un grupo de eruditos y de nobles, liderados por el marqués de Villena, empezó a reunirse dispuestos a subsanar "una carencia importante: la lengua española no tenía un diccionario a la altura de las circunstancias".
En octubre de 1714 el rey Felipe V reconoce con una real cédula la existencia de la Academia, cuyos miembros trabajaron mucho para comenzar a publicar el "Diccionario de autoridades" en 1726 y terminar sus seis tomos en 1739. Todo un récord para los medios que había entonces.
Luego vendrían la Gramática, la Ortografía y ediciones de obras clásicas, como el famoso Quijote ilustrado de 1780.
LUCHA POR LA UNIDAD
Han sido tres siglos de servicio a la lengua española y de lucha por su unidad. Y tres siglos en los que la irrupción de las nuevas tecnologías, en el último tercio del XX, ha dado un vuelco total a la labor de esta institución, que prepara sus grandes obras de referencia de forma "totalmente coordinada" con las veintiún Academias de la Lengua Española restantes y que trata de ser útil ""a todos los hispanohablantes, especialmente a la gente más joven", a los llamados "nativos digitales", subraya el secretario.
La conmemoración del tricentenario le prestará atención al pasado, pero "no será puramente nostálgica". Habrá también esa "nostalgia del futuro" de la que hablaba el poeta", comenta Villanueva.
Esa doble vertiente estará presente en la magna exposición que se inaugurará el próximo mes de septiembre en la Biblioteca Nacional y cuyos comisarios son la historiadora Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron, historiador de la ciencia. Podrá verse en otras ciudades españolas y quizá viaje a América.
Con fondos de la propia RAE y de otras instituciones, la exposición revisará el pasado de la Academia sin olvidar el siglo XXI, "donde las instancias y las urgencias son muy distintas". Habrá también "una presencia muy llamativa de la irrupción de las nuevas tecnologías en el trabajo académico", añade Villanueva, que da por hecho que la familia real estará presente "en los acontecimientos fundamentales del centenario".
TAMBIEN EN LA WEB
El cierre del tricentenario será la publicación, en octubre de 2014, de la XXIII edición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), cuya edición en línea, que algunos meses ha superado las setenta millones de consultas, ha ido incorporando desde 2001 numerosas novedades aprobadas por las Academias a lo largo de estos años.
Coincidiendo con la publicación del DRAE, se celebrará un encuentro internacional sobre el futuro de los diccionarios en la era digital, en el que participarán "los más importantes editores de diccionarios del mundo", además de lexicógrafos, lingüistas, informáticos y las grandes compañías de distribuidores de contenidos y soportes digitales, como Amazon, Google, Microsoft o Apple.
Pero hay muchas más actividades programadas: habrá jornadas de puertas abiertas, que suelen despertar un gran interés en la sociedad, y habrá también "uno o dos plenos abiertos al público", fuera de Madrid, como el que se celebró en el pasado mes de noviembre en Cádiz con motivo del bicentenario de la Constitución de 1812.
(c) EFE

LA LENGUA VIVA


Ideología y atuendo
Amando de Miguel


Parece que la ideología solo se correlaciona con ella misma. Es decir, se mueve en una esfera peculiar que poco tiene que ver con la clase social, los estudios, los ingresos. Esto es nuevo. Sin embargo, la ideología se asocia con algo tan vulgar como la indumentaria. Es decir, dime qué ropa te pones y te diré cómo piensas en política.
Comentaba yo aquí esa constancia de los hombres públicos (los varones) de la izquierda por la que cuidan la apariencia de ponerse corbatas más claras que el color de la camisa. José Antonio Martínez Pons añade que la moda novísima en esos hombres que quieren pasar por progresistas es aparecer en público sin corbata. Da la impresión de que, si se pone uno corbata, puede ser tachado de fascista. Añado que se trata de una curiosa involución, pues los fascistas históricos aborrecían la corbata. Anota el mallorquín que puede suceder como con los primeros curas cuando se quitaban la sotana o el alzacuello. Se veía entonces con toda claridad que eran curas. Esa curiosa observación la tengo contrastada en el caso de los militares. Cuando van de paisano se nota a la legua que son militares. No sabría de decir por qué, pero no falla. En consecuencia, no es el hábito lo que hace al monje sino la manera de hablar o de gesticular.
José María Navia-Osorio aporta algunos matices a mi simplicísima teoría. Según su experiencia, lo que ha desaparecido es la camisa blanca. En su lugar, se prefieren las camisas de colores suaves. Por tanto, en ese caso la corbata exige ser oscura. Pero los progres se aficionan a la camisa gris oscura. Por tanto, la corbata tiene que ser necesariamente más clara. Si fuera negra parecería que van de luto. Sea como fuere, el resultado es una corbata más clara que la camisa.Ignoro por qué ese atuendo revela progresía, pero así es. Ese uniforme es casi obligatorio en el ramo de los cineastas, aunque también se prefieren los atuendos que llevan a prescindir de la corbata. Por ejemplo, un jersey de cuello vuelto o una camisa negra. Ese atuendo sí que recuerda la moda de los fascistas históricos, ahora en la grey antifascista por antonomasia.
Algo habría que decir también sobre la ilación entre la indumentaria femenina y la ideología. Sospecho que las mujeres progresistas han perdido el tradicional sentido del color, de saber conjuntar sus prendas. Es su marca de distinción. Por otra parte, sigue siendo una constante que las mujeres de cualquier ideología, con tal de que se esmeren por parecer jóvenes, muestren más parte de piel que los varones. En las progresistas, sobre todo vascas, se impone el peinado a lo garsón. El color preferido para la ropa de las mujeres que desean pasar por izquierdistas es el negro. Quizá sea una forma de coquetería, pues el color negro adelgaza la silueta. Esa moda tenebrista ha penetrado también en las filas de la derecha.
Contacte con Amando de Miguel: http://www.libertaddigital.com/opinion/amando-de-miguel/ideologia-y-atuendo-67493/

FIEBRE MANUSCRITA


Después de 30 años leyendo a Proust, he visto por primera vez de cerca su letra
ANTONIO MUÑOZ MOLINA 20 FEB 2013 -

Marcel Proust tenía una letra rasgada y diminuta y escribía sobre cualquier superficie que tuviera a mano. Escribía en estrechos cuadernos verticales quizás pensados para ajustarse a los bolsillos de una chaqueta o un abrigo de su época, cuadernos diseñados con una elegancia mundana de pitilleras o petacas de licor. Escribía en baratos cuadernos escolares y en hojas a veces no más grandes que un papel de fumar, en reversos de sobres, en páginas arrancadas de agendas. Escribía en los márgenes y entre las líneas de las copias mecanografiadas de los capítulos de su novela inacabable y en el reverso en blanco de esas mismas páginas. Escribía sobre las galeradas ya compuestas y a punto de editarse. La letra inclinada y mínima se infiltraba como raíces y tentáculos de una planta trepadora entre las líneas rectas y los márgenes fijos del texto impreso, que así recobraba su condición de borrador, de obra en marcha que no puede darse nunca por terminada mientras dure la vida y la imaginación permanezca activa. Lo que había parecido definitivo ahora sucumbía a tachaduras en aspa y borrones furiosos. A lo ya terminado y corregido le brotaba la hiedra selvática de nuevas ocurrencias, de vínculos recién descubiertos y de hilos de intuiciones que era preciso seguir.
Escribiría hasta quedarse sin fuerzas, hasta que la mano ya no pudiera seguir sosteniendo la pluma, bajo la luz eléctrica de su dormitorio
Él mismo comparaba sus trances de inspiración a golpes sucesivos de olas contra una orilla en la que el mar no se apacigua nunca. En sus cuadernos verticales de anotarlo todo cabe igual una metáfora inusitada que un comentario trivial escuchado al paso por la calle o que uno de esos giros pomposos que infectan de un día para otro el habla común y el lenguaje de los periódicos. Sólo al final de su vida vivió Proust enclaustrado en su dormitorio de cortinajes echados durante el día y paredes forradas de corcho, y aun entonces aprovechó sus penúltimas fuerzas para salir a ver alguna cosa que le interesaba, para visitar de nuevo un lugar que deseaba describir con un máximo de precisión o encontrarse con alguien que le suministraría alguna dosis del material con el que modelaba un personaje. Un día de mayo de 1921, ya muy debilitado, fue al museo del Jeu de Paume para observar de cerca la Vista de Delft de Vermeer, no por amor desinteresado a la pintura sino porque ese cuadro precisamente era el preferido de su novelista inventado Bergotte, cuya muerte había contado ya. Testigos que lo veían entonces en París recordaron que tenía una palidez de ultratumba. Jean Cocteau fue a visitarlo una noche de invierno durante la guerra y al verlo envuelto en mantas y pieles, en su gran piso helado, en la penumbra del toque de queda, pensó que se parecía al capitán Nemo después de quedarse solo en su submarino.
Muy enfermo, más débil aún por la falta de ejercicio, la tarde del Jeu de Paume Proust sufrió un desvanecimiento delante de ese cuadro que era para él un emblema de la capacidad suprema del arte para apresar la belleza y el temblor de lo real y hacer duradero lo más fugitivo: esa mancha dorada del primer sol de la mañana en un muro de ladrillo. Un amigo lo sostuvo en pie. Volvió inmediatamente a casa y le pidió a Céleste Albaret, su ama de llaves y enfermera y secretaria, las páginas del manuscrito en las que estaba contada la muerte de Bergotte. Y se puso a tachar y a corregir y agregar de modo que la experiencia de su pérdida de conocimiento y su miedo a morir enriqueciera la escena de la agonía de su personaje.
Escribiría hasta quedarse sin fuerzas, hasta que la mano ya no pudiera seguir sosteniendo la pluma, bajo la luz eléctrica de su dormitorio, sin enterarse de si era de noche o de día, sobre una mesilla inestable de bambú no mucho mayor que una bandeja de desayuno, las hojas del manuscrito desplegadas sobre la cama o caídas por el suelo, la letra cada vez más rápida, más pequeña y rasgada, una línea nerviosa como de sismógrafo, como un registro de los impulsos eléctricos de la actividad cerebral.
Unas veces la letra avanza sobre las hojas a tal velocidad que acaba pareciendo una taquigrafía indescifrable
Después de treinta años de mi vida leyendo a Proust, con una emoción que el tiempo y la familiaridad hacen cada vez más intensa, he visto por primera vez de cerca su letra, los primeros borradores tentativos de À la recherche, los cuadernos verticales y estrechos con sus tapas art nouveau, las libretas escolares rayadas, con los márgenes apurados por la codicia de la escritura, con las tapas de cartón desgastadas. He empujado la puerta de una sala con iluminación tenue, para no dañar el papel, en laMorgan Library, en la primera hora del primer día de la exposición dedicada al centenario del primer tomo de la novela, Du coté de chez Swann. Algunos proustianos más resueltos que yo me habían precedido. Nos movíamos en silencio de una vitrina a otra, y lo que nos estremecía, lo que nos agrupaba en una fraternidad sigilosa, no era tanto la materialidad estática del papel como la revelación visible del proceso de la escritura. Allí estaban las primeras incertidumbres, el tesón de persistir en algo que no se sabe todavía lo que es. En algún momento Proust se pregunta, en uno de esos cuadernos primeros, si lo que ha de escribir, lo que le viene rondando la imaginación desde hace tanto tiempo, será o no una novela, o quizás un ensayo literario, o un tratado filosófico. Escribe y tacha, cuenta un episodio que no sabe a qué pertenece y años después, en otro cuaderno, lo escribe de otra manera. Unas veces la letra avanza sobre las hojas a tal velocidad que acaba pareciendo una taquigrafía indescifrable. Otras, por cada palabra, cada frase concluida, hay una tachadura.
Al cabo de un rato de observación cuidadosa hay nombres, pasajes manuscritos que puedo descifrar y reconocer: estoy viendo surgir por primera vez, delante de mí, como se vería en otro tiempo formarse una fotografía en el líquido del revelado, un fragmento de algo que ahora forma parte de mi archivo indeleble de la literatura. En una carta Proust felicita a Camile Saint-Saëns por su sonata para violín y piano: en un lugar de los manuscritos la sonata que escuchan Swann y Odette aún está identificada expresamente como la de Saint-Saëns. Poco después, en otra de las versiones sucesivas, la química de la ficción ha actuado y la música pertenece al compositor inventado Vinteuil.
La novela se extiende tanto que ya no puede caber en un solo volumen. La novela crece expandiéndose y ramificándose con una fecundidad orgánica que abarca la vida entera de su autor, y que se alimenta no sólo de su memoria sino también de lo que está ocurriendo mientras escribe. Cuando llega la guerra en 1914 y se detiene la publicación del segundo volumen, la guerra misma entra en la novela ya omnívora. En una vitrina, en el centro de la sala, en la Morgan Library, está lo que Proust nunca vio: la edición completa en siete tomos que sólo apareció en 1927, cuando llevaba muerto cinco años. No hay monumento fúnebre más noble para un escritor.
Marcel Proust and Swann’s Way: 100th Anniversary. The Morgan Library & Museum. 225 Madison Avenue. New York. Hasta el 28 de abril.
www.antoniomuñozmolina.es

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE


feminicidio es el asesinato de mujeres por razón de su sexo


La palabra feminicidio es adecuada para referirse al asesinato de mujeres por el hecho de serlo, como una forma extrema de violencia machista.

El término no está aún recogido en el Diccionario académico, aunque sí en algunos de uso, y se emplea con frecuencia en los medios de comunicación. Se trata de una palabra bien formada y no es necesario destacarla con cursivas ni comillas.

Las leyes de varios países y las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos definen feminicidio como el ‘homicidio de mujer por razones de género’.

Este sustantivo se puede emplear no solo para hacer referencia al asesinato individual de una mujer, sino también para referirse al homicidio sistemático de mujeres, en especial en contextos donde no existe un fuerte reproche social o cultural de estos hechos. Por ejemplo, hay culturas donde el feminicidio consiste en dar muerte a las niñas cuando nacen.

Así, es correcto su uso en frases como «Piden el esclarecimiento de los feminicidios en Tula», «Bolivia da el primer paso para aprobar una ley que incluye el delito de feminicidio» o «El feminicidio en Ciudad Juárez se traslada al drama de Fuenteovejuna».

Se recomienda evitar la forma femicidio, calco del inglés femicide.

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