Translate

terça-feira, 12 de maio de 2015

AMANDO DE MIGUEL




Yo soy Chicharito


 en Libertad Digital - España



En México, los garbanzos –llevados por los españoles– son los chícharos. Parece una palabra indígena, pero está muy cerca del latín, donde el garbanzo se decía cícero. De ahí el apodo del famoso jurisconsulto Cícero, nuestro Cicerón. Funcionaba como el apodo familiar, pues su padre era un próspero comerciante de garbanzos y otros productos de huerta. A veces, los apodos familiares acaban convirtiéndose en un signo de identificación. Recordaré que mi abuelo materno era apodado el Cuco. Los Cucos constituían una estirpe de prestamistas en la época en la que en el campo no había sucursales de bancos o cajas. El cuco es un pájaro oportunista que pone los huevos en un nido ajeno para que se los incuben gratis.
Ahora tenemos en Europa la versión hodierna de Cicerón, el futbolista mexicano Chicharito, es decir, Garbancito, como Marco Tulio. Sus fabulosas piernas valen 10 millones de euros cada una, un suponer. Se entiende ahora ese espectáculo de las mañanas domingueras de México, D. F.: cientos de miles de chamacos jugando al fútbol.
La reciente invasión pacífica de nuestros primos americanos ha sido una bendición para España. No solo nos han dado futbolistas sino mujeres que cuidan amorosamente de nuestras abuelas impedidas, ahoradependientes. Nos han traído también nuevas palabras y giros, que se han cultivado al otro lado del charco. Acabaremos pregonando que los mejores chícharos españoles son los de Fuentesaúco (Zamora), aunque los más económicos sigan siendo los mexicanos. De momento, los zamoranos de toda la vida llamamos fréjoles a las judías verdes. Seguramente fue la importación de algún indiano.
Deberíamos recordar que Hernán Cortés no solo conquistó México buscando oro, sino que llevó la imprenta, una nueva tecnología entonces. No fue un instrumento que llevaron consigo los primeros colonizadores de otros países europeos, y eso que llegaron más tarde. "España y yo somos así, señora".
Anotemos ahora que México es el país que cuenta con máshispanoparlantes. Me precio de expresar mis opiniones de forma regular a través de Televisa para el público mexicano. Vergüenza me da decir que TVE no me solicita mis opiniones. Nadie es profeta en su tierra; ya lo sé. Por esa razón se embarcaron tantos indianos.

SALVADOR GUTIÉRREZ ORDÓÑEZ

Salvador Gutiérrez Ordóñez. Foto: Santiago Mazzarovich
Salvador Gutiérrez Ordóñez. Foto: Santiago Mazzarovich

Tiempos imperfectos

Para Salvador Gutiérrez Ordóñez, de la RAE, lo importante es que la gente lea y escriba.

Entre el 6 y el 8 de mayo se realizó el II Congreso Internacional de la Sociedad de Profesores de Español del Uruguay, denominado “El español y su enseñanza”, en el que participaron destacados académicos de España, Argentina y Uruguay, así como ponentes uruguayos y brasileños. Uno de los invitados a brindar un cursillo, sobre “Cuestiones de sintaxis funcional y enseñanza”, fue Salvador Gutiérrez Ordóñez, catedrático de la Universidad de León y miembro de la Real Academia Española (RAE), discípulo de Emilio Alarcos y especialista en sintaxis, semántica y pragmática. En diálogo con la diaria, destacó la expansión del español, se mostró contrario al “espíritu catastrofista” de los que dicen que “se está degradando el idioma” y que “la gente no lee”, defendió la enseñanza de la cursiva y sostuvo que la mejor edad para aprender las “estructuras complejas” de la sintaxis es a partir de los 15 años.

-El español se está expandiendo como lengua por diversas razones, como el crecimiento demográfico y las migraciones, pero también se aprende como segunda lengua. ¿A qué se debe este fenómeno?
-El español está sufriendo un enorme cambio. Está asentado en un ámbito de 22 países que tienen un gran crecimiento demográfico, y también en Estados Unidos. Pero a la vez está experimentando un interés porque, sobre todo los países hispanoamericanos, están alcanzando mejores cuotas de competitividad y se convierten en un mercado interesante desde todo punto de vista. Por otra parte, en estos momentos el español, gracias a los escritores, está alcanzando un prestigio, porque los escritores españoles y sobre todo los hispanoamericanos están produciendo y teniendo gran relevancia. Además, el español está cada vez más presente en los medios de comunicación. En Estados Unidos hay cadenas de radio y cadenas de televisión en español, es el tercer idioma en internet, y también está ganando importancia dentro del ámbito científico. Son 500 millones de habitantes los que hablan español, 500 millones de posible clientes.
-Esa expansión y la extensión territorial que abarca ponen al español en permanente contacto con otras lenguas y culturas a las que presta, pero de las que también recibe. Es una tarea difícil para la RAE.
-Desde siempre los idiomas estuvieron en relación con otros idiomas. No hubo un idioma puro que no se contagiara de palabras, términos, de expresiones de idiomas vecinos. Hay veces que las posturas puristas tienden a tratar de defender el idioma de todo contagio, toda enfermedad, pero es importante que tengamos en cuenta que eso sucede porque los idiomas van con la gente y la gente se une, se cruza. Los idiomas van con las cosas y las cosas traspasan las fronteras. Los idiomas van con las ideas y las ideas se difunden por todo el planeta. Entonces, en un momento, un idioma puede tener mayor efectividad y mayor repercusión en otros idiomas y, otras veces, otros idiomas pueden tener más influencia. En estos momentos hay ámbitos en los que el inglés tiene una influencia muy grande, como la técnica y la comunicación, incluso en algunos deportes. Hay mucha interrelación en la comunicación dentro de los países hispanoamericanos. España ha recibido muchas personas de distintos países hispanoamericanos y en estos momentos muchos países hispanoamericanos están recibiendo personas de España. Eso es una dialéctica propia que hace que un idioma esté vivo y que cambie, manteniendo la unidad.
-¿Estos cambios han influido en que haya evolucionado la postura de la RAE, que antes era mas rígida y más normativa, y ahora recomienda y aconseja?
-La RAE ha pasado por varias épocas. Con respecto a la postura de la normativa, es cierto que en la creación de la Academia era un signo de los tiempos. Se pensaba que fijando los códigos, la gramática, el diccionario y la ortografía se conservaba todo el esplendor y la riqueza del español. Pero, en realidad, son los hablantes los que van haciendo el idioma. En un principio se defendía mucho la postura etimológica sobre el uso, y eso también fue cambiando. Lo que se mantuvo hasta más cerca en el tiempo fue la postura de que el castellano perfecto o el español perfecto era el hablado en la península. Sin embargo, eso sí que ha cambiado. Se ha modificado la concepción, y hoy nadie con sentido común dice que el castellano perfecto es el de España. Hay normas cultas dentro de cada región. Norma culta rioplatense, de Chile, de México, es decir, hay normas que son distintas o parcialmente distintas y que habla la gente culta con toda propiedad en las zonas donde habita.
-Estamos viviendo un momento de cambios acelerados en la tecnología. En Uruguay, todos los niños tienen una computadora, pero hay personas que sostienen que por eso, cada vez se lee y se escribe menos. ¿Cómo afectan estos cambios la enseñanza del español y su uso?
-Soy contrario a ese espíritu catastrofista que constantemente aparece en los medios de comunicación. Siempre que me hacen entrevistas me dicen: “¿No le parece que se está degradando el idioma, que la enseñanza está cambiando, que la gente no lee, que vamos al desastre?”. No creo que sea así. Hay un hecho sociológico que es muy importante. Cuando yo era niño, muy pocos tenían acceso a la cultura. El bachillerato lo hacían muy pocos y las carreras universitarias, menos todavía. No había una posibilidad de acceso para la gente del campo, de la minería. Era prácticamente imposible que pudieran llegar a una universidad. En este momento, el acceso a la cultura y a los estudios de nivel superior se ha generalizado, se está socializando en algunos países. Es decir que es un avance, porque antes podían escribir bien algunos pocos, pero hoy escriben muchos, leen muchos y mucho más. Otra cosa es que los nuevos medios puedan influir en el género. Antes se escribían cartas y ahora se escriben correos electrónicos, tuits. Es que la comunicación es mucho más real y cuantitativamente muchísimo mayor, pero es una comunicación menos formal, menos cuidada, mucho más efímera, menos corregida. Es casi imitación de lo que se está hablando, como frases muy breves, y eso tiene sus aspectos positivos y posiblemente sus aspectos negativos. Pero lo importante es que lean y que escriban. Es cierto que la cultura del papel está anunciando su declive. No podemos ser profetas de mal agüero, pero todos los índices dicen que está disminuyendo la lectura en papel y las ediciones en papel, y que están aumentando la lectura y la escritura electrónica.
-¿Qué piensa de la enseñanza de la caligrafía?
-La enseñanza de la caligrafía es importante. Toda la cultura de la mano es muy importante, porque la mano ocupa todavía dentro del cerebro un lugar predominante. El desarrollo de las manos, de la escritura, de la escultura, del dibujo, tocar la guitarra, el piano, contribuyen de alguna manera a ir perfeccionando esa gran área cerebral que tenemos. Por lo tanto, creo que la escritura a mano no se debe olvidar.
-¿Cuál es la edad apropiada para comenzar a aprender gramática?
-Cuando se habla de la enseñanza de la lengua hay dos dimensiones: una es la enseñanza práctica, y otra la teórica. Es cierto que tienen que ir unidas de alguna manera, pero la enseñanza práctica debe comenzar con lo que es lectura y la expresión oral y escrita tan pronto como el chico pueda tener actividad, es decir que cuando llegue a los 11 años tiene que leer muy bien, tener ese automatismo adquirido. La lectura tiene que ser automática, como el que toca el piano o la guitarra. Tiene que ser una ventana por la que se vea sin trabajo, sin esfuerzo, lo que hay del otro lado, que es el contenido. La gramática tiene que irse introduciendo poco a poco. El género masculino, femenino, cosas elementales, sí, pero la sintaxis no se debe introducir muy pronto, sino cuando el alumno tiene cierta madurez para comprender estructuras como las oraciones compuestas, es decir, a los 14 o 15 años, porque si no, no las va a asimilar, no las va a entender y el alumno va a terminar odiando la gramática. Pienso además que sería conveniente que la enseñanza de la lengua continuara, porque efectivamente el dominio de las estructuras lingüísticas complejas se va a dominar mucho más a partir de los 15 años. No tiene sentido enseñar esas estructuras mucho antes, cuando todavía el muchacho no tiene capacidad de jerarquizar para hacer análisis. El análisis sintáctico es como un verdadero ejercicio de matemáticas, en el que se tiene que ir jerarquizando, ordenando, componiendo, razonando, y esa etapa es muy buena para aprender.

EL IDIOMA ESPAÑOL


Álvaro Rodríguez Sanmartín*

El uso correcto del idioma

Las lenguas vivas, como todos los organismos, están sujetas a múltiples mutaciones debidas a factores diversos. En el caso del idioma español hay que considerar, además de las comunes a toda lengua, su gran expansión geográfica y el gran número de hispanohablantes, más de 500 millones. Por ello, para conservar su pureza es necesario velar por la correcta utilización del mismo, respetando el verdadero sentido original de cada vocablo y expresión lingüística.

Esta exigencia debe ser mayor, si cabe, para aquellas personas que por su preparación, actividad pública o profesión, ejercen cierta ejemplaridad. Además son ellas las que de un modo u otro, aparecen frecuentemente en los medios de comunicación.
La adulteración de nuestra lengua es una constante muy acentuada en estos tiempos, tanto por la incorporación de nuevos términos, como por la atribución de nuevos significados a vocablos que por su etimología y tradición no les corresponde.

En este trabajo quiero dirigirme singularmente a los profesionales que tienen el lenguaje como único instrumento de trabajo, locutores, políticos, etc. Hoy nos vamos a fijar en unas cuantas palabras y expresiones que son usadas frecuentemente  de forma adulterada y espuria.

Apostar. Con mucha frecuencia oímos por parte de políticos esta expresión: “Nosotros apostamos por la cultura, la sanidad, etc…”, para indicar que se interesan por esas cuestiones con mucho interés y ahínco.
La palabra apostar tiene un significado bien determinado: PACTAR. Por ello, tal vocablo debe emplearse cuando se pacta algo con alguien, y no para prometer o manifestar un empeño por una causa determinada.
Pedagogía. Otro término o vocablo usado indebidamente para indicar que lo comunicado anteriormente no fue suficientemente claro. La Pedagogía no es la ciencia de la comunicación, la Pedagogía es la ciencia general de la educación, la comunicación le pertenece a la Didáctica. Este término fue utilizado ya por Comenio en el siglo XVII, la Didáctica Magna, para indicar los métodos y formas de enseñar.

Más vale una imagen que mil palabras. Esta expresión es un puro reduccionismo al considerar sólo imagen a las representaciones visuales. Imágenes son todas las impresiones sensoriales. Cuando hablamos producimos imágenes acústicas; por el tacto conocemos la forma, tamaño, temperatura, etc., que son también imágenes táctiles; el gusto nos revela el sabor, acidez, calor, frío, de los alimentos que ingerimos. Por ello podemos decir que la expresión “más vale una imagen que mil palabras” es una sinécdoque, porque toma la parte por el todo, considerando imágenes sólo a las visuales.

Igualdad de género. El género se refiere, en las personas al sexo, y sabemos que el varón y la hembra son distintos morfológica y fisiológicamente. Por ello es una falacia hablar de igualdad de género. Varones y hembras son distintos y complementarios; otra cosa es hablar de igualdad en dignidad, trato y consideración.
Oír y escuchar. Oír es una función orgánica que depende de dos órganos específicos –los oídos- mientras que escuchar depende de una facultad superior, la voluntad. Es deprimente cómo estas dos funciones son confundidas por personas con cierta formación. Podemos oír sin escuchar, y escuchar y no oír.

Hacer el amor. El amor es un sentimiento, un afecto, una vivencia íntima y no una mera actividad. Aquí se quiere confundir la actividad con el fin, y el amor con el placer.

Libertad de pensamiento. En multitud de ocasiones hemos oído decir: en tal o cual régimen “no hay libertad de pensamiento”. Tal privación es propia de regímenes totalitarios en los que las manifestaciones orales, escritas o callejeras están totalmente prohibidas. Pero cada individuo puede pensar libremente lo que quiera. Lo que no puede es manifestar sus pensamientos. El pensamiento es una actividad intrínseca y subjetiva y sólo pertenece al sujeto pensante.
*Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

papel cuché


mejor que 


papel couché

Recomendación urgente del día
La expresión papel cuché es preferible a papel couché, que se usa para referirse a un tipo de papel satinado y, por extensión, a las revistas ilustradas que se imprimen en él y en particular a las de crónica social o del corazón.
En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «La semana pasada decíamos adiós a una de las personas más entrañables delpapel couché», «Hasta ahora, la vida privada de los presidentes franceses estaba vetada al papel couché» o «La élite pakistaní se refugia en el “papel couché”».
El Diccionario académico ya recoge la forma hispanizada papel cuché (del francés papier couché), por lo que no es preciso destacarla con cursivas ni comillas.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «La semana pasada decíamos adiós a una de las personas más entrañables del papel cuché», «Hasta ahora, la vida privada de los presidentes franceses estaba vetada al papel cuché» y «La élite pakistaní se refugia en el papel cuché».
No obstante, conviene recordar que existen denominaciones alternativas tanto para referirse al soporte físico (papel estucado, papel metal y papel tipo, según el Diccionario de edición, tipografía y artes gráficas de José Martínez de Sousa) como a ese tipo de publicaciones (prensa del corazón, prensa rosa o crónica social…).

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...