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sexta-feira, 14 de novembro de 2014

DICCIONARIO DE PALABRAS CURIOSAS



Origen de algunas frases hechas: salvarse por los pelos, pico de oro

Es menester averiguar el origen de innumerables frases hechas para saber introducirlas con acierto en el lenguaje cotidiano.


AMANDO DE MIGUEL - libertad digital - españa 
Son innúmeras las frases hechas cuyo origen no queda claro. Es menester averiguarlo para saber introducirlas con acierto en el lenguaje cotidiano. Sigo aportando algunas ilustraciones. Espero que los libertarios me planteen más propuestas.
-Salvarse por los pelos. Dícese de la persona que se salva de algún peligro o dificultad por un factor azaroso. Casi por milagro. La expresión procede de un tiempo en que se obligaba a los marineros a llevar el pelo largo. El argumento era que, llegado el caso de un naufragio o accidente, el marinero caído al agua pudiera ser agarrado por el cabello y ser subido al bote salvavidas. Aunque pueda parecer increíble, en el pasado casi nadie sabía nadar.
Cabe la interpretación más simple de que el pelo o los pelos indican una medida muy pequeña, cercana a la casualidad.
-Ser un pico de oro. Se considera así, con tan fina metonomia, a una persona que habla muy bien, un orador o predicador brillante. Durante siglos se aplicó a los "bolonios", los antiguos alumnos del Colegio Español de la Universidad de Bolonia, muy escogidos. Pero la expresión es mucho más antigua. En griego se decía Crisóstomo (= boca de oro) al orador famoso. La podríamos aplicar hoy a algunos presentadores de la radio o la tele.
Es una cualidad muy notable, pues se ha perdido la facilidad para hablar en público sin leer. Incluso en la tele, la artera "cue" representa un dispositivo para hacer ver que el presentador improvisa su discurso, cuando realmente lo está leyendo en la maquinita. Por cierto, no entiendo cómo es que esos textos del "cue" suelen escribirse con todas las letras mayúsculas, lo que hace más difícil su lectura.
-Tirar la casa por la ventana. La expresión parece tan irreal que literalmente mueve a risa. Desde luego, resulta intraducible a otros idiomas cercanos. Procede de la costumbre que tenían nuestros antepasados de arrojar algunos enseres viejos por la ventana cuando les tocaba algún buen pellizco en la lotería. El suceso era tan raro que se permitían la extravagancia que digo. Se aplica a cualquier gasto excesivo o simplemente extraordinario. Viene a ser lo opuesto a la conducta tradicional de austeridad o tacañería.

-A mal Cristo, mucha sangre. Se aplicaba a los malos pintores o imagineros de tema religioso. Si la obra no acababa de gustar, todo consistía en añadirle mucha sangre para que pareciera más realista y suscitara la devoción de los feligreses. El consejo se podría aplicar hoy a las malas películas.

CASTILLA - LA MANCHA, TIERRA DE GRAMÁTICOS








Éste es uno de los territorios con mas fondo histórico en lo relativo a la reflexión sobre la lengua castellana. Sin ánimo de exhaustividad, espigamos, en las siguientes líneas, algunos nombres de castellano-manchegos que forman parte de la historia de la lingüística española
POR ÓSCAR GONZÁLEZ PALENCIA Y ANTONIO ILLÁN




En Castilla-La mancha la historia de la lingüística arranca de antiguo, con un periodo gestacional que secunda la gran tradición lingüística grecolatina. El parvo conocimiento que se tenía de las obras gramaticales de la Antigüedad se suplió con la prolongación de una ocupación intelectual que gozaba de enorme prestigio. Pero, si grande era el predicamento de la gramática como actividad intelectual, no menor era la admiración por el estudio de la lexicografía, por la clasificación de las palabras por su significado y por su etimología. En la Hispania visigótica sabemos que San Julián de Toledo (Toledo, c. 642-Toledo, 690), compuso una gramática. En los siglos posteriores, la aportación semítica es, cualitativamente, importantísima (hasta 65 gramáticos se contabilizan en España). Fue grande el interés que los árabes y los judíos confirieron a la gramática y a los compendios léxicos. A lo largo del siglo X, los judíos completaron el inventario léxico del hebreo, conocido como el lexicón, y asimismo llevaron a cabo el primer estudio filológico del Antiguo Testamento.

ABC - Madrid

Ignacio Bosque, uno de los lingüistas actuales más admirados, nació en Albacete
Todo ello constituye el sustrato del que brotó la Escuela de Traductores de Toledo, sobre la que debemos un profundo estudio al filólogo conquense Ángel González Palencia. El estímulo del mecenazgo del Arzobispo don Raimundo de Sauvetat, en el siglo XII, y de las magníficas bibliotecas árabes de la vieja taifa toledana conformaron la fuerza de atracción que concentró a los mejores eruditos de su tiempo en torno a este proyecto en que subyacía la idea medieval de la summa, el libro que habría de contener el saber universal. El conocimiento teórico-lingüístico era condición necesaria para que hombres como Abelardo de Bath, Herman el Alemán, Alfredo de Sareshel, Daniel de Morlay, Roberto de Chester, Gerardo de Cremona, Domingo Gundisalvo o Juan Hispano, vertieran al latín sus mejores versiones. Esta idea haría aseverar, desde su autoridad, a Juan de Salisbury: «La gramática es la cuna de toda sabiduría». Esta tarea irradió a los «libros de texto· medievales que fueron las grammaticae proverbiandi. La traslación del saber y su preservación por parte de los copistas dejó un largo caudal de términos en lengua romance que pasarían a engrosar las obras lexicográficas medievales, un corpus heterogéneo donde destacan, sobre todo, los glosarios. Américo Castro estudió tres de estos textos: el Glosario de Palacio, el Glosario del Escorial y, para nuestro mayor interés y atención, el Glosario de Toledo.
La Edad Media
La Escuela de Traductores de Toledo se transformaría en una brillante segunda versión de sí misma bajo los auspicios de Alfonso X el Sabio en el siglo XIII. La voluntad enciclopédica del Rey Sabio propició la primera estabilización de nuestra lengua, el llamado «castellano drecho», que se habilitaría como lengua de cultura. Este hito trajo consigo un ingente incremento léxico. Américo Castro defiende que «[Alfonso el Sabio] es el primero y el mejor de los glosadores latino-románicos de la Edad Media». Para llevar a cabo ese primer proceso de fijación de nuestra lengua, el Rey se sirvió de las más importantes obras gramaticales de su tiempo.
Ya en el siglo XV nos encontramos con la rica y enigmática personalidad de Enrique de Villena (Torralba de Cuenca, 1384 – Madrid, 1434), a quien debemos un Arte de trobar (1433), primer bosquejo de una fonética y ortografía castellanas con la que combatir las vacilaciones del español preclásico. Entramos en un periodo decisivo en la meditación sobre nuestra lengua. La afición de la Reina Católica por el «buen gusto» estilístico, un claro correlato del «habla toledana», prologa la eclosión del Humanismo, que quedaría implantado con el proyecto lingüístico-político del sevillano Elio Antonio de Nebrija, que, en el prólogo a su Gramática española (1492) advierte: «Siempre la lengua fue compañera del imperio».
Los siglos de oro
Con el mismo denuedo con que Nebrija se opuso a los gramáticos que le precedieron, Juan de Valdés (Cuenca, 1509-Nápoles, 1541), autorizado por su condición de humanista y de castellano de nacimiento, escribe en 1535, el Diálogo de la lengua, con el que arremete contra Nebrija, a quien atribuye errores en su deliberación sobre el castellano, producto de su origen andaluz. Esta es una obra clave por su madurez de perspectiva, por la perspicacia de visionario de su autor y por la brillantez de su estilo, considerado como el paradigma del español clásico. Valdés aborda la práctica totalidad de los enfoques de estudio de la lengua, lo que hoy llamaríamos estructuras. Pero debemos destacar otro aspecto esencial del Diálogo de la lengua, producto del erasmismo que profesó su autor: nos referimos a la veneración por la sabiduría popular. Esta afición dio como resultado una vivificación de la paremiología, el estudio de los refranes. Un ilustre precedente de esta práctica fue el Marqués de Santillana (Carrión de los Condes, 1398 - Guadalajara, 1458), que había compilado unos Refranes que dicen las viejas tras el fuego, secundado por el Teatro universal de proverbios de Sebastián Orozco (Toledo, 1510-1580), al que siguieron muchos erasmistas para elaborar diversos lexicones de refranes.
Dentro del campo específico de la gramática, se impone, en la segunda mitad del siglo XVI, la figura de Pedro Simón Abril (Alcaraz, Albacete 1530-Medina de Río Seco, Zaragoza, 1595), autor de una Gramática castellana de la que tenemos conocimiento gracias a Luis de Cañigral, profesor de Filología Latina de la Universidad de Castilla-La Mancha.
En el ámbito de la regulación ortográfica del castellano, encontramos, en este tiempo, a Alejo Venegas del Busto (Camarena, Toledo, 1497 - Toledo, 1562) que, además de una Gramática (hoy perdida), escribió un importante Tractado de orthographía y accentos en las tres lenguas principales, (Toledo, 1531). En este ámbito de la ortografía también cabe señalar la figura del fraile dominico Andrés Flórez, nacido en Toledo.
Al franquear el umbral del siglo XVII, los Orozco –eximia familia de teólogos y arquitectos- vuelven a aflorar con brío en el contexto de la lingüística castellana. En 1611, Sebastián de Covarrubias Orozco (Toledo, 1539 – 1613), canónigo de la Catedral de Cuenca, edita su Tesoro de la lengua castellana o española, uno de los grandes jalones de la lexicografía del español, aún hoy diccionario de referencia ineludible para adentrarse en el conocimiento de la lengua de los siglos áureos. El segundo gran nombre de la lingüística española del Barroco que Castilla-La Mancha inscribe en la historia de nuestras letras es el de Bartolomé Jiménez Patón (Almedina, Ciudad Real, 1569 - Villanueva de los Infantes, Ciudad Real 1640), autor de unas Instituciones de la gramática española y de un Epítome de la ortografía latina y castellana. Otros autores castellano-manchegos del Barroco compusieron obras didácticas de castellano como lengua extranjera; es el caso de Juan de Luna (Toledo, h. 1575 -Londres, después de 1635), autor de Diálogos familiares, en los cuales se contienen los discursos, modos de hablar, proverbios y palabras españolas más comunes, muy útiles para los que quieren aprender la lengua española (París, 1619) -cuya figura ha sido estudiada por la catedrática toledana María del Carmen Vaquero Serrano, y cuya continuación del Lazarillo fue editada por el catedrático toledano, de Los Navalucillos, Antonio Rey Hazas-. Alejandro de Luna, nativo de Toledo —hecho del que se jacta en su obra para subrayar la perfección del «habla toledana» como concreción perfecta del español— es autor de Un curioso, y utilissimo methodo, y reglas para saver pronunciar, escrivir, y leer bien y cortadamente la lengua española (1620).
Siglos XVIII y XIX
La historia de nuestra lingüística depara un hecho clave al siglo XVIII: la fundación de la Real Academia Española a instancias de Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga (Marcilla, Navarra, 1650 -1725), marqués de Villena y duque de Escalona, que fue prohijado por su tío Juan Francisco Pacheco, Obispo de Cuenca, mentor de una formación que le reportó fama en España. Su erudición, sin duda, influyó en la concepción del Diccionario de Autoridades, obra magna de la lexicografía española. Una sobresaliente figura en el ámbito de la gramática dieciochesca es Lorenzo Hervás y Panduro (Horcajo de Santiago, Cuenca, 1735-Roma, 1809), cuyo Catálogo de las lenguas de las naciones conocidas y enumeración, división y clases de estas según la diversidad de sus idiomas y dialectos (Madrid, 1800–1805). A Hervás y Panduro le cabe el honor de tener la paternidad de la lingüística comparada, además del hecho de haber sido hombre con honda conciencia social que se ocupó de la educación en general y de la de las personas sordomudas en particular. También puede presumir Castilla-La Mancha de haber dado, en el siglo XIX, uno de los gramáticos más originales y profundos de la centuria, Juan Antonio Hermógenes Calderón Espadero (Villafranca de los Caballeros, Toledo, 1791-Londres, 1854), artífice de un Análisis lógica y gramatical de la lengua española (1843) que produce perplejidad por su riguroso formalismo y su profundidad de análisis. Su figura ha suscitado el interés del profesor Ángel Romera Valero, nacido en Úbeda y residente en Ciudad Real.
Del XX a nuestros días
Entre las postrimerías del siglo XIX y los albores del XX debemos fechar el nacimiento de la lingüística científica en España, otro capítulo en el que Castilla-La Mancha inscribe nombres ilustres. La Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas fue la institución que recomendó la creación del Centro de Estudios Históricos, cuya dirección se confió a Ramón Menéndez Pidal. Dentro de este selecto grupo de investigadores, se contaba Tomás Navarro Tomás (La Roda, Albacete, 1884 - Northampton, EE. UU., 1979), que, tras un extenso y profundo periodo formativo, dirigió el Laboratorio de Fonética del Centro de Estudios Históricos y escribió un Manual de pronunciación española (1918) y un Manual de entonación española (1948) que son todavía hoy de consulta obligada para estudiantes y especialistas. Legatario de esa primera generación de filólogos es Manuel Criado de Val (Rebollosa de Hita, Guadalajara, 1917), que ha ocupado la Jefatura de la Sección de Estudios Gramaticales del Instituto Miguel de Cervantes del CSIC, y que ha demostrado un compromiso con la investigación científica proporcional a su implicación con una idea divulgativa y de educación social de la lingüística, de la que dan cuenta sus programas en televisión y su larga trayectoria al frente del Festival Medieval de Hita. En la esfera de la lexicografía debemos ubicar a José María Martínez-Val Peñalosa (Ciudad Real, 1951), hombre de rica personalidad, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, que ha elaborado un Diccionario enciclopédico de tecnología (2001). En el ámbito de la lexicografía, ocupa lugar señero el talaverano Jaime Olmedo Ramos, quien, entre 2000 y 2002, coordinó en la Real Academia Española, por parte del Instituto Cervantes, el Diccionario panhispánico de dudas (2005). Una aportación análoga al campo de la fraseología, de la paremiología y los estudios gramaticales es la efectuada por el profesor de la UNED y toledano Mario García-Page Sánchez. Pero sin duda el lingüista más admirado y encarecido de la actualidad es Ignacio Bosque Muñoz (Isso, Albacete, 1951), catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, director de obras monumentales como la Gramática descriptiva de la lengua española (1999), coordinada junto con Violeta Demonte, o la Nueva gramática de la lengua española (2009), fruto de once años de trabajo de las veintidós Academias de la Lengua Española, obra que ha merecido, entre otros muchos reconocimiento el del Premio Internacional Don Quijote que concede la Junta de Castilla-La Mancha.

MANOEL de BARROS


Muere el poeta brasileño Manoel de Barros

Día 13/11/2014 - 16.24h

El escritor, uno de los principales nombres de las letras brasileñas, ha fallecido a los 97 años en Campo Grande































El poeta y escritor Manoel de Barros, uno de los principales nombres de las letras brasileñas, ha muerto a los 97 años en Campo Grande, al suroeste de Brasil, al no conseguir superar con éxito una operación de desobstrucción de intestino a la que fue sometido a finales de octubre.

Su estado de salud había empeorado en el último año a raíz de lapérdida de su hijo Pedro -cinco años atrás había muerto su otro hijo, João, en un accidente de avión-, aunque ha continuadoescribiendo casi hasta el final de su vida. El año pasado terminó«A turma», su último poemario.

Nacido en 1915 en Cuiabá, De Barros escribió 18 libros de poemas, además de libros infantiles y relatos autobiográficos. Recibió varios premios literarios, entre ellos dos Jabutis, por «O Guardador de Águas» (1989) y por «O Fazedor do Amanhecer» (2002), aunque su obra más conocida es «O livro sobre o nada», en la cual muestra su dominio del «manuelés arcaico», lenguaje que él mismo creó.

Muchos ponen su obra a la altura de Guimarães Rosa o Fernando Pessoa y hasta Carlos Drummond de Andrade dijo de él que era «el poeta vivo más grande». En 1998 recibió el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura brasileño. Sin embargo, su timidez y su vida tranquila en Mato Grosso do Sul, alejado de los focos editoriales, dificultaron la difusión de su obra.

De Barros se crió en una granja y su relación con su tierra natal siempre fue muy fuerte, hasta el punto de ser apodado «el poeta del Pantanal», en referencia a esta región pantanosa y de naturaleza exuberante del suroeste brasileño.

Sus libros han sido publicados en Portugal, Francia, España y Estados Unidos, y siguen despertando el interés de los lectores. En febrero la editorial Leya lanzó una caja con su poesía completa y a finales de este mes Alfaguara anunció la adquisición de su obra completa, que empezará a ser reeditada en el segundo semestre de 2015.

LAS LETRAS Y EL DICCIONARIO





Las letras y el diccionario

 |  
ENRIQUE JOSÉ MILANI (EL LITORAL.COM, SANTA FE-ARGENTINA)




Alguien preguntará a qué apunta el título del artículo. ¿Acaso puede haber diccionario sin letras? ¿Se referirá a los millones de caracteres que componen un glosario? Se comprende el estupor de los lectores, pues un diccionario contiene casi todas las palabras de un idioma, ordenadas alfabéticamente. Contaré cómo surgió la composición del título.


Me encanta escribir acrósticos (del griego, acrostígon): composición poética en que las letras iniciales, medias o finales de los versos forman un vocablo o una frase. Pues bien, cierto día me encuentro en la columna de letras con dos zetas seguidas. Entonces me surgió la duda de qué palabras emplear con zeta inicial. Recurrí al diccionario y constaté que son contadas las voces que en el español de la Argentina, empleamos con z inicial. Ante la imperiosa necesidad elegí «zuzados» (incitados) y «zozobras» (inquietud, aflicción). Acto seguido conté cuántas voces comenzaban con «z».
En total, 545, de las cuales, por lo general, empleamos muy pocas. Ante este resultado, se me planteó lo siguiente: ¿Cuáles primeras letras se llevarían la palma en este certamen? Investigué y resultaron con mayor puntaje las siguientes: c- a- p- e- m- ch- d- t-, etcétera; es decir, que la «c» atesora casi 8000 vocablos; la «p», 7000 y así en escala descendente hasta completar los 93 111 con que cuenta la última edición del Drea, con casi 196 000 acepciones: 19 000 son americanismos, y las consultas que recibe mensualmente, más de 40 millones en su versión online. Luego de un recuento más o menos minucioso, las letras cabeceras del diccionario se ordenarían así: c- a- p- e- m- ch- d- t- r- s- b- f- g- i- l- h- v- o- n- j- z- q- u- y- ll- ñ- w- k- x.
El español es la segunda lengua nativa más hablada en el mundo, por detrás del chino mandarín y por delante del inglés. Más de 420 millones de hablantes la tienen como lengua materna, y de ellos uno de cada diez vive en España. El presidente de la Academia Argentina de Letras declara que el español hoy es americano, no peninsular. Una de las comunidades hispanoparlantes más grandes es la estadounidense, con más de 40 millones de personas. Para el 2050 se estima que Estados Unidos será el país con más hispanoparlantes del mundo. Es el tercer idioma más elegido por quienes estudian una lengua extranjera, después del inglés y del alemán.
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ERRATAS


A la caza de la errata

 |  
LORENA PADILLA (360GRADOSPRESS.COM, ESPAÑA)

Se cuelan sin haber sido invitadas, muchas de ellas son duchas en el arte de pasar desapercibidas y temen al rotulador rojo. Son las erratas. Cada vez se escriben más textos que son leídos por infinidad de ojos –Internet brinda esa oportunidad-, lo que inevitablemente aumenta las posibilidades de que se cometan errores. Pero, ¿por qué es tan importante escribir y hablar correctamente?


El prestigio está ligado a la calidad de la redacción. MARGA FERRER
EL PRESTIGIO ESTÁ LIGADO A LA CALIDAD DE LA REDACCIÓN. MARGA FERRER
Los atropellos a la lengua revelan mucho más que un despiste. Las patadas al diccionario también hay que leerlas entre líneas. Si un texto está argumentado con genialidad y razones de peso, pero está plagado de faltas, la tesis defendida en cuestión se verá desmerecida y la fuerza del mensaje disminuirá como consecuencia.
«El prestigio está íntimamente unido a la calidad de la redacción», asegura Joaquín Müller-Thyssen, director de la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA); un organismo cuyo objetivo es impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación.
Esta misma visión comparte el presidente de la Unión de Correctores (UniCo), Antonio Martín (@_amoenus). La acumulación de erratas, según mantiene, «pone en riesgo la imagen de quien las comete».
Detenerse a revisar lo escrito no está de más. Pero ¿cuántas veces leemos lo mismo una y otra vez y por más que lo volvamos a mirar no somos capaces de detectar a la intrusa? El periodista Manuel Saco, de hecho, decía que «las erratas son las últimas en abandonar el barco». Precisamente, con el fin de que esos polizones salten por la borda, trabajan los correctores ortotipográficos.
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REVOLUCIÓN LINGÜÍSTICA



¿Futura revolución lingüística de la RAE?

 |  
ANTONIO DOMÍNGUEZ REY (EL IMPARCIAL.ES)


Un diccionario no es mero repertorio o colección de vocablos. Su concepto deriva de la raíz latina dic-ere, el hecho de decir. Lo así producido es voz vuelta palabra, vocablo.

La matriz del Diccionario actual de la Real Academia Española (RAE), el Diccionario de Autoridades (Tomo III), ya advertía la distinción en 1732: «Distínguese el Diccionario del Vocabulario, en que este contiene solo las voces traducidas en otra Lengua o explicadas muy simplemente por algún sinónimo…». Bastaba con indicar la equivalencia de idiomas. Es idea también contenida en los precedentes culturales del decir, término pariente (cognado) del griego deíknymi, hacer ver, mostrar, y del sánscrito disati: él muestra.
La palabra «diccionario» encierra un gesto en su acción verbal, una deixis cognitiva. El conocimiento que efectúa la voz al decir algo. Contiene más sustancia mental que un compendio de listas verbales. Indica modos y maneras expresivas de un idioma. Y esto puede ajustarse más o menos a lo que se pretende significar expresando. Si un vocablo muestra mejor que otro lo que se dice, la lengua selecciona el término más idóneo. Y si no es así, evalúa algún otro aspecto peculiar, por lo que el término escogido resulta apropiado. Los idiomas tienden a optimar la intención refleja de los hablantes.
En el acto dicente hay una comparación explícita o implícita. Y al comparar, abrimos el mundo de la ciencia. Seleccionamos elementos. Establecemos prioridades, razones, principios. Procedemos describiendo, explicando y según aquel sentido de deixis vocal en lo expresado. Iniciamos un método.
La lexicología atiende al logos o razón del glosario así confeccionado. Delimita las unidades léxicas de un idioma o lengua. Estudia sus relaciones. Educe un sistema. El lexicógrafo las estampa en soporte fijo por unidad seleccionada. De ahí también la técnica lexicográfica, de donde derivan los procedimientos de confección de diccionarios y normas a que se atienen. Por eso la lexicografía forma parte de la ciencia del lenguaje o lingüística.
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FUNDÉU RECOMIENDA...

Foto: ©Archivo Efe/Mariano Cieza Moreno   Recomendación del día:

taquilla, mejor que box office

El sustantivo taquilla es una alternativa en español al anglicismo box office.
En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «La comedia Ahí os quedáis se estrena en España y pasa a ocupar el sexto lugar de la tabla con 173 000 euros de box office» o «La apuesta segura para alzarse con el número uno en el “box office”: Torrente 5».
El diccionario Merriam-Webster define box office como ‘zona donde se venden entradas para una película, obra de teatro o concierto’ o ‘dinero recaudado por la venta de dichas entradas’. Ambas acepciones coinciden con dos de los significados que taquilla tiene en el Diccionario académico, por lo que el uso del extranjerismo resulta innecesario.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «La comedia Ahí os quedáis se estrena en España y pasa a ocupar el sexto lugar de la tabla con 173 000 euros de taquilla» y «La apuesta segura para alzarse con el número uno de la taquilla: Torrente 5».

FUNDÉU RECOMIENDA...

Foto: © Archivo Efe / Javier Etxezarreta   Recomendación del día:

los ERE o los eres, pero no los 

ERES ni los EREs

En la lengua escrita, a la sigla ERE (‘expediente de regulación de empleo’) no se le añade una spara formar el plural, a no ser que se le dé la consideración de sustantivo, es decir, que se lexicalice: el ere, los eres.
Sin embargo, en los medios de comunicación se encuentran en ocasiones frases como las siguientes: «Creada la plataforma de los afectados por EREs» o «Empleo dice que los EREs de extinción han pasado del 21 % al 15,9 % en un año».
Aunque en la lengua oral las siglas pluralizan con toda normalidad, la Ortografía académica no considera oportuno marcar su plural gráficamente, ya que, si se hace en mayúscula, ERES, puede parecer que la s forma parte de la sigla; y si se usa la minúscula, EREs, se recurre a un uso anglosajón ajeno al sistema ortográfico del español.
La misma obra también precisa que muchas siglas que, como ERE, son pronunciables como palabras, acaban por convertirse en vocablos plenos (como ucimirpyme, etc.) y, como tales, pueden llevar una s para marcar el plural: ereplural eres.
De este modo, se recomienda escribir en plural las palabras que acompañan a ERE (los EREalgunos ERE, etc.) si se mantiene como una sigla, escrita en mayúsculas, o añadir una scuando la palabra se escriba en minúsculas, entendiendo así que se trata de una forma lexicalizada (eres).

PERE GIMFERRER

ENTREVISTA

“El castellano ha perdido eficacia poética”

Pere Gimferrer lanza dos nuevos poemarios, uno escrito en italiano

 Barcelona - El País - España

Parece sorprendido Pere Gimferrer (Barcelona, 1945) de que se le haga notar que aparece cuatro veces la palabra muerte en ocho estrofas de uno de sus recientes poemas. Coge el volumen y lee por encima de las gafas. A los dos segundos, murmura: “Ay, estaba mirándolo en castellano, voy al original italiano…”. Sí, el último libro del académico se titula Per riguardo (Fundación José Manuel Lara) y está escrito directamente en esa lengua (versión española de Justo Navarro). Y acompaña en el mercado a El castillo de la pureza(Tusquets), versión castellana (de José María Micó) de su último poemario en catalán El castell de la puresa, de principios de este año.
La sombra de la muerte y cierta añoranza por la juventud marcan el tono del más profundo y personal Per riguardo, temas que también aparecen en El castillo… si bien el cordón umbilical más fuerte es un trasunto crítico con la situación política y social, de una violencia latente --“nella città dei fiamme in rivoltelle” (“en la ciudad de llamas en revólveres”)-- y una vida aparente: --“Així vivim, com viuen els follets / o els focs follets, com la calamarsada / que noméssap que és la voluntat cega / d’escampar el foc o l’aigua destructiva” ("Así es como vivimos, como duendes / o como fuegos fatuos, o granizo / que solo sabe del designio ciego / de esparcir fuego o agua destructiva”).
Pere Gimferrer, en el ascensor del edificio del Grupo Planeta. / ENRIC VIVES-RUBIO
La culpa de los versos italianos la podría tener Dante, cuya Divina comedia ha leído seis veces (“por encima de Proust, al que he leído cinco”, constata como sorprendido de sí mismo), pero el hecho es que publicó por vez primera en castellano en 1966; en catalán, en 1970 y ahora en italiano. “No dejan de ser variables del latín. En una misma semana he escrito en los tres idiomas; también tengo alguna cosa en francés, pero no lo muestro porque es una lengua en la que es fácil hacer un pastiche”.
Lo dice con naturalidad abrumadora. “Hace años que no leo traducciones y eso ayuda, quizá de algún ruso u oriental sí, pero pienso y leo en diversos idiomas aunque no los hable”. Y repasa la génesis de los que le son propios: “El castellano es el idioma de mi formación, aunque en la escuela no aprendí nada de idiomas, solo latín; escribir en catalán en los 60 tenía un significado político, pero para mí era una cosa más: yo aprendí a nombrar las cosas en catalán y eso había de salir en algún momento; y del italiano he visto mucho cine, he estado muchas veces... El italiano es una lengua mía”.
A las causas terrenales hay que añadirle las poéticas, las que le permiten versificar directamente “Tutto questo azzardandosi all’esistere / la morte consisteva nell’insistere” (“Todo esto arriesgándose a existir: / la muerte consistía en insistir”). “Las palabras nacen como un núcleo rítmico que se concreta en unos sonidos que me llevan a un idioma determinado… Pero los poetas no pensamos en ningún idioma sino en imágenes e ideas. Las ideas no están formuladas en lengua alguna”.
Los poetas no pensamos en idiomas sino en imágenes e ideas
Pessoa, que escribía en portugués, inglés o francés; Carles Riba, Francisco Aldana y Rodolfo Wilcock, que lo hacían amén de en catalán o castellano, en italiano… La erudición de Gimferrer saca precedentes como de una chistera, la misma magia con la que explica que la culpa de todo la tienen las propias palabras. “Cada idioma tiene palabras que determinan la poesía; las palabras en un idioma tienen una eficacia poética que no tienen en otro. Fíjese en la sonoridad de morte: en italiano manda mucho, para empezar son las mismas sílabas que notte, son casi sinónimas…”. Redobla su didáctica: “Las palabras determinan en parte las temáticas y otras han dejado de ser poéticas por el abuso que se ha hecho de ellas; por ejemplo: ‘Unos labios rojos’ ya no funciona poéticamente, se ha de decir de otra forma. Hay muchas palabras catalanas del XV que no han envejecido, que se han preservado por su no uso, y en cambio otras del XIX y del XX, por la necesidad de construcción del lenguaje poético, han quedado totalmente inutilizadas para ello”. ¿También ocurre en castellano? “Claro: hay muchas palabras gastadas por la misma Generación del 27, recuperadas de Rubén Darío, Góngora o Garcilaso, que no funcionan sino como del 27. Fuera de ahí, no van. El castellano ha perdido eficacia poética por su alta actividad…”.
Admite Gimferrer que sus poemas en italiano “quizá son más oscuros porque el vocabulario me lleva a concentrar más lo que quiero decir; es la suma de Dante y Ungaretti y Montale… El catalán de El castell de la puresa también lleva a ello, pero el estilo lo camufla”. De joven, tras una primera redacción, Gimferrer eliminaba nexos de asociación de ideas de sus composiciones. “Ahora lo hago automáticamente durante el proceso de escritura mismo; hoy tengo más confianza de que el lector me siga”. ¿Y si no lo hace? “La poesía consiste en la asociación de palabras y sonidos que sólo existen en el poema. Querer entenderla como se entiende el argumento de una novela eso está descartado en poesía. Nadie va a leer las Soledades de Góngora para enterarse de lo que hacen los cazadores y pescadores; se lee por otro motivo: uno busca la asociación de imágenes y palabras que hace Góngora con el pretexto de esos cazadores y pescadores”.
Lo ideal para España sería la confederación; pero da miedo decirlo”
Hay en Per riguardo y en El castillo de la pureza una notable presencia de la parca (“está también ya enArde el mar o en Hora foscant; puedo morir mañana o en 10 años pero esa presencia de la muerte ya la tenía a los 20 años”, arguye) y una notable nostalgia de una juventud (“La bella addormentata”) añorada: “Ens fan mal les estelles del temps adolescent: / s’han esberlat els vidres de tanta primavera” (“Nos duelen las astillas del tiempo adolescente: / se ha quebrado el cristal de tanta primavera”)… “También estaba en Arde el mar, en Rapsodia y en Alma Venus, y en unos poemas castellanos inéditos… Veía esa juventud como si no la viviera de muy chico: a los 13 años, en 1958, había leído a Blas de Otero, que acababa de publicar Ancia, donde había una angustia existencial que quizá no me marchó”.
Hay nostalgia camuflada, pero en cualquier caso con una exuberancia de colores muy visible. “Lo aprendí de Joao Cabral de Melo, que en 1967 mantenía que un poeta no puede decir una cosa que no sea visualizable; puede formular cosas que no sean aceptables en el terreno de la realidad; tiene razón: Gonzalo de Berceo habla sobre la Virgen en un prado y puedes no creerlo pero lo puedes visualizar y eso me lleva a una poesía de imágenes y colores…”.
Es difícil que domine bien el catalán o el castellano quien no ha aprendido sólidamente latín
Pero la realidad es más sucia: ambos libros y su predecesor, Alma Venus, están escritos entre 2012 y hoy, momentos de ebullición política y baja catadura moral en el imperio de lo material. “Si per tant de dolor i per tantes gemmes / no hem sabut viure més que de biaix..” (“Si por tanto dolor y tantas gemas / hemos sabido solo vivir de refilón…”). La sociedad y la gente está manchada (“Si tots nosaltres som una mascara –“Si todos nosotros somos solo un tizne”) y el nacionalismo exacerbado, el fascismo y el terrorismo hacen aflorar versos en los que cita desde la marcha sobre Roma de Mussolini a las Brigadas Rojas. “De la situación política ya he hablado claramente en Alma Venus: ahí ya salían Paesa e, indirectamente, Urdangarin. No creo que éstos sean años más graves que otros ya vividos: Roldán, los GAL y, antes, la matanza de Atocha… Hay mucho de eso en la historia reciente”. ¿Y le afecta como poeta? “Como persona más bien y, a veces, como poeta, pero la persona es el poeta, ¿no?”.
La consulta popular soberanista del lunes en Cataluña es “una jugada más de una partida de ajedrez que no sabemos cómo evolucionará”, pero que a diferencia de otros movimientos nacionalistas en Europa, llega con el factor de “una crisis económica que también explica la subida de Podemos”. Pero la clave vuelve a estar en una palabra: “Nadie quiere pronunciarla: confederalismo. Da miedo a todos. Sería lo mejor, pero es más fácil pedir federalismo o, incluso, independencia”. En El castillo… recoge: “Tants homes morts per l’or d’una senyera /per una llum apócrifa potser” (“Tantos muertos por el oro de una bandera/ por una luz apócrifa quizá”).
Cualquier libro que llega de América está mejor escrito que el que llega de España; el castellano de aquí vive una degradación extraordinaria
Pero la preocupación mayor de Gimferrer es la lengua. Sobre el catalán, cree que ha de optar entre un uso extensivo o de prestigio: “El uso de prestigio es importante porque si no parece que estés defendiendo una lengua secundaria. Pero el solo uso de prestigio nos podría llevar a chino mandarín. A la inversa, el uso en los mass-medianos lleva a un catalán xaró” (chabacano). También le inquieta el castellano: “El que se usa en la península no muy bueno; es mucho mejor en México, Colombia o Buenos Aires”. Y no es bueno por un tema escolar: “Es difícil que domine bien el catalán o el castellano quien no ha aprendido sólidamente latín; suena reaccionario pero estoy absolutamente convencido de ello; cualquier libro que llega de América está mejor escrito que el que llega de España, el castellano de aquí vive una degradación extraordinaria, pero también veo faltas de ortografía en diarios franceses como nunca antes…”.

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