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sexta-feira, 13 de dezembro de 2013

HISPADOC












Nace Hispadoc, la primera base de datos de documentos sobre el español

El Ayuntamiento de Logroño y la Universidad de La Rioja (UR) impulsarán la creación de Hispadoc, la primera base de datos mundial dedicada a recopilar artículos científicos, revistas y documentos sobre los estudios relacionados con el idioma español y su historia.


La alcaldesa de Logroño, Concepción Gamarra, y el rector de la UR, José Arnáez, han firmado hoy un convenio para desarrollar este proyecto, que busca que la capital riojana sea referente de la difusión científica del español.

La UR creó en 2009 la Fundación Dialnet, una base de documentos científicos en español, que se ha posicionado como la primera de Europa y la segunda del mundo, ha detallado el rector; quien ha añadido que es la mayor hemeroteca escrita en español, con más de un millón de usuarios registrados y 3,6 millones de documentos.

Ahora, esta misma Fundación, creará Hispadoc, que será la primera base de documentos específicos sobre el estudio del español y que, inicialmente, pretende recopilar 250.000 referencias.

El proyecto se desarrollará en tres fases, que se espera que concluyan el próximo mes de junio, fecha en la que se produciría el arranque de Hispadoc.

Antes, en los dos próximos meses, se definirán los contenidos de Hispadoc, se crearán los programas informáticos y se incorporarán los servidores necesarios; tras lo que se producirá la fase de "lanzamiento" del proyecto, a la que seguirá el inicio de explotación, ha indicado Gamarra.

Para el desarrollo de esta iniciativa el Ayuntamiento de Logroño aporta 28.500 euros a la Fundación Dialnet, que también recibirá 3.500 euros para crear un programa de visitas a su sede, ubicada en un edificio histórico del Casco Antiguo de la capital riojana.

La colaboración entre el Ayuntamiento y la UR continuará en el futuro con proyectos como la creación del Observatorio del Español en Internet, ha explicado la alcaldesa.

Gamarra ha recalcado la "ambición" de Logroño por convertirse en una referencia en el estudio del español, un idioma que está "en el ADN de la ciudad", dado que es la capital de la región, La Rioja, en la que se hallaron los primeros textos escritos en castellano.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE


referéndum, plural referéndums, ambas con tilde

Recomendación urgente del día

La palabra referéndum y su plural referéndums se escriben con tilde, tal como indica la Ortografía de la lengua española, obra que también recoge la variante adaptada referendo, plural referendos.

Sin embargo, en los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «El diario digital catalán ha recogido las preguntas que se hicieron en estos referendums», «PP y PSOE coinciden en rechazar la consulta sobre el referendum» o «La creciente desigualdad salarial con el comienzo de la crisis financiera ha generado más referendums que pretenden promover la equidad del país».

La Nueva gramática de la lengua española señala también que el plural de referéndum es referéndums, no los referéndum, invariable, ni el plural latino referenda.

Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir «El diario digital catalán ha recogido las preguntas que se hicieron en estos referéndums», «PP y PSOE coinciden en rechazar la consulta sobre el referéndum» y «La creciente desigualdad salarial con el comienzo de la crisis financiera ha generado más referéndums que pretenden promover la equidad del país».

En caso de optar por la forma adaptada referendo, el plural se forma regularmente, esto es, referendos.

EL BUEN USO DEL ESPAÑOL II -



El manual para «atornillar» bien el español

J. Ors en La Razón - España

La lengua la hacen los hablantes, que son los que van creando los matices, las acepciones, los significados. Las personas corrientes son las que van enriqueciendo el idioma con el ingenio, la ocurrencia, los préstamos que encuentran en el día a día o las coyunturas que brinda la historia a su paso.


La Real Academia Española presentó ayer «El buen uso del español» (Espasa), un volumen destinado a mantener la cohesión del castellano y enmendar los errores, frecuentes o no, que cometemos al usarlo. Lo hizo, además, en el salón de actos de su sede, delante de un montón de estudiantes procedentes de diferentes colegios que, ayer, disfrutaron de un turno de preguntas para aclarar parte de sus dudas. «El peor daño que se hace a la lengua es la mínima importancia que se le da en el escuela. El mal uso proviene de que no ha habido una correcta enseñanza –apuntó Salvador Gutiérrez, miembro de la RAE–. El muchacho que a los 13 años no lea con fluidez y que no sabe escribir cosas elementales con soltura, que tiene problemas para comprender con rapidez media página de textos, es complicado que las adquiera ya y suspenderá en el futuro en diversas materias escolares». Después aseguró: «Cuando se dice que un chico tiene memoria significa que se queda con palabras según lee. El problema de la juventud de hoy es que sus destrezas lingüísticas están bajo mínimos. Leer y escribir mal quiere decir, en realidad, que no se sabe leer y que no se ha practicado».

La publicación de esta obra persigue un objetivo preciso: evitar que se abran fisuras innecesarias porque, como recordó Salvador Gutiérrez, cuanto «más unida esté una lengua más competitiva es en los foros internacionales». La intención es corregir los errores más comunes, aquellos en los que es sencillo tropezar, y facilitar una herramienta adecuada, de rápida consulta, que oriente a los hablantes de una manera eficiente.

El volumen, que sobrepasa las 500 páginas, está organizado de una manera temática y explica distintos asuntos, desde la acentuación, hasta el correcto uso de las letras mayúsculas, el plural de las palabras, las preposiciones... «Está hecho desde la óptica del panhispanismo», explicó Salvador Gutiérrez, porque, como él mismo insistió, en este momento «todos debemos tener en cuenta que los hablantes de la Península suman sólo cuarenta millones y pico mientras que los de América son casi 500. El centro de densidad del español no está en España, sino en estos países, que tienen una forma de comunicarse tan bella como cualquier otra nación. Ahora mismo no existe una norma culta o monolítica en el español y que esté en el centro de Castilla».

Salvador Gutiérrez, que durante la presentación estuvo acompañado por el director de la RAE, José Manuel Blecua, recalcó la importancia que han tenido las academias americanas en el desarrollo y publicación de este manual, que «aporta una orientación didáctica» y que está pegado «a la norma». Después insistió en un aspecto: «Un idioma es un organismo vivo, que está integrado de giros, palabras y expresiones nuevas que pueden acabar siendo norma; palabras que gozan de todo el honor van a morir y otras, en cambio, se adoptan». Recalcó que resulta inútil, y casi infructuoso, oponerse al uso. Recordó una anécdota: cuando todavía se recomendaba decir «mensa» en vez de «mesa», porque esta palabra estaba considerada vulgar. «Al final triunfó la lengua romance».

Salvador Gutiérrez reflexionó sobre el impacto que tienen las nuevas tecnologías en nuestra lengua. «Es cierto que cuando alguien escribe con poco tiempo, por ejemplo, un correo electrónico, puede descuidar el corsé de la norma. Es entendible, pero no disculpable. Tenemos que repetir que las personas deben emplear la norma de nuestra lengua en internet» o en los e-mail. «Otra cosa es que exista un mal dominio de la lengua y se les eche la culpa a estas nuevas tecnologías, porque los niños no han aprendido bien la lengua».

«Solo», la arroba y «los/las»

Durante su intervención, Salvador Gutiérrez apuntó alguna recomendación, como la utilización de la arroba: «La grafía no es la de una letra del castellano. De hecho, no es una letra. Es un símbolo y no es correcto usarlo» y, también, dijo que es inadecuado emplear «los/las» para incluir masculino y femenino. Cuando se le preguntó por algunos escritores, que pertenecen a la Real Academia Española pero aún acentúan «solo» y los demostrativos, Gutiérrez aclaró que, en este punto, la Academia no prohíbe, sólo recomienda. «En este momento no existe una lista de las mayores dificultades –afirmó a continuación–. Los defectos que existen en la puntuación se deben a la madurez del pensamiento y las tildes a una escritura descuidada», comentó con preocupación.

Ante una sala llena de alumnos, José Manuel Blecua, Salvador Gutiérrez y los novelistas Luis Mateo Díez, Soledad Puértolas y José María Merino contestaron a cuestiones como el trabajo que desempeñan los escritores en la RAE. «Los escritores tenemos la sensación de ser algo así como francotiradores de la lengua. Desde una perspectiva personal muy creativa con la lengua, los escritores aportan una sensibilidad particular. Esto se refleja en las comisiones de trabajo: sacando algo más de punta de lo debido a algunas palabras o expresiones», reconoció Luis Mateo Díez. Por su lado, Puértolas admitió que «los escritores no somos expertos en la lengua al lado de los grandes estudiosos. No he dedicado mi vida al estudio de ésta pero me he dedicado a buscar la expresión adecuada y eso da una íntima seguridad de que lo que dices está muy pensado: es tu verdad». En este debate también participó José María Merino: «Los escritores son los primeros que han unido un adjetivo con un sustantivo. Esto, que nos parece natural, no lo es. Se debe a la hermosa alucinación creativa de un escritor». Salvador Gutiérrez se refirió al extraordinario interés que despierta la lengua y los libros que publica la RAE, que se «convierten siempre en "best-seller"», como reconoció Ana Rosa Semprún, que representaba a la editorial en este acto. «Se comprende la importancia de la lengua cuando se llega a las puertas de un trabajo y se entiende lo fundamental que es la ortografía y la puntuación. En ese momento se sabe que quien suspende no es el maestro, es la sociedad. Entonces es cuando se dan cuenta los padres de lo sustancial que es aprender bien la lengua».

DICCIONARIO DE LA RAE






«Gitanada» y «judiada» pueden seguir en el nuevo Diccionario de la RAE
Se ha propuesto que también se suprima la expresión «trabajar como un negro»
La Voz de Galicia - España


La presentación de El buen uso del español fue la excusa perfecta para conocer más detalles de la nueva edición del Diccionario académico que se publicará en octubre de 2014. En la XXIII edición del Diccionario podrían persistir vocablos y expresiones hirientes u ofensivas para algunos colectivos.
El director de la Real Acádemia Española, José Manuel Blecua, no se mojó y mantiene la incertidumbre de sí se mantendrán o no términos como «judiada» o «gitanada», u otros de marcado carácter machista, como «sexo débil», que la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha pedido suprimir. «Querer ver el Diccionario como un organizador social, capaz de remediar todas las injusticias que una sociedad machista como la nuestra ha hecho es realmente una utopía», afirmó Blecua.
Las dudas también llegan del otro lado del Atlántico. Uruguay le ha propuesto a la RAE eliminar la expresión «trabajar como un negro». «¿Habrá que sustituirla por trabajar como un chino», bromeó el Blecua puesto que «todo esto hay que tomárselo con un cierto relativismo y no pretender que los libros modifiquen una sociedad desde el punto de vista léxico».
El Diccionario, zanjó Blecua, se hace según «unos principios lexicográficos universales y lo que no puede hacer la Academia es estar en contra de la ciencia».
La lengua no ha empeorado
Los académicos no creen que la lengua haya ido empeorando con el paso del tiempo aunque insisten en que en los correos electrónicos, mensajes de móvil y redes sociales «no se debería descuidar la norma». Un idioma, aseguraba Salvador Gutiérrez durante la presentación de El buen uso del español, «es un organismo vivo, que va cambiando y que va introduciendo palabras y expresiones nuevas, que al principio pueden sorprender pero que pueden acabar convirtiéndose en norma en el futuro».
Por este motivo, Gutiérrez Ordóñez recordó que el uso de la @ para designar ambos géneros no está admitido. «La arroba no es una letra del castellano, puesto que es un símbolo», aseguró el académico. Asimismo, también explicó que repetir la misma palabra en su versión masculina y femenina, por lo que no es necesario usar continuamente expresiones como los/las cuando se habla y se escribe sobre el género masculino y femenino.
Los académicos no creen que se le deba «echar la culpa del mal dominio de la lengua» por parte de la juventud a los medios electrónicos. «Si no se expresan con corrección es, porque no han aprendido bien la lengua», aseguró Salvador Gutiérrez.
Hispanoamérica, centro del español
La nueva edición de El buen uso del español ha sido redactada «desde la óptica del panhispanismo» y bajo la convicción de que «en estos momentos, no existe una sola norma culta, una norma monolítica», según dejaba claro Gutiérrez. Esta obra destinada al gran público, tiene muy presente que el centro de este idioma actualmente ya no está en España sino en Hispanoamérica.
«Este libro es distinto de los otros libros porque aunque trate de lo mismo a veces y tenga que referirse a aspectos concretos que ya están en la gramática y en la ortografía, lo que hace es organizarlo de una manera temática, es decir, elige 224 temas y a cada tema dedica dos páginas», explicó Gutiérrez.
Así, se puede leer cada tema de manera independiente, consultando las dudas como si de un diccionario se tratara, aunque en lugar de acepciones se trate de normas como el uso de las mayúsculas, la utilización de la letra h, el voseo o los laísmos, leísmos y loísmos.

FORMAÇÃO CONTINUADA









“Diz a lenda que uma vez, um jornalista entrevistou ao homem considerado o mais sábio do mundo. Depois de muitas outras perguntas e para finalizar a reportagem o jornalista perguntou: Por favor, o senhor pode me falar onde estudou? quem foi seu mestre? onde se formou?
O sábio, com um sorriso, respondeu: Todas as pessoas com as quais tive a fortuna de interagir durante minha vida eram, em muitos aspectos, superiores a mim. E dessa superioridade eu apreendi”
. Texto anônimo.


Formação continuada

Na atualidade, a cada dia aumenta exponencialmente a quota de informação e os câmbios se sucedem quase imediatamente.
Você nunca acaba de aprender, e no oficio se aprendem coisas que a escola não ensina.
Estas são duas verdades irrefutáveis, embora retornar a sala de aula cada vez se volta mais necessário.
Assim como a realidade: os modelos de negócio, a forma de fazer comunicação, os procedimentos médicos e muitas tarefas mais; variam com o tempo.

Outro aspecto da realidade do mercado laboral atual, qualquer seja o campo, é que cada dia se volta mais específico.
Um profissional hoje não “necessita saber um pouco de tudo” senão “saber muito de pouco”.
Quanto mais aprofundado o conhecimento mais valioso é.

Esta é uma necessidade do mercado que as universidades procuram satisfazer elaborando programas académicos que brindam uma formação focalizada.

A tradução não é uma exceção, a importância da capacitação continuada no âmbito profissional da tradução é uma necessidade,
«Alcançar uma tradução de qualidade» é o objetivo.

A tal fim, convém destacar o uso das palavras processo e produto no âmbito da tradução, como fazem Hatim e Mason (1995, 13) *:

“Os leitores têm ante eles um produto acabado, o resultado dum processo de tomada de decisões; não têm, pois, acesso às vias que levaram a essas decisões, aos dilemas que o tradutor teve que resolver. O que é susceptível de escrutínio é o produto acabado, o resultado duma prática tradutória, mais que a prática propriamente dita. Dito de outro jeito, o que se contempla é a tradução como produto e não o traduzir como processo”.

Porém, como se define a qualidade duma tradução?

O tradutor chileno Richard Pérez-Mongard em seu blog http://www.sinclavos.cl nos oferece seus CONSELHOS PARA CLIENTES



Como avaliar a qualidade duma tradução?
Autor: Richard Pérez-Mongard - http://www.sinclavos.cl/evaluar_traduccion.php
Fecha: 02/Ago/2011

Você é um cliente que quer traduzir um texto, desde um idioma que não conhece para seu próprio idioma. Como avalia que a tradução realizada pelo tradutor é de boa qualidade se não conhece o idioma do texto original e não tem experiência como tradutor? Se a tradução é muito ruim, só uma olhada ao texto lhe dirá se seu tradutor é um amador. Porém, se, se concede que não exista a tradução perfeita, e o que procuramos é o justo valor por nosso dinheiro, Como avaliamos que a tradução entregue por nosso tradutor é o justo valor?

Para poder responder esta pergunta primeiro devemos estabelecer que seja uma tradução de boa qualidade, e para poder fazer isto devemos definir que vamos a avaliar e que é um texto.

Embora pareça obvio um texto não é só uma série de palavras corretamente enlaçadas; mais que isso, é uma série de mensagens que se desejam transmitir, e por tanto o que devemos avaliar é a aptidão da tradução para transmitir ditas mensagens.

Assim a qualidade dum texto se pode avaliar sobre dois aspetos: 1) sua INTELIGIBILIDADE (a tradução é compreensível) e 2) sua FIDELIDADE (a mensagem transmitida pela tradução reflete com exatidão a mensagem original).

Assim pode acontecer que um texto ininteligível seja traduzido com grande fidelidade, porém produzindo um texto ininteligível, ou um texto muito inteligível seja traduzido com baixa fidelidade e ainda assim produzir um texto altamente inteligível. Ambos os textos são de baixa qualidade, o primeiro porque o tradutor não falou com o cliente para resolver os problemas de inteligibilidade do original antes de traduzir, produzindo algo ininteligível (não me pergunte como o fez), e o segundo porque, ou faltam algumas das mensagens do original, ou a tradução entrega mensagens diferentes aos que expressava o original.

Lamentavelmente, avaliar a qualidade duma tradução em função de sua inteligibilidade e fidelidade, segundo um estudo experimental (1), requer o trabalho de pelo menos três ou quatro avaliadores, devido a problemas de subjetividades individuais. Ademais, é evidente que para avaliar a inteligibilidade são preferíveis os avaliadores monolíngues (não estão influenciados pela leitura do original) e para avaliar a fidelidade são necessários os avaliadores bilíngues.

Assim, para um cliente padrão é impraticável fazer uma avaliação experta ou pericial duma tradução. Embora, se a tradução é para o idioma que conhece o cliente, poderá avaliar, em alguma medida, sua inteligibilidade atuando como revisor monolíngue (proofreader), e se lhe entregam ambos os textos a uma pessoa bilíngue (outro tradutor) poderá avaliar, em alguma medida, a fidelidade da tradução.

Quando o tradutor é um fornecedor de serviços recorrente e a qualidade de seu trabalho é conhecida, seja porque tem sido avaliada previamente ou os serviços entregues tem cumprido as expetativas do cliente, em alguns casos poderá bastar a auto revisão por parte do mesmo tradutor.

Em aqueles casos onde o texto a traduzir é nevrálgico ou pode ter consequências legais, e especialmente se o tradutor não demostrou previamente suas competências no campo de dito texto, é altamente recomendável fazer revisar a tradução por outro tradutor, ainda que isto incremente os custos.

A norma UNE-EN 15038 estabelece como requisito que toda tradução deve incluir uma etapa de revisão realizada por um terceiro diferente ao tradutor, embora, estas normas de acreditação têm sido elaboradas para regular as práticas de empresas e agencias de tradução onde o manejo de grandes volumes de trabalho as faz mais propensas a cometer erros. Um tradutor independente tem um processo de trabalho distinto, o que não significa que não seja conveniente dispor de revisões por terceiros.

Que elementos definem a inteligibilidade?

- Leitura clara e fácil, sem problemas de estilo.

- Ausência de erros gramaticais

- Uso da terminologia usual para a especialidade.

- Sintaxes sem erros.

- Mensagens transmitidas com claridade. Não é necessário reler para entender.


Que elementos definem a fidelidade?

- A tradução expressa os mesmos significados das mensagens do original.

- Não há pequenos mal-entendidos ou interpretações erradas de frases ou palavras.

- Todas as seções traduzidas em forma completa (em alguns casos o tradutor pode dividir um parágrafo em dois, ou unir dois parágrafos em um só, com o fim de evitar problemas de ininteligibilidade).


Por que se requerem tantos avaliadores para fazer uma avaliação experta?
Porque ao avaliar a inteligibilidade e fidelidade duma tradução influem muitos fatores subjetivos, como a educação e competências dos avaliadores, sua experiência, seus padrões culturais, seus valores, sua orientação linguística, etc.


É possível fazer avaliações objetivas duma tradução?
Uma das principais avaliações objetivas tem uma origem subjetiva. Este passo implica que a tradução seja inteligível para o cliente. Se a tradução é para o idioma do cliente ele poderá avaliar se é inteligível ou não. Embora sua avaliação seja subjetiva, só ele, ou os leitores que ele representa, são os que podem avaliar se compreendem as mensagens que se expressam na tradução. Alguém poderia dizer que um cliente pode ter problemas de compreensão da leitura, porém é mais provável que seja porque o tradutor não se esmerou em redigir com maior claridade (os prazos de entrega muito urgentes, ou a pressão que um tradutor se auto inflige são a causa principal de problemas como este). Em todo caso, este só é um aspeto da qualidade duma tradução.

Outros fatores objetivos que podem ser avaliados pelo cliente são os seguintes:

- erros de ortografia

- erros de pontuação

- erros de sintaxes

- erros gramaticais

- não cumprimento de convenções ou instruções

- uso de palavras equivocadas cujo significado evidentemente não tem relação com o contexto.

- consistência no uso da terminologia ao longo do texto.

- erros de formato, fontes e desenho ou diagramação.

Quanto mais erros têm um texto, menor será sua qualidade; embora algum tipo de erros fosse críticos e outros têm uma importância muito inferior. Um linguista purista será mais exigente que um pragmático, e o que é crítico para um pode não sê-lo para o outro. Com tudo, ambos deveriam concordar em que se um erro modifica o sentido duma frase (a mensagem), é um erro maior. Se um erro pode causar conflitos legais, dano à saúde ou problemas de segurança, é um erro crítico. Todos os demais até poderia ser tolerável. Embora, e ainda tal vez não se possa classificar como crítico, um texto cuja sintaxe faz necessário volver atrás para ter uma adequada compreensão, em longo prazo pode ser difícil de tolerar, e por tanto pode não cumprir seu objetivo.

As medições quantitativas de qualidade tratam de determinar um índice ou indicador de qualidade, o qual pode ser útil para fazer comparações entre traduções (como na avaliação de tradutores), porém não permitem determinar se uma tradução é boa ou ruim, já que não se pode estabelecer um valor baixo o qual uma tradução deixa de ser boa, é dizer deixa de cumprir seu objetivo ou o que se conhece como “aptidão de uso ou aptidão para seu fim” (Fitness for use). Ao fim, a qualidade duma tradução é um assunto subjetivo, e quanto menos avaliadores mais subjetivo é.


As convenções idiomáticas são imutáveis?
Quando as convenções idiomáticas do idioma da origem são distintas às do idioma para o que se deve traduzir, pelo geral, se deveriam respeitar as convenções do público leitor da tradução. Embora, em alguns casos as convenções da origem podem trazer uma mensagem implícita, especialmente os textos de carácter publicitário e os textos para sites web, onde as transgressões às normas são uma forma de atrair a atenção às palavras ou mensagens chaves. Por isto a avaliação das convenções deve se fazer dentro do contexto da origem, porém considerando ao público leitor.

Pode-se usar o corretor gramatical de Word para avaliar um texto?

Grosso modo sim, mas só se você usa a cabeça também, porque, como toda máquina, Word não pensa.

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Referencias:

(1) Language and Machines, Computers in translationand linguistics. Automatic Language Processing Advisory Committee, National Academy of Sciences, Wash. 1967. (www.nap.edu/openbook.php?record_id=9547&page=67)

(2) Norma de qualidade UNE EN-15038:2006. www.en-15038.com/

* Basil Hatim & Ian Mason : The Translator as Communicator; Leo Hickey (ed.)

EL BUEN USO DEL ESPAÑOL

Las Academias publican «El buen uso del español», destinado al gran público
13/12/2013 | AGENCIA EFE

Con el deseo de facilitar el conocimiento de las principales normas gramaticales y ortográficas, las Academias de la Lengua Española publican El buen uso del español, una obra destinada al gran público y que tiene muy presente que «el centro de gravedad» de este idioma «no está en España sino en Hispanoamérica».





ANA ROSA SEMPRÚN, JOSÉ MANUEL BLECUA Y SALVADOR GUTIÉRREZ, DURANTE LA PRESENTACIÓN. FOTO EFE/FERNANDO ALVARADO

Publicado por Espasa, el libro ha sido redactado «desde la óptica del panhispanismo» y bajo la convicción de que «en estos momentos, no existe una sola norma culta, una norma monolítica», según dejaba claro hoy el académico Salvador Gutiérrez al presentar este manual ante la prensa, en la sede de la Real Academia Española (RAE).

Las Academias hispanoamericanas han participado «de manera muy activa» en la preparación de este libro, igual que lo hicieron en obras de referencia tan importantes como la nueva Gramática o la nueva Ortografía, añadía Gutiérrez en ese encuentro en el que también participaron el director de la RAE, José Manuel Blecua, y la directora de Espasa, Ana Rosa Semprún.

Redactado de forma clara y didáctica, y con abundantes ejemplos que facilitan la comprensión de la norma lingüística, el manual llega ahora a las librerías españolas y se irá distribuyendo en los diferentes países de América a lo largo del primer trimestre del 2014.

El título le debe mucho a Andrés Bello, el gran filólogo y escritor venezolano, quien en el prólogo de su Gramática hablaba de «los linderos del buen uso de nuestra lengua», y esos linderos son los que pretenden marcar los 224 bloques temáticos en los que se ha dividido el libro, que supera las 500 páginas.

Fenómenos como el seseo, el ceceo y el voseo, y cuestiones como las reglas de acentuación gráfica, los signos de puntuación, los latinismos, los extranjerismos, el uso de mayúsculas y la formación del plural desfilan ante los ojos del lector, en pequeños apartados de dos páginas cada uno y con tramas de color gris en las que se hace hincapié en las principales dificultades o incorrecciones.

Los académicos no creen que la lengua haya ido empeorando con el paso del tiempo. Un idioma, aseguraba Gutiérrez, «es un organismo vivo, que va cambiando y que va introduciendo palabras y expresiones nuevas, que al principio pueden sorprender pero que pueden acabar convirtiéndose en norma en el futuro».

En el siglo IV, por ejemplo, se recomendaba decir «mensa» y no «mesa», que era la palabra utilizada por la gente de la calle, y todas las cosas que se condenaban entonces «triunfaron en la lengua romance», recordó Gutiérrez.

«El uso es el que determina la norma y no las Academias, cuya labor es dar fe de ese uso y orientar. Tratar de parar la evolución del lenguaje es como poner puertas al océano», subrayó este académico que también coordinó la nueva Ortografía, publicada en el 2010.

Los académicos insisten en que en los correos electrónicos, mensajes de móvil y redes sociales «no se debería descuidar la norma».

Y no creen que se le deba «echar la culpa del mal dominio de la lengua» por parte de la juventud a esos medios electrónicos. Si no se expresan con corrección es, según Salvador Gutiérrez, «porque no han aprendido bien» la lengua.

«El peor daño que se le puede hacer a la lengua es la poca importancia que se le otorga a la enseñanza de esta disciplina. El muchacho que no sepa a los trece años leer con fluidez y escribir con cierta soltura, tiene una deficiencia difícilmente salvable y que, además, le va a lastrar para el aprendizaje de otras asignaturas», añadió este académico.

En la presentación hubo también preguntas sobre la nueva edición del Diccionario académico, que está ahora en fase de revisión y que se publicará en octubre del 2014, y sobre si se suprimirán o no términos que están mal vistos por determinados colectivos, como «judiada» o «gitanada» u otros de marcado carácter machista.

Lexicógrafo de profesión, Blecua conoce bien el Diccionario y sabe que «son difíciles de casar» los criterios académicos con lo que pide la gente, aunque quien lo haga sea la propia Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, que estos días se ha dirigido a la Academia para ver «si se soluciona lo de “gitanada”», ha comentado el director, que eludió precisar si ese término desaparecerá del Diccionario.

«Querer ver el Diccionario como un organizador social, capaz de remediar todas las injusticias que una sociedad machista como la nuestra ha hecho es realmente una utopía», afirmó Blecua.

Desde Uruguay, una sociedad antiesclavista le ha propuesto a la RAE que quite la expresión «trabajar como un negro». «¿Habrá que sustituirla por “trabajar como un chino”»?, se preguntaba el director de la RAE.

«Todo esto hay que tomárselo con un cierto relativismo y no pretender que los libros modifiquen una sociedad desde el punto de vista léxico».

El Diccionario, zanjó Blecua, se hace según «unos principios lexicográficos universales y lo que no puede hacer la Academia es estar en contra de la ciencia».

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE


prosumidor en español, mejor que prosumer

Recomendación urgente del día

Prosumidor es un término bien formado en español a partir de productor (o profesional o proveedor) y consumidor y que puede sustituir al anglicismo prosumer.

En economía se denomina prosumidor a quien consume un producto o servicio pero además participa en su producción, usualmente por tener un conocimiento de nivel especializado acerca de él, exigiendo además altos niveles de calidad.

Aunque la palabra aún no está registrada en el Diccionario de la Real Academia Española, está bien formada en español, tal como otras creadas mediante el mismo procedimiento de acronimia: docudrama (de documental y drama), ofimática (de oficina e informática), etc.

Por tanto, se recomienda emplear prosumidor en lugar del anglicismo prosumer en frases como «Un adelanto de ello es que los jóvenes hoy son “prosumers”», donde lo adecuado hubiera sido: «Un adelanto de ello es que los jóvenes hoy son prosumidores».

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