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sexta-feira, 12 de julho de 2013

VIII Encuentro de Escritores y Traductores

Las jornadas contemplan reuniones de trabajo en las que participarán escritores, traductores y profesionales de las letras
leonoticias.com 11/07/2013
Los Encuentros de Escritores y Traductores en Castrillo de los Polvazares ofrecen desde hace ocho años un foro a escritores españoles, a traductores procedentes de toda Europa, a editores, agentes culturales y representantes de fundaciones, con el objetivo de ajustar y difundir traducciones de obras literarias escritas en español o en las lenguas cooficiales de España a las principales lenguas europeas, promocionando así también la lectura en general.

Las jornadas contemplan reuniones de trabajo en las que participarán escritores, traductores y profesionales de las letras que mantendrán coloquios y debates sobre proyectos de traducción en curso concernientes a la obra de los dos escritores invitados este año, Antonio Gamoneda y Manuel Rivas.

Como hilo conductor del programa de esta octava edición de 2013 se puede destacar que su primera parte estará centrada en la prosa autobiográfica de Antonio Gamoneda (“Un armario lleno de sombra”, del que serán presentadas y contrastadas traducciones al inglés, francés, alemán, neerlandés y gallego), mientras que la segunda – según lamisma fórmula de trabajo – se ceñirá a textos recientes de Manuel Rivas de “As voces baixas”/”Las voces bajas” también centrados en la memoria.

Este año se ensaya una fórmula completamente novedosa al vincular el Encuentro de Traductores y Escritores en Castrillo de los Polvazares una Escuela de Verano de Traducción en Astorga – ambos con el apoyo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España - Secretaría de Estado de Cultura (Dirección General de Política e Industrias Culturales y del Libro, Subdirección General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas) y del Ayuntamiento de Astorga –, pero ésta con el estatuto de Curso Extraordinario de la Universidad de León y en codirección con la catedrática de la ULE Isabel Cantón Mayo).

Este curso académico a celebrar en la Biblioteca Municipal de Astorga está abierto no sólo a estudiantes y jóvenes traductores, sino también a quien se sienta atraido por el mundo de la traducción (sea literaria o técnica) y que busque un complemento a su formación o ejercicio profesional.

Además de coloquios y conferencias con los escritores y traductores internacionales reunidos en Castrillo, la Escuela de Verano de Traducción en Astorga contempla igualmente talleres de escritura creativa, de textos fílmicos y sobre las herramientas digitales del traductor, todo una gran novedad. Además habrá talleres de traducción del alemán, francés e inglés al español asi como del español al alemán. Con la Escuela de Verano, por tanto, se ha ampliado el perfil de los destinatarios del curso, que por primera vez serán primordialmente participantes de lengua materna española.
Las 50 plazas del curso están copadas en su mayoría por jóvenes llegados sobre todo de universidades españolas y alemanas, y para las últimas aún libres sigue a bierta la inscripción en el sitio de la ULE http://www.unileon.es/extensionuniversitaria.

En el transcurso de las jornadas, será igualmente presentada la traducción al español de “Las flechas de oro” (Ediciones del Lobo Sapiens/Ediciones El Forastero), obra del escritor y traductor inglés John Rutherford (miércoles 17 a las 18:30 horas en la Casa de L. Panero en Astorga): en ese mismo acto se presentará el ebook recien ultimado del libro “Cartografía literaria del Camino en León”, ya existente cuyas traducciones al francés y al alemán fueron ultimadas y presentadas en noviembre del 2012 en Paris y Leipzig.

Otros dos actos públicos coronan este VIII Encuentro de Traductores y Escritores en Castrillo de los Polvazares. La conferencia de Antonio Gamoneda (“La experiencia de mi escritura autobiográfica”, lunes 15.7 a las 20h en el salón de actos de la Biblioteca de Astorga) y la intervención de Manuel Rivas a modo de conferencia-lectura: “Aspectos culturales de la traslación” (miércoles 17 a las 12:00 horas en la Casa de L. Panero en Astorga) están abiertas al público mientras haya aforo.

HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA


Hernando de Soto, el fiero conquistador que recorrió Estados Unidos en busca de riquezas
MANUEL TRILLO / MADRID - ABC - España

Emprendió en 1539 una expedición de más de 6.000 kilómetros por lo que hoy son diez estados norteamericanos sin hallar los tesoros soñados y con sangrientos conflictos con los nativos


Pocos españoles han oído hablar nunca de Hernando de Soto. Sin embargo, en el estado de Florida hay dos condados que llevan su nombre (uno Hernando y otro DeSoto), así como numerosos parques y calles de diferentes ciudades, e incluso hay una ruta turística que sigue sus pasos hace casi 500 años. No en vano este fiero conquistador extremeño es una de las figuras más fascinantes -y más controvertidas también- de la historia de lo que hoy es la nación más poderosa del planeta: los Estados Unidos de América.

Hernando de Soto, el fiero conquistador que recorrió Estados Unidos en busca de riquezas
Hernando de Soto
El ambicioso y enérgico De Soto emprendió en Florida en 1539, décadas antes de que a los ingleses se les pasase por la cabeza establecerse en Norteamérica, una asombrosa expedición en la que arrastró a cientos de españoles a recorrer cerca de 6.500 kilómetros por lo que ahora son diez estados norteamericanos en busca de unas riquezas que jamás encontraron. En cambio, dejó a su paso un reguero de sangre y dolor.

Conquistar la Florida no era una empresa fácil. Lo que hoy es uno de los destinos turísticos más populares del mundo no era para los españoles del siglo XVI un lugar demasiado acogedor. Un clima infernal (calor sofocante, tormentas tropicales, huracanes...); un territorio cenagoso, de espesa vegetación y lleno de cocodrilos y serpientes, y los 350.000 nativos que habitaban la península, no hacía de la Florida el mejor de los lugares donde pasar una temporada, y mucho menos quedarse a vivir en él.

Tras el descubrimiento para la Corona castellana de las nuevas tierras por Juan Ponce de León en 1513, tuvieron que pasar más de cuatro décadas hasta que los españoles fueran capaces de establecer su primer asentamiento permanente: San Agustín, fundada por el asturiano Pedro Menéndez de Avilés en 1565. Hasta entonces, se sucedieron una serie de infructuosos intentos.

Después de Ponce de León, que murió de un flechazo recibido en su segundo viaje a Florida, el siguiente en intentarlo fue Lucas Vázquez de Ayllón, que en 1526 fundó en lo que ahora es el estado de Georgia el primer asentamiento europeo en territorio de los actuales EE.UU. Sin embargo, el hambre y las enfermedades acabaron con las esperanzas de éxito de la expedición y con su propia vida.

En 1528 probó fortuna el cruel Pánfilo de Narváez, pero una estrategia nefasta condenó a la ruina su intento. Decidió que mientras el grueso de la expedición se abría camino por tierra, los barcos con los que había arribado seguirían por mar hacia un punto indeterminado al norte. Unos y otros jamás llegaron a encontrarse. Narváez y buena parte de su expedición murieron en el naufragio de unas canoas con las que intentaron volver a casa.

Uno de los escasos supervivientes fue Alvar Cabeza de Vaca, que siguió durante años vagando por los territorios inexplorados de Norteamérica, conviviendo con los nativos, y a su regreso a Nueva España pudo contar el trágico final de Narváez. Sin embargo, los sucesivos fracasos en la lucha por conquistar Florida no disuadieron a los españoles de volver a intentarlo...

Carácter de hierro forjado en la conquista
Hernando de Soto era un hidalgo extremeño que desde joven mamó el espíritu de los conquistadores. De Soto empezó su carrera en Panamá, en 1514, a las órdenes del despiadado Pedro Arias de Ávila, célebre entre otros dudosos méritos por ejecutar al descubridor del Pacífico, Vasco Núñez de Balboa. Después participó como lugarteniente de su paisano Francisco Pizarro en el saqueo de los incas en el Perú, entre 1532 y 1535.

Con las alforjas llenas, regresó a España, donde contrajo matrimonio con Isabel de Bobadilla y parecía que podría sentar la cabeza. Pero la apacible rutina de casado en la metrópoli no era para él, habituado a la excitante vida del conquistador e insaciable en la busca de nuevos tesoros. De modo que buscó la forma de lograr que Carlos V le asignara un territorio por explorar al otro lado del océano. Aunque él prefería las zonas de Ecuador y Guatemala, recibió finalmente un «asiento» (carta real) para explorar la Florida, de la que sería adelantado, gobernador y capitán general.

Ahora bien, los gastos deberían correr por su cuenta. Y no le importó dilapidar toda la fortuna que había logrado hasta entonces en su nueva aventura. Dispuesto a aprender de los errores pasados, invirtió hasta el último maravedí en reunir la mayor expedición a la Florida nunca organizada hasta entonces, aunque sin duda esperaba recuperarlo con creces con los grandes tesoros que esperaba hallar.

Carlos V le nombró también gobernador de Cuba, con lo que pudo terminar de preparar mejor su viaje desde la isla, una base mucho más próxima a Florida que la lejana España. Con más de 600 hombres y dos mujeres, aparte de una docena de religiosos y buen numero de sirvientes, más de 200 caballos, una manada de cerdos y una jauría de perros de presa, zarparon nueve naves rumbo al norte el 18 de mayo de 1539. Llevaba su armada «tan abastada de todo bastimento que más parecía estar en una ciudad muy proveída que navegar por la mar», cuenta el Inca Garcilaso de la Vega en su célebre «Florida del Inca», una historia de Hernando de Soto publicada en 1605.

A la semana de partir, el 25 de mayo, se presentó en la bahía de Tampa. Estaba seguro de que en aquella tierra que por fin hollaba le esperaban fabulosos tesoros, similares a los que obtuvieron Hernán Cortés en México y Pizarro en Perú.

Al contrario que Pánfilo de Narváez, De Soto decidió dejar las naves en las que había llegado en la bahía con un centenar de hombres y esperar a que la expedición terrestre localizara un punto en la costa en el que pudieran reunirse con ellas. Entonces mandaría regresar a un grupo de hombres para guiar a los barcos hasta allí.

Tras desembarcar, el conquistador extremeño instaló un primer campamento en un poblado nativo llamado Uzita, posiblemente en la desembocadura del río Little Manatee. Desde allí salió una pequeña patrulla para ojear el entorno, que se debieron de quedar de piedra cuando se toparon con un hombre que, pese a vestir como un indio, les gritaba en castellano algo así: «¡No me maten, no me maten!» Se trataba de un tal Juan Ortiz, que había sido enviado once años atrás para tratar de averiguar qué había pasado con Pánfilo de Narváez y se había quedado viviendo entre los nativos desde entonces. Gracias a este inesperado encuentro, Hernando de Soto contaba ahora con un valioso intérprete para entenderse con la población local, si bien el lenguaje que más empleó con ellos fue el de las armas.

El recorrido de más de 6.000 kilómetros de la expedición de Hernando de Soto
El 15 de julio de 1539 Hernando de Soto puso en marcha aquella larga procesión de personas y animales hacia el interior de la Florida en busca de su particular El Dorado. A los pocos días de avanzar hacia el norte, empezaron las dificultades. Los expedicionarios atravesaron una desolada zona de dunas de arena, en la que un hombre murió de sed y otros estuvieron a punto.

Desde el comienzo, la pesada marcha estuvo salpicada de encontronazos nada amistosos con los nativos. De Soto no dudaba en secuestrar a los jefes de las tribus, esclavizar a sus hombres para utilizarlos de porteadores y permitir que se violara a sus mujeres. Los castigos ejemplares eran frecuentes, con mutilaciones de las manos o de la nariz incluidas. Los indígenas, sin embargo, también conseguían sorprender a los españoles con sus emboscadas y mortíferos ataques con flechas.

Pero también desde los primeros meses, De Soto tuvo que afrontar otro problema: las disensiones internas. Los hombres que se habían sumado a aquel periplo esperaban obtener el botín prometido y la ausencia de tesoros a la vista pronto empezó a desesperarles. El historiador Michael Gannon apunta en «La nueva historia de Florida» que las disputas internas quedaron reflejados en el nombre de un río que cruzaron en agosto de 1539: Santa Fe las Discordias.

En octubre, Hernando de Soto alcanzó el territorio de los Apalachee y se apropiaron de su principal poblado, Anhaica, que convirtieron en su primer cuartel de invierno. En 1987, el arqueólogo Calvin Jones descubrió los restos de este campamento, situado cerca de Tallahassee, la capital de Florida, y hasta ahora es el único testimonio de aquella larga expedición.

En Anhaica se celebró la primera Navidad en lo que hoy es Estados Unidos, aunque los choques constantes con los nativos no debió permitir que fueran unas fiestas muy tranquilas.

El 3 de marzo de 1540, la expedición retomó su marcha hacia lo que hoy conocemos como Georgia. La desesperada búsqueda de oro, plata y joyas continuó después por las dos Carolinas, Sur y Norte, para luego girar hacia el oeste, por tierras de Tennessee. Luego, la marcha volvió a atravesar Georgia, pasando sin saberlo muy cerca de Dahlonega, donde en el siglo XIX se descubriría un gran yacimiento de oro.

La sangrienta batalla de Mabila
Después se internó en Alabama, donde se desató la sangrienta batalla de Mabila, en la que De Soto perdió a decenas de hombres, si bien las víctimas entre los Tascaluza pudieron ser miles, según algunas estimaciones.

Tras este episodio, y a la vista de que los tesoros no aparecían por ninguna parte, la moral de los expedicionarios estaba por los suelos. De Soto supo que sus barcos estaban en la costa, a pocos kilómetros, pero, temiendo verse abandonado, prohibió de forma implacable acercarse a ellos y ordenó seguir la marcha. Entraron en lo que hoy es el estado de Misisipi, donde continuaron los conflictos con los nativos, ahora con los Chicaza, y la pérdida de hombres, caballos... y los tan necesarios cerdos.

En mayo de 1541 alcanzaron un impresionante caudal de agua que fluía hacia el sur. Era el río Misisipi. Tuvieron que construir una serie de embarcaciones para poder cruzarla y continuar su errático viaje por tierras de la actual Arkansas. A la altura del invierno de 1541-42, el estado de los españoles era deplorable. Las enfermedades y la malnutrición causaban estragos, cobrándose la vida, entre otros, del intérprete Juan Ortiz.

El propio Hernando de Soto cayó enfermo y en la primavera de 1542«falleció como católico cristiano, pidiendo misericordia a la Santísima Trinidad, invocando en su favor y amparo la Santa Sangre de Jesucristo nuestro Señor y la intercesión de la Virgen y de toda la Corte celestial y la fe de la Iglesia Romana», relata el Inca Garcilaso. Los hombres que le habían acompañado en aquella aventura dejaron que sus restos reposasen en el fondo del Misisipi.

Tras la muerte del conquistador, los supervivientes de la expedición, ahora bajo el mando de Luis Moscoso de Alvarado, aún siguieron viajando más de un año, tratando de encontrar el camino a casa. Por fin, en julio de 1543 se embarcaron río abajo por el Misisipi hasta el Golfo de México y, siguiendo la costa, se reencontraron con los españoles en el poblado de Pánuco, en el actual México. Habían pasado más de cuatro años desde que desembarcaron en la bahía de Tampa y sólo consiguieron terminar con vida 300 expedicionarios, menos de la mitad. Todos ellos con las manos vacías.

Hernando de Soto no fundó ciudades ni misiones; tampoco entabló grandes alianzas con los nativos ni cartografió el terreno ni recogió muestras de la fauna o la flora, dejando en cambio un rastro dedestrucción a su paso. Sin embargo, abrió el camino para que otros lo volvieran a intentar y Norteamérica fuera finalmente dominada por europeos.

Su fracaso no detuvo el empeño de los españoles por conquistar la Florida y otras zonas inexploradas. En los años siguientes siguieron recorriendo aquellos inmensos territorios y la bandera española ondeó durante más de tres siglos en lo que sería Estados Unidos.

Según opina Charles R. Ewen en el prólogo del libro «Hernando de Soto entre los Apalachee», «tal vez la imagen más exacta de este hombre no debiera realizarse exclusivamente en 'la leyenda negra' o en 'la leyenda blanca', sino en una combinación de ambas más humana: la historia grisácea. A menudo las acciones de los hombres son el resultado de o están forzadas por los acontecimientos de su tiempo».

ROSALÍA DE CASTRO

Nuevos cachitos de Rosalía

aparece una primera edición autografiada de 'Cantares gallegos'
ELMUNDO.es | Madrid

La muestra 'No principio foi o verso. Rosalía de Castro', que se muestra en la sede de Vigo de la Fundación Barrie de la Maza desde mayo, trae una sorprendente 'addenda': la publicación de un ejemplar de la primera edición de 'Cantares gallegos' que incluye una fotografía original no conocida hasta el momento de Rosalía y un manuscrito con los dieciséis primeros versos del poema inicial de esta obra firmado por la autora.
Además, en las últimas páginas se incluye un texto manuscrito titulado 'Fernán Caballero á Rosalia Castro',. Según un comunicado de la Fundación, el documento es una carta datada en "Enero 25 de 1864" y copiada de la original, como dice el autor anónimo del texto.
Esta pieza ha aparecido gracias a la propia exposición, ya que su propietario la visitó y descubrió de la importancia del "librito" que guardaba en su biblioteca. El presidente de la Fundación Rosalía, informado del halllazgo, llegó a un acuerdo de venta en cuestión de semanas.
Cuando la exposición se clausure, el 15 de septiembre, el ejemplar marchará a la Casa-Museo de Rosalía, actualmente en obras. Tanto la adquisición del libro como su instalación en la exposición y la ampliación de la misma fueron financiadas por la Fundación Barrié.

DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA


En defensa del Diccionario: de almóndigas y otras «aberraciones»
Publicado por Yolanda Gándara en Jot Down - España


En 2014 se presentará la vigésima tercera edición del Diccionario de la Real Academia Española, aunque desde hace tiempo podemos conocer algunas de las novedades que presentará gracias a la versión en línea. Como suele ocurrir con las obras de la Academia, el Diccionario es fuente de encarnizadas polémicas. Desde el momento mismo de su fundación hasta hoy, a la RAE nunca le han faltado detractores ilustres; a ellos se han ido sumando espontáneos de todos los campos del saber y del desconocer, que, gracias a Internet, nos ofrecen su opinión en blogs, foros, revistas digitales y redes sociales, dando lugar a artículos, debates, pifias y grupos de señoras que se sublevan contra la RAE.

Examinando sus reacciones en la red, la actitud que se percibe en los hablantes es, en general, de un autoproclamado conservadurismo, en ocasiones un tanto inopinado, llegando a considerar la Academia como una institución nociva para la salvaguardia de la lengua por su carácter indulgente, por no decir macarra, a la hora consentir vulgarismos, barbarismos, neologismos y otros presuntos enemigos del buen uso. Esta postura nace del desconocimiento de la naturaleza del diccionario, unido a la asignación de un poder materializante y legitimador: lo que está en el diccionario existe, es legal y pienso usarlo. Es habitual encontrar expresiones como «ahora podemos decir» haciendo referencia a la inclusión de voces o, por el contrario, reclamaciones sobre términos no reflejados, con la finalidad de reconocer su existencia y demostrarla con papeles. Resulta paradójico que muchos hablantes declarados en rebeldía reconozcan con sus demandas la autoridad del diccionario más allá de sus propias pretensiones.

El DRAE es un diccionario general y no puede contener todo el léxico de la lengua. No abarca todas las palabras formadas por composición o derivación y muchas otras que, aun ateniéndose a las reglas y por tanto siendo correctas desde el punto de vista lingüístico, sencillamente, no caben. Incluye, y así lo ha hecho desde su primera edición, los vulgarismos, usos coloquiales, dialectales, arcaísmos, etc., más extendidos y frecuentes, indicando su naturaleza.

Hay que tener en cuenta que, además de la normativa, el DRAE tiene una función descriptiva de la lengua; es una herramienta para interpretarla y no puede contener únicamente las palabras cultas. Su misión no es seleccionar las voces que se pueden decir, sino registrar el uso que los hablantes hacen de ellas.

Es un diccionario más amplio y complejo que el Diccionario esencial y otros de carácter divulgativo que no contienen este tipo de entradas que, a partir de su descubrimiento por parte del gran público, causan conmoción:

ALMÓNDIGA

Probablemente la más popular: ni un día en las redes sociales sin que alguien dé la voz de alarma sobre su aceptación, sembrando el desconcierto y la consiguiente reacción en cadena de desmayos, indignación y ojos sangrando.

En realidad aparece desde la primera edición del Diccionario en 1726 y remite a la entrada albóndiga, en la que se relatan las posibles etimologías y se señala el uso. Hasta la vigésima tercera edición no aparecerán las marcas «desusado» (desus.) y «usado como vulgar» (U. c. vulg.), si bien en el DPD sí aparece la advertencia «no debe usarse la forma almóndiga, propia del habla popular de algunas zonas».

TOBALLA

Variante arcaica de toalla, habitual en español antiguo. En el Diccionario desde 1739. Se indica su uso vulgar en el DPD.

COCRETA

Aunque se suele añadir a la lista de ultrajes académicos, tal vez por afinidad con almóndiga, no está registrada en el diccionario. Lamentablemente, en mi opinión. Es una forma documentada y mantuvo con croqueta un pulso que perdió contra todo pronóstico, pues la metátesis es un fenómeno propio de nuestra lengua que ha triunfado en casos como el que veremos a continuación.

CROCODILO

Variante antigua y etimológica del latín crocodilus y este del griego κροκόδειλος. Se mantiene la raíz cro- en gallego, euskera, portugués, francés, inglés y alemán. En castellano e italiano sufrió metátesis, siendo la forma «no culta» la que triunfó en estas dos lenguas. Crocodilo aparece en la primera edición del diccionario como forma aconsejada frente a cocodrilo usada esta última «contra los más selectos Autores y Vocabularios», siendo a partir del siglo XVIII cuando se impone.

MURCIÉGALO

Aparece en 1734 en el Diccionario con una inquietante descripción que merece la pena rescatar, así como esta estrofa escrita mientras coexistió junto a murciélago.

Tras vos, un alquimista va corriendo,
Dafne, que llaman Sol, ¿y vos tan cruda?
Vos os volvéis murciégalo sin duda,
pues vais del Sol y de la luz huyendo.


Francisco de Quevedo (A Dafne, huyendo de Apolo)


ASÍN

En el Diccionario desde 1770, al mismo tiempo que así. Actualmente marcado como «vulgar». En los bancos de datos CREA y CORDE está documentado su uso, en algunos casos como imitación del habla popular.

Consulta: asín, en todos los medios, en CORDE
Resultado: 246 casos en 45 documentos.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. [08/07/13]

Consulta: asín, en todos los medios, en CREA
Resultado: 22 casos en 13 documentos.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CREA) [en línea]. Corpus de referencia del español actual. [08/07/13]

Estas y otras palabras recogidas como vagamundo, miraglo o agora, tienen en común el haber formado siempre parte del diccionario —y así seguirá siendo mientras no esté terminado el Diccionario histórico— a pesar de ser percibidas por algunos usuarios como incorporaciones recientes que respondieran a una relajación de la norma.

El diccionario se limita a registrar su existencia señalando con marcas su calificación o remitiendo a la forma culta. Considerarlas aconsejadas es una interpretación errónea, del mismo modo que la existencia de expresiones malsonantes no implica de ninguna manera que se recomiende su uso en la redacción de correos profesionales o en la descripción en medios de comunicación de lanzamientos a puerta de Sergio Ramos.

Real Academia Española (11)

Otras entradas que provocan indignación son las grafías adaptadas de anglicismos. Generalmente de anglicismos y no de todos los extranjerismos. Según manifiestan algunos usuarios se perciben como un atraso, al considerar más moderno y avanzado escribirlos en inglés. Por el contrario, muchos hablantes aborrecen palabras de variantes de la lengua española que le son ajenas en una actitud que raya la xenofobia. El etnocentrismo es tan acusado en algunos casos como para reducir el perímetro de aceptación al alcance de las orejas y un «no lo había oído en mi vida» se usa frecuentemente como argumento de rechazo. Estas actitudes competen más al estudio sociológico que al lingüístico.

Las adaptaciones gráficas no suponen un empobrecimiento de la lengua, sino todo lo contrario, y hay miles de ejemplos que ni siquiera se perciben como préstamos al estar plenamente integrados. La incorporación de léxico adquirido es un proceso natural de la lengua para ampliar su vocabulario.

El número de voces que producen alarma es abundante, pero, dado que la mayoría son sugerencias que la Academia propone como solución a dudas planteadas, con el objetivo de integrar vocablos de forma acorde al sistema fonético y ortográfico español y que los hablantes pueden hacer uso de ellas u optar por el extranjerismo crudo —destacado con relieve tipográfico—, no merece la pena detenerse en este punto más que para comentar algunas de las más controvertidas.

GÜISQUI

Está en el diccionario desde 1984, al mismo tiempo que whisky, y tiene escaso seguimiento en comparación al anglicismo crudo.

Consulta: güisqui, en todos los medios, en CREA
Resultado: 118 casos en 55 documentos.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CREA) [en línea]. Corpus de referencia del español actual. [08/07/13]

El rechazo que provoca güisqui no tiene parangón en coñac, sake, vodka, ginebra, ron o vermut, todos ellos extranjerismos integrados sin salir del campo semántico de las bebidas alcohólicas, incorporados a nuestra lengua en distintos momentos de la historia. La Ortografía de la lengua española de 2010 propone wiski.

BLUYÍN

La marca Am. indica que se trata de un uso restringido en América. Como explica el DPD, en gran parte de Hispanoamérica se usa exclusivamente la denominación inglesa para el pantalón vaquero y la grafía adaptada tiene uso documentado. En España se utilizan únicamente las denominaciones vaquero y tejano, de modo que no incumbe su uso.

JONRÓN

Al igual que bluyín está marcado su uso en América. La grafía adaptada está muy extendida en el continente desde hace años y existen derivados como jonronear o jonronero. El béisbol es un deporte mucho más popular en América que en España, hecho que sin duda contribuye a la natural incorporación y adaptación de préstamos relacionados.

Consulta: jonrón, en todos los medios, en CREA
Resultado: 592 casos en 254 documentos.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CREA) [en línea]. Corpus de referencia del español actual. [08/07/13]

Otro de los aspectos controvertidos son las palabras o acepciones de palabras que hieren la sensibilidad de algunos colectivos. Son clásicos los reproches por acepciones de gitano, gallego o judiada. La próxima edición revisa algunas atendiendo al desuso; para compensar, incluye dos novedades que ya han despertado protestas por su carga machista.

MUSLAMEN

1. m. coloq. Esp. Muslos de una persona, especialmente los de mujer.

CANALILLO

(Del dim. de canal).

1. m. coloq. Comienzo de la concavidad que separa los pechos de la mujer tal como se muestra desde el escote.

La Academia siempre ha manifestado que el Diccionario no puede regirse por criterios de corrección política. En su cometido de «notario» no puede intervenir en los usos que los hablantes hacen de las palabras ni desterrar voces inconvenientes.

La lista de palabras motivo de queja es copiosa y sin duda algunas de ellas con fundamento y razón; de hecho, la Unidad Interactiva del Diccionario resuelve en este sentido muchas de ellas.

La vigésima tercera edición del DRAE será la primera que estará a disposición de los usuarios en la red de forma idéntica a su versión en papel, lo que supone una valiosa fuente de información que precisa una interpretación más compleja que otros diccionarios simplificados. Desde que los hablantes han ido conociendo masivamente el Diccionario a través de la red, al tiempo que tenían oportunidad de comentar su contenido, este ha sido motivo de mayores polémicas, lo cual indica un interés por nuestra lengua que merece la pena orientar hacia la investigación mediante las múltiples herramientas y datos de los que disponemos, y, por qué no, dirigir nuestras propuestas argumentadas para mejorar el Diccionario.

Como pretensión personal, la definición de gañán me parece insuficiente para el uso actual. Habrá que recabar pruebas para legitimar su uso y el de su derivado gañanía.

Fuentes:

Vigésima segunda edición del Diccionario de la lengua (en línea)

Diccionario panhispánico de dudas (DPD)

Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española

Corpus de referencia el español actual (CREA)

Corpus diacrónico del español (CORDE)


Chispitas de Lenguaje

Por Enrique R. Soriano Valencia
http://www.periodicocorreo.com.mx/







Palabras validadas

Para que una palabra sea considerada correcta ¿es necesario que esté en el diccionario? La presencia o ausencia de un vocablo en el Diccionario de la Real Academia Española ha sido el referente para darle validez a un término. Armando Soto Almanza, lector habitual de esta columna, en un artículo de la revista de National Geographic en español sobre los miedos patológicos (fobias o miedos irracionales compulsivos), se enteró que el miedo a las palabras largas tiene un nombre muy extenso: hippopotomonstrosesquippedaliofobia (irónico, sería un vocablo –además de impronunciable– imposible de usarlo frente al fóbico). Lo sorprendente para este lector fue comprobar ausencia de este vocablo del diccionario oficial de nuestro idioma (DRAE). Entonces surgió la duda: ¿es correcto o no su uso?
El caso no es extraño. En la misma condición se encuentran voces como rinopatía (término genérico para referirse a cualquier problema en la nariz que requiera de la atención médica), vocablo muy común entre otorrinolaringólogos (médicos especializados en problemas en oídos, nariz y garganta); y también está la alexitimia (trastorno que consiste en la incapacidad del sujeto para verbalizar las emociones propias y, consecuentemente, la imposibilidad para comprenderlas).
Ya en otra ocasión comenté que los académicos de la lengua, como cualquier científico, ahora se centran más en describir y entender su objeto de estudio; no a normarlo. Por tanto, en virtud que el lenguaje es el instrumento para comprender la realidad (si no se verbaliza, no se conceptúa, justo como el alexitímico), entonces no solo es importante que haya la palabra que describa cualquier aspecto de la realidad: es imperativo contar con el vocablo.
Al Diccionario de autoridades, así también conocido el DRAE, es casi imposible registre todas las voces de cada ciencia. Básicamente, incorpora el mayor número de voces usuales y las fundamentales de las ciencias. Pero no podría incluir el lenguaje especializado total, pues entonces se trasformaría en una enciclopedia. Para ello, como auxiliares, están los diccionarios especializados. El DRAE tiene como propósito incorporar las voces que ayuden al mayor número de personas a entenderse para interactuar de forma más efectiva. Las voces especializadas básicamente sirven a grupos muy delimitados. Ahí es donde entran los autores y de mayor prestigio de la especialidad.
Ahora, normalmente cada ciencia recurre a la formulación de vocablos, acorde a las bases constructivas internacionales (casi siempre usando raíces y prefijos griegos, aunque en ocasiones echan mano de voces latinas y raramente de locales). La comunidad científica de la especialidad, al usar el nuevo término (neologismo), valida al vocablo. Así contamos con un nuevo instrumento para comprender su materia.
He aquí la diferencia con voces populares que tampoco aparecen en el diccionario. Al igual que en la ciencia, se usa por un determinado grupo. Si funciona, su práctica le da validez. Pero a diferencia del campo científico, que tiende a buscar masificar el conocimiento, el lenguaje propio de un grupo suele ser instrumento de identidad y, por tanto, es contrario a la masificación. De ahí que no suela validarse socialmente y se recomiende académicamente evitarlos, para no caer en sectarismo.

sorianovalencia@hotmail.com

III CENTENARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (RAE)





La Real Academia celebra sus 300 años mirando a los jóvenes y al ciberespacio
Los reyes de España inaugurarán los actos conmemorativos el 26 de septiembre
Están previstas exposiciones, ediciones especiales de libros y una biblioteca oral


El País - WINSTON MANRIQUE SABOGAL Madrid.

España-Panamá-España-México-América Latina. Ese es el itinerario previsto por la Real Academia Española (RAE) para celebar sus tres siglos, a partir del 26 de septiembre. Todo empezará en Madrid con una exposición sobre los 300 años de la lengua y la palabra; en octubre otras actividades pasarán a Ciudad de Panamá en el Congreso Internacional de la Lengua; luego en 2014 la Feria del Libro de Guadalajara (México) le rendirá un homenaje; para terminar en varios países latinoamericanos con la exposición.

José Manuel Blecua, director de la RAE, dice que será una celebración “presidida por la austeridad. La Academia tiene que ser solidaria con las dificultades que vive hoy la sociedad española”.

Una fiesta de la palabra que homenajeará el ayer para proyectarse con fuerza hacia el futuro a través de actividades dirigidas a los adultos y con especial atención en los jóvenes, cuenta Darío Villanueva, secretario general. Esta última parte será a través de un concurso de redacción en los centros educativos con el objetivo de promover la escritura y la lectura. En septiembre empezará la nueva web de la RAE y se harán actividades en las redes sociales.

Se ha organizado el simposio internacional sobre El futuro de los diccionarios en la era digital. La Academia incorpora un nuevo premio, el Borau-RAE, que se otorgará al mejor guion cinematográfico del año escrito en lengua española.
Los actos conmemorativos se abren con la exposición La lengua y la palabra. Trescientos años de la Real Academia Española, coordinada por los académicos Carmen Iglesias y José Manuel Sánchez Ron, que será inaugurada por los reyes Juan Carlos y Doña Sofía el 26 de septiembre. La muestra incluye textos, obras, documentos e imágenes que reflejan la vida de la institución. La segunda exposición será El rostro de las letras, comisariada por Publio López y Lucía Laín, que mostrará retratos de escritores y académicos. En ambas muestras participan las otras 21 academias de la lengua de América y Filipinas.

Tres siglos bien merecen varios libros. El protagonismo lo tendrá la 23ª edición del Diccionario de la lengua española (octubre de 2014). Además se publicarán los números especiales del Boletín de la Real Academia Española; un facsimilar del Diccionario de autoridades; la segunda edición de la Historia de la RAE; una nueva edición de Al pie de la letra, en la cual los académicos escriben sobre la letra, mayúscula o minúscula, de su sillón; las ediciones conmemorativas de obras de autores españoles de los siglos XIX y XX; y doce discursos de ingreso en la Academia.

Dentro de los encuentros, el más destacado es el simposio internacional El futuro de los diccionarios en la era digital. La Academia incorpora un nuevo premio, el Borau-RAE, que se otorgará al mejor guion cinematográfico del año escrito en lengua española. Una de las sorpresas será la actividad Cómicos de la lengua donde un grupo de actores y actrices harán una serie de lecturas. Se creará así una antología oral, leída y comentada, de algunos autores y obras más importantes del español.

Todo esto es resultado de dos años de preparativos con los cuales la RAE busca, según Blecua, “sacarse la espinita del segundo centenario que apenas se festejó". Las celebraciones del tricentenario se realizarán, básicamente, con el apoyo del sector privado. Loterías y Apuestas del Estado emitirá un billete con la imagen de la RAE y La Real Casa de La Moneda acuñará una moneda conmemorativa de plata.

STORYTELLING, CUENTOS...

El relato se pone de moda también en las empresas
Se trata de un abordaje basado en la narración, muy utilizado en publicidad, pero esta vez apunta a la comunicación con el personal.

La Nación/GDA


Había una vez... Esta fórmula inicial ha sido utilizada durante siglos para introducir al lector o al oyente en la intriga, estimulando su curiosidad. Tres simples palabras. Lo importante es que pasó algo en algún momento y la inquietud inmediata es saber qué es lo que pasó. No hay mejor manera de llamar la atención.

Sobre esta línea se ha empezado a desarrollar una técnica: el storytelling digital. Se trata de un abordaje basado en la narración, muy utilizado como recurso en publicidad, pero esta vez apuntando al desarrollo y la comunicación con el personal. Según un trabajo de Kevin Roberts, recogido por el portal Factor Humano.org, el storytelling digital «es el arte de construir relatos que capten la atención y el imaginario de los receptores, sirviéndonos de las herramientas que las TIC y las redes sociales nos ofrecen». Puede incluir textos, videos, podcasts y videojuegos, entre otros.

En organizaciones como la NASA o el Pentágono ya se utiliza, y han aparecido también consultoras especializadas en construir historias para fines determinados de comunicación.

No cabe duda de que las posibilidades de una narración superan ampliamente cualquier otro medio para acceder a un tema, ya sea éste complejo o muy delicado. Pueden cumplir, además, una función aglutinadora de comunidades, como lo son las organizaciones empresarias.

El propio Kevin Roberts cita el ejemplo de Apple, que basa su relato fundacional en el desarrollo de sus productos a partir de experimentos en un garaje. A partir de esta escena inicial se define como una empresa innovadora, informal, nada convencional.

Pero se pueden extender los ejemplos a otros antecedentes muy conocidos. La Grecia clásica tenía como referente las historias de Homero, la Ilíada o la Odisea. Se encontraban allí los modelos de dignidad, coraje, austeridad, que debían seguirse y traducirlos en conductas similares.


El mejor ejemplo, tal vez, sean las parábolas de la Biblia, donde cada una refiere de manera simbólica, los actos respetuosos de la religión que se profesa.

Desde esta perspectiva no es para nada casual que hayan tenido tanta difusión las pequeñas narraciones librescas para ilustrar cómo se debe ejercer el management. Desde aquella infantil propuesta de ¿Quién se ha llevado mi queso?, con sus sucesivas reediciones hasta todas las otras historias que abordan temas de gestión, inundando las áreas especializadas de las librerías.

Un mundo en peligro

Editorial de El País - Uruguay
La civilización está amenazada. Hasta el momento ha servido para cultivar los conocimientos, cobijar la herencia del pasado, impulsar los descubrimientos científicos y amparar las riquezas culturales, pero todo ello no parece suficiente para asegurar el bienestar colectivo, la confianza en el futuro ni la búsqueda de la felicidad personal o social.


Frente a ese paisaje se levanta un marco de violencias que anula los esfuerzos por mejorar la vida de la gente, desmiente los discursos que invocan la paz o la concordia y neutraliza la lucha por asegurar las conquistas más valiosas de cualquier comunidad. Ya se sabe que la guerra, los disturbios, o los conflictos políticos, son inseparables de todas las etapas de la historia del hombre, pero los optimistas confiaban en que el mundo de hoy, auxiliado por el progreso de las ideas y el ajuste de los sistemas de convivencia, consiguiera derrotar las formas de intolerancia, los métodos brutales de dominación, o la tendencia opresiva de unos grupos sobre otros.

Pero el optimismo fue burlado por la realidad y las esperanzas de mejorar el mundo fracasaron. Cien mil personas, mayormente civiles, han muerto en los dos años de los enfrentamientos internos en Siria, otras tantas han sucumbido en los seis años y medio de guerra contra el narcotráfico en México; en Colombia ya se cumplió medio siglo de enfrentamientos entre las organizaciones guerrilleras, los paramilitares y el ejército; los abismos de desigualdad económica y cultural entre las clases sociales no se han atenuado en Latinoamérica ni en África.

El hecho de que un gobierno haya sido elegido en elecciones libres y por una mayoría de voluntades, tampoco asegura su normal desempeño del poder, los mecanismos democráticos van perdiendo significado en muchos lugares y quedan reducidos a fórmulas orales, discursos retóricos, mentiras demagógicas u estafas a los sectores más ignorantes. En el mundo de hoy se observa una fachada que parece defender el decoro del funcionamiento político, pero detrás de esa fachada no todo huele bien ni resulta presentable.

Es cierto que la violencia popular en Siria está sacudiéndose una dictadura de la familia Al Assad que lleva tres décadas en el poder, pero una tiranía similar ya fue derrocada en Egipto hace dos años y ese régimen fue sustituido por una opción democrática que cambió las estructuras hace poco más de doce meses, con abundante respaldo del electorado. Y sin embargo desde hace un par de semanas la gente ha vuelto a movilizarse para pedir la caída del flamante gobierno, hasta conseguir que el presidente Morsi fuera depuesto por un golpe militar, vuelco nada fácil de juzgar desde el exterior.

Esas cosas curiosas ocurren en un país islámico donde el presidente destituido tenía el amparo de los Hermanos Musulmanes, una formación con 80 años de historia, que milita entre las franjas extremistas del Islam de hoy y que por lo visto dispuso de amplia respuesta en los comicios nacionales. Lo sorprendente es la velocidad con que esa respuesta se debilitó, encrespando a las columnas callejeras de opositores que mostraron el perfil combativo de la otra mitad del país. Ahora los enfrentamientos se agravan, con un saldo de centenares de muertos, ensombreciendo de la peor manera el futuro inmediato de Egipto y el de sus 90 millones de habitantes.

Cuando se observa cómo millones de brasileños marchan por sus ciudades protestando contra el aumento del boleto de transporte o el despilfarro de los proyectos deportivos, y cuando a esas multitudes se agregan las de los indignados europeos que desfilan -a menudo embravecidos- por Madrid, Roma, Atenas, parece más urgente la necesidad de reflexionar sobre las fallas de un sistema de vida que no admite la serenidad sino que favorece los choques, en lugares donde no ha podido asegurarse una generosa oferta de empleo, donde no se ha conseguido erradicar la miseria, donde una lluvia constante de inmigrantes indocumentados desafía los recursos de auxilio y solidaridad, por no hablar de un equilibrio social ya comprometido por la crisis global.

Bajo todas esas nubes circulan las amenazas para una civilización que debería ser radiante y sin embargo está en peligro, porque la violencia tiene más fuerza que la conciliación.

Badiou reescribe a Platón


El filósofo francés se enfrentó con La República, obra clave del pensamiento occidental, y le dio un matiz contemporáneo para subrayar su perdurable potencia filosófica. Anticipos y análisis del libro
Por Alain Badiou |


Llevó seis años.
¿Pero por qué? ¿Por qué este trabajo casi maniático a partir de Platón? Es que lo necesitamos prioritariamente a él, hoy en día, por una razón precisa: dio el impulso inicial a la convicción de que gobernarnos en el mundo supone que tengamos abierto algún acceso a lo absoluto. No porque un Dios veraz se cierna sobre nosotros (Descartes), ni porque nosotros mismos seamos figuras historiales del devenir-sujeto de ese Absoluto (tanto Hegel como Heidegger), sino porque lo sensible que nos teje participa, más allá de la corporeidad individual y de la retórica colectiva, de la construcción de las verdades eternas.



Este motivo de la participación, que sabemos constituye un enigma, nos permite ir más allá de las imposiciones de lo que llamé el "materialismo democrático". O sea, la afirmación de que no existen más que individuos y comunidades, con la negociación, entre ellas, de algunos contratos acerca de los cuales todo lo que los "filósofos" de hoy en día pretenden hacernos esperar es que puedan ser equitativitos. Dado que tal "equidad" no le ofrece al filósofo, en realidad, otro interés que el de constatar que se realiza en el mundo y, cada vez más, bajo la forma de una intolerable injusticia, es menester llegar a afirmar que, además de los cuerpos y los lenguajes, hay verdades eternas. Hay que llegar a pensar que cuerpos y lenguajes participan, en el tiempo, en la elaboración combatiente de esa eternidad. Algo que Platón no dejó de intentar hacerles oír a los sordos.

Entonces me dirigí a La República , obra central del Maestro, consagrada, precisamente, al problema de la justicia, para hacer brillar su potencia contemporánea. Partí del texto griego de mi viejo ejemplar de la colección bilingüe Budé (Les Belles Lettres, 1949), restituido por Émile Chambry, sobre el que trabajaba ya con ardor hace 54 años, y que, en consecuencia, se halla recubierto de considerables estratos de anotaciones que vienen de épocas diversas. Me inspiré en La República, en efecto, a lo largo de todas mis aventuras filosóficas.

Siempre me pareció aberrante la división en diez libros de ese texto griego, división que sólo tenía sentido para los gramáticos de Alejandría. Por eso volví a dividirlo, según lo que pienso es su verdadero ritmo, en un prólogo, algunos capítulos y un epílogo. El número de capítulos fue variando durante el trabajo: pasó de nueve a dieciséis, por razones de coherencia interna. Finalmente, "trato" dieciocho segmentos.

Por empezar, no los trato en orden. Para nada. Comienzo (en 2005) por el prólogo, continúo con lo que terminó siendo el capítulo XVI, luego vagabundeo, algunas veces más cerca del final, otras, más cerca del principio, hasta que, hacia el invierno de 2010-2011, sólo me queda por reducir una suerte de centro compuesto por los capítulos VII y VIII, que no son los más fáciles ni los más divertidos. Guardé lo peor para el final.

¿Qué quiere decir "tratar" el texto?

Comienzo por intentar comprenderlo, totalmente, en su lengua. Estoy pertrechado con mis queridos estudios clásicos, que incluyen mis lecturas anteriores de muchos pasajes, con el diccionario Bailly (Hachette, decimosexta edición, 1950), con la gramática de Allard y Feuillâtre (Hachette, edición de 1972) y con tres traducciones en francés fácilmente disponibles: la de Émile Chambry, que ya he mencionado, la de Léon Robin (col. Bibliothèque de la Pléiade, 1950) y la de Robert Baccou, en Garnier-Flammarion (1966). Me encarnizo, no dejo pasar nada, quiero que cada frase (y Platón escribe a veces frases de una longitud y de una complejidad memorables) tenga sentido para mí. Este primer esfuerzo es un enfrentamiento entre el texto y yo. No escribo nada, sólo quiero que el texto me hable sin guardar ningún irónico secreto en sus recovecos.

Luego escribo lo que libera en mí, en forma de pensamientos y de frases, la comprensión adquirida del fragmento de texto griego cuyo dominio estimo haber alcanzado. El resultado, aun cuando no sea nunca un olvido del texto original, ni siquiera de sus detalles, no es casi nunca una "traducción" en el sentido usual del término. Platón está entonces omnipresente, aunque tal vez ni una sola de sus frases se halle restituida con exactitud. [...]

Rara vez di en capitular. Algunas frases griegas, por aquí o por allí, no me inspiraron. Los eruditos las localizarán y alimentarán así el expediente de mi proceso de apostasía. Es en el capítulo VIII donde se encuentra la más grave de esas capitulaciones: todo un pasaje es pura y simplemente reemplazado por una improvisación de mi cosecha.

Poco a poco, mientras avanza ese tratamiento del texto, aparecen procedimientos más generales que serán aplicados y variados en la secuencia del trabajo. Algunos ejemplos. Introducción de un personaje femenino: Adimanto se transforma en Amaranta. Completa libertad de referencias: si una tesis se sostiene mejor con una cita de Freud que con una alusión a Hipócrates, se elegirá a Freud, al que se supondrá conocido por Sócrates, lo cual es lo de menos. Modernización científica: lo que Platón dice, de modo muy acertado, a partir de la teoría de los números irracionales, se revelará también acertado si se habla de topología algebraica. Modernización de las imágenes: la Caverna del famoso mito se parece tanto a un inmenso cine que, sólo con describir ese cine y hacer que los prisioneros de Platón se vuelvan espectadores-prisioneros de lo mediático contemporáneo, obtendremos lo mismo, pero mejorado. Sobrevuelo de la Historia: ¿por qué quedarse en las guerras, revoluciones y tiranías del mundo griego, si son aún más convincentes la guerra de 1914-1918, la Comuna de París o Stalin? Mantenimiento constante de un verdadero diálogo, fuertemente teatralizado: ¿para qué conservar las interminables falsas preguntas de Sócrates, a las que los jóvenes, página tras página, sólo responden "sí", o "por supuesto", o "evidentemente"? Más vale aceptar un largo discurso demostrativo sin interrupción, o bien confi ar una parte del desarrollo a los interlocutores. Más vale también que, a veces, los interlocutores de Sócrates se muestren reticentes. La tesis antipoética de Sócrates es tan increíble que incluso él, uno lo siente bien, desearía que fuera falsa. Que entonces uno de los jóvenes resista, que se declare de cabo a rabo no convencido, y la división íntima que induce la poesía en la filosofía, división cuyo presentimiento tuvo Platón, será restituida.

El lector descubrirá sin dificultades otros procedimientos de este género.

Es evidente que mi propio pensamiento y, de modo más general, el contexto filosófico contemporáneo, se infiltran en el tratamiento del texto de Platón, tanto más, sin duda, cuando no soy consciente de ello. Sin embargo, fue con plena conciencia como introduje, de modo axiomático, por así decir, cambios notorios en la "traducción" de ciertos conceptos fundamentales. Cito dos de esas decisiones cuyo alcance es considerable. Cambié la famosa "Idea del Bien" por "Idea de lo Verdadero", o incluso sencillamente por "Verdad". Cambié, asimismo, "alma" por "Sujeto". Es así como, en mi texto, se hablará de "la incorporación de un Sujeto a una Verdad" en vez de "la ascensión del alma hacia el Bien", y de "las tres instancias del Sujeto" en vez de "la tripartición del alma". Por lo demás, esas famosas tres partes, a menudo llamadas "concupiscencia", "corazón" y "razón", serán retomadas, en tanto instancias, como "Deseo", "Afecto" y "Pensamiento". También me permití traducir "Dios" por "gran Otro", y a veces, incluso, por "Otro" a secas.

Puede suceder que proponga deliberadamente muchas palabras francesas en resonancia con una sola palabra griega. Tal es el caso de la terrible "Politeia" que le da el título tradicional al libro de Platón. La traducción por "República" no tiene ningún sentido hoy en día, si es que alguna vez lo tuvo. En mi texto, empleo al menos cinco palabras, según el contexto, en los diferentes pasajes en que me topo con "politeia": país, Estado, sociedad, ciudad, política. Para calificar la empresa misma de Platón, la "Ciudad ideal" que él propone, utilizo tres expresiones: política verdadera, comunismo y quinta política. Otras veces introduzco de modo explícito una discusión, una vacilación, a propósito de la palabra adecuada. Es así como, en el largo pasaje sobre la tiranía y el hombre tiránico, Sócrates emplea con espontaneidad las palabras que provienen del texto griego (tiranía, tirano), mientras que Amaranta sugiere con obstinación que se hable de fascismo y de fascista. Espero haber logrado combinar, así, la proximidad constante con el texto original y un alejamiento radical, pero al cual el texto, tal como puede funcionar hoy en día, le confiere generosamente su legitimidad.

En eso consiste, después de todo, la eternidad de un texto.

Traducción: María del Carmen Rodríguez.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE


Agencia EFE

recreación o reinvención, mejor que reboot

Recomendación urgente del día:
Recreación y reinvención son alternativas adecuadas en español para sustituir al anglicismo reboot.




En los medios de comunicación está proliferando el uso de la voz inglesa: «Nolan se ha implicado en este reboot de Superman no solo como productor, sino también como guionista», «A James Franco no le gustó el reboot de Spiderman» o «Marti Noxon ha sido contratada por MGM para que escriba desde cero el recién anunciado reboot de Tomb Raider».

Se entiende por recreación o reinvención aquella película que se limita a retomar la esencia de otra anterior o de un cómic, pero se aleja del guion original, prescindiendo de cuanto se considere oportuno y aportando novedades respecto al origen de la historia o de los personajes.

En los ejemplos anteriores, lo aconsejable habría sido escribir «Nolan se ha implicado en esta reinvención de Superman no solo como productor, sino también como guionista», «A James Franco no le gustó la recreación de Spiderman» y «Marti Noxon ha sido contratada por MGM para que escriba desde cero la recién anunciada reinvención de Tomb Raider».

Aunque también se está empleando refundación, los sustantivos reinvención y recreación resultan preferibles pues remiten al campo semántico de la creatividad y el arte; por otra parte, versión es un término más amplio, que puede apuntar tanto a películas solo vagamente inspiradas en el guion original como a otras de mayor fidelidad.

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