DESENVOLVIMENTO

Transformación por la innovación
27 mayo, 2010 Por Fábio de Castro | Agencia FAPESP


Si Brasil quisiera construir un nuevo proyecto de desarrollo sustentable para la Amazonia, para la industria, para la agricultura y para los propios patrones culturales de la sociedad, en todos los casos, la innovación deberá ser el eje central de la transformación.
Este análisis fue efectuado por los participantes de la reunión plenaria de apertura de la 4ª Conferencia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (CNCTI), que comenzó este miércoles (26/5), en Brasilia.
Con el tema "Política de Estado para la Ciencia, Tecnología e Innovación con vistas al desarrollo sustentable", el evento reúne millares de participantes hasta el día viernes (28/5).
La plenaria de apertura discutió el eje central de la reunión: como el avance del conocimiento y de la innovación puede transformarse en el vector fundamental del desarrollo económico con preservación de los activos ambientales y mejora en la calidad de vida.
De acuerdo con Bertha Becker, profesora emérita de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ), la Amazonia – área estratégica para el país y modelo por excelencia para el estudio de los conflictos entre preservación ambiental y crecimiento económico – tiene hoy dos propuestas de proyectos de desarrollo sustentable.
"Uno de estos proyectos, que está asociado a las mudanzas climáticas, ha predominado. Su prioridad es evitar la emisión de gases de efecto estufa e implementar el mercado de carbono. Ese proyecto defiende la preservación de la floresta en pié, financiando la renuncia a la desforestación. Es una idea que parece seductora, mas cuestiono fuertemente ese proyecto, pues él mantiene a la floresta improductiva. Es básicamente un proyecto de compensación para países desarrollados que podrán continuar siendo los mayores emisores", afirma.
El otro proyecto, según la investigadora, entiende al desarrollo sustentable como un nuevo patrón de desarrollo basado en la ciencia, en la tecnología y en la innovación.
"El desafío, en ese caso, es utilizar os recursos naturales sin destruirlos, generando empleo y renta para los millones de habitantes de la región. Para ello, vamos a tener que mudar el patrón de desarrollo de la Amazonia. Sólo conseguiremos esto con políticas públicas e inmensas inversiones en ciencia e innovación", destacó.
Según Bertha, en la actualidad el papel de los científicos se volvió más complejo: además de investigar, descubrir, innovar e implementar técnicas avanzadas, el científico contemporáneo precisa esclarecer a la sociedad sobre las rápidas transformaciones en el mundo.
"Cabrá a la sociedad comparar esos dos proyectos y esa investigación deberá llevar en consideración el extraordinario valor de la Amazonia. Los científicos precisan dejar esto claro", afirma.
De acuerdo con o coordinador de la plenaria de apertura, Luiz Gonzaga de Mello Belluzzo, profesor titular de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) y consejero de FAPESP, la ciencia y la innovación tiene una misión todavía mayor que el establecimiento de una economía sustentable. Será preciso contribuir con la construcción de un nuevo modelo de sociedad.
"En los últimos años, el sistema financiero se tornó una finalidad en sí mismo y desvirtuó a las inversiones en tecnología. Tuvimos una concentración del riesgo y, aún teniendo evaluaciones previas de que habría un colapso financiero, no fuimos capaces de impedirlo. No estamos delante de una mera crisis financiera: un análisis más profundo revela una crisis del patrón de convivencia de la sociedad contemporánea", afirmó.
Según el catedrático de las Facultades de Campinas, la crisis estructural del modelo construido nos últimos 60 años y radicalizado en la década de 1980 generó al mismo tiempo una escalada del consumo y de la desigualdad.
"Brasil es casi una excepción, ya que consiguió hacer lo mínimo para reducir la desigualdad. Mas estoy asustado con la degradación cultural de la sociedad. Basta mirar los fórums en internet para tener noción del grado de aislamiento y agresividad de las personas que se manifiestan anónimamente. Esto no está disociado del medio ambiente – ese comportamiento forma parte de un patrón civilizatorio que precisa ser cambiado", afirmó.
Para pensar en innovación y desarrollo, según Belluzzo, será preciso cuidar del perfeccionamiento cultural de los brasileños y de la inclusión social y cultural de los jóvenes de la periferia.
"Estamos, aquí hablando de innovación, pero es preciso destacar que la innovación precisa comenzar por la base cultural y educativa", dice, con aplausos de la gran platea presente.
Recursos naturales
Según Pedro Luiz Barreiros Passos, Presidente del Instituto de Educación e Innovación (Iedi), la economía de Brasil vive un buen momento, pero aún está basada en la exportación de recursos naturales, en vez de productos manufacturados con alto valor agregado.
"Enfrentamos la crisis financiera con mucha inteligencia, pero, más allá del rico patrimonio natural, social y cultural, precisamos crear elementos para la explotación de las ventajas comparativas del país, sea energía renovable, la fuerte producción agrícola o una nueva cadena como la del pre-sal", afirma.
De acuerdo con Pasos, además de los recursos naturales Brasil tiene ventajas de corto plazo, como la ventana demográfica, que permitirá al país tener una población económicamente activa relevante, formando en poco tiempo inmensa fuerza de trabajo y un nuevo mercado interno.
"Tenemos la oportunidad de efectuar una transición para una economía de bajo carbono, con aumento de la eficiencia energética y del transporte. Para ello, los patrones del uso de transportes tendrán que cambiar, de forma asociada a las inversiones en las tecnologías de bioenergía, nuevos materiales y procesos productivos. Pero tenemos que ser ambiciosos y buscar el liderazgo mundial en bioenergía, química verde, alimentos sustentables y otras áreas que son nuestra vocación", enfatiza.
José Geraldo Eugenio de França, de la Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria, destacó que Brasil pasó por una revolución verde y, hoy, la agricultura representa casi un tercio de la economía del país, empleando 40% de la población activa.
El país, según él, tiene uno de los más bajos precios de alimentos del mundo. Mas la ambición debe ser llevada más lejos, pues existe potencial para convertirse en el primer productor mundial de alimentos.
"Ya estamos en la tercera posición, habiendo superado al Canadá recientemente. La gran cuestión es llegar a ese objetivo adoptando el principio del respeto al medio ambiente y a la sustentabilidad. Estamos convencidos de que podemos hacer esto", afirmó.
Según França, los investigadores son responsables por el rediseño de una nueva agricultura menos dependiente de los insumos, con mayor productividad basada en la biotecnología y en la nanotecnología.
"Hoy, tenemos 8 millones de hectáreas de caña de azúcar que no emplean insecticidas y 22,5 millones de hectáreas de soja con uso de bacterias en lugar de nitrógeno mineral. Así como China escogió ser la fábrica del mundo, nos podemos transformar el mayor productor de alimentos, materias primas y biocombustibles. Pero no hay como hacer esto sin mucha ciencia y sustentabilidad", dice.
Más informaciones sobre la 4ª CNCTI: www.cgee.org.br/cncti4




Transformação pela inovação (PTBr)
Por Fábio de Castro | Agência FAPESP

Se o Brasil quiser construir um novo projeto de desenvolvimento sustentável para a Amazônia, para a indústria, para a agricultura e para os próprios padrões culturais da sociedade, em todos os casos, a inovação deverá ser o eixo central da transformação.
A análise foi feita pelos participantes da plenária de abertura da 4ª Conferência Nacional de Ciência, Tecnologia e Inovação (CNCTI), que começou nesta quarta-feira (26/5), em Brasília.
Com o tema "Política de Estado para Ciência, Tecnologia e Inovação com vistas ao desenvolvimento sustentável", o evento reúne milhares de participantes até a sexta-feira (28/5).
A plenária de abertura discutiu o eixo central da reunião: como o avanço do conhecimento e da inovação pode se tornar o vetor fundamental do desenvolvimento econômico com preservação dos ativos ambientais e melhoria na qualidade de vida.
De acordo com Bertha Becker, professora emérita da Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), a Amazônia – área estratégica para o país e modelo por excelência para o estudo dos conflitos entre preservação ambiental e crescimento econômico – tem hoje duas propostas de projetos de desenvolvimento sustentável.
"Um desses projetos, que está associado às mudanças climáticas, tem predominado. Sua prioridade é evitar a emissão de gases de efeito estufa e implementar o mercado de carbono. Esse projeto defende a preservação da floresta em pé, financiando a renúncia ao desmatamento. É uma ideia que parece sedutora, mas questiono fortemente esse projeto, pois ele mantém a floresta improdutiva. É basicamente um projeto de compensação para países desenvolvidos que poderão continuar sendo os maiores emissores", disse.
O outro projeto, segundo a pesquisadora, entende o desenvolvimento sustentável como um novo padrão de desenvolvimento baseado na ciência, na tecnologia e na inovação.
"O desafio, nesse caso, é utilizar os recursos naturais sem destruí-los, gerando emprego e renda para os milhões de habitantes da região. Para isso, vamos ter que mudar o padrão de desenvolvimento da Amazônia. Só conseguiremos isso com políticas públicas e imensos investimentos em ciência e inovação", destacou.
Segundo Bertha, na atualidade o papel dos cientistas se tornou mais complexo: além de pesquisar, descobrir, inovar e implementar técnicas avançadas, o cientista contemporâneo precisa esclarecer a sociedade sobre as rápidas transformações no mundo.
"Caberá à sociedade acarear esses dois projetos e essa acareação deverá levar em conta o extraordinário valor da Amazônia. Os cientistas precisam deixar isso claro", disse.
De acordo com o coordenador da plenária de abertura, Luiz Gonzaga de Mello Belluzzo, professor titular da Universidade Estadual de Campinas (Unicamp) e conselheiro da FAPESP, a ciência e a inovação têm uma missão ainda maior que o estabelecimento de uma economia sustentável. Será preciso contribuir com a construção de um novo modelo de sociedade.
"Nos últimos anos, o sistema financeiro se tornou uma finalidade em si e desvirtuou os investimentos em tecnologia. Tivemos uma concentração do risco e, mesmo tendo avaliações prévias de que haveria um colapso financeiro, não fomos capazes de impedi-lo. Não estamos diante de uma mera crise financeira: uma análise mais profunda revela uma crise do padrão de convivência da sociedade contemporânea", afirmou.
Segundo o também professor das Faculdades de Campinas, a crise estrutural do modelo construído nos últimos 60 anos e radicalizado na década de 1980 gerou ao mesmo tempo uma escalada do consumo e da desigualdade.
"O Brasil é quase uma exceção, já que conseguiu fazer o mínimo para reduzir a desigualdade. Mas estou assustado com a degradação cultural da sociedade. Basta olhar os fóruns na internet para ter noção do grau de isolamento e agressividade das pessoas que se manifestam anonimamente. Isso não está dissociado do meio ambiente – esse comportamento faz parte de um padrão civilizatório que precisa ser mudado", afirmou.
Para pensar em inovação e desenvolvimento, segundo Belluzzo, será preciso cuidar do aperfeiçoamento cultural dos brasileiros e da inclusão social e cultural dos jovens da periferia.
"Estamos, aqui falando de inovação, mas é preciso destacar que a inovação precisa começar pela base cultural e educacional", disse, sob aplausos da grande plateia presente.
Recursos naturais
Segundo Pedro Luiz Barreiros Passos, presidente do Instituto de Educação e Inovação (Iedi), a economia do Brasil vive um bom momento, mas ainda está baseada em exportação de recursos naturais, em vez de produtos manufaturados com alto valor agregado.
"Enfrentamos a crise financeira com muita inteligência, mas, além do rico patrimônio natural, social e cultural, precisamos criar elementos para a exploração das vantagens comparativas do país, seja energia renovável, a forte produção agrícola ou uma nova cadeia como a do pré-sal", disse.
De acordo com Passos, além dos recursos naturais o Brasil tem vantagens de curto prazo, como a janela demográfica, que permitirá ao país ter uma população economicamente ativa relevante, formando em pouco tempo imensa força de trabalho e um novo mercado interno.
"Temos a oportunidade de fazer uma transição para uma economia de baixo carbono, com aumento da eficiência energética e do transporte. Para isso, os padrões do uso de transportes terão que mudar, de forma associada aos investimentos nas tecnologias de bioenergia, novos materiais e processos produtivos. Mas temos que ser ambiciosos e buscar a liderança mundial em bioenergia, química verde, alimentos sustentáveis e outras áreas que são nossa vocação", disse.
José Geraldo Eugênio de França, da Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária, destacou que o Brasil passou por uma revolução verde e, hoje, a agricultura representa quase um terço da economia do país, empregando 40% da população.
O país, segundo ele, tem um dos mais baixos preços de alimentos do mundo. Mas a ambição deve ser levada mais longe, pois há potencial para se tornar o primeiro produtor mundial de alimentos.
"Já estamos na terceira colocação, tendo ultrapassado o Canadá recentemente. A grande questão é chegar a esse objetivo adotando o princípio do respeito ao meio ambiente e à sustentabilidade. Estamos convencidos de que podemos fazer isso", afirmou.
Segundo França, os pesquisadores são responsáveis pelo redesenho de uma nova agricultura menos dependente dos insumos, com maior produtividade baseada na biotecnologia e na nanotecnologia.
"Hoje, temos 8 milhões de hectares de cana-de-açúcar que não empregam inseticidas e 22,5 milhões de hectares de soja com uso de bactérias no lugar do nitrogênio mineral. Assim como a China escolheu ser a fábrica do mundo, podemos nos tornar o grande produtor de alimentos, matérias-primas e biocombustíveis. Mas não há como fazer isso sem muita ciência e sustentabilidade", disse.
Mais informações sobre a 4ª CNCTI: www.cgee.org.br/cncti4