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sexta-feira, 14 de outubro de 2011
BUDA Y EL DESTINO
El Destino y los Budistas
Conferencia impartida por el Maestro Sheng Yen el 10 de mayo de 1987, cumpleaños de Buda.
Me gustaría decir unas palabras acerca de decir la buenaventura. En realidad, me he encontrado con algunos adivinos bastante talentosos. Por desgracia, nadie de ellos tenía especialmente buenas suertes. Cualquier persona que crea que su destino está predeterminado no tendrá una vida feliz. Pero si uno cree en el Dharma y comprende que su vida no está predeterminada, efectivamente puede tener una vida muy feliz.
Los budistas no creen en la predeterminación. El Buda no cree en el destino. Cree que todas las cosas, todos los fenómenos se originan en la mente. La cosa más importante es desarrollar la visión correcta de acuerdo con el Budadharma, vivir correctamente y practicar diligentemente. Por la visión correcta, medio de vida correcto, y práctica correcta podemos progresar espiritualmente. La creencia en el destino te hace dar vueltas y vueltas en círculos, pero en el Budadharma con cada día nuevo existe un nuevo comienzo.
Hoy es el cumpleaños de Buda y es el comienzo de una vida nueva. Como budistas, nosotros creemos que no estamos controlados por el destino; creemos que nuestro futuro depende de lo que estamos haciendo ahora. Si actuamos adecuadamente, podemos cambiar nuestro propio destino.
Hace muchos años me encontré con alguien que intentaba predecir mi futuro a través de la fecha y hora de mi nacimiento. Él predijo que yo tendría dos esposas y tres hijos. Bueno, todavía no he tenido ni una esposa, tampoco lo espero en el resto de mi vida.
Una vez, un maestro viejo en Taiwan oyó que había un hombre ciego que podía decir la buenaventura a través de tocar los huesos de la gente. Sus manos iban pasando a lo largo de la columna, brazos y piernas del sujeto y luego hacía una predicción. Por lo tanto, el maestro viejo decidió probarlo. El adivino ciego le dijo que tendría una vida maravillosa: muchas esposas, concubinas e hijos. El maestro viejo le pagó al adivino, y salió. Después, hizo un comentario. “Es un hombre ciego que habla con palabras ciegas.”
Puedo creer en la astrología, pero yo tengo una creencia mucho más fuerte en el Dharma. Si aceptas el Dharma, entonces tu destino no manifestará de una manera predecible. Pero si no vives según el Dharma, entonces se puede predecir tu futuro de un modo bastante exacto. Tu destino estará fijo. Si practicas y prestas atención al Dharma, tu vida no va a ser dictada por el destino.
En la astrología se comprende que el preciso momento en que naciste determina lo que te va a pasar a ti a lo largo de tu vida. Por consiguiente, los astrólogos orientales han utilizado cuatro condiciones para interpretar el destino de cada uno: el año, mes, día y hora de nacimiento. Así es cómo los astrólogos se ganan la vida. Los demás adivinos podrían usar los rasgos faciales, palmas, forma de cuerpo, huesos, y voz para descubrir tu destino.
Cuando nació el Shakyamuni Buda, sus padres convocaron a los más famosos astrólogos en el mundo. A ellos se les consideraba casi como deidades. Dijeron que el niño pequeño era muy especial, y que cuando se hiciera mayor, él podría convertirse en el rey del mundo, o hacerse monje y alcanzar la Suprema Iluminación.
Si nosotros leemos las biografías de los monjes destacados, podemos ver que sus nacimientos se acompañaban con los acontecimientos extraordinarios y raros. Tenían extraordinarias características personales, rasgos físicos poco comunes, u ocurrieron raros fenómenos cuando nacieron. Incluso cuando eran bebés, ya se conocía que esos hombres estaban destinados a convertirse en grandes maestros.
Entonces, aquí hay una pregunta. ¿Si dos personas nacen exactamente al mismo tiempo, tienen exactamente el mismo destino? Estoy muy seguro de que en el exacto día y minuto que nació el presidente Reagan también nacieron muchas otras personas. ¿Eso quiere decir que todas estas personas están destinadas a convertirse en presidentes?
Los sutras nos dicen que antes de que naciera el Shakyamuni Buda, muchos vinieron de los demás mundos para hacer que la gente del mundo Saha esté preparada para la llegada del Buda. Había quienes vinieron específicamente al mundo Saha después del nacimiento del Shakyamuni Buda para ser sus discípulos, así que podían continuar la enseñanza. Había personas que nacieron exactamente al mismo tiempo que el Shakyamuni Buda, pero sólo él ha alcanzado la Budeidad.
¿Te has encontrado alguna vez con alguien que nació exactamente en la misma fecha y hora que tú? Si la respuesta es “sí”, te darás cuenta de que ambos de vosotros lleváis una vida completamente diferente.
Una vez me encontré con un hombre rico que nació en el año del Caballo, el mismo año que nací. Él me preguntó la estación y el lugar de mi nacimiento. Yo le dije que nací en invierno en una región fría de China. Él dijo que era lógico que yo estuviera muy pobre ahora: porque nací bajo tales condiciones estériles, no había ni una hierba para servirle de comida al pobre caballo; naturalmente, yo no prosperaba económicamente. Estoy seguro de que si yo hubiera nacido en una región templada, un astrólogo encontraría otra explicación para decir cómo yo llegué a mis circunstancias presentes.
Es verdad que en el momento del nacimiento de una persona, una gran cantidad de cosas ya ha sido determinada, nosotros tenemos un cuerpo particular como una consecuencia del karma creado en las innumerables vidas pasadas. Todo esto karma converge en nosotros en el día en que nacimos. No obstante, si tenemos la oportunidad de aprender el Budadharma, y lo aceptamos y practicamos, entonces se puede cambiar nuestro destino. Incluso nuestros rasgos faciales cambiarán.
Un famoso astrólogo de Taiwan tomó los Tres Refugios conmigo. Él me confiaba que ahora está en los Estados Unidos y se siente un poco molesto trabajar como astrólogo. Comprendió que estaba practicando un Sendero Exterior, no el verdadero Dharma. Pero yo le dije que estaba bien ser un astrólogo, porque hay quienes necesitan su ayuda y consejo.
Yo le pregunté si podía predecir su propio futuro. Él me replicó que estaba teniendo problemas con eso. En el pasado él se sentía que tenía una precisión del 100 por ciento. Antes de que aceptara el Dharma, estaba acostumbrado a levantarse temprano todos los días para predecir su futuro. Pero ahora él no puede ver el futuro muy claramente. Yo le pregunté si podía investigar mi futuro, pero él me rechazó.
Avy tiene una amiga que es extraordinariamente talentosa en leer la bola de cristal – ella puede ver las vidas pasadas. Pero cuando yo le pedí que examinara mi pasado, ella no veía nada. ¡Es una pena que yo no tenga ni siquiera una vida pasada!
¿Cuántos de vosotros queréis saber acerca de vuestras vidas pasadas? Los sutras dicen que si quieres saber respecto a tu pasado, sólo miras a tí mismo ahora. Mira lo que te está pasando a ti, con qué te encuentras ahora. Eso te dice todo lo que necesitas saber acerca de tus vidas previas. Y si quieres saber lo que te espera en tus vidas futuras, simplemente miras a ti mismo ahora. Lo que estás haciendo en el momento presente producirá tu futuro.
Cualquier persona que tengan grandes problemas en esta vida está experimentando estas dificultades como un resultado de lo que había hecho en una o varias vidas previas. Si realmente supieras qué fue lo que hiciste en el pasado para merecer lo que te está pasando a ti ahora, quizás no te sentirías tan feliz acerca de eso. El conocimiento sería complicado, disgustado, y de poco uso.
Por ejemplo, si supieras que tu hijo hubiera sido tu abuelo en una vida previa, ¿cómo tratarías a él – como un hijo o como un abuelo? Si supieras que tu esposa hubiera sido tu abuela, ¿cómo te sentirías?
Según los sutras, en un periodo de unos cientos a mil años, normalmente tenemos íntimas relaciones sólo con un pequeño número de las mismas personas. En cada vida sucesiva la gente en este pequeño grupo intercambia papeles. Durante un largo lapso de tiempo, el círculo de las personas con las que nosotros relacionamos se hace cada vez más grande. Familia, primos y amigos – continuamos estableciendo innumerables relaciones de tal manera que el noventa y nueve por ciento de las personas con las que nos encontramos en esta vida las nos encontramos debido a nuestro karma previo.
Los seres humanos son raros. Algunos nacen con buenos aspectos e inteligencia substancial, pero tienen imprudencia temeraria o emociones incontrolables, y consecuentemente transforman las condiciones favorables en desastres. Para tales personas parece una cosa simple controlarse a sí mismos, y de hecho, estarían de acuerdo, pero de alguna manera son incapaces de controlar sus emociones, y traen desorden y confusión a sus vidas y las vidas de la gente que les rodea. Es como una persona que está caminando hacia un río, consciente que está a punto de ahogarse, y aunque su mente le dice volver atrás, continúa y de todas maneras se ahoga.
Debes aprender a controlarte a ti mismo. Debes tener el poder sobre tu mente, y tienes que meditar. Si odias a alguien por algo que ha hecho, entonces debes considerar a él o a ella como un Buda o Bodhisattva. Debes comprender que los Budas y Bodhisattvas pueden manifestarse en dos formas diferentes. Ellos toman una forma cuando nos ayudan, y toman la otra cuando se manifiestan para oponerse a nosotros. El ayudar es la mejor manera a quienes les falta la fuerza y coraje pero el oponer es el mejor modo para las personas quienes tienen fuertes personalidades. Si comprendes el Budadharma y la consecuencia kármica, entonces serás capaz de convertir una situación desfavorable en la favorable.
¿Cómo cambiar tu destino? Debes entender que cuando hay una causa, hay un efecto. Las acciones tienen consecuencias. Sin embargo, antes de que suframos o nos beneficiemos de estas consecuencias, hay otras condiciones que se presentan, entonces se pueden cambiar las características particulares de las consecuencias. Si actuamos y hablamos según el Budadharma en esta vida, nosotros añadimos continuamente condiciones meritorias y favorables a nuestro karma, por lo que cuando se manifiesta nuestro karma previo, incluso lo que nos pasa a nosotros ahora será cambiado debido a las nuevas condiciones que se presentan de nuestras conductas meritorias. Por el otro lado, si sólo hacemos lo que nos da la gana y no de acuerdo con el Dharma, nosotros seremos como una barca que da vueltas en las oleadas del océano – menos poderosa para determinar nuestro propio rumbo.
Un budista debería tener grande poder de voluntad para cambiar su destino. Pero si nosotros vemos las cosas positivamente y actuamos hacia fines buenos, podemos fortalecer nuestro poder de voluntad. Si nosotros pensamos, hablamos, y actuamos de acuerdo con el Dharma, podemos gradualmente producir un cambio en nuestras vidas.
En Taiwan yo tengo algunos discípulos monásticos quienes casi son imposibles de llevarse con los demás, y tengo algunos practicantes laicos quienes apenas escuchan las palabras que digo yo. Pensarías que los echo a patadas del templo. Pero debido a que yo soy un monje no puedo hacerles salir. Yo estaría privando a ellos de su oportunidad de ponerse en contacto con el Dharma. Eso es algo que nunca haría yo.
Yo hablé de algunas de estas personas con un amigo mío. Él escuchó y dijo, “No hay problema.” Yo le pedí explicar más detalladamente – ¿Por qué piensas que tales personas difíciles eran muy fáciles de tratar? Él dijo: Si estas personas fueran realmente tan “perjudiciales”, son pícaros o Bodhisattvas.” No puedo imaginarme que tales malcontentos se hagan monjes y monjas, entonces si están practicando como budistas, la única conclusión que puedo hacer es que ellos son Bodhisattvas, y están aquí por alguna razón especial. Por consiguiente, no hay necesidad de preocuparse.”
Otro monje en Taiwan quien también es mi discípulo es una persona muy peculiar. Le traje a él una docena de pares de calcetines. Lleva un par de calcetines por un periodo de tiempo muy largo, y cuando empiezan a oler mal se los quita, los tira en un rincón de la casa, y agarra un par nuevo. Cuando ha agotado la docena entera, voltea los calcetines al revés y repite nuevamente el ciclo. No ha lavado nunca ninguno de sus calcetines. Me encontraba muy molesto. Otra vez, mi amigo dijo, “No hay problema. Este monje debería ser un gran Arhat – ¿existe otra razón para explicar eso?” ¿Conoces alguno tan afortunado como yo – rodeado por grandes Arhats y Budhisattvas?
Una vez una pareja vino a verme. Cada uno de ellos se quejaba de los hábitos malos del otro. Yo les pregunté si se consideraban a sí mismos como buenas personas. Ambos de esta pareja dijeron que sí, por lo tanto, les dije que era más probable que cada uno de ellos hubiera elegido a una buena persona para vivir juntos. Si ellos hubieran elegido a una persona mala, reflejaría mal en ellos. Por consiguiente, cada uno es una buena y virtuosa persona, viviendo con la otra buena y virtuosa persona. No hay problema – ellos pueden vivir juntos armoniosamente.
En un instante de pensamiento cambiamos la manera que miramos las cosas. Con la visión correcta, puedes cambiar completamente la situación. Si eres un prisionero que tiene una perspectiva estrecha, siempre estarás en la misericordia del destino. Si actúas de esta manera, nunca estarás libre de aflicciones, y continuarás manteniendo malas relaciones con las personas que siempre has mantenido malas relaciones. Nunca escaparemos de la sucesión interminable de situaciones predeterminadas a condición de que cambiemos nuestras mentes y la manera que miramos las cosas. Si cambiamos cómo percibimos, entonces no seremos vencidos por lo que nos pasa a nosotros, y no nos sentiremos oprimidos por lo que nos rodea. El mundo será como la Tierra Pura.
Una vez un hombre vino a verme y me dijo que él había sido sentenciado a prisión. Él me preguntó cómo podría enfrentarse a su castigo. Yo le dije, “Como budista, deberías intentar quedarse fuera de la cárcel, pero debido a que tienes que salir, debes tratar de sobrevivirlo con felicidad y alegría.” Él me miró, y me hizo una pregunta, “¿Cómo debo sentirme alegre en prisión? ” Yo le dije que una vez estaba en cárcel, y me gustó.
Del año 1961 al 1967 yo estuve en un retiro solitario en las montañas. Estuve encerrado en un área de 60 pies cuadrados. Los presos en la cárcel deben de tener más espacio que eso. Yo también conozco a un hombre quien escribió mucho durante el tiempo que pasó en prisión. Él fue un escritor prolífico, y hasta escribió algunos libros de gran mérito literario. Obviamente, hizo el mejor uso de su tiempo en cárcel.
Nosotros debemos comprender que lo que nos está pasando a nosotros en esta vida es la consecuencia de las cosas que hicimos en nuestras vidas pasadas, y debemos tratar de actuar de acuerdo con el Budadharma para romper el molde establecido por nuestro karma previo. De esta manera, podemos progresar espiritualmente. Si no fuéramos capaces de cambiar nuestro propio destino, entonces los seres sensibles ordinarios no serían capaces de convertirse en Budas. Nosotros producimos el futuro de nuestras propias mentes. Si hay virtud en nuestros pensamientos, entonces nuestro futuro será virtuoso. Si hay malos en nuestros pensamientos, entonces nuestro futuro estará lleno de desgracia. Si el Buda está en nuestras mentes, entonces algún día nos convertiremos en Budas.
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