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terça-feira, 21 de agosto de 2012

EL REFRANERO ESPAÑOL







EL REFRANERO ESPAÑOL COMENTADO
Por Ginés Rosa
Fuente: Totana.com



El refranero español es uno de los más completos compendios de filosofía y saber popular que se conocen en el mundo. Los casi cien mil refranes que se registran en la lengua castellana dan pie a un extraordinario material que representa uno de los grandes valores aportados esencialmente por el pueblo, que los españoles siempre tenemos en cuenta en nuestra vida cotidiana, puesto que nunca falta uno o varios refranes para ilustrar nuestra conversación, cualquier momento del día, cualquier ángulo de nuestra existencia. El refranero es una parte consustancial de la parla diaria de los españoles. Nuestra literatura clásica, desde "El libro de buen amor", del siglo XIV, es un magnífico exponente de la tradición paremiológica española. Desde entonces, el refrán nos ha acompañado siempre, ofreciéndonos su precisión, su gracejo, su oportunidad, su magnífica brevedad y su poder de ilustración.
En esta sección de "El Arcón" iremos publicando, con un breve comentario para ayudar a su mejor comprensión y análisis, en algunos casos, nuestros refranes más clásicos, fruto de siglos de experiencia vital en un país que ama profundamente el refrán.

Hacendado en olivos, un año en terciopelo y cinco en cueros vivos
El refranero, que se caracteriza por reflejar los aspectos más pesimistas de las cosas del campo con el fin de mantener alerta y en constante actitud precavida a los agricultores, se refiere a la incierta fortuna de éstos ante la distinta suerte de las cosechas.
Entre dos que bien se quieren, con uno que coma basta
En sentido irónico, indica que, a veces, en el mundo de las relaciones uno sobrevive a costa del otro, mientras que en su sentido más directo expresa el hecho de que, en las uniones más sólidas y fuertes, dos personas pueden sentirse como una sola.
El cerdo y el avariento sólo dan un día bueno
El día de su muerte, claro, que se convierte en un gran día de provecho para todos.
Marido rico y necio, no tiene precio
Nada puede ser más provechoso para la mujer que un marido así, adinerado y tonto, para campar por sus respetos.
Deuda vieja no comerás de ella
Por la dificultad de poder cobrarla
El buen boticario cuatro "ces" ha de tener: ciencia, conciencia, capital y cojera.
Ciencia para conocer recetas y remedios; conciencia para actuar siempre beneficiando al cliente; capital para hacerse con todas las cosas necesarias para llevar a cabo su trabajo; y cojera, para no alejarse demasiado de la botica.
Dios te de salud y gozo, y casa con corral y pozo
Antaño, las casas con corral y pozo eran sinónimo de gran propiedad y garantía de llevar una vida desahogada, puesto que eran dos cosas que prestaban los mejores servicios a la economía de una familia en aquellos tiempos.
Procura lo mejor, espera lo peor y toma lo que viniere
De forma filosófica, el refranero ofrece una curiosa fórmula para posicionarnos ante posibles frustraciones mediante elementos tales como el voluntarismo, el pesimismo y la resignación.
El que en un año quiere ser rico, al medio le ahorcan
El refranero advierte seriamente a los desmesuradamente ambiciosos que desean enriquecerse a toda costa y en el menor tiempo posible sin reparar en los medios, sentenciando que esta ambición puede conducirlos a terminar de mala manera en la vida.
Vieja que baila, mucho polvo levanta
Al indicar que la vieja arrastra los pies al bailar, ironiza sobre aquellas personas que hacen cosas impropias de su edad.
Quien ríe del mal de su vecino, el suyo viene de camino
Una de las principales esencias del refranero, la de advertir y aleccionar, se cumple perfectamente en este refrán que nos avisa de que no hay que regocijarse del mal ajeno, ante la posibilidad de que nos suceda lo mismo a nosotros.
Más vale avenencia que buena sentencia
Esta recomendación, que ya era bien conocida en la época romana, la ha recogido la sabiduría popular para aconsejar evitar en lo posible cualquier juicio. Al final, ya se sabe, sucede algo parecido a lo que expresa esta coplilla:

Sobre un pedazo de huerto
le puse pleito a mi hermano;
hoy nos odiamos a muerte
y el huerto es del escribano


La palabra y la piedra suelta no tienen vuelta
El saber popular insiste en la necesidad de la prudencia al hablar. En este refrán la palabra se coloca junto a un objeto tan contundente como es la piedra, significando así el peligro de no sujetarse la lengua en determinadas ocasiones.
Pan que sobre, carne que baste y vino que falte.
Expresa claramente las proporciones que han de observarse para tres de los principales artículos de nuestra alimentación.
A enemigo que huye, puente de plata
Nos indica la disposición que hemos de tener para facilitar una retirada ventajosa para las personas que nos están haciendo o nos pueden hacer algún mal o daño, hasta el punto de adoptar cualquier medida para acelerar su desaparición ante nosotros, tendiendo, como indica el refrán, un puente de plata. Otro refrán que expresa la misma idea: A enemigo que huye, diez bendiciones. En cualquier caso, el buen trato al enemigo está presente con tal de su marcha.
Al más ruin puerco, la mejor bellota
Clásico refrán que nos dice que las más de las veces los que menos se lo merecen consiguen las mejores cosas.
No dejes camino viejo por sendero nuevo
En el refranero español, el camino adquiere una dimensión muy importante, pues siempre se nos abre ante nuestro ir y venir, nuestro caminar, nuestra dirección a un lugar concreto. El camino se nos ofrece lleno de dificultades en nuestra vida cotidiana. Por eso nos indica la necesidad de no dejar nuestros usos y costumbres para adoptar otros nuevos de forma radical. Las engañosas apariencias nos llevan a confundirnos y solemos caer en errores de apreciación, y lo que parece más fácil nos resulta a la postre más dificultoso de lo imaginado. De ahí otros refranes con la misma insistencia: "Quien deja camino por vereda, atrás se queda", o "No siempre es buen tino seguir el corto camino".
No hay ninguno tan pobre que la muerte no le sobre
Nuestro refranero acostumbra a ironizar con la miseria, para mostrarnos que en ocasiones, pese a la extrema pobreza o necesidad, hay cosas que no se desean. En un sentido general, el refrán se refiere a que los males no son santo de devoción de nadie. Como en tantas otras ocasiones, el refrán alude al gran valor de la salud, principal riqueza de los humanos.
Dedo encogido no rebaña plato
Una vez más, el pueblo español acude al símil de la comida, del pan o del guiso, verdadera obsesión nacional durante siglos, para ofrecernos un refrán de magnífica estructura, de gran fuerza expresiva, dirigido a poner de manifiesto los problemas de la timidez. Con el dedo encogido, esto es, sin decisión y mostrándonos cobardes, no conseguiremos lo que nos proponemos. Del mismo modo, el refrán adquiere una dimensión muy amplia al proponernos que para hacernos con nuestro sitio en la sociedad y conseguir el trozo o parte que nos pueda corresponder es preciso actuar con coraje, sobre todo en unos momentos de gran competencia.
Donde comen dos comen tres, si hay comida para cuatro.
El refrán critica la costumbre generalizada que nos hace creer que, ante inesperados comensales a la hora de la comida, el problema está resuelto por pensar que ésta es más que suficiente. La realidad es que en estas ocasiones, por las razones que fueren, la comida de dos repartida entre tres, hace que no coma bien ninguno, de ahí que ante la llegada de un nuevo comensal la comida parece reducirse, mientras las ganas van en aumento. Y es que, en el fondo, nos parece que se están comiendo nuestra comida, sin más. Y aumento el apetito. El remedio lo da también el refrán: nada de repartir la comida sino aumentarla como si vinieran dos personas más.
Día de mucho, víspera de nada
He aquí una de las muchas ocasiones en las que el refranero español llama la atención sobre la inestabilidad de los bienes terrenales, advirtiendo que tras la abundancia excesiva suele aparecer la inevitable escasez.
Por la peana se adora al santo
Este refrán puede tener una doble lectura. Como sabemos, en la peana de los santos suele estar el llamado "cepillo" o caja de las limosnas, con su ranura al frente. El sentido de adorar cobra aquí el acto de depositar la limosna, de tal forma que, a mayor cantidad de dinero, a mejor acto de adoración al santo. Por otro lado, el refrán alude a que muchas veces se regala un objeto para recibir algo a cambio.
El diente miente, la cana engaña, pero la arruga no ofrece duda.
Una ilustrativa formas de aludir a la edad avanzada de las personas.
Cuando el gato no está los ratones bailan
Expresa el cambio de actitud de los subordinados cuando los jefes se ausentan.
Pan para hoy y hambre para mañana
Se refiere a las cosas que tienen muy poca consistencia en la vida.
Casa, viña y potro, hágalo otro
Se trata de tres cosas de larga y costosa realización, de ahí que el refrán aconseje adquirirlas ya terminadas.
Entre col y col, lechuga
El refrán advierte especialmente sobre la necesidad de variar las acciones para evitar el cansancio y el aburrimiento por la monotonía. Al mismo tiempo, es de común aplicación a los discursos e intervenciones orales, puesto que aconseja alternar el meollo de la cuestión con anécdotas, dichos o breves historias ilustrativas. Otro significado alude al hecho de que, en ocasiones, nos sucede alguna cosa buena en medio de muchas desgracias. La lechuga, por ser tierna y jugosa, destaca entre las coles, que son más duras y sosas.

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