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terça-feira, 6 de novembro de 2012

TRADUCCIÓN




“El traductor está al servicio del autor”
Selma Ancira



Alejandro Flores / El Economista

Con modestia y generosidad, notables tratándose de un persona con larga y reconocida trayectoria, la ganadora del primer Premio de Traducción Literaria Tomás Segovia, Selma Ancira Berny (México, 1956), da respuesta a la pregunta: ¿Qué tan valiosa es la labor del traductor? Selma, desde el otro lado del Atlántico, contesta al teléfono: “No se puede generalizar, hay traductores que se valoran, hay otros que no. El traductor está al servicio del autor”.
Al interior de la cafetería del Palacio de Bellas Artes, Angelina Muñiz, Celia García Huidobro, Daniel Divinsky, Consuelo Sáizar, Nubia Macías, María Luisa Capella y Joaquín Díez-Canedo anuncian el premio y se les enlaza vía telefónica con la traductora, quien sorprendida y emocionada hasta el llanto agradeció el galardón.
El Premio de Traducción Literaria Tomás Segovia se instituyó el 22 de agosto del presente año, con un monto en pesos equivalente a 100,000 dólares estadounidenses, para subsanar el poco reconocimiento que se ha dado al trabajo del traductor. El premio reconoce traductores tanto de otras lenguas al español como del español a otras lenguas. En esta ocasión, el jurado, conformado por Daniel Divinsky (presidente), Celia García-Huidobro, Angelina Muñiz-Huberman, Felipe Garrido y Fabio Morábito, otorgó por unanimidad el premio a Selma Ancira Berny.
Selma Ancira Berny estudió Filología rusa en la Universidad Estatal de Moscú y después hizo estudios de griego moderno y de literatura griega en la Universidad de Atenas y es hija del reconocido actor Carlos Ancira.
Ha traducido al español casi toda la obra en prosa de Marina Tsvietáieva, obras sueltas de Alexander Pushkin, Nikolái Gógol, Fiódor Dostoievski, Mijaíl Bulgákov, Borís Pasternak, Serguéi Eisenstein, Nina Berbérova, Bulat Okudzhava e Izrail Metter, entre otros. De Lev Tolstói, principalmente, hizo la traducción de los Diarios en dos tomos (ERA, 2 vols. México, 2001 y 2003; Acantilado, España, 2 vols. 2002 y 2003) y una caudalosa selección de su Correspondencia (ERA, México, 2005 y 2007; Acantilado, España, 2008). Entre los griegos del siglo XX ha traducido la ensayística de Giorgos Seferis, poemas de Yannis Ritsos, el teatro de Iakovos Kambanelis y la novela Loxandra de María Iordanidou.
“Llevo más de 30 años traduciendo y he aprendido que es un trabajo para el que no existe fórmula alguna. El secreto está en tener el oído aguzado para escuchar al autor y entender lo que pide al momento de ser traducido”, añadió Selma.
“Mientras más talacha haces, más aprendes”, dijo entre las sonrisas del presídium.
En conferencia de prensa, la autora mencionó que actualmente está traduciendo la obra de Marina Tsvietáieva y que además tiene planes de volver a trabajar a Tolstoi. “Entre más conoces a un autor, mejor puedes traducirlo”. Selma Ancira mencionó que sentía una dicha inconmensurable y que se trata del mejor reconocimiento que ha recibido. Aprovechó para compartir el premio con sus correctores y editores.
El galardón está dotado de 100,000 dólares estadounidenses y se entregará el próximo 25 de noviembre en el marco de la FIL de Guadalajara. El Conaculta, el FCE y la FIL entregarán el premio. Tomás Segovia, en cuya memoria se ha nombrado a este premio, definía la traducción como “la experiencia más radical de una lengua, y en cierto sentido más radical aún que la creación, porque por el hecho de estar mirando dos lenguas a la vez se tiene la doble visión que da tener dos ojos, y hay una visión en profundidad que a veces el creador no tiene”.
aflores@eleconomista.mx

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