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quinta-feira, 23 de maio de 2013

Fusión



(“Este tipo de fenómeno de sustrato ha escapado a la atención de los estudiosos porque casi no ocurre en la lengua general.”)
En algunas regiones rurales abundan las palabras formadas por raíces castellanas y sufijos precolombinos. Esta composición se origina en áreas de bilingüismo y luego pasa a zonas monolingües, como La Rioja o Catamarca, en el caso del quechua.
Un estudioso de las lenguas en contacto del NOA, Ricardo Nardi, detectó decenas de ellos. Uno es el sufijo -na, que indica ‘acción’, ‘instrumento’ y ‘lugar’. Así, raspana, instrumento usado por las tejedoras para desenredar la urdimbre o el empleado por las alfareras para alisar los objetos modelados con arcilla cruda. Otras: mudana, picana, hachana, saltana, etc.
También el diminutivo -la, como en vidala (= ‘vidita’), nombre de la canción tradicional norteña, o el verbalizador -cha, que aparece en culanchar ‘retroceder’, pilachar ‘desnudar’ (< pila, desnudo), entre varios. Escritor diurno

Escribo a mano y hago muchas, muchas correcciones. Diría que tacho más de lo que escribo. Tengo que buscar cada palabra cuando hablo, y experimento la misma dificultad cuando escribo. Después hago una cantidad de adiciones, interpolaciones, con una caligrafía diminuta.
Me gustaría trabajar todos los días. Pero a la mañana invento todo tipo de excusas para no trabajar: tengo que salir, hacer alguna compra, comprar los periódicos. Por lo general, me las arreglo para desperdiciar la mañana, así que termino escribiendo de tarde. Soy un escritor diurno, pero como desperdicio la mañana, me he convertido en un escritor vespertino. Podría escribir de noche, pero cuando lo hago no duermo. Así que trato de evitarlo.
Siempre tengo una cantidad de proyectos. Tengo una lista de alrededor de veinte libros que me gustaría escribir, pero después llega el momento de decidir que voy a escribir ese libro.
Cuando escribo un libro que es pura invención, siento un anhelo de escribir de un modo que trate directamente la vida cotidiana, mis actividades e ideas. En ese momento, el libro que me gustaría escribir no es el que estoy escribiendo. Por otra parte, cuando estoy escribiendo algo muy autobiográfico, ligado a las particularidades de la vida cotidiana, mi deseo va en dirección opuesta. El libro se convierte en uno de invención, sin relación aparente conmigo mismo y, tal vez por esa misma razón, más sincero.

Italo Calvino. Cómo escribo.


Gastar

Verbo transitivo. Argentina. Coloquial. Embromar a alguien, hacerlo objeto de burlas.
Por último, en otro de los carteles se eligió una canción de la hinchada de Boca: “Ramón decime qué se siente no entrar a una internacional… Te juro que como a las gallinas, siempre te vamos a *gastar*. Vos te fuiste a la B, y como hincha no aceptás, que la mancha de la B vas a llevar. Che Ramón vos sos cagón, careteas ser el mejor y los pibes tienen más huevos que vos”.
Los afiches, con el recuerdo para River y los chupetines de Ramón. En: Clarín. Buenos Aires, 16.05.2013.

No bajar los brazos

Locución verbal. Coloquial. Persistir en un esfuerzo o en la búsqueda de una meta.
Pero Gaspar *no baja los brazos*, es entusiasta, joven, y conoce las cosas que se hacen en otros lugares del mundo. Estudió en Londres y trabajó en Nueva York, justamente en algo muy parecido a lo que propone para las autopistas de Buenos Aires. “Trabajé en el High Line Park de Manhattan, es un parque urbano que se construyó sobre una línea elevada de ferrocarril: ahora es una súper atracción turística y la gente lo usa como lugar de esparcimiento. Acá se podría hacer algo igual”, me explica y le brillan los ojos.
Miguel Jurado. Autopistas para pasear y caminar por la ciudad. En: Supl. “Arquitectura”. Clarín. Buenos Aires, 09.05.2013.

Fecalismo

Sustantivo masculino. Contaminación producida por el tratamiento inadecuado de la materia fecal, tanto la que permanece al aire libre como la desechada en tachos de basura comunes.
Al *fecalismo* canino al aire libre se agrega el producido por gatos, aves, palomas y roedores, inclusive el del ser humano. Esto produce un problema sanitario muy serio, que se suma a los altos índices de contaminación de las grandes ciudades como Buenos Aires.
La materia fecal que se deja en plazas y veredas se seca y se transforma en polvo. Contribuye a la polución del aire, del acuífero subterráneo, de depósitos de agua, de lugares de esparcimiento y, además, de diversos alimentos elaborados en la vía pública.
Miguel A. Lacour. Tu perro y su caca, un problema de todos. En: Supl. “Entremujeres”. Clarín. Buenos Aires, 16.05.2013.

Asombrado, da

Adjetivo. NE de la Argentina. Embrujado.

PK: ¿Por qué no? Dale.
RA: Bueno, yo vivía en una casa asombrada, le dicen *asombrada* porque es embrujada, mirá que cosa hermosa. Viene del asombro, casa asombrada, eso no lo dijo ningún poeta, fue el pueblo, mirá vos la casa asombrada. Qué bello que es eso, lo dice todo, el asombro, la casa que está asombrada, de ojos asombrados. Y yo vivía ahí y cuando vamos a vivir ahí, una señora, una tal Porota, una rubia, le dice a mi madre, “María, si escuchás alguna cosa rara en la casa…” Eso era un cuento de Dostoievski, de Quiroga, era una casa alucinante. Dice: “No hagas caso si ves que algo se mueve, ruidos o algo, no hagas caso, es el carácter de la casa.”
PK: ¿Y pasó algo?
RA: Ocurrían cosas raras ahí, no tenía luz eléctrica, andábamos con un candil de una habitación en otra. Esa casa era de un señor que se llamaba Grau, que tenía una serie de panaderías en escala, mi padre era panadero también, aparte había sido cónsul argentino en Brasil, en Sao Borja, porque nosotros vivíamos en Santo Tomé, que está enfrente, y de ahí nos fuimos a Posadas. De ahí nos llevamos un perro, que se llamaba El Niño, todo blanco, porque nació el día de Navidad, se llamaba así por el niño Jesús. Ese perro un día estaba en el patio y ladraba desmesuradamente, miraba y ladraba, porque allá las puertas, esas puertas traseras, son puertas chicas, son tablas unidas, que tienen un espacio entre tabla y tabla de 2 o 3 centímetros, es decir, que podés ver de afuera para adentro y también de adentro para afuera. El perro estaba atado atrás, era medio bravito, grande era, ladraba desesperadamente, y unos vecinos que se llamaban Alegrete, vinieron a ver qué pasaba y se veía una llamarada adentro de la cocina, que subían y bajaban, verdes. Se arrimaban a ver y cuando se arrimaban desaparecía la llama. Vos llamale cierto, mentira, creer o reventar, no sé.
Patricia Kolesnikov. Ramón Ayala: “El hombre es el eje del paisaje”. En: Ñ. Revista de Cultura. Clarín. Buenos Aires, 09.05.2013.

Subsistemas que conviven

Thomas Gainsborough. Mr. and Mrs. Andrews 1748-1749
(“La Sra. Noemí Machado asistió con su esposo, el Ing. José Machado.”)
La Ortografía de 2010 afirma que es cada vez menos usual enunciar el nombre de una mujer casada empleando “el apellido del marido precedido de la preposición de tras el apellido propio de la esposa” (Juana Núñez de Aguilar). Independientemente de los avances jurídicos en el modo de documentar la identidad, esta fórmula tradicional integra con otras un paradigma remanente que podría llamarse “De la individualidad aplastada”.
Incluso en la actividad profesional, todavía hay mujeres que se presentan al mundo solo con su nombre de pila más el apellido del marido, y sin mediar preposición alguna que indique ‘esposa del Sr. Tanto’. Por ejemplo, Ana Pérez de Toledo dice ser Ana Toledo, al modo de los países de habla inglesa.
Y el Pérez de nacimiento quizá reaparezca al morir o, con suerte, después de unas largas sesiones de psicoanálisis.


Embuchado, da

Adjetivo. Uruguay. Repleto, al límite de su capacidad.
En diálogo con Telenoche (El Trece), el mandatario explicó: “Nosotros no controlamos, al contrario, el Estado está comprando dólares para que no baje más. Acá pasa al revés de lo que pasa en Argentina. Nos tiene podrido la cantidad de dólares que vienen. El Gobierno está *embuchado*, atorado”.
Con respecto a la situación que pasa en Argentina, el dirigente del Frente Amplio opinó que “los argentinos siempre han tenido el afán de tener su ahorros guardados en dólares, desconfían mucho de la moneda nacional, no sé lo que pasa”.
Mujica: “Los argentinos desconfían mucho de la moneda nacional”. En: La Razón. Buenos Aires, 15.05.2013.

Portadora

Adjetivo. Se dice de la mujer que subroga a otra para llevar a término en su vientre el desarrollo del embrión ajeno que se le implanta.
El contrato entre ambas partes incluía una cláusula de interrupción del embarazo en caso de malformaciones graves, y pese a que la mujer le ofreció 10 mil dólares extra, Kelley se negó a interrumpir el embarazo aduciendo razones religiosas y morales. “No voy a jugar a ser Dios”, dijo, y hasta se mudó a otro Estado para sentirse respaldada por la ley (se fue a Michigam, donde consideran a la madre *portadora* de vientre la responsable legal del bebé en casos como este).
Madre subrogante se niega a abortar a un bebé al que le encontraron una malformación durante el embarazo. En: “Entremujeres”.

Clarín. Buenos Aires,
Publicado por Susana Anaine

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