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segunda-feira, 5 de agosto de 2013

ANGLICISMOS

Frente a unas nuevas invasiones inglesas
Por Graciela Melgarejo | LA NACION
Twitter: @gramelgar | Mail: lineadirecta@lanacion.com.ar |


Los indignados no aparecen solamente en el campo político y social. Hay también lectores "indignados" por la aparición un poco frívola de ciertas palabras y expresiones en inglés que tienen sus perfectos equivalentes en nuestro idioma y que, incluso, existen de antes de que la moda irrumpiera y se enseñoreara del discurso.

En un correo electrónico, Conrado Solari Yrigoyen se pregunta: "¿En qué idioma corremos? En la Argentina ya está muy instalada la palabra running para referirse al deporte de correr a pie. Lejos quedó de nuestra memoria la palabra «aerobismo» que se había empezado a usar años atrás".

Continúa el lector: "Leo en el suplemento LNCorre de este diario frases de este estilo: «Los motivos que llevan a un runner a practicar este deporte están asociados al estado físico». Y me pregunto: ¿por qué se prefiere el uso de runne r al de corredor ?"

El correo electrónico es muy extenso e igualmente rico en observaciones acertadas. En el final, Solari Yrigoyen vuelve a preguntarse: "¿Por qué hablamos así? ¿Lo hacen por igual otros países latinoamericanos, o todos los hispanoparlantes? ¿Somos tilingos y despreocupados por nuestro idioma?, ¿encontramos en cada una de esas palabras, particularmente en las anglosajonas, definiciones más precisas o escuetas que en sus equivalentes en castellano?"

Interrogantes parecidos recorren también el mundo del periodismo hispanohablante. El lunes pasado, en un informe sobre el encuentro "El español, lengua internacional y del conocimiento", la agencia EFE recogía opiniones del periodista y subdirector de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), Javier Lascurain. Éste se manifestó convencido de que ni los periodistas han relajado la costumbre de escribir las noticias con corrección ortográfica y gramatical, ni de que las redes sociales hayan afectado esos modos, y también se refirió a la supuesta invasión de términos en inglés: "Es inútil combatir la invasión de anglicismos si no nos esforzamos por buscar alternativas en español".

Es cierto que la preocupación por el exceso de anglicismos (al fin y al cabo, todavía es la lengua del "imperio") ha llevado a las Academias a manifestarse de distintas formas y en distintos soportes. Por ejemplo, el 22/7, la Real Academia Española, desde su dirección oficial en Twitter, hacía circular este tuit: " RAE@RAEinform a #RAEconsultas Sobre alternativas españolas al anglicismo «light», véase http://ow.ly/nbWfZ ". El enlace de la RAE remite al Diccionario panhispánico de dudas (2005) y a la entrada correspondiente. El lector que decida tomarse el trabajo de seguir esta indicación verá que light puede ser reemplazado en sus diferentes sentidos, y muy bien, por varias palabras y expresiones equivalentes en español.

Ahora bien, quién de nosotros tendrá el coraje de salirse del rebaño de la moda, quién luchará contra la tentación de usar esa palabra que "todo el mundo" dice o escribe, para volver tranquilamente a las agradables sonoridades del idioma nuestro de todos los días. Son los peligros del oficio.

© LA NACION.

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