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quinta-feira, 17 de julho de 2014

MALTRATO DEL IDIOMA

Carteles populares con errores garrafales
OPINIÓN: "A MENOR FORMACIÓN ACADÉMICA, MÁS FALTAS ORTOGRÁFICAS 
EN EL IDIOMA POPULAR”, ASÍ SE EXPRESA EL DOCTOR MANUEL MATOS 
MOQUETE.


Saiury Calcaño
Santo Domingo


Muchas de las avenidas, calles y callejones del país están atiborradas de una publicidad popular cuya particularidad es un atentado al segundo idioma más hablado en el mundo.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la ortografía como una parte de la gramática que enseña a escribir correctamente, por el acertado empleo de las letras y los signos auxiliares de la escritura.

Sin embargo, en la mayoría de carteles usados para promocionar las bondades de bienes y servicios es notorio el maltrato del idioma.

Las faltas ortográficas más comunes son la confusión en el uso de “B” y “V”, escribir “Y” por “LL”, “S” por “C” y viceversa, así como la ausencia de la “H” donde debe ir. Resulta chocante que incluso los errores se observen en algunos centros educativos, donde se supone que sus directores y personal docente deben velar por el uso correcto del idioma español.

Origen del problema
Al preguntarle sobre el origen de este fenómeno, el académico y escritor Manuel Matos Moquete expresa que las faltas ortográficas en los carteles son de la misma naturaleza en comunidades diferentes, no es exclusivo de un sector.

“No es un mal nuevo. Es el mismo que encontramos desde hace varias décadas en los bajos índices de los estudiantes dominicanos en todas las evaluaciones nacionales e internacionales sobre lectura y escritura, y que luego se refleja con una alta frecuencia en todas las situaciones de los dominicanos, sin importar las edades y las ocupaciones”.

El también ganador del Premio Anual de Novela afirma que no existe un lugar específico para encontrarse con este deterioro del lenguaje, pues en todos los espacios públicos, tanto en los barrios como en el centro de la ciudad, se producen errores ortográficos por carencia de formación o por descuido de los propietarios o de los autores de los carteles.

Sin embargo, aclara que “no es menos cierto que a menor formación académica, más faltas... y claro está, éstas abundan más en las comunidades con índices socioculturales más deprimidos”.

Responsabilidad colectiva
La tendencia humana ante los problemas es buscar un culpable fuera de su yo, y al hablar de los carteles con faltas garrafales que se exhiben a diario en el territorio nacional, la mayoría querrá achacarle la responsabilidad a otros individuos o entidades.

“Todos los usuarios de la lengua son los principales responsables, ya que cada uno debe manejar el español no sólo correctamente sino de manera significativa para comunicar y expresar todos los matices del pensamiento y de las emociones”, precisa Matos Moquete.

“Luego del individuo, quienes tienen a cargo las funciones de formación y orientación y quienes deben asumir un compromiso que se agrega al anterior son los maestros, las escuelas y colegios, los funcionarios del Estado, en particular de Educación y de Cultura, las universidades, pero también los medios de comunicación. En resumen, las faltas ortográficas de los carteles tienen autores materiales y autores intelectuales”, comenta el académico.

El lingüista considera que la causa número uno de este mal en el país radica en la falta de formación general y el poco uso de las expresiones de la lengua.

“Estamos hablando de grupos o de sociedades con un analfabetismo funcional elevado y en las que la comunicación oral espontánea es casi la forma exclusiva del intercambio lingü.stico”, indicó.

Posible solución
Sobre si el Plan Nacional de Alfabetización “Quisqueya aprende contigo” puede mejorar la situación, plantea que sólo si se le da continuidad, abriendo espacios y situaciones de lectura y escritura, y en general de intercambios sociales.

“Pero si esos alfabetizados se mantienen en la marginalidad socioeconómica en que han vivido, ese plan será un esfuerzo loable, pero en vano”.

(+)
PREOCUPACIÓN EN LOS DOCENTES
Faustino Pérez, profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), publicó en el año 2005, la obra “Letreros Populares Dominicanos”, el cual es una recopilación hecha por estudiantes de Arte y Comunicación, quienes capturaron los carteles más visibles a la hora de hablar de faltas ortográficas.

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