Translate

quarta-feira, 14 de janeiro de 2015

EL IDIOMA MATERNO


fabio_morabito_fullblock

El idioma materno, 

de Fabio Morábito



Pável Granados
No me queda claro a qué se refiere el tema que da título a este libro. No sé si el idioma materno del autor es el italiano y de qué manera lo ha determinado a lo largo de la vida. Tal vez hay una membrana que separa esa primera lengua del mundo del idioma español. Pero tampoco es muy preciso al hablar de ese tema. Entonces, ¿qué tenemos en estas páginas? Una larga serie de breves capítulos con someras reflexiones sobre la literatura y la vida. Temas típicos de la escritura, tales como subrayar los libros, leer poesía, las traducciones, hablar con los periodistas, entre otros muchos. Mientras los leía trataba de explicarme por qué me irritaban tanto, por qué cada uno de ellos me producía tanto malestar. Cada texto, me parece, pretende decir que el escritor tiene acceso a un secreto que los lectores comunes no podrán conocer. El escritor parece un ser aparte que se ríe de los rituales comunes de los lectores, tiene que pensar distinto y ver más que los otros. El escritor reflexiona de otro modo, y eso lo pasan por entero los lectores comunes. Todo lo que le ocurre tiene moralejas “literarias”. Su espíritu es exquisito. Pero no lo sabremos, porque no se puede reflejar en la literatura, no lo podríamos comprender. No conocemos ni nos imaginamos las verdades de la literatura. El autor nos dice que el auténtico lector no se detiene en las frases sino que aprecia el conjunto: de ahí la inmadurez de subrayar los libros, pues eso lo hacen lectores que se detienen a admirar un ladrillo en vez de apreciar el edificio. Ese aire de superioridad se respira en todas las páginas. Pero no todos los escritores son iguales, por sobre de todos está el poeta. Los prosistas saben más o menos hacia dónde va su texto; el poeta, en cambio es poseído por el lenguaje y no sabe hacia dónde va. Me pregunto si esta idealista reflexión se puede aplicar a la mayor parte de los grandes poetas, pues pienso inmediatamente en dos excepciones, dos autores que planeaban sus versos: Góngora y Poe. Por otra parte, ninguno de los dos estarían de acuerdo en dividir su oficio en “redactar” y “escribir”, como lo hace el autor de El idioma materno. Siguiendo sus ideas, tendríamos que colocar a Góngora y a Poe como “redactores” que buscaban textos planeados, enfocados a crear efectos literarios. Fabio Morábito entonces entraría en la categoría superior de “escritor”, porque participa de ese conocimiento secreto del artista. Pero lo realmente molesto del libro son las absurdas conclusiones de sus lecturas. Afirma que el interés del conde Drácula es hablar inglés “como cualquier nativo” y que para ello necesita convertirse en otra persona, porque Drácula piensa que “pasar de un lengua a otra exige la mutación del ser”. Naturalmente, es la libre interpretación del ensayista, pero llama la atención que sus deducciones sean siempre “estilísticas” (no sabría ponerle un mejor adjetivo a su forma de hacer de la literatura un fetiche). Siempre, las de un escritor original que es capaz de ver lo que otros no. Por desgracia, sus observaciones no son más que recetas, a partir de las cuales construye sus textos. Hablé antes de la soberbia del autor. Ningún pasaje como el que le dedica a Homero (“El temblor de Troya”). En él afirma que hoy se sabe que Troya cayó a causa de un temblor en una jornada tan indescriptible y caótica como para que la literatura de la época la pudiera desmenuzar. De ahí que Homero, “con la pobre retórica a su disposición”, decidiera inventar un caballo de madera para explicar la victoria de los aqueos. Al autor le parece que la retórica de Homero es pobre… Y si bien la mención del caballo le ocupa unas líneas de la Odisea, al autor de este libro le parece que luego de relatar la complejidad de algunos días de la guerra de Troya, no tiene la capacidad de relatar el caos de un temblor. Bueno, como se decía en la antigüedad, si hasta el buen Homero dormita a veces, también lo pueden hacer los autores que le sonríen condescendientemente.

Fabio Morábito, El idioma materno. México, Sexto Piso, 2014.

Nenhum comentário:

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA gepetear , neologismo válido   El verbo  gepetear  es un neologismo válido que se emplea en ocasiones con el senti...