Los chaqueteros que cambiaban de
casaca en
tiempos de la Reforma protestante
Día 03/03/2015 - 01.11h
Dentro del extenso y rimbombante argot futbolero,
pocos atributos hay tan despectivos como que nos atañe
En el argot futbolero, pocos atributos hay tan despectivos como el de chaquetero. Cambiar de equipo en función de los títulos cosechados es una aberración más habitual de lo que parece. Primero soy del Real Madrid, luego del Barcelona y ahora que los guerreros del 'Cholo' Simeone retornan a la élite, me hago del Atlético. Así funciona la mente de nuestro protagonista, un aficionado de postín que se caracteriza por resaltar su pasión descontrolada en comparación con los demás.
Pero no solo del fútbol vive el chaquetero. En palabras de Pancracio Celdrán, autor de «El Gran Libro de los Insultos», publicado por la editorial La Esfera, se dice así al «oportunista y cínico pronto a cambiar de bando si pintan bastos en el que milita. Pero también de quien se sube al carro del vencedor , deserta de las banderas que servía y olvida a los amigos de siempre». No obstante, el término también hace referencia a quien abandona un partido o credo para caer en brazos de otro.
Esta acción ruin está documentada desde mediados del siglo XVI, y ya por aquel entonces, se la denominaba 'cambiar de casaca'. Según Celdrán, esta expresión pudo haberse originado en tiempos de la Reforma protestante y sus guerras de religión. «Católicos y luteranos vestían casacas de colores diferentes con forro cambiado: el de la casaca protestante era del color de la casaca católica, y viceversa. Como deserciones y traiciones eran frecuentes, a quien se pasaba al bando contrario le bastaba con volver la casaca del revés, a fin de prevenir al antiguo enemigo de sus intenciones de abrazar su causa».
De la casaca a la chaqueta
Así, el cambio de casaca se llevaba a cabo de la misma manera que hoy se cambia de chaqueta. Pero como viene siendo tónica habitual en el amplio abanico de insultos que abarca nuestro vocabulario, en función del punto donde se pronuncie varía su significado. «En Teruel: adulador; en otros puntos de España se predica de la persona desleal y aprovechada que muda de bando y opinión si entiende que hacerlo le beneficia. En puntos de la Ribera de Navarra llaman chaqueta vuelta a quien por intereses personales deja en la estacada a aquellos con los que tenía obligación de fidelidad y seguimiento», relata el autor.
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