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sexta-feira, 21 de agosto de 2015

DEFENSA DEL IDIOMA

¿Sabe el uso del donde, adonde, a donde y dónde? 

Aquí algunas recomendaciones para que le entiendan lo que quiere decir.

 
Consejos para mejorar la ortografía.
Foto: Archivo / EL TIEMPO
Consejos para mejorar la ortografía.
Las nuevas percepciones del mundo virtual generan muchas dudas respecto al lugar que ocupamos. Esas impresiones se notan más en los mensajes de texto, en Facebook (ese “carelibro” donde la fama se disuelve porque se masifica), en las llamadas por teléfonos móviles (donde nos sentencian a ser marcados o timbrados), en correos electrónicos (tan impersonales como los trenes urbanos) y en los modernos trinos (muy fugaces, vuelan sin alas y hasta acallan a los pájaros).
Esa descomunal e irrefrenable avalancha de mensajes parece un alimento servido, no en un plato, sino en un estadio: sobresatura y no alimenta.

Quizás por eso mucha gente no sabe ahora “a dónde” va o “dónde” va. Muchos ingenuos, luego de las vacaciones, se preguntan si visitaron el sitio “adonde” les recomendaron o “a donde” les aconsejaron. Existe la posibilidad de que mencionen el recinto “en donde” estaban o “donde” estaban.
Examinemos los siguientes ejemplos para despejar algunas dudas frecuentes acerca de cómo escribir esas expresiones, unidas, separadas, con tilde o sin tilde, y de cuáles son los casos puntuales donde cada una se aplica:
1. El primer “donde” es un adverbio de lugar. Equivale a decir “en el lugar que” o “en el sitio que”. Ejemplo: El libro está donde lo dejé (el libro está en el lugar que lo dejé). El “donde” solito indica quietud, estatismo.
2. Ese mismo “donde” se modifica al anteponer las preposiciones a o de, para indicar destino o procedencia. Voy a donde me dijiste (es decir, se dirige hacia allá)… Vengo de donde me recomendaste (viene de allá).
3. Normalmente, se emplea “a donde” si no existe un antecedente. Atentos: Un amigo recomienda visitar París; al regresar de esa ciudad, se dirá: “Fui a donde me aconsejaste” (es decir a París, porque en la oración no se mencionó “París”) o podrá decir: “Fui a París, adonde me aconsejaste” (se escribe unido, “adonde”, porque se mencionó el lugar: París).
4. En otro caso, un amigo recomienda visitar el Castillo (o Fuerte) de San Felipe de Barajas, en Cartagena, entonces se escribirá: “Fui a Cartagena, a donde me dijiste” (es decir, al Castillo de San Felipe). Si escribe “fui a Cartagena, adonde me dijiste”, se referirá puntualmente a la Ciudad Heroica.
5. “¿Y la tilde?”, preguntará algún concentrado lector que se desplaza a diario por Bogotá. Ésta se usa cuando la expresión tiene el significado de “en qué lugar”, “a qué lugar” o “de qué lugar”, si corresponde a quietud, procedencia o destino.
6. “¿Dónde vienes? / Pues, en un autobús de Transmilenio”. “¿De dónde vienes? / De la casa”. “¿Por dónde vienes? / Por la Autopista Norte”. “¿A dónde vas? / A la Universidad o al trabajo”.
7. El periodista español Álex Grijelmo considera redundante la expresión “en donde”, porque la preposición “en” indica lugar y “donde” también”. Por tanto: “No sé dónde (en qué lugar) dejé las llaves”, en lugar de “no sé en dónde dejé las llaves” (redundante).
Por fortuna, en las comunicaciones frecuentes hay quien responde con absoluta precisión:
-¿Dónde fuiste a vacaciones? / En un avión.
Con vuestro permiso.
JAIRO VALDERRAMA V.
Profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana

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