“Vivir” un idioma es la mejor forma de
aprenderlo
Especialistas explican por qué algunas lenguas resultan más fáciles de aprenderlas que otras.
http://m.lagaceta.com.ar/nota/717185/sociedad/vivir-idioma-mejor-forma-aprenderlo.html
Pese a todo, la familiaridad de estos idiomas puede resultar contraproducente. “Muchos no creen necesario seguir estudiándolos por la sencilla razón de que ‘me puedo hacer entender’”, advierte la lingüista Beatriz Gabbiani, de la Universidad de Montevideo (Uruguay), en una charla que mantuvo con BBC Mundo explicando cuáles son los idiomas que les resultan más fáciles y más difíciles a los hispanohablantes.
A la hora de aprender un nuevo idioma hay que tener en cuenta múltiples factores. Si bien cada lengua posee su complejidad, algunas se muestran más fáciles de asimilar que otras. Los lingüistas coinciden en considerar a la lengua materna como un factor determinante en ese aprendizaje. “Al ser un lenguaje-raíz, es decir, el primer punto de contacto que alguien forja con una lengua -que es la lengua que el niño escucha desde el vientre de la madre-, los sonidos de la voz (fonemas) que no logran ser aprendidos en esta primera etapa generan una ‘sordera lingüística’ a los términos provenientes de idiomas extranjeros”, afirma la profesora de italiano Rita Orlando. Es, por tanto, esencial una correcta asimilación de la lengua materna para la adquisición de otros idiomas. “A las lenguas maternas también se las llaman ‘nacionales’, puesto que es la que uno comparte con otros en su lugar de nacimiento”, agregó la docente.
También existe el bilingüismo: “estos casos se dan mayormente en regiones donde coexisten dos o más idiomas o dialectos”, explicó Güido Trapani, políglota y traductor tucumano, quien habla español, portugués, italiano, francés e inglés, y actualmente reside en Inglaterra. “El hablante bilingüe puede adaptarse de forma sencilla al cambio de registro lingüístico; sin embargo, sin la práctica constante terminaría preponderando el idioma que es más ejercitado”, indicó.
La fonética y la gramática
Hay muchos casos en que ciertos idiomas -más allá de tener o no raíces de parentesco- son más aprehensibles que otros: “el inglés posee una estructura gramatical sencillísima frente a otras lenguas como, por ejemplo, el alemán. Y lo curioso es que ambos pertenecen a los idiomas de cuna anglosajona”, asegura Susana Herrero,especialista en filosofía del lenguaje. La clave para comprender idiomas no reside en compararlos, “sino en captar la lógica sintáctico-gramatical que los estructura, porque a pesar de tener un mismo tronco común, cada idioma perfila con el tiempo su propia arquitectura”, advirtió Herrero.
En cuanto a idiomas cuya organización es muy disímil (es el caso del chino, el japonés, el coreano o el vietnamita), no sólo difieren en su gramática y su fonética, sino también en su alfabeto y sus modalidades sígnicas. “Los idiomas indoasiáticos suelen ser logográficos, o sea, símbolos o caracteres distintos de la escritura lineal de los lenguajes occidentales. Lo mismo ocurre con lenguas indígenas (maya, quechua, aymará) donde los signos de su escritura se develan como pictogramas: símbolos que muestran formas parecidas a cosas u objetos. Estos idiomas suelen ser sumamente complicados de comprender para los hablantes del castellano”, expresó Susana.
Con todo, el secreto -según Trapani- está en experimentar y vivir el idioma que quiere cultivarse. “Muchas veces uno no logra familiarizarse con una lengua hasta que pasa un tiempo en la región donde se la habla. De este modo, el diálogo directo fomenta considerablemente lo que los lingüistas llaman ‘adopción idiomática’, al punto que –tras muchos años de convivencia con los hablantes– el idioma extranjero se convierte así en su segunda lengua”, explicitó. La combinación entre el estudio formal y el diálogo vivo es la manera más eficiente y efectiva de aprender a hablar y escribir en otro idioma.
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