Dos nuevas palabras
en la lengua política
Su uso hasta el momento ha sido reducido a una minoría muy pequeña de conocedores de
los temas en las cuales pueden aplicarse. Algo parecido ocurrió hace unos años con el
término “sicario”, es decir “asesino a sueldo”, originada en la antigua Roma, hace dos mil
años, siglo más, siglo menos. Resurgió a consecuencia de ese tipo de crímenes cometidos
sobre todo por adolescentes o jóvenes adultos contratados por los narcotraficantes.
Para comenzar, se debe echar mano del Diccionario de la Lengua Española, o DLE
(antes DRAE), y ese es el tema de este artículo.
Gobernanza es una palabra utilizada en español desde alrededor del año 1600 y aparece en
el Diccionario en 1803. Desde el siglo pasado, su definición es “arte o manera de gobernar
que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional
duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía” (DLE, 2014, página 2007). Se le define también como una palabra utilizada desde la década de 1990 para designar la eficacia, calidad y buena
orientación de la intervención del Estado, que proporciona a este buena parte de su
gobernabilidad en una “nueva forma de gobernar” en la globalización posterior a la caída del
muro de Berlín (Wikipedia).
Por su parte, resiliencia es, según el DLE, “1. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente
a un agente perturbador o un estado o situación adversos. 2. Capacidad de un material,
mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la
que había estado sometido” (Pág. 1,906). En el primer caso, abundan los adjetivos y juicios
(duradero, buena orientación) y conceptos (desarrollo económico). La importancia de ambos
términos radica en estar presentes en el plan de acción estadounidense para el istmo
centroamericano, y el ya mencionado acuerdo en qué significa cada una de las dos resulta,
vale la pena repetir, urgente.
El dominio del español del embajador estadounidense Luis Arreaga le permite tenerlo muy
claro.
Algunos otros términos fundamentales en la posición de Estados Unidos son más fáciles de
tener claro: prosperidad, seguridad y gobernabilidad, esto último “el arte de gobernar”.
El embajador Arreaga conoce los conceptos de idioma oficial y de la Asociación de
Academias de la Lengua Española, entre ellas la Real Academia, encargadas de definir las
palabras en español. Legalmente, incluso, el significado y la validez legal de las palabras lo
decide el DLE y las academias, y Guatemala debe pedir el uso del idioma definido según
estas instituciones, no cualquier entidad o persona, pues lo hará según su interés.
Cuando Estados Unidos habla en español debe emplear las definiciones válidas,
a fin de evitar imposiciones o discusiones innecesarias y equivocadas.
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