La palabra
esmog, con e inicial antes de la s, es la
adaptación al español
de smog, término que hace referencia a la ‘
niebla mezclada con humo y partículas en suspensión, propia de las grandes ciudades’.
En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «China, la mayor economía de Asia, se ganó hace rato una reputación por sus cielos con smog», «Un fenómeno común en varias ciudades del mundo que se da como consecuencia de la contaminación atmosférica es el smog fotoquímico» o «En lugares con smog, aproximadamente uno de cada seis niños sufre de asma».
Tanto el
Diccionario de la lengua española como el
Clave registran la adaptación
esmog, con la vocal
e de apoyo antes de la
s, tal como ocurre en voces como
estrés,
esnob o
esprínter.
Por su parte, el
Diccionario panhispánico de dudas señala que, del mismo modo que el anglicismo
smog es un acrónimo formado a partir de
smoke y
fog, también se documenta el acrónimo
neblumo, creado a partir de
niebla y
humo, aunque su uso es menos frecuente.
Así pues, en los ejemplos iniciales habría sido preferible escribir «China, la mayor economía de Asia, se ganó hace rato una reputación por sus cielos con esmog», «Un fenómeno común en varias ciudades del mundo que se da como consecuencia de la contaminación atmosférica es el esmog fotoquímico» y «En lugares con esmog, aproximadamente uno de cada seis niños sufre de asma».
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