Tal como explica la gramática académica, un hipocorístico puede ser un acortamiento, es decir, una variante en la que se suprime parte del nombre, como Sebas o Lupe, de Sebastián y Guadalupe, respectivamente, o puede adoptar una forma especial, sin relación obvia o directa con la original, como Pepe o Paco (de José y Francisco). En cambio, un diminutivo se basa en añadir, sin una alteración sustancial del nombre real, el correspondiente sufijo, como Clarita y Lorencín, de Clara y Lorenzo. Los hipocorísticos a menudo tienen un diminutivo (Charito y Manolito, de Charo y Manolo), aunque el proceso inverso, por el que se crea un hipocorístico a partir de un diminutivo, es mucho más infrecuente (Pita, de Lupita o de Guadalupita). |
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