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terça-feira, 12 de março de 2019

FUNDÉU


LA RECOMENDACIÓN DIARIA
rebelarse contra,
mejor que rebelarse a
 
El verbo rebelarse introduce con la preposición contra, no con a, aquello que uno se niega a obedecer o ante lo que se subleva, tal y como señala el Diccionario panhispánico de dudas.  Esta misma obra señala que también puede llevar un complemento precedido por  ante frente a.
Uso no recomendable
  • Guaidó también pide a militares rebelarse a Maduro.
  • El oficial llamó a sus compañeros arebelarse a sus superiores.
Uso recomendable
  • Guaidó también pide a militares rebelarse contra Maduro.
  • El oficial llamó a sus compañeros arebelarse contra sus superiores.
Por otra parte, se recuerda que rebelar(se), con be, significa ‘oponer resistencia’ o ‘sublevar(se)’, mientras que revelar(se), con uve, equivale a ‘descubrir(se) o manifestar(se) lo ignorado o secreto’. Por tanto, en un titular como «El joven que se reveló contra sus padres antivacunas llegó al Congreso de los EE. UU.», lo adecuado habría sido escribir rebeló.

segunda-feira, 11 de março de 2019

LIBRO DE ESTILO


Nuevo Libro de estilo: el idioma español al día

Jueves 07 de marzo de 201920:11h
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Apartando un momento la mirada de la agenda informativa más acuciante para no atosigar a los apreciados lectores, que merecen el respeto de nuestro esfuerzo buscando y atrayendo temas novedosos para no resultar machacones y repetitivos; y toda vez que luce escuálida, aletargada, sin cambios sustanciosos en su pesarosa realidad, dirijo mi atención al nuevo Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica, cual es su prolongado título. Se trata de un ejemplar que aún no se ha lanzado en México –extrañamente, a diferencia del Diccionario de 2014, de divulgación simultanea en ambos mundos– y merecía una botadura mejor que solo cruzando el Atlántico llegando a mis manos por conducto de una apreciada amiga que me lo ha facilitado, adquiriéndolo a su paso por España.
En consecuencia, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que la Real Academia ha decidido que una palabra tan controversial como “puto” puede ser empleada como un prefijo intensificador o minimizador para delinear o puntualizar expresiones que resaltan su acontecer, cual es el caso de aseveraciones tales como “puto calor”, me mueve a aludir a tan ingente esfuerzo. La decisión de la Academia nos recuerda que en materia lingüística no hay ni buenas ni malas palabras. Una colocada oportunamente queda estupenda si resuelve nuestra necesidad expresiva, tal y como lo manifestara años atrás un ilustre exdirector de la tricentenaria institución.
Así pues, viene muy bien a cuento referirse al nuevo Libro de estilo, que nos ilustra condensando reglas ya sabidas, precisándolas en más de un caso y de forma pronta, una vez que hemos visto como evoluciona entre los hablantes la irrupción de modismos que no necesariamente estaban sujetos a una simple moda frívola o perezosa cuando han sido verdaderas herramientas comunicativas que han generado polémica por su utilización en apariencia, inmisericorde o injustificada, demostrándonos de manera palmaria al quedarse entre nosotros no por la simple la concesión o debilidad de la RAE, sino porque los hablantes son quienes determinan la adopción o el desechamiento de tales o cuales. Y porque también la necesidad cambiante determina su naturalización orillando a construir las formas de expresión accesorias. Adelanto que el volumen nos castellaniza impasible “guasap” o “tuiteo”, cosa por demás sana y que responde a la luenga tradición de nuestra lengua para adaptar extranjerismos. Nada nuevo ni grave.
El Libro de estilo no elude el reto cibernético del idioma o la manera de afrontarlo de ahora en adelante y reconoce con absoluta honestidad intelectual que “desde el primer momento se tuvo conciencia de la unidad y variedad del español peninsular y americano […] la norma panhispánica tiene un carácter policéntrico, lo que significa el reconocimiento de las variedades lingüísticas de cada región que se integran en la armonía de la unidad” (p. 14). En la contraportada puede leerse “Viva […] la lengua española evoluciona y cambia cada día”. Sin pretensiones, actualiza sus reglas. Coincido plenamente con la idea de que si las academias dan cuenta y asumen la responsabilidad de guiar la senda que ha de seguir el idioma, no menos cierto es que es una corresponsabilidad de todos preservarla, por ser un patrimonio común.
El utilísimo documento va página a página refrendando intenciones en el uso adecuado del idioma que nos une y nos comunica, como una vía de expresión clara y consensuada desde luego, siendo un dispositivo eficaz de trabajo desde el ámbito profesional de la comunicación, cuyo aprovechamiento nos conduciría a una optimizada utilización del idioma. Se trata de un texto que no niega a la lengua española su deseo de modernizarse, pero clama encarecidamente por el orden y la lógica, por el esfuerzo de respetar reglas puntuales y por acceder a estadios de utilización idiomática ágiles, por no decir que no vaya de espaldas a la esencia de un medio con 27 caracteres alfabéticos y 555 millones de hablantes. No es que vaya de caniculario, pero el Libro de estilo sí que atiende adecuadamente por la forma de abordarlos, a temas que nos interesan para el mejor manejo del idioma español. Cuán oportuno resulta para todos.
Antes de poseer tal importante vademécum, verdadero botaremlingüístico, me había intrigado saber la supuesta anuencia de los versados académicos a un supuesto uso desparpajado en el criterio del empleo de los signos de interrogación (¿?) y de exclamación (¡!) que confirmo que no es tal, sino por el contrario, verifiqué en el apartado alusivo después de su ávida consulta, que la obra referida delimita y reclama con pertinencia su colocación completa y me sosiega saberlo. En efecto, el Libro de estilo expresa, en tanto concede a lo más iniciar con una “¡” y terminar con una “?” y a la inversa, combinándolas, un sentencioso mandato: “es incorrecto suprimir los signos de apertura” (p117.).
El multicitado manual no evade incorporar una sección de ortotipografía para que usanzas, firuletes, reclamos y herramientas decorativas a manera de indicadores se utilicen de manera ordenada y sin lugar a dudas, adecuada. No se pelea con emoticonos ni emojis, solo organiza su utilización para hacerlos más claros y funcionales, posicionándolo como un referente gramatical para la utilización óptima de instrumentos para la expresión y la elocución visual que abonen a la superior lectoescritura. El nuevo Libro de estilo también no pretende ser como el de un conocido diario español, sino que es más especializado, recorre los vericuetos del idioma mientras informa cuándo cabe la manera correcta de escribir vocablos tales como bitcóin o bitcoines, espaguetis, pósteres, tuaregs. Es distinto, pues posee el plus ligado a la quintaesencia de la RAE: fijar, no solo sugerir.
Me agradó constatar que en sus referenciales ya incluye a la Academia ecuatoguineana, lo cual es de celebrarse porque va completando el mapa lingüístico de nuestra vastedad. Como puede usted atestiguarlo, pasearme por sus páginas hacía sentirme como niño en zoológico. Yo le sugiero su consulta y apremio a quien corresponda a que pronto el tocho cruce la mar océana siguiendo su espíritu panhispánico del que presume y se ostenta. Lo merecemos los amantes de nuestro idioma.

FUNDÉU


LA RECOMENDACIÓN DIARIA
accidente cerebrovascular,
escritura adecuada
La expresión accidente cerebrovascular se escribe en minúscula y sin espacio ni guion entre cerebro vascular, mientras que las siglas con las que se puede abreviar dicha expresión (ACVse escriben con mayúscula. 


Uso no recomendable
  • Las personas que tienen una bajada de presión arterial podrían tener mayor riesgo de sufrir un Accidente Cerebrovascular.
  • Después, le sobrevino un accidente cerebro vascular que acabó por postrarla.
  • Su padre estaba ingresado a causa de cáncer, anemia y un reciente ACV (accidente cerebro-vascular)


Uso recomendable
  • Las personas que tienen una bajada de presión arterial podrían tener mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
  • Después, le sobrevino un accidente cerebrovascular que acabó por postrarla.
  • Su padre estaba ingresado a causa de cáncer, anemia y un reciente ACV (accidente cerebrovascular)
Los nombres de las enfermedades se escriben en minúscula, a excepción de los sustantivos propios que puedan incluir. Sin embargo, cuando aparecen abreviados mediante siglas, todas las letras de estas se escriben en mayúscula.
Por otra parte, el adjetivo cerebrovascular es un término compuesto que, al igual que cerebroespinalcefalorraquídeo vasodilatadorse escribe en una sola palabra, es decir, sin separación entre los dos elementos que lo constituyen.
Por último, resulta destacable que, tal y como se señala en el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina de España, la expresión accidente cerebrovascular presenta el mismo significado que el sustantivo ictus, con el cual se designa a una enfermedad cerebral aguda que posee un origen vascular. Así, en frases como «El accidente cerebrovascular o ictus es la principal causa de discapacidad en adultos» queda evidenciado que ambas formas se emplean como sinónimos. 

domingo, 10 de março de 2019

LENGUA ESPAÑOLA



@RAEinforma te informa, pero no hace los deberes

La Real Academia responde, vía Twitter, cerca de 500 dudas diarias sobre la lengua española


El País -Madrid 

Cuenta de Twitter de la Real Academia de Lengua.
Cuenta de Twitter de la Real Academia de Lengua. CARLOS ROSILLO

–"Si una cucharada define la cantidad de comida que cabe en una cuchara, ¿cómo expresamos lo mismo con un tenedor?".
–"En referencia a la porción de alimento que se toma con el tenedor, se usa normalmente el término ‘pinchada’, a menudo se usa la forma diminutiva ‘pinchadita’; el derivado ‘tenedorada’ se usa muy raramente".

"Este departamento es un observatorio y un laboratorio de la norma lingüística panhispánica", dice su director, el académico Salvador Gutiérrez Ordóñez,mientras los filólogos permanecen atentos a las pantallas, en las que les entran nuevas cuestiones lingüísticas. "Una tarea que supone un termómetro de por dónde va el idioma, sus tendencias". ¿Un ejemplo?, la formación de plurales como millennials (se recomienda "mileniales") o influencers: A @marta__bautista se le respondió que "como alternativo a ese anglicismo sin adaptar se propone el adjetivo ‘influyente".
La actualidad o el ocio condicionan las inquietudes de los hispanohablantes. El estreno, el pasado viernes, de la enésima película de superhéroes, una superheroína en este caso, Capitana Marvel, "ha motivado muchas preguntas sobre si se puede decir así", señala la jefa técnica del departamento, Elena Hernández. Los 280 caracteres de la red social del pájaro azulejo permiten una breve explicación: "Capitana es un femenino posible y está documentado. En los equipos deportivos es común, pero los sustantivos de la escala militar en España son comunes, no así en Hispanoamérica, donde se aceptan ambas formas".
Esta cuestión sirve para recordar la opinión de la Academia respecto al lenguaje inclusivo: "La morfología de género en la lengua española tiene un uso inclusivo que es el masculino". No obstante, "en determinadas profesiones que fueron ejercidas por hombres y en las que han entrado las mujeres aparece la distinción de género con el o la. La siguiente fase puede ser la diferencia en la terminación", añade Gutiérrez. ¿Y miembra? "En ese caso, hay razones para que su uso no flexione la terminación, porque es un sustantivo que denota un objeto inanimado. Es como si dices que alguien es el pilar de algo, da igual que sea hombre o mujer", explica Hernández, que lleva en el departamento desde su inicio, hace 20 años, cuando la RAE estrenó su web.
Los consultantes proceden de todo el mundo. Los últimos datos muestran que el porcentaje desde España es el 24%, el mismo que llega desde México. Siguen Colombia, con el 11%; Venezuela (8%) y Argentina (7%). Y son de toda condición. "Por las preguntas se puede ver que hay desde humildes lectores a técnicos editoriales, correctores, profesores y especialistas", añade Guti
En cuanto al tipo de dudas, "destacan las ortográficas, también las que afectan a la puntuación, las de palabras separadas o juntas, y del léxico, por neologismos o tecnicismos que muchas veces no conocemos", según Hernández. La filóloga recuerda cuando alguien preguntó por la palabra "sensar". "Tuvimos que investigar, porque no está en el Diccionario, pero no es incorrecta. Vimos que se usa en varias disciplinas".
Sin embargo, no todo son flores, hay trolls, troles, mejor dicho. "Ante todo, educación, tratar de usted, no entrar en provocaciones y, cuando se puede, ponerle humor", indica Gutiérrez. Lo que no siempre es fácil: "¿Cuáles son los deportes más practicados en España?". "Lo sentimos, pero este canal tiene como fin resolver dudas sobre el uso correcto del español". O despistados: "¿Hay un adjetivo para alguien que no consigue lo que quiere y se enfada?".
Otro clásico, según Hernández, es el estudiante que espera que la RAE le haga los deberes. "Me gustaría saber si los siguientes nombres son abstractos o concretos: luz, agua, tiempo, atardecer y espacio". La institución aclara dudas normativas, "no teóricas". También los hay vaguetes: "¿Cuál es el significado de orate?". "Puede comprobarlo usted mismo en el diccionario académico en línea" (y a continuación se puso el enlace). Lo que en la casa llaman dar la caña y no el pez. Y siempre hay lugar para lo placentero: "¿Cómo se escribe correctamente gin tonic?". "En inglés es gin and tonic; en español se ve escrito tanto 'gin tonic' como 'gin-tonic", aunque se recomienda "la adaptación gráfica yintónic". Una forma que puede resultar chocante, pero el escritor Jesús Torbado la usó hace más de 30 años en su libro Sobresalto español.

MÁS QUE PALABRAS


Salvador Gutiérrez Ordóñez subraya que el Departamento de Español al día, en pie desde noviembre de 1998, no solo responde a consultas lingüísticas, entre sus tareas está también "hacer propuestas para el Diccionario o la gramática". "Además, hicimos la base del Panhispánico de dudas, que tiene al mes, en línea, 1.300.000 consultas, y contribuido al Libro de estilo de la Justicia o al de Libro deEstilo de la lengua española”, de la RAE.

sexta-feira, 8 de março de 2019

FUNDÉU

Con motivo de la celebración del Día de la Mujer, además de la recomendación diaria, hemos elaborado una guía que aborda cuestiones relacionadas con el lenguaje inclusivo. En ella encontrarás opciones y argumentos sobre el desdoblamiento, los femeninos de los cargos y las profesiones, el uso de la @, la x y la e para no marcar el género...

LA RECOMENDACIÓN DIARIA
entorno no es
lo mismo que en torno
 
El sustantivo entorno no debe confundirse con la locución en torno, escrita en dos palabras.
El sustantivo entorno significa ‘ambiente’, ‘lo que rodea’, por lo que no debe confundirse con la locución, escrita en dos palabrasen torno, que puede ir seguida de las preposiciones a o de y que es equivalente a ‘acerca (de)’, ‘alrededor (de)’ o ‘en relación (con)’.


Uso no recomendado
  • El tema giraría entorno a si se creía necesaria la subvención del Estado.
  • La tensión que hay en el en torno de los padres ha llevado a desplegar un gran número de agentes en la zona.
  • No todo gira entorno del presupuesto federal.


Uso recomendado
  • El tema giraría en torno a si se creía necesaria la subvención del Estado.
  • La tensión que hay en el entorno de los padres ha llevado a desplegar un gran número de agentes en la zona.
  • No todo gira en torno del presupuesto federal.
Otra cosa es el sintagma preposicional en el entorno de, formado a partir del sentido matemático del sustantivo entorno, esto es, ‘conjunto de puntos vecinos a otro’. Esta construcción se usa principalmente en textos científicos y económicos con el mismo significado de ‘alrededor de’: «La prima de riesgo se afianza en el entorno de los 110 puntos» o «La prima de riesgo se afianza en torno a/de los 110 puntos», pero no «La prima de riesgo se afianza en el en torno de los 110 puntos». 

Se recuerda, asimismo, que la locución en torno puede ir acompañada de un posesivo: «Se colocaron en torno suyo».

quinta-feira, 7 de março de 2019

FUNDÉU


LA RECOMENDACIÓN DIARIA
expirar y espirar 
no significan lo mismo
Los verbos expirar y espirar no tienen el mismo significado: expirar hace referencia al final tanto de la vida como de un período de tiempo, mientras que espirar está relacionado con la respiración. 


Uso no recomendable
  • En caso de frío importante y de viento, es preferible inspirar por la nariz y expirar por la boca.
  • Hay que expirar todo el aire que tengamos dentro.
  • La cadena de televisión dejó espirar el plazo de emisión de la cinta.


Uso recomendable
  • En caso de frío importante y de viento, es preferible inspirar por la nariz y espirar por la boca.
  • Hay que espirar todo el aire que tengamos dentro.
  • La cadena de televisión dejó expirar el plazo de emisión de la cinta.
Según el Diccionario académico, expirar es ‘acabar la vida’ y ‘dicho de un período de tiempo: terminar’. Por su parte, espirar significa ‘expeler el aire aspirado’.
 

Ver también

LA RECOMENDACIÓN DIARIA

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