Translate

quarta-feira, 27 de janeiro de 2010

A SURPRESA


A MARAVILHOSA EXPERIENCIA DE SURPREENDERNOS.
A experiência de surpreendermos é, sem duvida alguma, algo maravilhoso. No estado permanente de surpresa, temos ao máximo todos nossos sentidos, tuda nossa atenção.
Lembras como criança tudo te surpreendia?
Surpreender-se é exercitar-se na arte de viver no agora, de estar no mais imediato e único presente.
Quando vivemos em estado de surpresa, enxergamos, aceitamos e aprendemos rapidamente. A mente está em silêncio e não interfere nossa percepção.
A surpresa como mecanismo pedagógico
Segundo Sesha
“É bem sabido o profundo nível de atenção que as crianças prestam a todas as coisas que experimentam. É tal sua capacidade que conseguem aprender vários idiomas em apenas três anos, isso sem contar seu desenvolvimento nos restantes ambientes da vida.
Os pequenos possuem a maravilhosa capacidade da surpresa. Respondem ante ela de maneira singela; basta que um evento seja o suficientemente cativante para que todo seu sistema imediatamente se aboque a ele. Inclusive depois de uma batida que produza dor, algo entretido é capaz de levar-los a seu imediato esquecimento graças a que a atenção se desloca totalmente ao sucesso nascente.
A continua surpresa com a que as crianças observam ao mundo os leva à permanência num “presente” continuo. Nós costumamos perder-lo ao crescer, ao trocar esse “presente” continuo que eles advertem pela proximidade de instantes passados e futuros.
Em quanto à surpresa opera não existe a dúvida; aí se encontra a grande clave pedagógica. Em tanto a atenção se aboca a um evento surpreendente morre o razoamento e se estabelece um fugaz entremeio onde só há compreensão sem que intervenha a razão.
A surpresa é uma forma de “presente”. O máximo ato pedagógico é criar uma continua situação de surpresa; ele implica não somente uma expressão de idéias verbais, senão às vezes o simples movimento duma mão ou a assombrosa ajuda dum gesto.
A natureza nos surpreende por sua harmonia, por isto a contemplação é um continuo ato de assombro. O aprendizado é um ato de fugaz surpresa, razão pela qual é um instante de Consciência plena; aí o saber se expressa sem intermediação alguma. O assombro, razão de ser do nascimento da filosofia, é outro ato irmanado à surpresa; nele, o saber aparece como reconhecimento claro do universo que nos rodeia.
“Seria extraordinário que as escolas do mundo promovessem o ensino através do ato do assombro: educar professores a se enamorar do ensino e transmitir com essa intensidade especial o Saber e o Amor, como fontes excepcionais de presente continuo.”
Seguir se surpreendendo olhando um amanhecer, escutando atentamente a alguém, ou se sentindo um a si mesmo, é estar vivo, bem vivo!

LA MARAVILLOSA EXPERIENCIA DE SORPRENDERNOS.
La experiencia de sorprendernos es, sin duda alguna, algo maravilloso. En el estado permanente de sorpresa, tenemos al máximo todos nuestros sentidos, toda nuestra atención.
¿Recuerdas cómo de pequeño todo te sorprendía? Sorprenderse es ejercitarse en el arte de vivir en el ahora, de estar en el más inmediato y único presente.
Cuando vivimos en estado de sorpresa, observamos, aceptamos y aprendemos rápidamente. La mente está en silencio y no interfiere nuestra percepción.
La sorpresa como mecanismo pedagógico
Segundo Sesha
“Es bien sabido el profundo nivel de atención que los niños prestan a todas las cosas que experimentan. Es tal su capacidad que logran aprender varios idiomas en algo más de tres años, eso sin contar su desarrollo en los restantes ambientes de la vida.
Los pequeños poseen la maravillosa capacidad de la sorpresa. Responden ante ella de manera sencilla; basta que un evento sea lo suficientemente halagador para que todo su sistema inmediatamente se aboque a él. Incluso después de un golpe que produzca dolor, algo entretenido es capaz de llevarlos a su inmediato olvido gracias a que la atención se desplaza totalmente al suceso naciente.
La continua sorpresa con la que los niños observan el mundo los lleva a la permanencia en un “presente” continuo. Nosotros solemos perderlo al crecer, al reemplazar ese “presente” continuo que ellos advierten por la inmediatez de instantes pasados y futuros.
Mientras la sorpresa opera no existe la duda; he aquí la gran clave pedagógica. Mientras la atención se aboca a un evento sorprendente muere el razonamiento y se establece un fugaz intermedio donde sólo hay comprensión sin que medie la razón.
La sorpresa es una forma de “presente”. El máximo acto pedagógico es crear un continuo de sorpresa; ello implica no solamente una expresión de ideas verbales, sino a veces el simple movimiento de una mano o el asombroso ademán de un gesto.
La naturaleza nos sorprende por su armonía, por ello la contemplación es un continuo acto de asombro. El aprendizaje es un acto de fugaz sorpresa, razón por la cual es un instante de Conciencia plena; allí el saber se expresa sin intermediación alguna. El asombro, razón de ser del nacimiento de la filosofía, es otro acto hermanado a la sorpresa; en él, el saber aparece como reconocimiento claro del universo que nos rodea.
Sería extraordinario que las escuelas del mundo promovieran la enseñanza a través del acto del asombro: educar a profesores a enamorarse de la enseñanza y transmitir con esa intensidad especial el Saber y el Amor, como fuentes excepcionales de presente continuo.”
Seguir sorprendiéndose viendo un amanecer, escuchando atentamente a alguien, o sintiéndose uno a sí mismo, es estar vivo, ¡bien vivo!

Nenhum comentário:

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA rating   y  share , alternativas   En informaciones relacionadas con los medios de comunicación, lo adecuado es em...