Translate

sexta-feira, 8 de março de 2013

Les Luthiers


´Nuestro humor tiene que ver con las sutilezas del idioma español´
Carlos López Puccio explica el éxito del humor inteligente de Les Luthiers, una fórmula que ya tiene casi medio siglo.
EFE

Antonio M. Sánchez Llevan casi medio siglo triunfando en los escenarios del mundo con su humor inteligente y próximo, y una música interpretada con instrumentos imposibles. Un éxito repetido con su penúltimo espectáculo.
-Les Luthiers cantan, hablan, tocan instrumentos... Si dejamos ´show´ para los anglosajones y ´espectáculo´ es demasiado impreciso, ¿qué hacen ustedes?
-Nunca pudimos decidirnos. Utilizamos indistintamente ambas expresiones para invitar a nuestro público. Alguna vez probamos con ´die Vorstellung´, para darle un toque filosófico, pero la gente no lo entendía; también con ´le spectacle´, para lograr un fino toque afrancesado. Últimamente optamos por "venga a ver a Les Luthiers".
-Dicen que ´Lutherapia´ es su mejor espectáculo. ¿Verdad o mercadotecnia? Tienen que vender ´¡Chist!´, que es posterior...
-Esta es la mejor pregunta que me han hecho hasta la fecha. Ahora en serio...
-Muchas gracias...
-´¡Chist!´ está fuera de concurso porque es una antología. ´Lutherapia´, en cambio, es un espectáculo completo, armado con material totalmente nuevo. Nos quedó, por sorpresa, muy bien. Tal vez fue pura suerte o tal vez es cierto eso de que de la experiencia se puede aprender. En realidad pensábamos que a esta edad ya no podríamos hacer algo que superara nuestros propios listones. Es el momento de un comercial: la única forma de saber si mentimos es venir a ver ´Lutherapia´.
-¿Por qué les satisface tanto?
-Es uniformemente divertido; más allá de los gustos personales, tiene un muy alto nivel de risa y pocos momentos de relax (son necesarios: nadie soporta reír continuamente durante dos horas); contiene muy buena y variada música; algunos instrumentos sorprendentes y una historia central (vertebral) que lo hace transcurrir con más fluidez que muchos espectáculos anteriores en los que sólo enhebrábamos perlas.
-¿Por qué Freud, y no el pobre Lacan? Estará celoso.
-Pobre Lacan, no sabe qué hacer con esos celos tan autodestructivos. Debería consultar a Freud... Freud y el psicoanálisis son una entidad cultural y un cliché que ya pertenecen a las grandes mayorías. Las parodias para todo público siempre se asientan sobre modelos compartidos por la mayoría. Lacan es, comparativamente, un desconocido.
-Practican un humor atemporal y alejado de la actualidad, justo al revés de lo que suelen hacer otros artistas para atraer al público.
-Es verdad, es más fácil hacer reír con historias, hechos, personajes que están presentes en las noticas del día. Pero esa facilidad, en nuestra escala de valores, le quita calidad y grandeza. También le quita durabilidad; por eso muchas veces hemos podido armar espectáculos con obras viejas, porque esa norma de calidad no permite que envejezcan fácilmente.
¿Ven alguna jerarquía entre la música, el gesto, la palabra? Si tuvieran que hacerlo, ¿de qué prescindirían antes?
Los espectáculos de Les Luthiers siempre fueron escritos para aprovechar al máximo nuestras posibilidades y ocultar las carencias. Creo que no seríamos tan divertidos prescindiendo de alguno de los tres ingredientes. Hemos hecho algunas pocas veces obras mímico/ musicales. De hecho, uno de los grandes momentos de ´Lutherapia´ (´Rhapsody in Balls´) no tiene una sola palabra, y siempre es un gran éxito. Pero no nos creo capaces de inventar un espectáculo completo prescindiendo de la palabra. Si fuera imprescindible, mejor llamar a Tricicle, que lo hacen magníficamente bien.
-¿Mastropiero nunca les ha dejado en la estacada?
-Sí, toda vez que hemos necesitado buena música.
-Llevan casi medio siglo en los escenarios y, como es lógico, el grupo ha cambiado. ¿Son ya una marca, antes que un grupo de artistas definido? ¿Cómo se salvaguarda su "pureza"?
-Somos ambas cosas: una marca (un estilo) y un grupo de artistas. Con el paso de los años (y cada vez más a menudo) hemos necesitado reemplazar ocasionalmente a algún integrante. Con temor, claro, de que para el público primara el deseo de ver a ese integrante antes que a la marca. En todas las ocasiones, junto a la natural decepción de la porción de público ávida de ver al grupo de artistas, nos sorprendió que al final de la velada siempre hubiera general aceptación. La naturaleza nos ha aconsejado tener una planta permanente de (dos) reemplazantes, capaces de ocupar el lugar de alguno de nosotros en un día álgido. Y en todas las ocasiones en que han debido hacer su trabajo el resultado no pareció resentirse demasiado (o, por lo menos, no tanto como nuestros temores). En noviembre pasado tuvimos una prueba de fuego, excepcional, pero reveladora. Estábamos en Montevideo, comenzando la segunda semana a lleno completo, y la conjunción malhadada de dos enfermedades nos dejó súbitamente con dos integrantes incapacitados (Daniel Raboinovich y Carlos Núñez). No teníamos fechas para recuperar esas funciones. Después de meditarlo y discutirlo, los tres restantes decidimos, con muchas dudas, hacer las funciones reemplazando a dos luthiers. Publicamos avisos en los periódicos explicando la situación y ofrecimos devolver el costo de las entradas a quienes lo solicitaran. Para nuestra enorme sorpresa, hubo muy pocas devoluciones y las funciones se desarrollaron formidablemente bien. Fue un gran alivio y una enorme sorpresa. Creo que esta experiencia responde a la pregunta; por lo menos, a nosotros nos fue muy útil.
-¿Alguna vez han fracasado? Si ha sido así, ¿cómo reaccionaron?
-Nunca un fracaso rotundo...
-Ahora en serio...
-Los espectáculos de Les Luthiers llegan al público con muchas pruebas de calidad previas. Cada sección se prueba previamente dentro del contexto de un espectáculo anterior, que a su vez ha sido probado innumerables veces. Ahora bien, en esas pruebas parciales sí nos ha ocurrido que la respuesta fuera mucho menor a la esperada. No sé si corresponde decir que fracasamos en esos casos, pero sí que la experiencia dio un resultado negativo. Nuestra reacción siempre es buscar las razones (suelen estar escondidas) por las que algo que a nosotros nos parece divertido o muy gracioso, al público no. Hay una infinidad de variables por las que esas cosas ocurren e investigarlas es apasionante, detectivesco.
-Tienen un Grammy, pero se les resiste el Príncipe de Asturias
-Mediciones científicas han demostrado que el Príncipe de Asturias es unas cinco veces más resistente que el Grammy... No sé si lo merecemos, pero nos emocionaría mucho recibirlo. Entre otras cosas, ocurre que caemos en un rubro muy inespecífico: Arte. La lista de candidatos es siempre extensa, y magnífica en cuanto a los méritos de los nominados, nuestros rivales, a muchos de los cuales no sólo admiramos, sino que consideramos más merecedores del premio que nosotros.
-Argentinos y españoles. Les han concedido la nacionalidad por carta de naturaleza, por ser personas de particulares méritos. ¿Cuáles?
-Creo que son dos. Ante todo, hace cuarenta años que trajinamos España. Hemos estado y trabajado en todos los rincones de esta maravillosa tierra. La amamos y admiramos desde hace mucho tiempo, no sólo como turistas (que, generalmente, reciben pasivamente el impacto de un lugar), sino intercambiando. Mantenemos un muy antiguo, profundo y prolongado romance con España, que nos hizo sentir que era nuestra segunda patria desde hace mucho. Lo de la nacionalidad constituyó un reconocimiento formal de algo que había sucedido desde mucho tiempo atrás. La otra: Un poco más arriba te dije que no podíamos renunciar a la palabra. Nuestro humor tiene mucho que ver con las sutilezas de nuestra magnífica lengua común. Creo que hemos hecho un aporte al humor en español a la vez que, en cierta medida, lo hemos homenajeado, lo hemos exaltado. El español es ese puente intangible que une a España con Latinoamérica, que nos vincula como cómplices ante ese humor que sólo nosotros, los hispanoparlantes, podemos disfrutar. Esta complicidad, lazo invisible, y esta exaltación de la lengua madre fue otra de las poderosas razones para este reconocimiento.

Nenhum comentário:

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA gepetear , neologismo válido   El verbo  gepetear  es un neologismo válido que se emplea en ocasiones con el senti...