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domingo, 7 de julho de 2013

JUAN CARLOS ONETTI

Para releer al mayor escritor uruguayo
Se trata de un real acontecimiento editorial. Desde el próximo sábado 20 de julio, El País y Galaxia Gutenberg ofrecerán, en doce tomos, las obras completas de Juan Carlos Onetti.








La literatura uruguaya habría sido algo muy diferente sin él

por Guillermo Zapiola en El País - Uruguay.

No es exactamente descubrir la pólvora decir que Onetti es la figura masculina más importante de la historia de la literatura uruguaya: hay en todo caso dos mujeres (y nada más que dos) que podrían competir con él, aunque en un rubro diferente, la poesía: Delmira Agustini e Idea Vilariño. Fue también el precursor de la Generación del 45 (tenía unos diez años más que la mayoría de los representantes de esta, e influyó sobre casi todos ellos) y probablemente, en opinión que Mario Vargas Llosa comparte, el fundador de la novela moderna latinoamericana: con La vida breve, en la que además inició realmente la construcción de su universo literario personal (la mítica ciudad de Santa María), la novela del subcontinente se vuelve universal. Nunca ganó el Nobel, pero fue seguramente el único uruguayo al que se podría haber propuesto para el premio sin que sonara un poco ridículo.


Hay fechas que quedan en la historia. Onetti nació en Montevideo el 1º de julio de 1909, y murió en Madrid el 30 de mayo de 1994. No había querido volver a un Uruguay que lo exilió por formar parte del jurado del semanario Marcha que premió un cuento con cuya procacidad discrepó por escrito. Tal vez no lo necesitaba. Echado en su cama, entre el humo de su eterno cigarrillo, el cercano vaso de whisky y una probable novela policial (casi seguramente de James Hadley Chase) en la mano, no debía haber para él demasiada diferencia entre su habitación española y la de su anterior departamento en la calle Gonzalo Ramírez. Llevaba al Uruguay (o al Río de la Plata: ¿Santa María es una ciudad uruguaya o argentina?; nunca lo sabremos) en la cabeza.

Otra fecha a retener: 1939. Carlos Quijano funda el semanario Marcha y lo nombra secretario de Redacción. De ese medio periodístico saldrá casi toda la Generación del 45, desde su joven amigo Homero Alsina Thevenet (a quien dedicará su cuento Bienvenido Bob) a Emir Rodríguez Monegal, de Hugo Alfaro a Mario Benedetti, de Ángel Rama a Carlos Maggi y un largo etcétera. Pero ese mismo año editará El pozo, su primera novela, que un muy joven Alsina intentará colocar más bien inútilmente en las librerías y que en su momento nadie leyó, pero que anticipa el fin del optimismo de la Generación del Centenario: su protagonista Eladio Linacero puede quejarse de que tras él no hay nada. A lo sumo "un gaucho, dos gauchos, treinta y tres gauchos".

Es posible que ese pesimismo existencial le haya retaceado lectores. Su filosofía de letra de tango, con vocación por descargar desgracias sobre sus personajes (incidentalmente, en eso se parece a James Hadley Chase, un escritor menor pero que, como él, recibió también influencias de William Faulkner), podía descender en sus momentos malos al teleteatro y comprometer la suspensión de la incredulidad del lector. Pero esos momentos son los menos en su obra.

Y en los mejores, que son los más, hubo en él un literato de excepcional calidad, un constructor de mundos imaginarios, un creador de personajes a los que contemplaba con una secreta ternura por detrás de la desesperación y la oscuridad. En la geografía literaria del siglo XX, Santa María tiene una importancia equivalente al condado de Yoknapatawpha de Faulkner o el Macondo de García Márquez.


Entre los galardones que Onetti recibió a lo largo de su vida figuran el Premio Nacional de Literatura de Uruguay (en 1962), el Cervantes (1980), el Gran Premio Nacional de Literatura de Uruguay (1985), el Premio de la Unión Latina de Literatura 1990 y el Gran Premio Rodó a la labor intelectual, de la Intendencia Municipal de Montevideo (1991). Una encuesta realizada entre escritores uruguayos por el semanario Marcha en 1972 lo proclamó "el mejor narrador uruguayo de los últimos 50 años", y es probable que ese resultado no cambiaría si esa encuesta se hace hoy.

Cuando Onetti ganó el Cervantes en 1980, el ministro de Cultura de entonces, Daniel Darracq, dijo que había oído hablar de él pero nunca lo había leído. A partir del próximo 20 de julio no habrá excusas.

Esfuerzo editorial de primera
En 2009, por primera vez, y gracias al esfuerzo de Hortensia Campanella, que dirigió la operación, apareció en España la primera edición de las Obras Completas de Juan C. Onetti, por parte de la editorial Galaxia Gutenberg. Cuatro años después, ese mismo trabajo editorial, incluyendo prólogos, estará al alcance de todos los lectores uruguayos.

Para promover el lanzamiento de la colección se realizará el viernes 19 de julio, a las 09:00, en el Teatro del Centro "Carlos E. Scheck" una tertulia abierta de El Espectador sobre Onetti, en la que participarán Carlos Maggi, Mauricio Rosencoff, Matilde Rodríguez Larreta y Juan Grompone. La salida de los libros será semanal, a un precio accesible: 150 pesos.

La colección se iniciará con la edición de "La vida breve", con prólogo de Dolly Onetti. En sábados sucesivos saldrán "El astillero" (prologado por Hortensia Campanella), "Juntacadáveres", "Dejemos hablar al viento", "Novelas breves", "Cuentos completos", "Tierra de nadie", "Para esta noche", "Últimas novelas", dos tomos de artículos periodísticos (el primero de ellos con materiales entre 1939 y 1968, el segundo que abarca el período 1975-1992) y un tomo final de materiales misceláneos.

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