“Debemos cuidar la lengua común sin chovinismos absurdos”
México es el sexto lugar en patrimonio mundial, en el cuarto documental y el quinto de diversidad lingüística
El presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa (Ciudad de México, 1954), escritor, historiador, maneja en ese macroministerio de Cultura mexicano un presupuesto de casi 1.000 millones de euros (el doble que el de España). No considera que sea exagerado para un país de las dimensiones culturales del suyo. Habló el lunes ante el Foro España-México organizado por EL PAÍS. En esa reunión el ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo, anunció posibles acuerdos para aunar la acción cultural hispanomexicana. Hoy se entrevista con el director del Instituto Cervantes para implementar esa idea. Y cree que es posible llevarla a cabo "siempre que se respeten los rasgos específicos de cada cultura".
Pregunta. ¿Qué sintió cuando Jordi Soler, autor de Los rojos de ultramar, habló de la actitud de su país hacia la España republicana?
Respuesta. Soler encarna muy bien ese espíritu. Es un escritor que nace en México, es hijo de madre española, que llega a México en 1939. Se cumplen 75 años de ese exilio. Y ese espíritu de acogida sigue no sólo en lo que dejó sino en la atmósfera misma, en la cultural y en la social. Una buena parte de las instituciones culturales (el Fondo de Cultura Económica, el Colegio de México) que se crearon entonces y que se mantienen son resultado del talento de los españoles que llegaron a México. De modo que el exilio está vivo entre nosotros.
P. ¿Han encontrado reciprocidad en España a esa generosidad? ¿No es este país es un poco cicatero a la hora de recibir la creatividad mexicana?
R. De ninguna manera. Hay una disponibilidad absoluta para ver lo que es México culturalmente. Una de las relaciones bilaterales más intensas que tenemos en el ámbito de la cultura es con España, y es de ida y vuelta. Vendrán las exposiciones de Frida Kahlo y Diego Rivera al Thyssen, quizá en febrero; llevaremos a México la gran muestra de Dalí del Reina Sofía, el año entrante. Se firmará un acuerdo que recobra un pasado común: el de las rutas marítimas que salían de México al continente europeo, en cuyo transcurso se perdieron muchos galeones presumimos que con buenas cantidades de plata. Será el primero que firma México en esta materia, y creo que va a abrir caminos de experiencia ¡y quizá nos dé a todos algo de plata!
P. Da envidia el presupuesto de Conaculta…
R. Siempre hubo una tradición de presencia del Estado en materia cultural. Es cerca de 1.000 millones de euros. Una cantidad muy importante, pero es para un país de cerca de dos millones de kilómetros cuadrados, de 120 millones de habitantes, con una diversidad cultural de las más ricas del mundo. México está en el sexto lugar en la lista del patrimonio mundial, en el cuarto del patrimonio documental, en el quinto de diversidad lingüística, tiene más de 1.200 museos, 22.000 bibliotecas… Es una infraestructura muy grande: todo eso necesita atención, investigación.
P. ¿No le da dolor de cabeza controlar todo ese dinero?
R. Un poco sí, claro. Pero existen los controles en el México contemporáneo para que eso no se vaya de las manos.
P. Su antecesora, Consuelo Sáizar, creó las bibliotecas personales… ¿Qué impronta quiere dejar usted?
R. Una visión de un respeto absoluto a nuestro patrimonio y a nuestra historia. Darle una dimensión social a la difusión de la cultura. Con la utilización de las nuevas herramientas digitales. Dar cultura a todos los habitantes de México: parece utópico, pero el esfuerzo hay que hacerlo.
P. España es el país con mayor índice de piratería artística… ¿Cómo la afrontan ustedes? También se ve con estupor el efecto que el IVA cultural tiene sobre la creación.
R. La piratería es uno de los grandes obstáculos para el desarrollo de la industria. Hay una reforma fiscal que contempla combatirla. Y en cuanto a imposiciones, existe una exención de impuestos en entradas a eventos culturales, al libro…
P. El ministro español de Exteriores habló de la integración de servicios españoles y mexicanos en el exterior. ¿Estará el Instituto Cervantes entre ellos?
R. Creo que si bien cada país de la misma lengua puede tener determinada visión de la cultura, hay elementos comunes que son fundamentales. Lo que dijo el señor García Margallo era que los Cervantes se pueden sumar a algunos institutos que tiene México y a algunos otros de América Latina. Mañana tengo una cita con Víctor García de la Concha para empezar a hablar de proyectos concretos. Hay que encontrar el punto fino para mostrar los puntos comunes y también los elementos específicos de cada una de las culturas nacionales.
P. Podremos decir, pues, Miguel Delibes y Octavio Paz en el mismo renglón…
R. No sé si en el mismo renglón, uno como narrador y otro como poeta. Para nosotros es un motivo de orgullo la lengua común. Debemos cuidar esa parte sin caer en nacionalismos o chovinismos absurdos.
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