VÍCTOR NÚÑEZ JAIME Madrid en El País - España
Aprender a escribir, decía Gabriel García Márquez, implica “darle la vuelta al calcetín” para ver las costuras con las que está hecho un libro. Como otros autores emblemáticos de la literatura, el Nobel colombiano jamás asistió a un taller de escritura creativa. Para hacer sus cuentos, crónicas y novelas, le bastaba con vivir y leer.
Desde hace dos años, sin embargo, el escritor Mateo Coronado (Madrid, 1972) ofrece en el Instituto Cervantes una serie de herramientas para que, principiantes y profesionales, se adentren en “un juego que, mediante algunas directrices, ciertas normas gramaticales, una brújula y mucha intuición”, puedan perfeccionar sus construcciones literarias. Esa experiencia pedagógica la recoge ahora en Escribir crear contar. Las claves para convertirse en escritor.
Publicado por el Instituto Cervantes y la editorial Espasa, este manual contiene los instrumentos necesarios para crear un texto ficticio o real: el tema y el vehículo, trama y argumento, voz, tiempo y acción, hilo narrativo, personajes, escenas, diálogos, escenarios, control del tiempo, figuras retóricas. Pero sus páginas son, también, una invitación a adentrarse en las grandes obras de la literatura universal donde se concentran los elementos con los que el aprendiz puede lograr una voz literaria propia.
“Enseñar cómo contar una historia requiere una metodología. Este taller de letras, que ahora ponemos en las manos de público en general, es útil para ver cómo la palabra puede crear mundos”, ha dicho Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes, durante la presentación del libro ante la prensa. “Los talleres de escritura han existido siempre. En el Renacimiento, por ejemplo, las clases de retórica eran verdaderos talleres de escritura. Pero de nada sirven sin el talento y la inspiración del creador”, añadió.
A los talleres de Mateo Coronado acuden personas de entre 15 y 70 años de edad. En cada sesión, el profesor coge “un producto literario” y lo pone en una mesa de disección. Guiados por él, los alumnos analizan las partes de cada obra y así comprenden su estructura y funcionamiento. De esta manera, cada uno se aventura luego a escribir un texto propio con plena libertad para jugar con las palabras. “Empezar a escribir, aunque a veces no sepamos en qué dirección, es la mejor forma de conjurar fantasmas, de soltar algunos lastres y creencias que nos limitan, y de comprobar que los miedos al descubierto asustan mucho menos y sólo sirven de excusa a quien no quiere realmente ponerse a ello”, sostiene el autor. Pero para esto hace falta tener vocación y ganas de improvisar. Porque, como reconoce el propio Coronado, “tanto escribir como crear son dos verbos libres, incapaces de adaptarse a reglas fijas y con una extraordinaria capacidad de expansión”.
Cuenta Pilar Cortés, directora editorial de Espasa, que libros como estos han despertado el interés de los lectores. “De la Guía Práctica del Español Correcto hemos vendido 15.000 ejemplares. Y 30.000 deLas 500 Dudas más Frecuentes del Español. Además, hemos recibido muchos correos con dudas y comentarios de la gente, algo que no es muy frecuente. Por eso ahora estamos más conscientes de la importancia de sistematizar y divulgar nuestra lengua con libros como estos y como el que presentamos ahora”.
Mateo Coronado quiere que la gente se atreva a disfrutar escribiendo historias que les han ocurrido o quisieran que les ocurrieran. Que sepan que este manual es una guía y no el sustituto de lecturas y practicas continuas. Porque, además de estos parámetros, para convertirse en escritor hace falta "voluntad, intuición y constancia." Así que, después de dejar las reglas claras, pregunta: “¿jugamos?”.
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