Correcciones fraternas
Amando de Miguel en Libertad Digital - España
Repásese cualquier medio de comunicación oral, visual o escrito. Raras veces se reconocen errores o insuficiencias. Es como si una confesión de ese estilo minorara el prestigio del autor o el presentador. Pues bien, esta seccioncilla se declara en contra de tal práctica. Aquí no solo se admiten las equivocaciones, yerros y trapisondas; se aprende de los desvíos. Lo que no quita para discutir las recriminaciones que puedan recibirse cuando fuere menester.
Me han inundado docenas de correos (mal llamados electrónicos) echándome en cara que haya escrito emponderar en lugar del correcto empoderar. Tienen todita la razón. El error reiterado proviene de que quise hacer un juego de palabras con ponderar y apoderar, y así salió. No me consuela mucho el hecho de que algunas veces también dormitaba Homero. Agradezco a los atentos libertarios que me han despertado de la siesta. Quedamos, pues, en empoderamiento. Ya no sé si es un neologismo útil o una cursilada.
Jaime Lerner (desde Tel Aviv) me corrige: No es "milicia la vida del hombre sobre la Tierra" (Eclesiastés), como yo decía. La frase verdadera se traduce así: "¿No es acaso brega la vida del hombre sobre la Tierra, y sus días como los del jornalero?” (Job). Rectifico con gusto. Pregunto a don Jaime: ¿no será esa brega lo que se traduce con la voz inglesa toil? La famosa frase de Churchill, tan citada, no contenía tres elementos sino cuatro: "Sangre, sudor, lágrimas y brega". Ya es curioso que, en nuestra sociedad hedonista, haya prácticamente desaparecido la voz brega.
Luis m. g. c. se queja del uso de pedazo en el sentido admirativo. Cierto, podría ser una vulgaridad, pero tiene su gracia por antífrasis: "¡Pedazo de mujer!" es precisamente una mujer hecha y derecha; un monumento, vaya. Aunque no sé si esa frase admirativa sería ahora prueba de un delito. Ya de paso, don Luis protesta por el uso de trenta, en lugar de treinta, en el lenguaje oral de algunas personas, incluso cultas. Supongo que se trata de un aragonesismo. Habrá que perdonárselo a los de Aragón, que son pocos pero muy queribles.
Carlos Agrafojo vuelve a la carga con la duda entre oyentes y escuchantes para los seguidores de un programa de radio. Creo que es mejor oyentes, aunque escuchen el programa con toda atención.Escuchante serían propiamente el valeroso telegrafista del Titanic.
Alejandro Casillas Moreno (Guadalajara, México) se lamenta de que en su país se aperturen las cuentas bancarias y que la Constitución mandatahacer tal o cual cosa. Mi querido Alejandro, en todas partes cuecen habas (o frijoles). En España también se aperturan ya las cuentas bancarias. No ha llegado todavía a nuestras costas lo de que la Constitución mandatealgo, pero todo es cuestión de tiempo. ¡Ándele, pues!
Nenhum comentário:
Postar um comentário