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sexta-feira, 8 de fevereiro de 2013

LENGUAJE EN EL TIEMPO








La forma correcta de escribir los diminutivos
Por: FERNANDO ÁVILA

Si la palabra original termina en s, el diminutivo también debe ir con esta letra.
Cita: “El menor hacía parte de la banda los Luicitos”.
Comentario: Es verdad que una de las formas de construir los diminutivos es agregar el sufijo -cito, con c, como en avioncito, noviecito y Carmencita, pero si la palabra original termina en s, se mantiene la s y se agrega -ito, como en Andresito y Luisitos.
Por lo tanto, la forma correcta de mencionar esta banda delincuencial es los Luisitos, con s intermedia y con el artículo precedente en minúscula.
Y ya que hablo de diminutivos, aprovecho para aclarar una duda que me han manifestado en repetidas ocasiones. Me preguntan si el diminutivo de mamás es mamasitas, con s intermedia.
¡No! En este caso se debe partir del sustantivo singular mamá, cuyo diminutivo es mamacita, y ahí sí agregar la -s para formar los plurales, mamás y mamacitas.
También me preguntan si es correcto usar diminutivos.
¡Por supuesto que sí! ¡Para eso existen!
Lo que pasa es que los expertos en programación neurolingüística se la pasan diciendo que no se debe decir o escribir casita, carrito, chequecito, huevito, sino casa, carro, cheque, huevo.
Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Si usted dice “casita” para atraer una vivienda de 30 metros cuadrados, tendrá una vivienda de 30 metros cuadrados, pero si usted dice casita, porque en su entorno social es de buen recibo el diminutivo, como de hecho sucede en buena parte de Latinoamérica, y la casita que hay en su mente es una mansión de 300 metros cuadrados, es cosa distinta.
Ya lo decía el inolvidable humorista uruguayo Juan Verdaguer: “La felicidad está en las cosas pequeñas: una pequeña mansión, una pequeña fortuna y... una pequeña...”.
Para que usted vea lo necesarios que son los diminutivos, mire la siguiente lista: cepillo (diminutivo de cepo), peinilla (de peine), camiseta (de camisa), calzoncillo (de calzón), pañuelo (de paño), olleta (de olla), granadilla (de granada), hojuela (de hoja), libreta (de libro), sombrilla (de sombra), buseta (de bus), perilla (de pera)...
¿Qué harían las imprentas sin la bastardilla ni la negrilla?
¿Y los operarios sin tornillo ni martillo?
Y no olvidemos diminutivos tan importantes como Venezuela (diminutivo de Venecia), Arauquita (de Arauca), Marinilla (de Marina), Mariquita (de otro diminutivo, el de María, marica, que es un nombre alterno de la urraca).

FERNANDO ÁVILA
DELEGADO PARA COLOMBIA DE LA FUNDÉU BBVA

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