“Cada idioma es un modo diferente de ver la vida”
Federico Fellini
El portugués es una lengua romance que tiene sus orígenes en el galaicoportugués que la gente acostumbra poco a estudiar en España. Sin embargo, va a quedar demostrado que una apuesta por el portugués es una decisión inteligente.
Pero, ¡ojo!, antes de iniciar nuestros pasos por el sendero del aprendizaje del portugués -o de cualquier otra lengua- uno mismo ha de poseer una base sólida en inglés. Jamás nos cansaremos de decir que hoy en día sin inglés no se es nadie; al menos, en el mundo laboral. En conclusión, antes de inmiscuirse en esta bella aventura, ¡hay que tener los deberes hechos!
Una vez superada el mencionado hito nos encontraremos en una situación en la que manejaremos dos idiomas (sino más) con soltura: el castellano y el inglés. Pero bien, somos gente trabajadora, ambiciosa y queremos darle un plus a nuestro CV. Nos disponemos a aprender un nuevo idioma. Sin embargo, en el mundo se hablan más de 7.000 idiomas ¿cuál elegimos? Es cierto que el suajili suena muy tentador, puede que tal vez, y digo bien tal vez, no sea la mejor decisión. En este punto nos vendrán a la cabeza los típicos idiomas que ahora están en boga: el francés, el alemán, el chino… algún osado dirá que el árabe; muchos se olvidarán del portugués.
Como dijo mi Jack, vayamos por partes. A priori, el francés se erige como una opción seria: es un idioma que nos abre las puertas de medio mundo (Francia, África o Quebec) y de muchísimas instituciones (NN.UU. o instituciones europeas). Por otra parte, aunque el alemán es un idioma que está muy de moda, puede llegar a ser ciertamente complicado y su ámbito de aplicación es algo acotado. ¡Qué decir entonces del chino y del árabe! Idiomas preciosos y útiles, no lo dudo, pero de una complejidad tal vez desmesurada en proporción al tiempo del que disponemos. Por tanto, el francés se postula como favorito al tercer idioma. Ahora bien, el portugués tiene sus argumentos que mostrar, y cuidado, no son pocos.
- Es un idioma extendido
El portugués se postula como la quinta lengua materna más hablada en el mundo detrás del chino, del español, del inglés y del hindú. Lo hablan regularmente más de 200 millones de personas; sin contar todas aquellas personas que lo hablan como segunda o tercera lengua. Esta arma nos permite librar batallas en Portugal, Angola, Mozambique y Brasil, entre otros. Nótese que el idioma sufre alguna que otra pequeña modificación de país a país, aunque nada del otro mundo… ¡Ay Brasil!
- El potencial de Brasil
Brasil, ese maravilloso país que todos conocemos por su buen fútbol, por su samba y por el Carnaval de Río. Pero no nos dejemos engañar, este país ofrece tantísimo más. En su estudio “The World in 2050”, pwc sitúa a Brasil como cuarta potencia mundial detrás de China, Estados Unidos e India. Estamos, por tanto, ante un país con un potencial inabarcable. ¿A dónde queremos llegar? Brasil ofrecerá oportunidades laborales más que interesantes por doquier. Es más, a día de hoy, ya existen multitud de ofertas en el país que alberga al Amazonas. Aprender portugués no será más que una llave para acceder a dicho nicho. ¡Una grandísima oportunidad!
- Utilidad en el ámbito nacional
El portugués ofrece aún más oportunidades ¡Increíble! No son pocas las grandes empresas o grandes consultoras situadas en España que consideran al portugués como un grandísimo plus. Sin ir más lejos, en McKinsey saber portugués es más que útil. La oficina de Iberia engloba a España y Portugal, por lo que si sabes portugués te pueden meter en proyectos de Portugal, Brasil o Angola.
- Una simplicidad aparente
Y hemos dejado para el final, el aspecto más decisivo que hacen del portugués EL idioma a aprender. ¡Es un idioma “fácil” para los hispanohablantes! ¿Por qué “fácil” y no fácil? Aunque el portugués es un idioma más o menos sencillo, hay que trabajarlo y dedicarle horas: no se aprende de la noche a la mañana ni por arte de magia. Sin embargo, si se trabaja lo suficiente en el corto o medio plazo se puede alcanzar un nivel más que aceptable. Y si a esto le sumamos una inmersión lingüística en Portugal o Brasil, no hay quien nos pare.
- Puede suponer cierto ahorro
Que sea un idioma más sencillo tiene también repercusiones económicas: al ser más fácil aprender portugués, necesitaremos menos horas de clase y por consiguiente ahorraremos dinero (siempre comparándolo con el aprendizaje de otras lenguas, claro está). Y por si os pareciera poco, para colmo, los exámenes de portugués son más baratos que sus homólogos en otras lenguas. Por ejemplo, el nivel B2 de portugués costará alrededor de 100 euros. Para el mismo examen en inglés y en francés habremos de pagar unos 160 y 120 euros respectivamente.
Por tanto y a modo de conclusión subrayaremos que el portugués es aquella lengua (quasi-perfecta) que aúna simplicidad y utilidad: es sencillo como el italiano y útil como el francés.
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