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sexta-feira, 4 de junho de 2021

TRADUCIR, UN VIAJE INFINITO

Traducir: un viaje infinito marzo 7, 2021 Fuente: https://otrarevista.com/traducir-un-viaje-infinito/ Escribir y traducir comparten la misma materia prima: las palabras. A ellas dedicó uno de sus últimos poemas Anne Sexton, y cualquier traductor o escritor que lo lea se identificará con su lamento por el escurridizo término justo. Concluye así: “Palabras y huevos hay que tratarlos con cuidado. / Una vez rotos son cosas imposibles de reparar”. En ese cuidado extremo arraiga el desvelo. Por un lado, se abre un océano de posibilidades, pues “ninguna palabra dice en un idioma todo lo que la otra dice en el suyo”, recuerda Chantal Maillard; por otro, el misterio que empuja al lector, después de leer una palabra, a buscar la siguiente. Salvo en algunos títulos aparecidos en los últimos años, en torno a la traducción ha reinado cierto silencio editorial, roto sobre todo en manuales técnicos, aunque no sea un acto excepcional: el mundo gira porque (nos) traducimos. “Se trata quizás de la actividad más humana que existe”, dijo la gran renovadora de las novelas de Dostoievski en alemán, Svetlana Geier, en unas conversaciones que Alberto Gordo nos trae al castellano. Responsable de traducir los “cinco elefantes” del escritor ruso, entre otras obras, admitió: “Esto no se traduce sin castigo”. Como obstáculos, señaló que “las lenguas no son compatibles”, pero también “los límites de una personalidad”, en su caso forjada en el Kiev del Holodomor y la ocupación alemana. Seguir leyendo Lee más: elpais.com

LA MEJOR HISTORIA DE DON QUIJOTE

Por Alejandra Fonseca junio 4, 2021 en www.lajornadadeoriente.com.mx Son 140 idiomas en los que se lee la obra Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, cuya primera impresión fue hace 417 años en la casa de Juan de la Cuesta en Madrid, España. Ahora les voy a platicar la encantadora historia de cómo esta obra fue traducida al mandarín clásico, y esa versión, ahora retraducida al español. Cuenta la leyenda que a principios del siglo pasado el célebre letrado chino, pintor y dibujante, Lin Shu, no conocía el idioma español ni otra lengua occidental, pero con el objetivo de difundir las grandes obras de Occidente accesibles solo a las élites intelectuales conocedoras de las lenguas y con posibilidades de viajar, puso manos a la obra para traducir el Don Quijote al mandarín clásico, Chen Jialin, amigo de Lin Shu, había leído la obra en inglés en una distorsionada traducción, y a petición de Lin Shu se la fue relatando en mandarín coloquial para que éste la escribiera en mandarín clásico: ¡genial! del español antiguo, a la traducción en inglés que leyó un chino que hablaba mandarín coloquial, se la platicó a otro chino para que la escribiera en mandarín clásico. Y así, en 1922, nació la primera traducción al chino de la obra de Miguel de Cervantes Saavedra. Ahí les va la historia completa: Lin Shu era un setentón muy activo y longevo, apasionado de la escritura y el dibujo, que operaba la “fábrica de escritura”, práctica muy utilizada por los traductores durante los siglos 19 y 20 en China; consistía en colaborar con personas entrenadas en alguna lengua extranjera para q le narraran obras importantes y él los escribiera en mandarín clásico a la vez de ilustrarlas. Así en un período de 20 años Lin Shu publicó cerca de 180 libros y gracias a su labor, autores como Tolstoi y Dickens, entre otros, llegaron a lectores chinos. En el caso de Don Quijote, Lin Shu se encerró en su estudio con Chen Jialin y mientras éste se lo narraba, simultáneamente él, en una mesa escribía y en otra, pintaba, ¡era genial! Después de un tiempo el libro fue publicado bajo el título “Historia del caballero encantado”, la última de las grandes obras que Lin Shu tradujo antes de morir, que fue un éxito, y en menos de 10 años la editorial imprimió otras 2 ediciones. Hoy, la tuerca da una nueva vuelta: no me la van a creer: el libro de Lin Shu en chino ha sido traducido al español por Alicia Relinque, sinóloga de la U. de Granada en España quien confiesa: “Lo que más me sorprendió es que este libro se pareciera tanto al Quijote original; esperábamos que fuera muy diferente, que sencillamente hubiera tomado al personaje de don Quijote como excusa, que hubiera puesto alguna que otra cosa más, pero no que fuera tan fiel a lo que son las historias. En la versión china, Don Quijote es en ocasiones un personaje ridículo, como en el libro de Cervantes, pero es más digno. De algún modo Lin Shu es un poco menos cruel con don Quijote. Este texto tiene 2 diferencias sustanciales derivadas de errores de traducción: una es el vínculo entre don Quijote y Sancho Panza ya que en inglés la palabra master, significa amo y maestro, lo que los lleva al terreno de maestro-discípulo, muy confuciano, y así Sancho se convierte en un discípulo que quiere aprender de su maestro, a diferencia del rol de criado que asume en la versión original. La 2ª es que uno de los amigos del caballero andante, que en la novela española es un cura, en la China se transforma en médico porque una versión inglesa traduce cura como curate y el amigo de Lin Shu lo interpretó como ‘alguien que curaba’, y entonces lo llaman ‘el médico’, posición de un ser más racional. Hay giros sutiles como que Rocinante se convierte en un caballo veloz y que las mujeres huelen a flor de loto. Aunque en la actualidad pueda parecernos una aberración que una persona, por más culta y letrada que sea, traduzca una obra escrita en una lengua que desconoce, en la China del siglo XIX y XX era la única manera de hacer llegar buenas obras al pueblo chino en su idioma; A decir de la autora de la traducción: “aunque no tenga punto de comparación con el original, Lin Shu escribía muy bien; su prosa clásica era muy elegante, su estilo es muy gustado en chino clásico, lo que hace que ésta obra sea una verdadera y valiosa joya, con bellísimos dibujos de Lin Shu, que ahora nos llega de revire en español. alefonse@hotmail.com

LA RECOMENDACIÓN DIARIA

cherri, con i latina, mejor que cherry Cherri, con i latina, es la adaptación recomendada de la voz inglesa cherry. Uso inadecuado El truco para cortar tomates cherry rápidamente. Para los paladares poco amigos de los ejemplares más ácidos, la opción son los tomates cherry, pequeños y dulces. Controla y dirige un moderno complejo agrícola bajo plástico del que salen toneladas de cherrys de una variedad única. Uso adecuado El truco para cortar tomates cherri rápidamente. Para los paladares poco amigos de los ejemplares más ácidos, la opción son los tomates cherri, pequeños y dulces. Controla y dirige un moderno complejo agrícola bajo plástico del que salen toneladas de cherris de una variedad única. De acuerdo con la Ortografía de la lengua española, muchos anglicismos terminan en ye precedida de consonante, secuencia impropia del sistema ortográfico español, que solo admite esta letra en posición final de palabra si va precedida de vocal. Por tanto, al adaptar estas voces al castellano la ye final se sustituye por i latina. Ocurre también en voces como ferry, pony y sexy, que en español lo recomendable es escribir así: ferri, poni y sexi. El plural es regular, cherris, a menos que vaya en aposición, en cuyo caso permanece invariable: tomates cherri. En caso de preferir el uso del extranjerismo, lo adecuado es resaltarlo en cursiva o, en caso de no disponer de este tipo de letra, entre comillas.

quinta-feira, 3 de junho de 2021

DANTE REVISITADO

Dante revisitado 29.05.2021
Fuente: Diario La Prensa - Buenos Aires Señor Director: Ya no se trata de cambiar los cuentos tradicionales o los dibujos animados como pretenden hacer hoy tildando de abusadores, acosadores, o patriarcales al lobo de Caperucita, al príncipe de Blancanieves; o discriminados al Mercader de Venecia y al Patito feo. Ya se la habían agarrado con Shakespeare o José Hernández y recientemente una escritora insinúa que La Odisea fue escrita por una mujer. El asunto es ir sembrando la semilla de la demolición de lo que se alza indubitablemente como columnas inapelables que se alzan contra las nuevas ideologías. Ahora le tocó a la Comedia de Alighieri. Y no en una versión teatral under o en una historieta, sino en una traducción editada en los Países Bajos. Llegados al octavo círculo del Infierno la traductora, en complicidad con el editor de Blossom Books, se encuentran con Mahoma, al que Dante ubica allí porque al difundir su religión habría sembrado la división en la tierra, lo cual los lleva con total impunidad y autoritarismo a suprimir su nombre argumentando que la inclusión es totalmente denigrante. Lo curioso es que en traducciones modernas en árabe el texto es respetado y a nadie se le ha ocurrido alterarlo como señala el escritor marroquí-holandés Abdelkader Benali: “Todas las personas de origen musulmán que reaccionaron –afirma– encontraron doloroso este asunto, especialmente en estos tiempos de cancel culture. He consultado varias traducciones de Dante en árabe. Los traductores modernos han dejado el pasaje en su lugar, a menudo con notas a pie de página que explican que se trata de un autor literario y una escena que debe ubicarse en su tiempo y contexto político." Por su parte, Peter Vestegen, autor de una traducción anterior de Dante, juzga: "Para mí, es censura". “La Divina Comedia es una obra maestra sacrosanta, no se puede cortar así. En los Países Bajos, nunca me lo han pedido. Es cierto que, en el caso de una adaptación, tenemos más libertad, pero luego debemos indicar en el libro que es una adaptación y no una traducción. En cualquier caso, nadie pidió esta rendición”. Ciertamente, los hijos de las tinieblas son astutos. No desfallecen en su estrategia de poner el grito en el cielo contra los que queman libros mientras advierten cuánto más fácil es quitar una sola palabra de una de las más grandes de la literatura universal. O cambiar de género a un héroe y transformarlo en una mujer empoderada, en el cine, en los cuentos infantiles y en todos los medios que hoy tienen a su disposición.

CUATRO OBJETIVOS PARA SALVAR EL PLANETA

Por Alok Sharma 02 de junio de 2021 (Fuente: EFE) . Imagen: EFE En noviembre, el Reino Unido dará la bienvenida a los países del mundo en Glasgow para la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP26. Esta es nuestra oportunidad de encaminar al mundo para combatir la enorme amenaza del cambio climático, construyendo un futuro más limpio y brillante para todas las personas. Sabemos lo que tenemos que hacer porque ya hemos acordado los objetivos. En 2015, el mundo firmó el Acuerdo de París, un tratado internacional para abordar la crisis climática. Ese Acuerdo nos compromete a limitar los aumentos de temperatura global muy por debajo de los dos grados, apuntando a 1,5 grados, porque la ciencia nos dice que evitaría los peores efectos del cambio climático. Cada fracción de grado marca la diferencia. Un aumento promedio de la temperatura global de dos grados, en comparación con 1,5, haría que cientos de millones de personas más se vieran afectadas, y el doble de plantas y tres veces más especies de insectos perderían vastas extensiones de su hábitat. Sin embargo, desde que se estableció el objetivo de 1,5 grados, el mundo no ha hecho lo suficiente y nuestro planeta se está calentando. En mi papel como presidente designado de la COP26 he sido testigo de primera mano del impacto: el derretimiento de los glaciares, la degradación de los cultivos y los pobladores obligados a abandonar sus hogares. Si continuamos tal y como estamos, estos efectos empeorarán y se acelerarán. El Climate Action Tracker estima que si los países cumplen con sus objetivos de reducción de emisiones, estamos en camino de incrementos de temperatura promedio de 2,4 grados. Este es un avance comparado con sus estimaciones del año pasado, sin embargo aún queda mucho camino por recorrer. Para limitar el calentamiento a 1,5 grados debemos reducir a la mitad las emisiones globales para 2030. Así que esta es la década decisiva. Debemos actuar ahora con el fin de realizar un esfuerzo consistente y coordinado para reducir las emisiones durante los próximos diez años. Y aprovechar la recuperación de Covid-19 para reimaginar nuestras economías construyendo un mejor futuro, uno con empleos verdes y aire más limpio, con más prosperidad sin dañar el planeta. Esto es lo que hace que la próxima conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas en Glasgow, COP26, sea tan crucial. Debe ser el momento en el que todos los países y todos los sectores de la sociedad asuman su responsabilidad de proteger nuestro planeta y mantener vivo el objetivo de 1,5 grados. Y tenemos un plan claro para lograrlo. Como presidente designado de la COP26, junto con el primer ministro de Reino Unido, los compañeros ministros y toda la red diplomática británica, estoy impulsando la acción en torno a cuatro objetivos clave. Primero, debemos poner al mundo en la ruta de la reducción de emisiones hasta que se alcancen las cero emisiones netas a mediados del presente siglo. Esto es imperativo para mantener 1,5 grados a nuestro alcance. Por tanto, necesitamos que los países presenten objetivos claros para reducir las emisiones. Esto significa objetivos de reducción de emisiones a corto plazo para 2030 consistentes con cero emisiones netas hacia mediados de siglo. Y estos objetivos deben basarse en la ciencia, de modo que las cero emisiones netas no sean solo una aspiración vaga, sino un plan concreto. También necesitamos ver acción en los sectores que más contaminan. Si hablamos en serio acerca del objetivo de 1,5 grados, Glasgow debe ser la COP que envíe la energía del carbón a la historia, pida un respiro a la deforestación y marque el fin de los vehículos contaminantes. Para ello estamos trabajando con los gobiernos y a través de organizaciones internacionales con el fin de suspender el financiamiento internacional del carbón, una de mis prioridades personales. Instamos a los países a que abandonen la energía del carbón, en tanto estamos trabajando con los países en desarrollo para apoyar su transición a la energía limpia. Estamos viendo un progreso real. Recientemente copresidí la reunión de ministros de Cambio Climático y Medio Ambiente del G7 y comprometí a las naciones del G7 a poner fin a todo nuevo apoyo gubernamental directo a la energía generada por carbón para fines de 2021. Y los ministros acordaron pasar del carbón sucio a nivel nacional a un sistema de energía primordialmente descarbonizado en la década de 2030. Nuestro segundo objetivo es proteger a las personas y la naturaleza de los peores efectos del cambio climático. La crisis climática ya está aquí y debemos actuar sobre la necesidad real de contar con sistemas contra inundaciones y de alerta, así como otros esfuerzos vitales para minimizar, evitar y enfrentar las pérdidas y los daños causados ​​por el cambio climático. Nuestro tercer objetivo es el financiamiento, sin el cual la tarea que tenemos por delante es casi imposible. Los países desarrollados deben entregar los 100.000 millones de dólares al año que prometieron para apoyar a los países en desarrollo. El Reino Unido está predicando con el ejemplo, habiendo comprometido 11.600 millones de libras esterlinas entre 2021 y 2025. Y necesitamos que todos los países desarrollados den un paso al frente. Es cuestión de confianza. También debemos facilitar el acceso al financiamiento y aumentar las sumas disponibles para proteger a las personas y la naturaleza. En marzo, reuní a ministros de 50 gobiernos e instituciones internacionales para abordar estos temas y hoy estamos enfocados en cumplir los compromisos asumidos en esa reunión. Cuarto, debemos trabajar juntos para lograr estos objetivos. Eso incluye la construcción de consensos entre los gobiernos para que las negociaciones en Glasgow sean un éxito, además de hacer que las empresas y la sociedad civil se unan a nuestros objetivos de la COP26 y fomentar la colaboración internacional en sectores cruciales. Hago un llamado a todos los países para que redoblen sus esfuerzos con el fin de lograr estos objetivos porque la COP26 es nuestra última esperanza de mantener viva la meta de 1,5 grados, nuestra mejor oportunidad de construir un futuro mejor, un futuro de empleos verdes y aire más limpio. La Argentina ha dado pasos muy importantes, aumentado su compromiso de reducción de emisiones para el año 2030. Es clave avanzar juntos en la implementación de estas medidas y mejorar la resiliencia de los sistemas con un claro horizonte hacia las cero emisiones netas para 2050. Este es nuestro momento. No hay segundas oportunidades. Aprovechémoslo juntos. Alok Sharma es presidente designado de la COP26.

ENOLOGÍA: HISTORIA DE UNA PALABRA

El hallazgo de las primeras documentaciones de la voz enología es importante para que poco a poco podamos reconstruir la historia del español del vino Enología: historia de una palabra MIGUEL IBÁÑEZ RODRÍGUEZ * DOCTOR EN FILOLOGÍA. PROFESOR TITULAR DE LA UNIVERSIDAD DE VALLADOLID Jueves, 3 junio 2021, 02:00 Las primeras documentaciones de la palabra enología son de 1803, tal como se explica en el artículo publicado en Hikma: revista de Traducción (2017). La enología es presentada como la «nueva doctrina» y como el «arte de hacer el vino». Aparecen en la traducción que de L´Art de faire le vin, de Cadet de Vaux, hace el ilustrado navarro Manuel Pedro Sánchez Salvador y Berrio y que se publica en Pamplona en 1803, con el deseo de que las nuevas «luces» lleguen a todos los cosecheros. Su esposa Antonia Rodríguez Barrenechea era de Ezcaray. Y también las encontramos en la pluma de otro ilustrado, Juan Álvarez Guerra, en su traducción del tomo XVI del Cours complet d´agriculture, del Abate Rozier, publicada también en 1803 y de la que se conserva un ejemplar en la Biblioteca de San Millán. Pronto verá la luz, gracias a Cilengua, una edición de dicha traducción y un estudio previo que hemos preparado. Son textos clave para conocer la introducción, a través de la traducción, de la ciencia enológica en España desde Francia donde se había gestado pocos años antes. Miguel Ibáñez fue reconocido ayer por el Gobierno regional con la distinción de 'Riojano Ilustre'. Colaborador habitual de estas páginas, este artículo fue publicado en junio de 2018. La voz enología llega desde el francés œnologie y en estas primeras documentaciones aparece, como suele ser habitual con los extranjerismos, escrita de muy diversas maneras, con grafía vacilante. Manuel P. Sánchez la escribe adaptada al español, pero con mayúscula: Enología, y Juan Álvarez Guerra mantiene en parte la grafía francesa: œnologia. Francisco Carbonell y Bravo en su Arte de hacer el vino, de 1820, la escribe en unos casos con acento, en otros sin acento y en otros en mayúscula: œnológia, œnologia, Œnológia. No aparece en los textos anteriores de referencia en español, entre ellos el más conocido y más reeditado es Agricultura general, de Alonso de Herrera, no lo está tampoco en su edición actualizada 1818. Somos los primeros en dar a conocer este dato. El hallazgo de las primeras documentaciones de la voz enología es importante para que poco a poco podamos reconstruir la historia del español del vino y paralelamente también la historia de la ciencia enológica. La voz enología llega desde el francés œnologie y en las primeras documentaciones aparece escrita de muy diversas maneras, con grafía vacilante No aparece la voz enología en el Diccionario de Autoridades (1726), ni en el Diccionario de Terreros y Pando (1786-1788). El diccionario de la Real Academia la recoge por primera vez en su edición de 1869, en ella se anota enología, ya adaptada a la grafía española, y se define como «el arte de elaborar los vinos». La aparición en un diccionario normativo y general demuestra su plena aceptación. Así aparece definida hasta la edición de 1925 en la que la voz se explica como «conjunto de conocimientos relativos al vino». En la edición de 1939 sufre una pequeña variación: «Conjunto de conocimientos relativos a la elaboración de los vinos». Y dicha definición ha pervivido hasta la edición actual, la de 2014, que la define exactamente igual. Desde 1939 a fecha de hoy los estudios de enología, ya veteranos en muchas universidades, han avanzado mucho, así que no estaría mal que los académicos revisasen la definición. En los últimos años parece que se prefiere la denominación «ciencias de la vid y el vino», para aglutinar también la ampelología. También vemos junto a la voz enología otras derivadas de ella y que hoy no se usan, como la de enologista. Así podemos leer en la traducción de Juan Álvarez Guerra: «Aún no está decidido cuál es la estación más favorable para la poda, porque ni los viñeros ni los œnologistas están de acuerdo entre sí sobre este punto». No coincide plenamente con el enólogo de hoy, pues el enologista en los textos estudiados, es el que sabe y escribe sobre la materia, careciendo de conocimiento práctico. Se dice, por ejemplo, que «los escritos de los œnologistas tienen mil recetas, más o menos buenas, para corregir la acedia de los vinos» y a Chaptal se le llamaba el «príncipe de los enologistas». Fuente:Diario La Rioja - España.

LA RECOMENDACIÓN DIARIA

LA RECOMENDACIÓN DIARIA se atreve a hacer, no se atreve hacer Para expresar que alguien se siente capaz de hacer algo difícil, la construcción adecuada es atreverse a hacer, con la preposición a, no atreverse hacer. Uso inadecuado Ninguno de sus habitantes se atreve salir a las calles. En ocasiones se ha atrevido decir algunas palabras en esa lengua. Su timbre de voz le permite atreverse cantar temas muy variopintos. Uso adecuado Ninguno de sus habitantes se atreve a salir a las calles. En ocasiones se ha atrevido a decir algunas palabras en esa lengua. Su timbre de voz le permite atreverse a cantar temas muy variopintos. Tal como indica el Diccionario del estudiante, de las Academias de la Lengua, el verbo atreverse lleva la preposición a cuando significa ‘tener alguien el valor de hacer algo arriesgado, indebido o que puede provocar rechazo’. Se recuerda que, según esa misma obra, cuando este verbo tiene el sentido de ‘tener el valor de enfrentarse a una persona o una cosa’, se construye adecuadamente con la preposición con, como en «Este dúo se atreve con versiones de todo tipo».

LA RECOMENDACIÓN DIARIA

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA resistencia a los antimicrobianos , mejor que  resistencia antimicrobiana   Resistencia a los antimicrobianos , no...